Trofeos, copas y medallas. El diploma olímpico

Diplomas olímpicos de Londres 1908 (WIKIPEDIA).

En los Juegos Olímpicos, todos los atletas tienen como objetivo llevarse a casa las medallas, bien sea la de oro, la plata o la de bronce. Pero si no lo consiguen, siempre pueden llevarse algo que habréis oído muchas veces: el diploma olímpico.

¿Y qué es? Pues es nada menos que un certificado oficial que consiguen los atletas clasificados entre la cuarta y la octava plazas, ambas inclusive, en una competición olímpica.

Empezaron a entregarse en 1896, y sólo se lo llevaba el ganador. En 1923 se amplió a los medallistas de plata y de bronce. Ya en 1949 se amplió hasta los seis primeros clasificados y desde 1981 se entrega a los ocho primeros clasificados.

Los diplomas son iguales, excepto para los medallistas, que tienen un distintivo de color oro, plata o bronce, según el caso. Van firmados por el presidente del Comité Olímpico del país organizador y por el presidente del COI.

Los diplomas olímpicos no siempre se entregan, pero no por voluntad del COI. En muchas ocasiones son los propios deportistas los que los rechazan. En ese caso, el COI se encarga de enviárselo al Comité Olímpico del país implicado.

Estoy seguro de que no sabe igual de bien que una medalla, pero yo lo enmarcaría en casa… ¿no?

Hasta mañana.

1 comentario

  1. Dice ser ruomalg

    Es comprensible que algunos no quieran ni ver un diploma olímpico; además de ser un recordatorio en algunos casos de que su poseedor se quedó a las puertas de lograr una medalla es cierto que al final la gente no se acuerda del cuarto (y menos aún del octavo). Eso sí, yo no rechazaría un premio como ese, sobre todo si tiene un diseño como los que se muestran en estas imágenes.

    02 abril 2019 | 11:27

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