Por Cristina Ramos Hoyas
Vivo en la zona nueva de Vicálvaro. Es un barrio con muchísima gente joven con hijos y, también, con perros. Tenemos unos parques muy hermosos, pero todos llenos de cacas. En verano es imposible abrir la ventana, ya que el olor es insoportable.
Yo tengo dos perros y me da mucho asco recoger las cacas, pero lo hago. Mucha gente cuando baja a los perros y estos van a hacer sus cosas, miran hacia otro lado como si no fuera con ellos la cosa. Otros lo recogen, pero dejan la bolsita en los alcorques de los árboles y muy pocos las recogen.
A todo el mundo le gusta salir a la calle, pasear por los parques y no pisar una maldita caca de perro. Espero que la gente se conciencie con la causa, ya que es un bien para todos.