Ante los comicios electorales, es fácil dejarse llevar por impresiones, sensaciones, intuiciones y demás aspectos inconscientes que los estrategas políticos manipulan para conseguir nuestro voto.
Sin embargo, limitarnos a este tipo de percepciones significa decidir con nuestro cerebro reptiliano o a lo sumo con nuestro cerebro de mamíferos – el sistema límbico. De quedarnos ahí, votaremos como lagartos o roedores. Aunque no tengo nada en contra de estas especies, más allá de estudiar los programas electorales de cada partido y poner atención a su acción de gobierno, te ofrezco tres dimensiones clave que te ayuden a decidir a quien votar como el sapiens que eres. Consiste en considerar la inteligencia, la honestidad y la competencia de cada candidato.
INTELIGENCIA
Una presidenta del gobierno tiene que ser lista. La inteligencia es imprescindible para sostener la complejidad de la realidad, gestionar equipos, proyectos, múltiples intereses y priorizar aquellos que defiende. La agudeza intelectual también es fundamental para seguir con vida entre los tiburones del propio partido, compañeros a la vez competidores.
Sin embargo, la historia pasada y presente está repleta de dictadores de gran inteligencia como nos recuerda Dobson. Por esta razón, la inteligencia de un líder es un factor necesario pero no suficiente para garantizar que sea un buen gobernante democrático.
Los candidatos a la Presidencia, Santiago Abascal (Vox); Yolanda Díaz (Sumar), y Pedro Sánchez (PSOE), antes del debate electoral organizado por RTVE. / Europa Press
HONESTIDAD
Un buen presidente del gobierno tiene que ser honesto, es decir tiene que dar valor a la verdad. Lo contrario es mentir de forma sistemática. La mentira hace daño al individuo y a los colectivos, porque confunde y crea un entorno tóxico en el que no hay donde agarrarse. Mientras que mentir es de cobardes, la verdad necesita coraje par ser afirmada y defendida. La valentía de decir lo que uno cree frente a lo que gustaría escuchar o atraería más votos.
Más allá del nivel de honestidad propio del político en cuestión, existe la cultura de partido a la que el candidato pertenece. Si la cultura de partido es dada a la deshonestidad, a la ocultación de la verdad, y en el caso más grave a la corrupción, inevitablemente el político que emerja de este sistema encarnará todas estas formas.
COMPETENCIA
Una presidenta del gobierno necesita tener experiencia gobernando. Y no solo eso, precisa de una buena dosis de experiencia internacional y dominio de idiomas, – imprescindible el inglés – para representar dignamente al país, así como comunicarse formal e informalmente con dirigentes internacionales.
La competencia política incluye la capacidad de unir versus fragmentar. En política, como en la vida, lo fácil es romper, destruir, polarizar. Y lo complejo es buscar entendimiento, puntos en común, diálogo y colaboración. Y sin embargo, tan sólo lo segundo nos hace crecer y evolucionar, también en temas de interés general.
Además, la competencia política requiere una cierta dosis de humildad para poder rectificar en caso de error. Aunque nos disguste, España es tierra del “sostenella y no enmendalla” de los hidalgos, quienes dominados por la cabezonería y el orgullo se negaban a corregir sus yerros. Pero quien gobierna, necesariamente va a equivocarse y por ello resulta elemental saber enmendar.
El momento de votar se acerca con estrépito y sigilo. En la preparación al mismo, te animo a afinar tu juicio considerando la inteligencia, honestidad y competencia de los candidatos. Todavía estás a tiempo para tomar una decisión consciente e informada.
Encuéntrame en Facebook y Twitter.
Te puede interesar:
Si se utiliza el mantra de que tiene que ser una mujer la que tenga que presidir un Gobierno para que la mujer alcance los derechos que merece (desde el inicio de los tiempos los merece, pasa que las culturas de las religiones y otras que la colocan en el puesto peligroso de provocar los males del mundo y perturbar al santo varón…) se peca de sectarismo, al tiempo que de ingenuidad.
Sectarismo porque es una manera de hacer pensar que el hombre, en su totalidad, forma parte de un bloque contrario a la mujer y no puede luchar por tenerla como igual (demostrado ha quedado también a lo largo de la Historia de que eso es falso). Ingenuidad porque hemos tenido ejemplos de mujeres que han gobernado potencias mundiales importantes, como Margaret Thacher o Angela Merkel, bajo cuyos mandatos no ha florecido ni se ha consolidado la liberación de la mujer de su papel histórico de desigual e inferior que le han impuesto ciertas tradiciones y «culturas». Que también se sabe el dicho de que hay mujeres que son peores para las mujeres que los hombres. ¿O no?
