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Casi enteros: un blog sobre los medios de comunicación, la publicidad, su papel en la financiación de los medios, la investigación y otros temas relacionados con todo esto

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La Radio On Line es el futuro ¿También el presente?

No sé si la Radio On Line camina imparable, como dice el gran experto Gorka Zumeta (al que ya seguía y conocí personalmente en el evento de AERO), ni si está de moda, como también dice él mismo en un tuit.

Lo que sí parece claro es que está de rigurosa actualidad. La semana pasada participé en una mesa redonda que siguió a la Asamblea de AERO (Asociación Española de Radio On Line), la organización que preside la dinámica Elisa Escobedo, a quien agradezco su invitación.


(El autor del blog durante su intervención. Fotografía: Gorka Zumeta)

La semana que viene, el día 22, la IAB organiza una Jornada de Radio On Line.
Todavía más: una semana después, el 29, el Colegio de Ingenieros organiza la jornada La encrucijada tecnológica de la Radio.

Tres eventos sobre el tema en menos de tres semanas seguro que quieren decir algo.

Siempre fui un apasionado de la Radio. En mi casa tardó en entrar la televisión y las veladas tenían por centro el aparato de radio (Cabalgata fin de semana, Matilde, Perico y Periquín, El Gran Musical o Ustedes son formidables forman parte de mis recuerdos de infancia y adolescencia). Siempre estudié con la radio como fondo.

Disfruté mucho cuando, años después, acabé convirtiéndome en el especialista en audiencia de Radio de RTVE y representé a la Radio en la Comisión Técnica de AIMC o dirigí dos estudios de audiencia de Radio en la Comunidad de Madrid en los que conseguimos que participaran todas las emisoras existentes entonces, desde las grandes cadenas a las pequeñas nuevas emisoras de pueblo o de barrio. Años después, ya en Zenith, hicimosun estudio Menfis, de eficacia publicitaria, para la SER y GDM.

Mi intervención en la mesa redonda del día 9 se refería a las previsiones de inversión en Radio On Line. Hace unos meses me pidieron que incluyera en mis estudios Vigía y Zenthinela preguntas referidas a ese tema. Estos estudios se basan en opiniones, pero en opiniones cualificadas, de expertos en el mercado publicitario. Y suelen llenar huecos: cuando no hay ninguna información sobre un tema es bueno tener un dato, aunque esté basado en opiniones. Eso han pensado en su momento (2002) los Diarios Gratuitos; o en 2008 los Móviles, los Blogs o las Redes Sociales; o en 2009 los Medios para Inmigrantes; o en 2010 el Vídeo On Line; o en 2011 la Publicidad Exterior Dinámica (Digital signage); o en 2012 las Apps o ahora la compra programática o la propia Radio On Line. Para algunas de esas especialidades sigue sin existir un dato de otra fuente.

Los anunciantes del panel Zenthinela estimaban en febrero que la inversión en Audio On Line representa el 6,5% de toda la inversión en publicidad on line; los directivos de medios del panel Vigía situaban en marzo esa estimación en el 5,3%.

A mediados de los años ochenta participé en una Rencontre Internacional de Radio; expertos europeos de un buen número de países hablaban de la Radio como el medio del 10% porque ese era el porcentaje aproximado que se llevaban del total de las inversiones publicitarias en medios (en España nunca se ha separado mucho de esa cifra; en 2014 se situó en el 9,3%). Yo creo que a medio plazo ese 10% de la inversión digital puede ser un buen objetivo para la radio on line. Ví que desde la Asociación eran más optimistas; no me parece mal el optimismo como objetivo.

Recuerdo que hace ya casi veinte años, en el curso Nuevos medios, nueva publicidad, ¿nueva financiación? que organizó Zenith en la UIMP en Santander, Jaime Agulló, que entonces estaba en mi equipo, me dijo: la Radio Digital no funcionará mientras no nos demos cuenta de que todos llevamos un receptor (el móvil) en el bolsillo. Ahora ya es así.

También hay otras opiniones: el representante de una de las mayores cadenas de radio, uno de los líderes también en digital, me decía que esas cifras son muy exageradas. También me decía que los anunciantes pagan por la audiencia de la cadena y no están dispuestos a pagar más por lo digital (ni el medio a distinguir la audiencia digital, interpreto). Ese error, regalar la audiencia digital cuando la parte importante estaba en la oferta analógica, ya lo cometieron en su momento los diarios de papel. Luego es muy difícil, casi imposible, cobrar por lo que se ha regalado, incluso cuando lo digital es ya la parte del león.

