Tu blog Tu blog

Este es tu altavoz

Archivo de diciembre, 2015

La felicitación navideña de los Reyes: ¿Por qué don Felipe también la escribe en inglés?

Por Miguel Ángel Loma Pérez

La princesa Leonor y la infanta Sofía en la felicitación navideña de 2015 de la Casa Real (Casa Real).

La princesa Leonor y la infanta Sofía en la felicitación navideña de 2015 (Casa Real).

La felicitación de los Reyes de España, Felipe y Letizia, de esta Navidad de 2015 es una preciosa foto de sus dos hijas, Leonor y Sofía, abrazadas y sonrientes. Como las niñas son muy guapas, la imagen resulta entrañable; aunque solo se identifica como felicitación navideña porque al texto con las palabras autógrafas del escueto mensaje real, le precede el habitual «Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo 2016», ya que no existen motivos religiosos o siquiera detalles ornamentales relacionados con la Navidad. 

Pero esto parece ya costumbre en ellos, porque ese mismo tipo de imágenes son las que vienen utilizando en anteriores felicitaciones navideñas, e incluso en la de 2014 donde, siendo ya Reyes, aparecían los cuatro miembros de la familia en una foto tomada en el Palacio Real tras la proclamación de Felipe VI.

Sin embargo, lo que resulta llamativo y que ya se hizo también el pasado año, es que contenga la consabida frase antes citada, tanto en español como en inglés. Tratándose de la felicitación del Rey de España y gozando de una lengua tan universal como la nuestra: ¿qué necesidad hay de meter el inglés? ¿Acaso Isabel II de Inglaterra felicita la Navidad también en español? Claro que, si se hace para ganarnos las simpatías de los tricentenarios ocupas de Gibraltar, bienvenido sea. 

 

Viviríamos en ‘jauja’ si se cumplieran todas las promesas electorales

Por María Olga Santisteban Otegui

Se dice que se puede vivir en «jauja» en un país soberbio e imaginario donde fluye la felicidad, donde todos y cada uno de nosotros viviríamos sin miedo a enfrentarnos a nuestras obligaciones y preocupaciones de cada día. Esto parece ser que sucedería si se cumpliesen todas y cada una de las promesas que escuchamos decir estos días a los políticos, ya sean «viejos» o «nuevos», en esta interminable pelea electoral.

Imagen del debate a cuatro el pasado 7 de diciembre (GTRES).

Tenemos tanto donde escoger como en un mercado del alfombras persa, desde las ya repetidas hasta la saciedad promesas de creación masiva de empleo, de un futuro maravilloso para nuestra juventud, mejor educación y sanidad pública y de calidad, lucha contra las desigualdades y un larguísimo e interminable etcétera.

Sería interesante que ya por ley u otro mecanismo oficial, los partidos políticos se viesen obligados a cumplir mínimamente sus programas electorales, y que los ciudadanos no nos sintiésemos estafados después de éstas o aquellas elecciones. No nos olvidemos también de que tenemos ahí siempre a la vieja Europa vigilante, así que, que nadie se pase de la raya prometiendo,  porque luego hay que rendirle cuentas.

A partir del día 21 de diciembre,  ¿seguirá habiendo el mismo número de parados? ¿Podrán regresar los miles de emigrantes que se fueron en busca de un porvenir que aquí no tenían? ¿Se resolverán acaso todos y cada uno de los grandes retos que han prometido solucionar? En definitiva, ¿viviremos en ese ‘país de jauja’ maravilloso y feliz? ¿O nos daremos de nuevo de bruces con la dura y para algunos triste realidad?

La boina gris de Madrid

Por Agustín Arroyo Carro

Mi querido abuelo Jesús llevaba en sus últimos años una boina negra. Madrid la lleva casi siempre sobre su cielo azul, pero es gris y de distinta naturaleza, claro. Madrid exhibe , por desgracia, el tocado de una boina gris espesa compuesta de gases tóxicos y diferentes partículas nocivas contaminantes en suspensión. El ayuntamiento de la capital previene, avisa y toma algunas medidas respecto al tráfico rodado por la M-30 y al no aparcar en la almendra central de Madrid. Incluso puede ocurrir que tenga que tomar medidas más drásticas si persiste la falta de lluvia.

Madrid, con su 'boina' de polución (Jorge París).

Madrid, con su ‘boina’ de polución (Jorge París).

