Quién fue… Stan Cullis: se negó a hacer el saludo nazi en el Berlín de 1938

Cullis, en su etapa de jugador (YOUTUBE).

El de hoy es el último post del año. Regresaremos el próximo día 3. Le decimos adiós a 2018 con una historia muy interesante de un personaje que os recomiendo que conozcáis. Es Stan Cullis.

El día 25 de octubre de 1916 nació en Ellesmere Port, Cheshire, Inglaterra, Stanley Cullis. Con 14 años empezó a jugar en un club de su pueblo, el Ellesmere Port Wednesday, y en 1934, con 18 años, firmó un contrato profesional con el Wolverhampton Wanderers, los Wolves. Sólo un año después debutaba, como defensa central, con el primer equipo. Alcanzó la titularidad en la temporada 37/38, año en el que los Wolves fueron subcampeones de Liga.

En octubre de 1937 fue convocado por primera vez con la selección inglesa, en un 5-1 ante Irlanda. Pero su partido internacional más famoso no lo jugó: ocurrió el 14 de mayo de 1938. Inglaterra jugaba un amistoso en Berlín ante Alemania, donde el nazismo ya dominaba.

Alguien en el Foreign Office británico creyó conveniente que la selección inglesa, como gesto de simpatía con la selección rival y el público, imitara a la Mannschaft e hiciera el saludo nazi ante el público antes del encuentro. Así, dieron la orden a los jugadores de hacerlo. Pero uno de los internacionales ingleses se negó: fue Stan Cullis. Ante la negativa del central del Wolverhampton, y para evitar un conflicto, el seleccionador decidió que Cullis no jugara aquel partido. La decisión tomada por el Foreign Office y la propia FA fue muy criticada en Inglaterra y aún hoy se considera una vergüenza nacional. Inglaterra ganó aquel partido por 3-6.

Cullis, en su etapa de entrenador (YOUTUBE).

En 1939, el Wolverhampton fue subcampeón de Liga y Copa. El 24 de mayo de ese año, con tan solo 22 años de edad, Stan Cullis se convirtió en el jugador más joven en llevar el brazalete de capitán de la selección de Inglaterra. Fue en un amistoso en Bucarest, ante Rumanía, que ganaron los ingleses 0-2. Él no lo sabía, pero fue también su último partido como internacional (en total disputó 12) y el último que jugaba Inglaterra antes de la Segunda Guerra Mundial.

En efecto, el estallido del conflicto supuso prácticamente el fin de la carrera de Cullis. Durante el conflicto ejerció de preparador físico de las tropas, tanto en Inglaterra como en Italia. Jugó amistosos como invitado para equipos como el Fulham o el Liverpool.

Cuando acabó la guerra y regresó el fútbol, en 1947, volvió al Wolverhampton. Casi ganan la Liga otra vez. Por desgracia, Cullis se lesionó y se vio obligado a retirarse.

Un año después, con 31 años, se hizo entrenador del equipo, y se convirtió en el mejor de su historia. En su primera temporada en el banquillo de los Wolves, éstos ganaron la FA Cup, convirtiéndose en el técnico más joven en conseguirlo. Cinco temporadas después lograrían su primer título de Liga.

Otro de los grandes legados de Stan Cullis es que fue uno de los inspiradores de las competiciones europeas, porque por iniciativa suya, los Wolves saltaron al continente para disputar amistosos con otros clubes, jugando así contra el Spartak y el Dínamo de Moscú o contra el Real Madrid en 1957.

Estatua de Cullis en el Molineux Stadium (WIKIPEDIA).

Bajo sus órdenes, los Wolves ganaron dos ligas más (1958 y 1959) y una FA Cup en 1960. Cuatro años después, fue despedido tras una mala racha de resultados. Pese a tener una oferta de la Juventus, Stan Cullis dijo que no volvería a entrenar.

Nuestro protagonista de hoy incumplió su promesa un año después, porque se hizo cargo del Birmingham City, equipo que dirigió hasta 1970, cuando se estableció en Malvern, Worcestershire, donde puso una agencia de viajes.

