Francisco Narla: «Tengo bastante claro que la Guerra Civil o la posguerra no me permiten llegar al máximo de lectores»

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Un lobo (GTRES)

¿Puede un animal protagonizar una novela histórica? Francisco Narla (Lugo, 1978), piloto reconvertido en novelista de éxito, está convencido y lo demuestra con su última obra Donde aúllan las colinas (Planeta, 2016), la historia de la ‘venganza’ (¿podemos llamarlo así?) de un lobo contra unos legionarios de Julio César que, haciéndose pasar por alimañeros, han acabado con su hembra en las tierras del noroeste de Hispania. Un lobo contra las legiones de la loba. Un lobo contra Julio César. Una novela breve -para lo que acostumbra la dictadura del tocho que vive el género-, trepidante y que despliega un relato de aventuras históricas con un punto de terror y, por qué no decirlo, ecologismo. Sorteamos dos ejemplares de la novela en Facebook.

La historia de un este animal vengador no es tan fantasiosa como podría parecer a simple vista.  De hecho, tiene base real. El escritor asegura que se la escuchó a un alimañero, que le contó su experiencia situada en la posguerra española donde un lobo lo persiguió como «alma en pena» tras matar a una hembra.


No tengo nada en contra de la Guerra Civil, pero pago mis facturas porque la gente compra mis novelas. Ese mercado está bastante colmado.


¿Cómo acaba esa historia real en la Hispania del siglo I a.C.? «No tengo nada en contra de la Guerra Civil, pero pago mis facturas porque la gente compra mis novelas», me contesta sincero. «La Guerra Civil es un mercado bastante colmado; con razón o sin ella, tengo bastante claro que ese conflicto o la posguerra no es algo que me haga llegar a los máximos lectores posibles».

Descartada la guerra fratricida, Narla asegura que quería enfrentar el poder de la naturaleza contra un símbolo personalizado del «poder de los hombres sobre el entorno y los demás». «Teniendo en cuenta que mis novelas siempre rinden homenaje a Galicia y el noroeste de España», explica el autor de Assur y Ronin, «tenía pocas opciones: Julio César o Drake». «Julio César ha pasado a la historia por avasallar, por el poder», cuenta, «y, además, creo que poca gente sabe que él estuvo en Hispania tres meses que no están demasiado claros tras la victoria en Munda»


Una novela no debe tener más objetivo que el de entretener


Francisco Narla (Imagen cedida por el autor).

Francisco Narla (Imagen cedida por el autor).

Narla repite varias veces en nuestra charla eso de que es de «tierra de lobos» y que vive «en el segundo lugar con más lobos de Galicia», pero ¿eso es suficiente para meterse en la piel de un lobo? «Por un lado, está la parte más técnica, biológica, estudiar el comportamiento de esa especie», enumera, «después una parte ‘moral'», donde estudió literatura científica sobre experimentos y comportamiento que dieran veracidad a esa venganza del animal, y «después está la parte narrativa, convertir eso en acciones que tengan fuerza para el lector». Y remarca esto antes de concluir que «por muy técnico que se ponga, una novela no debe tener más objetivo que el de entretener». Para sentar cátedra, está la no ficción, me explica. «Es como escribir un documental o una película de ficción», me dice.

Le comento que, aún así, se percibe un claro mensaje ecologista en la historia. Una llamada a proteger el medio ambiente. «En toda historia hay un mensaje, por el mero hecho de contarla. Hasta Rambo III lo tiene, pero creo que eso no debe ser el leit motiv de una novela. Cuando oigo a alguien decir que ha escrito una novela para mostrar el mal en el mundo o la soledad de los ancianos, no me cuadra», argumenta.


No quiero dar lecciones a nadie, pero ese mensaje de amor a la naturaleza está porque la he escrito yo y vivo en el campo y crecí en una tierra de lobos


«Pero ese mensaje de amor a la naturaleza, está por el mero hecho de que la he escrito yo«, termina confesando. «No quiero dar lecciones a nadie, pero yo lo siento así, vivo en el campo y crecí en una tierra de lobos. Y creo que no cuidamos tanto como deberíamos la naturaleza».  «Quizá haya autores con más talento que yo que puedan escribir una historia que contradiga lo que piensan y sienten, pero yo no», asegura.

Los romanos de la novela, le pregunto, obsesionados por encontrar oro en Hispania (y si no, recordemos el espectacular paisaje de Las Médulas como prueba del impacto de la minería romana en el paisaje), no parecen mucho más respetuosos con el medioambiente que nosotros. «Somos un mundo condicionado por la antigua Roma», me dice, «hemos sido tocados por esa cultura y pervive en nosotros. Parece que Roma trasladó esa idea de la naturaleza al servicio del hombre al cristianismo medieval y hasta nosotros ha llegado. Es un equipaje que llevamos».


Parece que Roma trasladó la idea de que la naturaleza está al servicio del hombre al cristianismo medieval y hasta nosotros ha llegado. Es un equipaje que llevamos


El tiempo de la entrevista va terminado y no me resisto a preguntar. ¿Es más difícil meterse en la piel de un lobo o en las sandalias de Julio César? «No es la respuesta que creo que esperas,»responde y tiene toda la razón, «pero depende más de la acción que narro de ellos que del personaje en sí. De los dos, hay pasajes que han sido muy complicados para mi».  Serán difíciles, cada uno a su manera, pero no creo que ningún lector de Donde aúllan las colinas se ponga de parte del gran dictador romano.

¿Os interesa esta historia de Francisco Narla? Por cortesía de la editorial Planeta sorteo dos ejemplares en Facebook.

¡Buenas lecturas!

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2 comentarios

  1. Dice ser Carmen Gómez de Juan

    Colmillo blanco . Jack London

    10 mayo 2016 | 10:44

  2. Dice ser Miguel A. Martín

    Cujo. Stephen King

    10 mayo 2016 | 21:13

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