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¿De dónde surge la expresión ‘Ser como el sastre del campillo’?

Esta es otra de aquellas expresiones que están prácticamente en desuso (catalogadas como ‘expresiones viejunas’) y que, de tanto en tanto, os traigo a este blog para explicaros su origen.

¿De dónde surge la expresión ‘Ser como el sastre del campillo’?

En esta ocasión os hablaré de ‘Ser como el sastre del campillo’, una expresión que fue bastante usada antiguamente y que se utilizaba para señalar a aquellas personas dadas a entregarse en cuerpo y alma en ayudar a los demás, hacer infinidad de favores y, además, poniendo todo de su parte (incluido el coste económico que eso le podría suponer).

Pero en realidad esta es una locución que ha ido sufriendo diversos cambios a lo largo del tiempo y que, mediante la transmisión oral, se ha ido modificando, pudiendo encontrarnos que es bastante diferente a como se pronunciaba originalmente.

Referida como ‘ser’, ‘eres’ o ‘es’ la expresión ‘como el sastre del campillo’ está extraída de otra más larga que decía: El sastre del campillo, que cosía de balde y ponía el hilo’.

Pero esta tampoco fue su forma inicial, debido a que en originalmente no hacía referencia a ‘campillo’ sino a ‘cantillo’, el cual no es una localidad, sino el modo en el que se denominaba a las encrucijadas o cruces de varios caminos, un lugar en el que varios siglos atrás solían colocarse diferentes profesionales de diversos gremios (herreros, carpinteros, mesoneros e incluso sastres) y que prestaban sus servicios a los viajeros que por allí transitaban.

Incluso, podemos encontrar versiones de la expresión en el que originalmente no se utilizaba el término ‘sastre’ sino ‘alfayate’ de igual significado pero que se utilizó en España durante la presencia musulmana. Por ejemplo, Íñigo López de Mendoza y de la Vega (marqués de Santillana) en el siglo XV incluyó en su obra ‘Refranes que dicen las viejas tras el fuego’ la expresión en la forma: El alfayate del cantillo, hacía la costura de balde y ponía el hilo’.

También podemos encontrar que Sebastián de Covarrubias, en su ‘Tesoro de la lengua castellana o española’ (1611) lo incluyó de las siguientes cuatro maneras: El alfayate de las encrucijadas cosía de balde y ponía el hilo de su casa’, ‘El alfayate del Cantillo hacía la obra de balde y ponía el hilo’, ‘El sastre de Campillo, ponía de su casa el hilo’  e incluso ‘El alfayate de la Adrada que ponía el hilo de su casa’.

Por último, en el ‘Libro de refranes y sentencias de Mosén Pedro Vallés’ (1549) aparece del siguiente modo: El sastre de la encrucijada / que pone / el hilo de su casa’.

 

 

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Fuente de la imagen: Esin Üstün (Flickr)

¿De dónde surge la antiquísima expresión ‘Eres como el reloj de Pamplona’?

Esta es otra de aquellas expresiones que están prácticamente en desuso (catalogadas como ‘expresiones viejunas’) y que, de tanto en tanto, os traigo a este blog para explicaros su origen.

¿De dónde surge la antiquísima expresión ‘Eres como el reloj de Pamplona’?

En esta ocasión se trata de la expresión que dice ‘Eres como el reloj de pamplona’ y que era utilizada para hacer referencia a aquella persona que no cumple las promesas e incluso a quienes empiezan algo (un trabajo, una conversación…) y no lo terminan.

En realidad la frase está acortada y originalmente se decía en la forma ‘Eres como el reloj de Pamplona, que apunta pero no da’ (también dirigido a una tercera persona –‘Es como el reloj de…’– e incluso sin alusión personal –‘Como el reloj de…’).

Esta locución se originó como clara referencia al reloj de sol que se instaló en la fachada de la torre sur de la Catedral de Pamplona (a la derecha de la imagen) a inicios del siglo XVI, pero las campanas (que debían de ser tocadas manualmente) no fueron instaladas hasta el último cuarto de aquel mismo siglo, por lo que aunque el reloj apuntaba la hora no la daba (o sea, no tocaba la campana).

En aquel tiempo era imprescindible ese toque de campana para ir recordando a los feligreses las ‘horas canónicas’, las cuales consistían en la división de la jornada en varias partes y que servía para señalar, sobre todo, las horas o momentos destinados a los rezos religiosos.

El hecho de que se instalara el reloj de sol, pero no hubiese sido terminada la instalación de las campanas hasta muchas décadas después, es lo que hizo que sugieran este tipo de expresiones para hacer referencia a aquello que está o queda inacabado.

 

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Fuente de la imagen: Wikimedia commons
Fuentes y más info: catedraldepamplona.comcampanersrelojesdesol.info