Stan Cullis, el hombre que se negó a hacer el saludo nazi en Berlín, murió a los 84 años en Malvern el 28 de febrero de 2001. El estadio Molineux, donde juega el Wolverhampton, tiene una grada con su nombre y una de sus puertas hay una estatua de bronce en su honor.

Espero que paséis buena salida de 2018 y buena entrada en 2019. Nos vemos.

5 comentarios

  1. Dice ser pepe

    Sin dejar de respetar ese gesto, debo decir que no le costó NADA, salvo un tema de banquillo en un partido y algo de vergüenza. Otros perdieron mucho más y sufrieron mucho más por no apoyar el nazismo.

    El Presidente del Parlamento Regional de Baden-Württemberg, Peter Straub, en un discurso oficial pronunciado el 27 de enero de 2003 dijo:

    «Todos los que fueron perseguidos por sus creencias religiosas o políticas y que estuvieron dispuestos a morir en lugar de rendirse merecen todo nuestro respeto, un respeto que las palabras no alcanzan a expresar. Los testigos de Jehová fueron la única religión que rehusó rotundamente acceder a las demandas del régimen de Hitler. No levantaban la mano para realizar el saludo hitleriano; se negaban a jurar lealtad al ‘Führer y al Estado’, y tampoco prestaban el servicio militar ni trabajaban en el ejército. Sus hijos no se afiliaron a las Juventudes Hitlerianas».

    30 diciembre 2018 | 10:03

  2. Dice ser JM

    Fue, siendo un deportista que dependía del estado británico y por tanto de sus directrices, un gesto honorable. Pudo caerle la del pulpo, y seguro que cuando tomó aquella decisión no sabía qué consecuencias iba a tener, pero la tomó. Y ese hecho le honra.

    Feliz año nuevo, señor Casado. Por muchos años más disfrutando de sus posts.

    30 diciembre 2018 | 15:07

  3. Edu Casado

    ¡Feliz año a ti también, JM!

    30 diciembre 2018 | 15:09

  4. Dice ser Francisco José (Belisario)

    «Sin dejar de respetar ese gesto, debo decir que no le costó NADA, salvo un tema de banquillo en un partido y algo de vergüenza. Otros perdieron mucho más y sufrieron mucho más por no apoyar el nazismo.»

    —————————

    En parte tienes razón, de que solo fue un gesto.

    Pero estás seguro de que no se jugo nada. Estaba en Alemania, en Berlín, rodeado de unos 80 o 90 millones de nazis declarados o alemanes sumisos con el nazismo. Solo una minoría de alemanes y alemanas se la jugó, y acabaron muy mal antes de la guerra…

    Le podría haber pasado cualquier cosa, y sin que los dirigentes nazis de arriba dieran la orden, cualquier loco podría haber hecho un disparate, estaban en 1938, y el nazismo estaba muy desatado en Alemania, y se había cometido todo tipo de crímenes y abusos contra el pueblo alemán, bien judíos, o bien disidentes políticos contra el nazismo…

    Respeto tu opinión, pero la mía es que este señor sí podría llevar con orgullo, ese a veces tan cacareado y poco lustroso título, pues no siempre hace honor a la verdad, de Caballero del Imperio Británico, pues él sí lo merece y lo demostró, solo y rodeado de millones de enemigos en potencia, ser un CABALLERO, en mayúsculas…

    30 diciembre 2018 | 15:15

  5. Dice ser ruomalg

    Alguien que no se cortó a la hora de rehusar hacerle la rosca a unos individuos que no merecían nada bueno. A los que le sentaron en el banquillo por ese motivo debería corroerles la vergüenza. Por otra parte, una interesante biografía que nos permite conocer la mejor época de un club de la talla del Wolverhampton, al cual a todos los triunfos mencionados en el post hay que añadir como destacable su participación en la primera final de la Copa de la UEFA (perdida contra el Tottenham), competición surgida como sustituto natural aunque no oficial de la Copa de Ferias.

    15 enero 2019 | 20:34

Los comentarios están cerrados.