Franchi, en una reunión de la UEFA (Getty).
Este domingo vamos a hablar también de un dirigente deportivo, cuyo nombre seguro os suena, sobre todo si seguís el fútbol italiano. Es Artemio Franchi.
El 8 de enero de 1922 nació en Florencia, Italia, Artemio Franchi. Sus padres eran de Siena, de donde habían llegado dos meses antes. Ambas ciudades, de hecho, se disputan el origen de Franchi. Estudió en la Universidad de Florencia Economía y Comercio, con un impasse debido a la Segunda Guerra Mundial, en la que participó sin salir del país.
Al acabar la guerra finalizó sus estudios, se casó y empezó a trabajar, llegando a fundar en los 50 su propia empresa petrolera, en la que asumió el cargo de director general. Aficionado al fútbol, en 1948 entró en la directiva de la Fiorentina, como secretario del club. Su buena gestión en materia económica y su buen ojo fichando fue claro para que la Fiore ganara el Scudetto en 1956.
Después ocupó el cargo de director deportivo del club viola, gestión bajo la que la Fiorentina ganó la Recopa de Europa, la primera de todas. Tras ser comisario extraordinario de la liga italiana, en 1967 fue elegido presidente de la FIGC, la federación italiana de fútbol.
Durante su mandato, la selección italiana ganó la Eurocopa de 1968 y fue finalista en el Mundial de 1970. En 1973, Franchi fue elegido presidente de la UEFA y un año después, vicepresidente de la FIFA. Además, fue presidente del Comité Organizador de la Eurocopa; vicepresidente de la Federación Internacional de Fútbol; presidente de la Comisión de Finanzas de la FIFA y presidente de la Comisión de Árbitros; así como miembro del Comité Organizador de los Campeonatos del Mundo.
Artemio Franchi no estuvo exento de polémicas. En su día fue acusado de estar detrás de sobornos a árbitros para favorecer a equipos italianos y a la selección en Europa, pero las sospechas nunca se confirmaron.
Además, hace unos años Joseph Blatter acusó a Franchi, de manera póstuma, de manipular sorteos europeos con el método de las bolas calientes y frías.
El caso es que un lluvioso 12 de agosto de 1983, cuando viajaba a Siena al volante de su Fiat Argenta, su coche patinó en una curva y colisionó contra un camión. Franchi falleció en el accidente. Tenía 61 años de edad.
En su honor existe una fundación con su nombre, dirigida por sus hijos, dedicada a la promoción del deporte. Además, como sabéis, los estadios de la Fiorentina y del Siena llevan su nombre (aunque este último lleva ahora un nombre comercial).