No sé si la cifra real estará más cerca del 6% o del 4%; estoy seguro de que la inversión en Audio Digital va a crecer con fuerza en los próximos tiempos. También estoy seguro de que si los grandes regalan la audiencia digital se lo estarán poniendo muy difícil a las numerosas pequeñas emisoras digitales que están surgiendo. Unas emisoras con una multitud de especialidades diferentes, como puso de relieve Elisa Escobedo al final de la mesa redonda.

Y ya saben, si quieren saber mucho más sobre la radio digital (y sobre la radio en general) visiten el blog Gorka Zumeta-Comunicación.

¿Se acaban las tarifas planas de internet?

La bomba estalló a finales de agosto: Julio Linares, un alto directivo de Telefónica hablaba en la UIMP de Santander de la necesidad de acabar con la neutralidad de la red. Eso viene a ser algo así como que los datos de quién más paga tengan preferencia y circulen más rápido por internet que los de aquellos que paguen menos.

Pero quienes entienden de esto vieron también un aviso para navegantes: en el fondo nos estaban diciendo que eso de las tarifas planas (se entiende tarifas planas asequibles) se iba a acabar.

Y se armó la guerra.

El tema de la neutralidad de la red y el de su gobernanza son interesantes y complejos. Alguna vez he pensado tratarlos aquí y finalmente he desistido.

Pero esta puede ser una buena ocasión.

En algunos países se ha declarado el acceso a internet como uno de los derechos básicos. Incluso se habla de internet gratuito para todos. Esa es la opinión de Tim Berners Lee, el padre de la world wide web.

Pero internet requiere unas infraestructuras (cables de fibra óptica, antenas de telefonía móvil,…) cada vez más potentes y caras, que hay que tender y mantener. Con nuestra lógica de sociedad capitalista nadie lo hará si no ve un negocio en ello.

También requiere de contenidos de calidad (de los otros va a haber, seguro) que también son costosos y hay que pagar de alguna manera. Aquí no hay muchos modelos de negocio que funcionen, aunque los que lo hacen, y Google es el mejor ejemplo, lo hacen muy bien.

Me llamó la atención que ninguna operadora saliera al quite diciendo que ellos mantendrán sus tarifas planas contra viento y marea. Está claro que la idea, seguro que con matices, no les parece del todo mal.

Enrique Dans se erigió en portavoz (o uno de los portavoces más seguidos) de la postura en favor de la neutralidad:

eliminar la neutralidad de la red es lo mismo que matar internet.

Incluso el Senado vio la oportunidad de apoyar la neutralidad:

está en contra de que los usuarios que usan más internet paguen más

Ese es el momento en el que me empieza a sonar a demagogia y me saltan las alarmas. Sí, pedir internet gratis para todos puede ser popular y dar votos. Atacar a las operadoras, en especial a las dominantes, que ganan muchísimo dinero, es muy popular.

¿Y si no fuera todo tan sencillo?

Internet gratis para todos y con altísima capacidad es una maravilla por la que merece la pena pelear. Yo también la apoyo. Pero a lo mejor no es realista.

Puede que al defender una tarifa plana igual para todos, tanto para los que hacen un uso normal de interés como para los que se dedican a descargas intensivas y continuadas de todo tipo de contenidos los primeros estén financiando el consumo de los segundos, incluídos los piratas, que además podrían disminuir mucho la velocidad de los que hacen un uso normal.

Como decía David Torrejón en Marketing News:

ocupen sus asientos. Comienza el combate.

Seguro que hay una postura intermedia, sensata y realista. Pero casi seguro que nadie la va a defender.

Hay que repensar el modelo televisivo

La semana pasada se celebró en la UIMP de Santander un curso sobre este tema. Veo en Panorama Audiovisual una reseña sobre la mesa redonda en la que participaron entre otros dos buenos amigos míos: Eduardo García Matilla y Enrique Bustamante.

El cambio hacia la TDT ha sido un éxito desde el punto de vista de organización (casi nadie creía que fuera posible llegar a tiempo y se llegó sin grandes problemas) y también desde el tecnológico (en una gran parte de los hogares se ve ahora la televisión mejor que antes y además ha crecido notablemente el número de canales que pueden verse).

Pero si lo contemplamos desde el punto de vista de la variedad de contenidos el éxito es mucho menor: una buena parte de los nuevos canales no pasan de ser tertulias radiofónicas televisadas (y en muchos casos con un mismo sesgo político) o se dedican a reponer programas muy anticuados. Seguramente mucho menos de lo que se esperaba.

