‘Balbo’, el rescate de la mano izquierda (y gaditana) de Julio César

El actor Ciarán Hinds interpretaba a Julio César en 'Roma' (HBO)

El actor Ciarán Hinds interpretaba a Julio César en ‘Roma’ (HBO)

«Es un personaje hasta ahora maltratado por la novela histórica. Balbo era el personaje más importantes en el Cádiz de la época y en las novelas, por su origen fenicio, las pocas veces que aparece, lo pintan como un fenicio de Astérix, bajito, regordete y frotándose las manos». Quien me dice esto es León Arsenal (escritor ganador del premio Minotauro, el Ciudad de Zaragoza de Novela Histórica o el Espartaco de la Semana Negra) y de quien habla es del protagonista de su octava (y las siguientes) novela histórica, Balbo, la mano izquierda de César (Esfera de los Libros, 2015), Lucio Cornelio Balbo.

El tal Balbo, nos dice la Historia, fue un prohombre de una familia rica de Gades (Cádiz) que pelearía contra Sertorio (viejo conocido de este blog), conocería a Julio César y se convertiría en su amigo, hombre de intendencia, su jefe de espías… Y sería el primer no romano en lograr el cargo de cónsul.

En Balbo, Arsenal se centra en tres años de la vida de este personaje histórico que coinciden con su desembarco en Roma, su descubrimiento de la ciudad y sus brutales luchas de poder. ¿Quería contar en esta novela y este personaje con la parte más ‘hispana’ de la carrera de Julio César? «No soy nada nacionalista», me dice, «más que lo hispano quería plantear una Roma que deja de ser solo una urbe y empieza a dar un peso tremendo a lo que se llamaban las provincias, todo lo que no era Roma: Hispania, la Galia…» Eso sí, reconoce que aunque «no vamos a llamar compatriota a Balbo, porque España no existía por aquel entonces, sí que puede despertar más simpatías en el lector español un personaje como él, nacido en Hispania que luchó por conseguir mejoras para su ciudad. Puede considerarse un recurso un poco comercial, pero se trata de ver nuestra Historia, porque en el fondo somos romanos y no se entiende nuestra historia sin ese dato«.


En el fondo somos romanos y no se entiende nuestra Historia sin ese dato


La inmersión del personaje en esas luchas de poder dan a esta novela histórica un marcado acento de thriller y de actualidad.  «Se produce un mix entre mi interés por la novela histórica y transmitir una visión más moderna. Ciertos componentes economicistas de los personajes son voluntariamente anacrónicos porque ellos no podrían pensar en esos términos como nosotros» explica. «La novela transmite que en Roma, con todas esas fiestas y los banquetes de los ricos y el reparto de trigo, había una especie de socialdemocracia en plan cutre en la que los ricos repartían una porción ínfima de sus riquezas para tener al pueblo contento y poder seguir ellos detentando en la realidad todo el poder político y económico».

¿Así que hay Julio Césares y Balbos en el mundo contemporáneo? «No hay que exagerar, César y Balbo son personajes de su época», responde sin dudar. «Un César, un Balbo o un Pompeyo son personajes que no se contemplan en nuestros días porque tendemos a lo blanco o negro. César sería hoy en día, literalmente, un corrupto porque metía mano al cajón por todos los lados. Sin embargo tenía una dimensión de gran estadista, de soñador, un hombre que de verdad hizo grandes cosas por Roma. Balbo, lo mismo. Esta dimensión, aunque su mentalidad y moralidad no eran las nuestras, es difícil de clasificar para el maniqueísmo propio de nuestra época. Ellos eran así, los de nuestra época, no».


En Roma había una especie de socialdemocracia en plan cutre en la que los ricos repartían una porción ínfima de sus riquezas para tener al pueblo contento y seguir ellos detentando el poder


Corruptos y soñadores, pero sobre todo ambiciosos. «Quería presentar a Balbo y César como dos iguales, cada uno a su nivel. Hombres que sueñan ser más de lo que son. Alguien podía pensar que ya habían llegado muy arriba siendo lo que eran, pero a Balbo no le bastaba con ser el hombre más poderoso de Gades, como a Julio César no le valía con ser uno más en las largas listas de funcionarios que habían sido cónsules. Querían hacer gran política. Y pese a todo, lograron colaborar y no chocaron». Sí, parece que las comparaciones con los políticos actuales disminuyen.

Arsenal asegura que, aunque esta época de la Antigua Roma (el paso entre la República y el principado) está muy manoseado, el cree que podía darle un «punto de vista nuevo, más político». Y se nota tanto en la mecánica interna de la narración como los comentados parecidos con la realidad del lector.

«Cuando hablas de política aparece una carga que es pariente de la novela negra. Por todas las corruptelas, conjuras, trapicheos… La novela negra es algo más que misterio, tiene ese componente costumbrista y oscuro que evidentemente aparece cuando hablas de politiqueo.», explica el autor que pone un ejemplo de su propia novela: «Las partes de suspense me las daba la propia Historia porque la conjura para matar a Pompeyo existió, no me lo invento yo».

Habrá Balbo y Julio César para rato. León Arsenal ha planteado la historia de este personaje como una serie de novelas autoconclusivas. La siguiente estará ambientada en la guerra de las Galias.

Luchas de poder, personajes con tanta ambición como grandes sueños… Política, al fin y al cabo, aquí o en la República romana.

¡Buenas lecturas!

Nota: de verdad, hablar hoy de Cádiz y de un personaje de esa ciudad no tiene nada que ver con esto.

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2 comentarios

  1. Dice ser bellafaz

    Igual que Mariano.

    03 diciembre 2015 | 09:51

  2. Dice ser a propósito de Balbo

    Sabéis que el 20zurullos —órgano oficial de la secta pabloniana— censura a sus usuarios sin que ellos lo sepan. Hacen que ningún otro usuario pueda leer los comentarios. Si no perteneces a lal secta podemita puedes probar poniendo un comentario, cerrando la sesión y volviendo a al comentario sin iniciar sesión y comprobar si está.
    Estos son los métodos bolcheviques del fanegas de Torresandino.

    03 diciembre 2015 | 16:56

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