‘Fake news’ en latín: los bulos y la propaganda romana que han llegado hasta hoy

Néstor F. Marqués (Cedida por el autor).

Podría parecer, a simple vista, que el anglicismo Fake News («noticias falsas», «bulos», pero creados con intención política) y la Antigua Roma son dos puntos demasiado lejanos. Y sin embargo, no lo son. El arqueólogo y divulgador Néstor F. Marqués lo demuestra en su segundo libro, Fake News de la antigua Roma. Engaños, propaganda y mentiras de hace 2.000 años (Espasa, 2019), una obra interesante, bien contada para los lectores de hoy, pero sin renunciar a un ápice de rigor. «El concepto es algo global», explica este divulgador, «porque no son sólo noticias falsas, sino que conllevan una intencionalidad política y de eso, precisamente, hablo en e libro».

Con un cierto ánimo justiciero -«quería poner en su lugar a ciertos personajes de la historia»- Marqués repasa las existencias, reales e imaginadas, de algunas víctimas de la propaganda romana, cuyos bulos han perdurado hasta el siglo XXI. Y cuando lo hace, los elementos, los ingredientes, nos suenan a política de hoy mismo: herencia recibida, machismo…

«Todo es igual que hoy», me dice y recuerda a uno de los emperadores malditos más populares: Domiciano. «Trajano utilizó un argumento muy actual: el de la herencia recibida. Acusaba a Domiciano de haber dejado las arcas vacías y no era verdad. Él se gastó el dinero público en guerras, pero Domiciano fue un gran administrador», explica Marqués. ¿Cómo lo sabemos? «Las monedas acuñadas durante su reinado tenían más oro y plata», asegura, «y ese detalle no aparece en las fuentes escritas, pero permite reconstruir el puzle de la historia».

«Los emperadores peor parados en la historia, fueron los más congraciados con el pueblo y la plebe«, explica este historiador refiriéndose a Calígula, Domiciano, Nerón o Cómodo, «pero la historia la escriben los vencedores, y en el caso romano, la clase senatorial». Los sucesores de los emperadores malditos sabían aprovechar «esas ficciones del poder creadas» en su favor.

«Imagínate si dentro de 2.000 años el único documento que quedara de la España del siglo XX fuera el Nodo«, ejemplifica el autor, «entonces no se recordaría a Franco como un dictador, sino como un líder amable». «En cuanto un emperador era asesinado, se le colocaba una damnatio memoriae y se reescribía su pasado», afirma. ¿Así que no queda historias reales sobre ellos? «Las habría, pero no se conservaron», responde Néstor F. Marqués.

Y las imágenes de esos emperadores continúan hasta hoy. «Los Domiciano y Trajano que novela Santiago Posteguillo son históricamente falsos, les habrían encantado a Tácito y Plinio», explica, aunque matiza, que «no es culpa de él, porque es un novelista y tiene toda la libertad para crear literatura. Ha hecho, además, que mucha gente se interese por Roma. El problema es cuando hay gente que piensa que todo lo que sale en sus novelas es real».

¿Cómo se construyen esas vívidas imágenes? «Fíjate en el famoso incendio de Roma y Nerón: es falso, fue un incendio fortuito y ni siquiera él estaba en la ciudad», explica. «Pero hubo un rumor de que alguien había visto a Nerón en la ciudad; poco tiempo después, alguien había oído que Nerón observaba el fuego desde una torre; cincuenta años después, Nerón cantaba sobre la destrucción de Troya en el palacio imperial; siglos más tarde, tocaba la lira mientras la ciudad ardía. Es el teléfono escacharrado, ampliado por pamplinas, rumores e intereses variados. Pero por la repetición acaba calando: tú difama, que algo queda».

Este divulgador -que lucha por hacer entender que las «fuentes literarias no son dogmas y que se deben comprender su contexto e ideología»- se muestra fascinando por el tema de la propaganda política. «Fíjate en Augusto, que pasó un chico de la aristocracia sin pretensiones a un emperador deseado por todos, lo suyo fue una genialidad propagandística», afirma. Y recuerda que incluso los romanos «se engañaron a sí mismos, incluso con sus leyendas fundacionales».

[Trivial: ¿cuánto sabes de la vida cotidiana en la antigua Roma?]

Propaganda machista…

¿Y las mujeres, no sufrieron esos bulos? Pienso en la reciente -y excelente- biografía sobre Agripina la Menor de Emma Southon recientemente publicada en España. «Para los romanos, la mujer, si no estaba bajo la tutela de un hombre era malísima», afirma y señala el caso de Livia: «A ella la conocemos por Tácito, que era republicano y un misógino. No entendía cómo la compañera de Augusto podía gobernar junto a él. En su idea de las cosas, si tenía tanto poder era porque era malvada». Por ello, Tácito insinúa que mató a los hijos de Augusto -«aunque algunos no eran factibles a nivel práctico»- para favorecer al suyo, Tiberio.

«Hoy sabemos que Livia fue muy querida y que se la llegó a proponer como Mater Patriae, madre de la patria, que era un honor tremendo», explica Marqués, «el pueblo la quería, pero entre los romanos ya existía el mito de la madrastra malvada, al estilo Disney, que era tan fácil de asimilar».

… Y cristiana

Otro de los puntos en los que se refiere Fake News de la Antigua Roma es la propaganda sobre el Cristianismo, y cómo pasó de ser religión perseguida a credo oficial del imperio. «Desde el momento que el cristianismo se implanta en el aparato estatal de Roma en el siglo IV, quiso reescribir su historia», explica . «El mito de las persecuciones, por ejemplo, se fija en ese momento y en la Edad Media y ha llegado hasta hoy», explica Marqués: «Los cristianos condenados en tres siglos no llegaron a unos cientos y solo lo fueron en periodos muy concretos; quince años de persecuciones en tres siglos, e incluso en algunos edictos que ordenaban persecuciones intentaban evitar el derramamiento de sangre».

«Los cristianos nunca han entendido que los romanos no les perseguían por rabia, sino porque para ellos era inconcedible que un ciudadano del imperio no venerara al emperador y al imperio», explica, «porque si no lo hacían, el imperio estaba indefenso». Llegó un momento, en el siglo IV, que simplemente les pedían que rogaran a su Dios por el bienestar del emperador y el imperio. «Eso es muy revelador frente al imaginario de la persecución ideológica por odio que se creó con las historias de los mártires».

Las Bacanales, el bulo más exitoso

«Para mí es la Fake New romana por excelencia. Cuando cualquiera cierra los ojos y se le pide que imagine lo primero que se le pase por la cabeza sobre romanos, suele ser gente comiendo vorazmente, vomitando y haciendo orgías. Es un mito tan extendido como falso: porque sí se dieron esas prácticas, pero poco tiempo y generalmente estuvieron muy mal vistas. Y los llamamos bacanales y orgías, cuando esas, en realidad eran rituales religiosos. A comienzos del siglo II a.C., el culto a Baco tuvo tanta popularidad que el cónsul Postumio generó un gran bulo sobre sus ritos sexuales, drogas y asesinatos que generó un auténtica caza de brujas contra sus seguidores. Fíjate si funcionó aquel bulo que ha llegado hasta hoy resuena 2.000 años después».

[ENTREVISTA: La historia real tras las bacanales romanas: menos sexo salvaje, más caza de brujas política]

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1 comentario

  1. Dice ser José

    Cuando proceda… y para evitar las fake news. También las de «aquí y ahora».
    Educación y posverdad https://dametresminutos.wordpress.com/2017/12/03/educacion-y-posverdad/

    20 mayo 2019 | 11:52

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