Tampoco desde el punto de vista publicitario se ha producido el anunciado aumento de la competencia. Todo lo contrario, al haberse eliminado la publicidad de TVE y al permitirse las fusiones entre cadenas, el mercado se está contrayendo hacia un número mínimo de competidores, lo que ha llevado a fuertes incrementos de precios sin que disminuya la saturación y, por tanto, la pérdida de calidad y de eficacia del medio. A todo esto se ha unido la comercialización conjunta de cadenas, sobre la que ha abierto expediente la Comisión de la Competencia.

Todo parece indicar que el actual modelo de televisión es insostenible y que, aunque sea muy reciente, está pidiendo a gritos una revisión. El medio necesita recuperar calidad, desde el punto de vista de la variedad de los contenidos pero también desde el de la eficacia y la lógica publicitaria.

Quizá nuestro mercado no pueda mantener treinta canales en abierto con una calidad adecuada, pero tampoco parece lógico que todo ese número de canales se acabe concretando en sólo dos grandes ofertas comerciales.

Personas como Enrique y Eduardo pueden ayudar mucho en la redefinición del modelo de televisión que necesitan nuestro país y nuestro mercado..

Al bajar de la patera

Mis primeros contactos con internet se remontan al año 1994. Tener a Jaime Agulló en mi equipo ayudó mucho: él parecía saberlo todo acerca del nuevo ¿medio?

En Zenith (todavía Central Media) apostamos muy pronto por esa novedad. Ya en el verano de 1996 organizamos un curso en la UIMP en Santander, que se llamó Nuevos medios, nueva publicidad. Uno de los momentos cumbre del curso iba a ser la confección en directo de la portada de El Periódico, uno de los patrocinadores. Como no podía ser menos, con aquellas conexiones y aquel ancho de banda, la cosa falló. Pero el curso fue un gran éxito, por los ponentes y por el número de asistentes, que además preguntaron un montón y fueron siempre muy activos. Además lo pasamos muy bien. Jesús Aranda, que fue el Secretario, tuvo mucho que ver.

El curso se repitió, con un título parecido (añadimos la financiación) y con Jaime Agulló como Secretario, al año siguiente. Volvió a ser un éxito, aunque ya no era tan novedoso.

También de un curso es mi primer recuerdo, o el más intenso, de la revista Interactiva. Corría el verano de 2000 y Zenith Media organizó otro curso; esta vez con la Complutense y en El Escorial. Yo era el Secretario del curso y Enrique Bustamante el Director. La proximidad a Madrid hizo que casi nadie se quedara por allí, así que la parte lúdica que habían tenido los de Santander, que todos recordábamos con cariño, desapareció. Pero Javier San Román, de Interactiva, no faltó a ninguna de las sesiones, hizo muchas preguntas y entrevistó a varios de los ponentes. El nivel de los ponentes había sido muy alto, pero el grado de colaboración de mis compañeros (Zenith atravesaba entonces una de sus primeras transiciones) fue muy bajo. Me quedó la sensación de que sólo Interactiva nos había salvado del naufragio. Luego he colaborado con la revista varias veces con artículos.

A todo esto ya se había fundado ZIS (Zenith Interactive Solutions) la actual ZED Digital, como una empresa diferente y en un edificio diferente. Hacía falta gente nueva. Los de siempre teníamos que mantenernos lejos. Jaime Agulló se fue a Terra; yo dí unos de mis primeros pasos atrás.

Pero Internet ya había entrado en nuestras vidas; el e.mail ocupaba una parte creciente del tiempo de trabajo y nos facilitaba mucho las cosas. Tanto que a comienzos de 2001 se me ocurrió utilizarlo para poner en marcha una investigación muy sencilla, entre amigos, para prever la evolución de la inversión publicitaria. Eso acabó siendo Zenith Vigía, que está a punto de cumplir su ola número 50 y es ya una referencia del mercado. El año pasado le dimos un hermanito: Zenthinela, que ya lleva siete olas. No sé si hay muchas investigaciones anteriores que utilicen el e.mail; yo me siento orgulloso de la idea.

También me siento orgulloso de que mi equipo, sin ser interactivo, haya llevado a cabo ya tres estudios sobre la publicidad en el móvil (más de 12.000 entrevistas en total), un estudio sobre el mundo de los blogs, tan pronto como en 2007; un estudio sobre redes sociales en 2008 y el gran estudio Net Radar, sobre eficacia publicitaria basada en el recuerdo y utilizando la técnica del eye tracking.

Personalmente mantengo un blog (Casi Enteros) desde hace dos años y medio y cuento con varios cientos de amigos digitales tanto en Facebook como en LinkedIn.

No está mal para ser un inmigrante llegado, eso sí, en una de las primeras pateras.

Este artículo se publicó en el número conmemorativo de los diez años de la revista Interactiva