Pero ya hay trompetillas en medios conservadores que empiezan a anticiparse a las quejas, por si se toman medidas más duras a corto plazo. Hablan ya con ligereza y mala baba de represión de la libertad para usar o no el coche, por si se utilizara el método de alternar el uso del coche en días alternos según el número par o impar de las matrículas. Esto ya se hecho muchas veces en grandes ciudades del mundo por estricta necesidad de salud pública.

Estos neoliberales españoles serían capaces de no poner ninguna medida, como ya vimos con Ana Botella, o incluso llegar a los niveles venenosos de Pekín, por un torpe concepto de libertad irrestricta, mal entendido. No hay mejor ciego que el que no quiere ver y mayor bobo que el que se niega a entender y razonar con sensatez lógica y un mínimo de conciencia ecológica.

 

 

Educación básica: los jóvenes que ya no ceden el asiento

Por Ane Santiago Quintas

Viajeros en un vagón de metro (Jorge París).

Viajeros en un vagón de metro (Jorge París).

Me llama la atención cómo la gente joven va perdiendo algunos valores que para mí, mujer joven también, son básicos.

Cada vez más a menudo me encuentro con escenas en el transporte público donde a adolescentes y a jóvenes algo más mayores se les tiene que llamar la atención para que cedan su asiento a una embarazada o a personas mayores, porque ellos no parecen inmutarse frente a esas circunstancias.

Yo soy la primera que está cansada y me apetece sentarse, pero creo que la educación y la empatía, aunque no las enseñen en la escuela, deberían estar por encima de todo.

 

 

Las ‘huidas’ de Rajoy

Por Ángel Villegas Bravo

No se cansan el presidente del Gobierno, sus ministros, los altos cargos de su partido y la brigadilla mediática afín, de ensalzar la buena marcha de la economía; pero ocurre que los números son los números, y al final dejan con el trasero al aire a todos estos propagandistas de la mentira.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en el Palacio de la Moncloa (EFE).

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en el Palacio de la Moncloa (EFE).

Y los números dicen que ahora hay menos personas trabajando en España que cuando Rajoy llegó al Gobierno; dicen que hay menos parados que reciban prestación de desempleo y dicen que este Gobierno se ha ‘fumado’ más de la mitad de la hucha de las pensiones. Dicen, también, que hay menos parados, sí; pero ya se encargan los interesados en ocultar los cientos de miles de inmigrantes que han dejado nuestro país y los muchos miles de españoles que se ha visto obligados a emigrar. Dicen que los comedores sociales no dan abasto, que los sueldos han bajado y que hay millones de ciudadanos que, aún trabajando, son pobres.

Un breve repaso por la legislatura de Mariano Rajoy nos lleva a que las cosas, para el ciudadano de a pie, no solo no han mejorado, sino que han empeorado, que la desigualdad ha aumentado, que seguimos emigrando, que la sanidad pública se sigue privatizando, que la corrupción no se castiga e, incluso, se encubre, que se intenta mediatizar a los jueces y que se promulgan leyes represivas, como la llamada «ley Mordaza».

Por ende, el gestor ‘magnífico’ de este país, se niega a debatir con los demás candidatos. Las huidas del presidente empiezan a ser tan conocidas como las de aquel torero famoso por sus espantadas.

Sobre el bombardeo a MSF: siempre pierden los buenos y ganan los malos

Por Horacio Torvisco Pulido

Miembros de Médicos Sin Fronteras en el hospital de Afganistán atacado por Estados Unidos (EFE).

Miembros de Médicos Sin Fronteras en el hospital de Afganistán atacado por Estados Unidos (EFE).

El pasado 3 de octubre un avión estadounidense bombardeó, contraviniendo el Derecho Internacional Humanitario, un hospital de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Kunduz cuando estaba lleno de pacientes y personal sanitario. Murieron 30 personas entre personal sanitario y pacientes y otras 37 resultaron heridas. Hoy, la única explicación que el Gobierno norteamericano ofrece habla de un lamentable error.

Washington pretende cerrar el caso con algo de dinero y con una investigación que harían Estados Unidos, Afganistán y la OTAN, algo que MSF ha rechazado, solicitando una investigación independiente e internacional.

Una vez más se ha puesto de manifiesto, en el mejor de los casos, las nefastas consecuencias de los llamados, eufemísticamente, ‘efectos colaterales’ de la guerra.

Una guerra, que al parecer es la principal estrategia que los gobiernos occidentales ofrecen en la lucha contra el terrorismo yihadista. Resulta penoso ver cómo, una vez metidos en la ciega estrategia de la guerra, los que siempre salen perdiendo, bombardeen los ‘buenos’ o lo hagan los ‘malos’, son los más inocentes: la población civil y los cooperantes humanitarios.