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Entradas etiquetadas como ‘pacientes’

Un gran país: así es… si así os parece

Por Ángel Villegas Bravo

Me sorprende (mi capacidad para sorprenderme es inagotable) que aparezcan entre los morosos con Hacienda (recuerden, Hacienda somos todos) personajes muy famosos y todos con un tren de vida extraordinario; algunos, incluso, dándonos lecciones a los ciudadanos. A ninguno de esos deportistas riquísimos y famosísimos, o magnates de las finanzas, o presidentes de grandes empresas, o clubes de fútbol, o mundialmente famosos cantantes, le pasará lo que les puede pasar a ustedes o a mí: que tenga que esperar meses a ser atendido en una consulta médica, de especialista o de cirugía, «porque no hay profesionales suficientes, porque no hay camas suficientes, porque no hay dinero para atender a todos».

Personal médico durante una intervención quirúrgica.

Personal médico durante una intervención quirúrgica (Archivo).

Y digo que no les pasará, porque a ver qué famoso rico ha estado alguna vez en una lista de espera de la sanidad pública. A ver quién de estos seres especiales ha esperado meses a que le hicieran una prueba diagnóstica.

¡Ah!, pero ¿el dinero de Hacienda no es el que sale de nuestros bolsillos? Pues que alguien me explique por qué unos, que, además, son morosos,  tienen esas facilidades de las que los demás carecemos. Y luego dicen que «este es un gran país, que crecemos más que nadie, y que no hay más que salir a la calle para ver la alegría que se respira«. Yo digo que son muchos los que esperan, esperamos, meses a ser atendidos, y que no vemos por parte alguna esa alegría que respiran algunos.

Puede que a determinadas personas les parezca que este país es estupendo, un gran país. Yo digo que así será, si así les parece. A mí, desde luego no me lo parece en absoluto.

 

 

Sobre el bombardeo a MSF: siempre pierden los buenos y ganan los malos

Por Horacio Torvisco Pulido

Miembros de Médicos Sin Fronteras en el hospital de Afganistán atacado por Estados Unidos (EFE).

Miembros de Médicos Sin Fronteras en el hospital de Afganistán atacado por Estados Unidos (EFE).

El pasado 3 de octubre un avión estadounidense bombardeó, contraviniendo el Derecho Internacional Humanitario, un hospital de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Kunduz cuando estaba lleno de pacientes y personal sanitario. Murieron 30 personas entre personal sanitario y pacientes y otras 37 resultaron heridas. Hoy, la única explicación que el Gobierno norteamericano ofrece habla de un lamentable error.

Washington pretende cerrar el caso con algo de dinero y con una investigación que harían Estados Unidos, Afganistán y la OTAN, algo que MSF ha rechazado, solicitando una investigación independiente e internacional.

Una vez más se ha puesto de manifiesto, en el mejor de los casos, las nefastas consecuencias de los llamados, eufemísticamente, ‘efectos colaterales’ de la guerra.

Una guerra, que al parecer es la principal estrategia que los gobiernos occidentales ofrecen en la lucha contra el terrorismo yihadista. Resulta penoso ver cómo, una vez metidos en la ciega estrategia de la guerra, los que siempre salen perdiendo, bombardeen los ‘buenos’ o lo hagan los ‘malos’, son los más inocentes: la población civil y los cooperantes humanitarios.

Médicos: ¿relevo generacional o recorte de presupuesto?

Por María Natividad Moreira

Imagen de archivo de un médico de cabecera. (JORGE PARÍS)

Imagen de archivo de un médico de cabecera. (JORGE PARÍS)

La Consejería de Sanidad de Madrid, para “disponer del talento y experiencia de sus facultativos más destacados” así como el “necesario relevo generacional”, permitió continuar trabajando, en 2013, solo al 30% de los médicos mayores de 65 años, considerando su “alto nivel de eficiencia y calidad, etc….”.

