Cualquier persona que lleve muchos años de pareja, sabe que no ha pasado uno sino varios divorcios. La relación como se entendía hasta cierto momento ha muerto, las partes que la formaban se han reconfigurado, y si ha habido suerte y sobretodo mucho tesón, la relación ha encontrado un nuevo comienzo.
Las relaciones mueren, porque nosotros también morimos, a lo largo de nuestras vidas, varias veces. Mejor dicho, muere nuestro ego. Esto no es malo, sino más bien es una oportunidad para liberarse de aquello que uno creía que era, creía que poseía, creía que sabía y empezar con los marcadores a cero.
Las muertes del ego son cualquier cosa menos placenteras. El sufrimiento es proporcional al apego que teníamos a aquello que creemos perder. El sufrimiento también es mayor cuanto más nos anclamos en interpretaciones, pensamientos y emociones sobre lo que pasó y porqué. Instalarnos en estos pensamientos nos mantiene atados a la muerte del ego. Entonces no morimos una vez, cuando la sacudida nos tumbó, sino que nos crucificamos permanentemente al recrear lo sucedido con la mente o proyectarlo al futuro.
Cuando te sientas morir porque te han echado del trabajo, tu pareja te fue infiel, no consigues sacar adelante un proyecto en el que habías invertido mil horas, muere un familiar cercano o cualquiera de estos reveses, date cuenta de cómo muere tu ego, pero tú sigues con vida.
Las emociones, los pensamientos y el resto de contenidos de tu experiencia no son tú, por mucho que te identifiques con ellos, por mucho que te hayan servido. Tú eres el espacio en el que ellos se muestran y una forma de referirse a este espacio es consciencia, lo único eterno que existe en ti. Ahora, mientras lees estas lineas date cuenta del espacio que las recibe – no el que las juzga, no el que las cuestiona, tampoco el que las comparte. Percibir este espacio es engañosamente fácil y por esta razón no le prestamos atención.
Sin embargo, en la medida en que te reconozcas en tu verdadera naturaleza, más fácil te será abrirte a la experiencia, sea cual sea el color de la misma. Tu resistencia tenderá a cero y aunque en apariencia hagas lo mismo de siempre, la cualidad de tus acciones será radicalmente distinta por que emanarán de una presencia benevolente guiada por la vida misma.
Muere – al ego – muchas veces, es bueno para ti.
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Tras una ECM la vida al retorno se ve de un manera distinta. Primero apáticamente, luego beligerante, buscando razones a la vida, justicia y verdad, como dicen todos los que hacen leyes y verdades acomodadas a su juicio… Se puede morir varias veces, sí. Y olvidar lo que se tiene, dejarlo atrás, de valor en un principio y luego dejándolas en el contenedor como si no valieran nada. Porque la vida es otra, nueva, renovadora, descubridora de otro tú mismo. Te vas dando cuenta de lo poco que vale todo lo que vale en este mundo. A lo mejor no es decente ni congruente lo que digo y que mi modo de sentir ha de ser rara avis entre muros de mercados de todo tipo que pintan en sus muros digitales paisajes de libertad por no poderlos dar bajo sus dominios. La muerte, esa de la que nadie escapará, afortunadamente, es como un baño de humildad sobrenatural. Tal vez sea una bendición una vez resuelto el enigma post existencial, si lo hubiera, por dejar atrás un modo de vivir que en nada apunta al placer y el bienestar, aunque lo pinten en sus muros digitales televisivos e internetianos, donde la avaricia, el engaño, la estafa, el ansia de querer tener más para sentirse uno más valorado y pleno en los adentros. Es bueno morirse de vez en cuando, en el camino de la vida. Te descubres nuevamente y siendo capaz de dejar todo lo que creías absolutamente necesario atrás.
Morir mientras se vuelve a renacer es genial; un lujo existencial con todo lo que conlleva. Vida total.
09 noviembre 2022 | 5:43 pm
Morir a veces se muere por falta de esperanza, que eso no es bueno. Hacer un pedido para tu negocio, porque lo necesitas, y dos, y tres, lo pagas, y se entromete una empresa de reparto que no reparte, que acumula quejas negativas y sigue haciendo sufrir, perder el tiempo y negando el desarrollo a las personas, a base de mentira y mucho morro. Y siguen ahí, obligándote a no comprar más en determinado lugar por si meten sus garras en lo que no debieran tocar.
A veces se muere por desánimo, y más aún al ver que nada se hace desde ninguna de las administraciones. Comercio online dependiendo de las malas artes de algunos. Y luego hablamos de ayuda al comercio online y a la igualdad de oportunidades.. negando lo básico..Felicidades, país.
11 noviembre 2022 | 4:57 pm