Qué fue de… Spiros Louis

La historia del héroe olímpico de hoy es más que conocida, pero creo que es necesaria que la incluyamos… Es Spiridon Louis.

Spiridon Louis, más conocido como Spiros Louis, nació en el barrio ateniense de Marousi, el 12 de enero de 1873. Procedente de una familia humilde, trabaja con su padre como aguador (a finales del pasado siglo no había agua corriente en Atenas).

Como sabéis, en 1896 se celebraron en Atenas los I JJOO de la Era Moderna. El barón Pierre de Coubertin, padre del olimpismo moderno, tenía un amigo intelectual llamado Michel Bréal, que le sugirió que una bonita prueba sería rememorar la hazaña de Fidípides, el atleta ateniense que recorrió la distancia entre Maratón y Atenas para anunciar la victoria de los griegos ante los persas en la Batalla de Maratón (490 antes de Cristo). Coubertin aprobó la idea.

Los griegos se emocionaron con la idea y empezaron a prepararse para conseguir que fuera un griego el que lograra el oro. Un militar heleno, el coronel Papadiamantopoulos, fue el encargado de organizar las pruebas de selección. Se organizaron dos semifinales para decidir qué griegos podrían correr la prueba en los Juegos. Papadiamantopoulos había tenido como soldado a Spiros Louis, cuando éste realizó el servicio militar. Sabedor de sus condiciones como atleta, se puso en contacto con él y lo convenció para que lo intentara. Louis se clasificó en la segunda semifinal, con el quinto puesto.

El 10 de abril de 1896 se disputó la prueba. Participaban 30 griegos y otros cuatro extranjeros. La carrera arrancó y fue un francés llamado Albin Lermusiaux el que se puso líder. La historia dice que al paso por el pueblo de Pikermi, Spiros Louis se paró en un bar y pidió un vaso de vino. Preguntó por la ventaja que le sacaban y dijo «Los voy a coger a todos» (al parecer, la anécdota es incorrecta. Lo que tomó Louis en Pikermi fue media naranja y una copa de coñac).

En el km 32, Lermusiaux se hundió y se desmayó, quedando como líder el australiano Edwin Flack, seguido de cerca por Louis. Flack también abandonó, exhausto, y Louis se quedó liderando la prueba. En ese momento, un policía envió a un ayudante suyo en bicicleta al estadio para que fuera anunciando que un griego iba en cabeza. Cuando Louis llegó al estadio, fue recibido de una manera espectacular y acabó la carrera con un tiempo de 2h58m50s. El rey Jorge I de Grecia, sus ayudantes y el resto de familia real, que estaban en el estadio, bajó a la pista para felicitar al nuevo héroe. Fue llevado a hombros hasta el vestuario y el rey le dijo que podía pedirle lo que quisiera. Al pobre Louis lo primero que se le ocurrió fue pedirle un burro y un carro para poder llevar más cómodamente el agua por las calles de Atenas.

De todas las partes de Grecia le llegaron regalos y ofrecimientos, como el de una barbería, que le ofreció afeitarlo gratis de por vida. Louis no aceptó la mayoría de los presentes y eso, sí, con su nuevo carro con burro, regresó a su barrio de Marousi para seguir con su negocio, si bien al poco se convirtió en agente de policía.

Nunca más volvió a correr ni a competir, si bien en 1936, un anciano Louis apareció al frente del equipo olímpico griego en los Juegos de Berlín. De hecho, conoció personalmente a Hitler y le entregó como presente una rama de olivo del monte Olimpo, como símbolo de paz.

Spiros Louis, el héroe olímpico, falleció en Atenas el 26 de marzo de 1940, meses antes de que los italianos invadieran Grecia, en plena II Guerra Mundial.

A día de hoy, su memoria es recordada en toda Grecia. El estadio Olímpico de Atenas, que por cierto está en el barrio de Marousi, lleva su nombre, así como un buen número de clubes de atletismo griegos.

Y esto es todo, amigos. Mañana más fútbol.

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