Lo que se provoca, con este modo sectario de pensar es justo lo contrario a lo que presuntamente se busca. Se busca la iigualdad con un patrón de pensamiento cuya base es la desigualdad. La igualdad no puede defenderse desde un púlpito donde se separa al hombre y a la mujer injusta y artificiosamente.
Para que una presidenta defienda los derechos de las mujeres, como lo debe hacer un hombre también, lo que debe derribar son los muros culturales que siguen emponzoñando la sexualidad humana.
Y si una mujer que piense en la igualdad entre seres humanos alcanza el poder, pues genial.
21 julio 2023 | 12:47 pm
Lo siento, no puedo elegir a mí presidenta. Ayuso no se presenta a las nacionales.
A la que si puedo votar para las nacionales va en contra de mis intereses y los de mis familiares.
Sin contar que no cuenta tampoco con las características que mencionas.
Los otros tampoco son mejores, un trepa, un cobarde y uno que no sabe argumentar aunque tuviera la razón.
Lo bueno es que estás elecciones dan igual, manda europa, como prueba los países de Polonia y Hungría, si se salen del tiesto…ya hemos visto que pasa.
Puedes o votar bien o atenerte a las consecuencias….
21 julio 2023 | 2:14 pm
A los que votan para defender su cerco, al que llaman patria, del resto del mundo, que casi siempre los ven como intrusos negativos, decirles que van por mal camino.
El cambio climático existe, y no se circunscribe a la visión de un oso polar nadando entre los cada vez más escasos bloques de hielo; ni siquiera se limita al visionado de glaciares derritiéndose, ni a la amenaza de la subida del nivel del mar.
El cambio climático trae consigo una migración de seres humanos que literalmente huyan de sus territorios vitales por mera necesidad perentoria de sobrevivir. La idea de colocar dictaduras allí donde sea más probable el desarrollo de esos movimientos humanos,así como en os territorios menos afectados (al final lo serán todos, porque no habrá alimentos para todos, ni corredores seguros por donde importarlos…) es otra idea estúpida y condenada al fracaso.
El ser humano se enfrenta a una barbaridad. ¿Se entiende? ¿Se ve por qué hay que luchar todo lo posible por ese desastre?
Pues a pensar lo mejor que se pueda teniendo una idea más global del planeta y empezar a derribar muritos de intolerancia, dar más educación inclusiva en todas partes e intentar no contaminar tanto para dar tiempo al planeta que nos dé un poco mas de tiempo de prórroga par evitar colapsos globales.
22 julio 2023 | 12:29 pm
¿Cuántos votos recibiría una mujer que apoyara el desnudo público como arma poderosa contra el cambio climático, menos contaminación en ropas, y potente carácter educativo en favor del respeto a la naturaleza humana y al ser humano aún estando al natural?
Laetitia Casta en Bazaar está natural y fenomenal.
24 julio 2023 | 8:55 pm
Otra condición esencial a l ahora de elegir a un candidato a la presidencia es tener en cuenta su nombre o apellido.
Imaginemos que se crea un partido, toda su infraestructura ya lista, preparados para iniciar la carrera hacia la presidencia del país, y se elige al candidato/a cuyo apellido es Arate. Todos han elegido ser representados por esa persona por su capacidad de dialogo, una oratoria excelsa y una inteligencia para esquivar las preguntas complicadas innata.
Llegados al momento de hacer las pancartas y los carteles adhesivos que han de llenar la ciudad con su imagen, se dan cuenta de algo que resulta devastador para sus intereses presidenciales. Llega el momento de ver las pancartas y hacer coro a la lectura de las letras que componen el slogan de su partido, finalizando con el repetitvo grito de ánimo hacia su líder al que han de votar las masas, que también habrán de gritar su nombre… Y es ahí donde se escuchan decir entre ellos, primero insuflados por la viveza del canto animoso e ilusionado de su gente, para luego caer en la zozobra… Todo ya listo, todo preparado y se lee, y se oye… VOTA ARATE, VOTA ARATE… Qué alegría decir que levante los ánimos de esas gentes…
29 julio 2023 | 12:39 am