Sin embargo en 2014, a una parte de estos los han cesado. Sorprende que médicos tan valorados un año sean jubilados al siguiente sin darles explicación. Al parecer, los jefes de Servicio han tenido mayor poder de decisión este año.

Actualmente hay una demora de 90 días para primera consulta especializada, no se dispone de suplentes en ausencia del médico, se necesitarían más profesionales. ¿Relevo generacional o ajuste de presupuesto? “The answer, my friend, is blowing in the wind”.

Permita que me despida de los pacientes atendidos en mi consulta de Endocrinología, Centro de Especialidades de Villaverde, Hospital Universitario 12 de Octubre. Mi gratitud por su paciente espera, su confianza, su cariño, y porque en ellos he podido materializar aquel sueño de mi adolescencia: ser médico, con lo que ello implica: curar en pocos casos, aliviar en algunos, escuchar siempre. A ellos mi cariño, mi recuerdo, hasta siempre, y un fuerte abrazo.

Cáncer, ¿pacientes o casos de estudio?

Por Marissa Pani

Un médico atendiendo a un paciente. (EFE)

Un médico atendiendo a un paciente. (EFE)

Lamentablemente, el cáncer es una enfermedad que me ha tocado de cerca. La última experiencia ha sido con un amigo. Tras varias sesiones de quimioterapia y una complicada operación, le dijeron que estaba curado.

Un mes después, en un examen de control, le detectaron una mancha en el pulmón que podría tratarse de metástasis. Era muy raro ya que su tipo de cáncer no se comportaba de esa manera, pero le dijeron que «era un caso de estudio«. Sugirieron realizar un tratamiento muy agresivo que incluía varias sesiones de quimioterapia y concluía con un trasplante de médula, a pesar de que no estaban seguros del diagnóstico.

Mi amigo empezó el tratamiento de quimioterapia, pero gracias a tener recursos económicos pudo realizar una ‘interconsulta’ con un médico especialista en Estados Unidos, quien finalmente le confirmó que era un falso positivo, que estaba curado y que no era necesario realizar ningún tratamiento. Por suerte sólo había realizado la primera etapa del complicado tratamiento sugerido.

Esta historia ha terminado bien, con sufrimiento para la familia y sobre todo para mi amigo, pero yo me pregunto: ¿Cuántas quimioterapias ‘por si acaso’ se realizan? ¿Cuántos casos son ‘para estudio’? ¿Somos pacientes o somos casos de estudio?

No a los ‘minijobs’ en la sanidad andaluza

Por Ruth Molina Fuillerat

Cuál ha sido mi sorpresa cuando me han llamado de la bolsa para un contrato en el hospital de Baza (Granada): 15 días y un tercio, pero para ponerle la guinda al contrato más aún debo de ir todos los días de 8 a 10 h. Para mi asombro no ha sido la única oferta de empleo de este tipo; a otra compañera el mismo contrato en el hospital de Antequera (Málaga) de 15 a 17 h todos los días. En el Carlos Haya (Málaga) un compañero médico igual, dos horas todos los días. ¿Quién da más? Sólo me queda decir que seguiré renunciando a esos contratos basura o minijobs del SAS, porque así no se avanza, nuestro sistema sanitario andaluz de salud precisa de profesionales con jornadas dignas para aportar calidad a nuestro quehacer diario y satisfacer a los pacientes.

Como bien promulga desde la Consejería María José Sánchez Rubio [consejera andaluza de Igualdad, Salud y Políticas Sociales], dar un buen servicio sanitario a la ciudadanía es prioritario para la Consejería de Salud a través de estrategias que mejoren la calidad en la atención, la seguridad de pacientes y la transparencia del sistema sanitario público de Andalucía. EnfermerasAsí no, señora consejera, siempre he apostado por nuestro sistema sanitario público, pionero en avanzadas técnicas y cuidados para la mejora, pero si se deciden por apostar por esas contrataciones he de decirle que muchos compañeros nos marcharemos, porque mi profesión lo vale y aquí no se valora.

