Jules Barbey d’Aurevilly, periodista y novelista francés, autor de Las diabólicas, se encontraba en cierta ocasión cerca de un tipo que desprendía un molesto y desagradable olor corporal, por lo que decidió ponerse a criticarlo públicamente.
El individuo, molesto, entró en cólera y desafió a un duelo a Barbey d’Aurevilly. Sin inmutarse, el escritor le respondió:
«Señor, no acepto el duelo. Si usted me mata no dejará de oler mal por ello y si soy yo el que lo mata a usted, olerá peor»
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De anécdota nada, la gente as menudo olvida que el agua LIMPIA, no es necesario utilizar pétalos de rosa, SOLO AGUAITA CLARA DE LA FUENTE, en cualquier sitio donde haya gente siempre hay alguien que exhala un asquerosísimo olor a carne y genitales sucios, y eso en pleno siglo XXI.
Pero seguro que esos marranazos critican a los demás por cualquier nimiedad, cuando ellos son ASQUEROSOS
13 enero 2015 | 15:08
El agua,que elemento tan asqueroso para echarse por el cuerpo.
13 enero 2015 | 17:22
Para «dice ser Julia»
Comparto tu comentario al 98% . El 2% restante lo dedico al final de la frase: «Pero seguro que esos marranazos critican a los demás por cualquier nimiedad, cuando ellos son ASQUEROSOS», por que debería decir:
«Pero seguro que esos/as marranazos/as critican a los demás por cualquier nimiedad, cuando ellos/as son ASQUEROSOS/AS»
13 enero 2015 | 22:44