Seguiré con esa ilusión de que esto se puede mejorar entre todos pero va por mal camino, ¿o usted podría trabajar en esas condiciones paupérrimas que nos están dando? No somos concursantes de un reality sobre quién aguanta más canalladas. En el siguiente contrato a ver si me sorprenden con… una horita. Ruth, vas todos los días, enciendes la luz y el ordenador de la consulta y…. finalizas, gracias por sus servicios, enfermera. No se mofe más de la Enfermería, porque es nuestro comer y vocación. Gracias y espero que de una vez por todas nos considere como profesionales de una salud pública y digna.

Érase una vez la Sanidad pública

Por Víctor M. García

Hospital de MadridÉrase una vez una Sanidad pública creada con dinero de todos y que era una referencia por su relación cobertura/coste por habitante. Pero llegó el PP privatizando todo y la malvendió. Ahora nuestra salud está en manos de empresarios que decidirán si nuestra patología merece ser costeada. Muchos profesionales sanitarios serán despedidos para «optimizar recursos» y los que queden verán empeorar sus condiciones laborales mientras merma su salario.

El transporte público es el próximo objetivo de ésta élite parasitaria que ve el sector público como un gran pastel que repartirse. El abandono de la escuela pública y el encarecimiento de la universidad no son casuales. Una sociedad poco formada es más fácilmente manipulable. ¿Revertirá esta situación? Claro que sí. Cuando las ahora relucientes infraestructuras se degraden y precisen de una gran inversión. Será el momento de que la Administración recompre con nuestro dinero lo que nos fue arrebatado. Pero mi excesivo idealismo me dice que no llegaremos a eso. Que dejaremos a un lado nuestras diferencias ideológicas y castigaremos en las urnas a aquellos que olvidaron a las personas. Que desoyeron y abusaron.

Excelentes sanitarios, pésimos logistas

Por Jesús A. Luna

Es sorprendente que en los tiempos que corren aún se funcione en la salud de la Comunidad de Madrid con criterios muy poco profesionales. Me recuerdan los tiempos en que eran los “enchufados los que gestionaban” la administración. Creo que esto ya no es de recibo. Aunque he constatado que esta experiencia es general.

Mi madre de 90 años fue ingresada en el Hospital Universitario de Getafe el pasado domingo día 28 de abril y ha permanecido allí hasta este lunes 6 de mayo. El servicio sanitario ha sido excelente. Hemos sentido la gran profesionalidad de todo del personal. Sala de espera

Sin embargo, después de que el 6 de mayo fuera dada de alta a las 12 horas, estuvimos esperando hasta las 19.30 h. una ambulancia para retornarla a su residencia en Torrejón de la Calzada (a unos 15 minutos  de distancia). A esa hora, y viendo su estado de nervios —y que ya no estaba previsto dispensarle su medicación—, la trasladé allí en mi coche particular haciendo enormes esfuerzos y con mucha incomodidad para ella que anda en silla de ruedas.

Pude constatar que estas demoras son habituales (en el hall de entrada dejamos a un paciente en silla de ruedas que acude a diario a diálisis, que esperaba la ambulancia desde las 15 horas). Es decir, que lo conseguido con reparadoras atenciones se anula, oscurece o seguramente perjudica al paciente al ser sometido a un estrés injustificable e inadmisible. Por otra parte, he recibido numerosos testimonios que avalan, desde hace mucho tiempo y en situaciones incluso extremas e inhumanas, este defectuoso servicio.

Esto es inadmisible. Por mi profesión conozco bien cómo se comportan los servicios de logística en cualquier ramo. Son eficaces y sus costos ajustados. Realmente no veo cómo puede justificarse esta falta de profesionalidad con los pacientes, a no ser que se achaque a la inutilidad de las personas que supuestamente organizan estos servicios.

Mi petición para Salud Madrid se resume en que, por favor, apliquen la misma profesionalidad en todo el servicio sanitario. No por ello debe resultar más caro.