Entradas etiquetadas como ‘libertad sexual’

Solo sí es sí; lo demás es violación

Por Virginia Álvarez y Carmen López

Si hay algo que vuelve a quedar claro con la última sentencia sobre la violación en grupo de una menor de 14 años en Manresa es una cosa: las palabras importan e importan porque construyen imaginarios en la sociedad. Importan porque según lo que se diga o se deje de decir, las mujeres sentiremos, en mayor o menor medida, que se lucha contra la impunidad y el silencio que ha envuelto a las agresiones sexuales, en parte por la acción o inacción de las autoridades que deberían protegernos.

Las palabras importan y mucho, porque no estamos ante violencia doméstica cuando un hombre, bien sea el marido o cualquiera con el que se tiene una relación afectiva, pega, maltrata o mata a una mujer. Estamos ante violencia de género, estamos ante una violencia contra las mujeres por el mero hecho de ser mujeres. Empezar a llamar a las cosas por su nombre permite dimensionar el fenómeno, pensar, desarrollar políticas públicas y leyes que incorporen este enfoque: nos matan porque somos mujeres. 

Lee el resto de la entrada »

La manada: mucho más que un debate jurídico

Por Susana Martínez Novo

Como jurista pienso que no se puede hablar de justicia en términos absolutos. Detrás de las leyes, mejores o peores, hay en la mayoría de los casos una labor de depuración e interpretación y esa labor corresponde a los jueces y magistrados, que diariamente nos ilustran con sus sentencias.

Pero en este caso la sentencia de la manada ha supuesto un mazazo moral para gran parte de la sociedad. Una vez más, vemos con estupor como en los procesos de género se investiga e interroga sobre la reacción de la víctima y su comportamiento frente a las agresiones y sin embargo se minimiza el valor de su testimonio, obviando que el miedo es libre, así como múltiples las reacciones que cada individuo pueda experimentar ante una situación límite.

Movilización del 8 de marzo en Madrid. Imagen de Pablo Tosco / Oxfam Intermón.

Igualmente se olvida que, en los delitos de género, el entorno, los estereotipos y el dominio de un grupo sobre otro generan una violencia ambiental que sumada a una posición de inferioridad física y numérica y a unas circunstancias de aislamiento, me resulta muy difícil pensar que no constituyan una intimidación.

En efecto, podemos hablar de la sentencia y de la interpretación, a mi juicio absolutamente benevolente y desmarcada de la realidad social, que se ha dado a los hechos probados en la misma.

Lee el resto de la entrada »

¿Retroceso imparable o mentalidad arcaica?

Por Sole Giménez

sole gimenez
Llevo unas semanas que no salgo de mi asombro. Os preguntaréis qué más me puede sorprender en el panorama desolador en el que estamos inmersos en este bendito país.

Pues como mujer no puedo entender a qué mentalidad responden todos los ataques que se están produciendo en contra de nuestra libertad sexual, entendida como nuestro derecho a estar informadas en una educación sexual clara y de calidad, tanto desde los hogares como en los centros educativos de todo el estado.

También interviene en nuestra libertad sexual el derecho a tener medicamentos anticonceptivos que nos permitan tener control sobre nuestra sexualidad a nuestro alcance y dentro de nuestro sistema sanitario. Y creo que es nuestro derecho como mujeres tener hijos e hijas con la ayuda de una reproducción asistida de calidad gratuita si así lo queremos, todas sin exclusión de ningún genero, y también el poder poner fin a un embarazo no deseado dentro de límites legales y jurídicos que tengan en cuenta las circunstancias especiales y específicas de las mujeres que se ven en el drama de afrontar un aborto y no que estén marcados por la ideología religiosa del ministro de turno.

A mi alrededor hay casos que ejemplifican casi todos estos recortes. Conozco niñas embarazadas que se van a ver obligadas a abandonar sus estudios, que van a perder muchísimas oportunidades de trabajo para tener un mejor futuro para ella y para sus hijos o hijas, ya que con sólo 15 ó 17 años van a tener que cuidar de un bebé. Y me pregunto qué esta pasando.

 

¿Nuestro país va a contra corriente? (C) morgueFile

¿Nuestro país va a contra corriente? (C) morgueFile

Me pregunto qué está pasando cuando veo que algunas amigas mías con intenciones de ser madres sólo por el hecho de ser solteras van a tener que ir a pagar su inseminación a centros privados, después de pagar durante años a la Seguridad Social, porque la misma Seguridad Social las discrimina.

Me pregunto qué está pasando cuando leo que nuestro sistema público de salud ha quitado al menos ocho píldoras anticonceptivas de su listado de medicamentos y que la píldora del día después también esta fuera del sistema.

¿Nuestras autoridades han decididido que debemos tener más hijos e hijas? ¿Es porque la natalidad es muy baja en nuestro país o porque la mayoría de ellos comulga con la ideología católica apostólica romana que está en contra del control de natalidad y quiere imponerla al resto de la ciudadanía, seamos creyentes o no? ¿O sólo va en contra de la libertad sexual de las mujeres sin más? Parece que todo responde al deseo ferviente de que la mujer deje de tener el poder sobre su cuerpo,  su mente y su futuro.

Nuestro país va a contracorriente, dando pasos de gigante pero en sentido contrario al sentido común y en esta corriente se está llevando por delante, entre otras muchas cosas, los derechos de la mujer (igualdad de salarios, oportunidad de estudios y de trabajo, ayudas en violencia de género, ley de dependencia, derechos educación y libertad sexual, etc), precisamente en un momento extraordinario en que en nuestro país por primera vez la mayoría de estudiantes universitarios son mujeres.

Cualquiera diría que a algunos les molesta que tengamos más presencia, más posibilidades y protagonismo, incluso que estemos contribuyendo con nuestro trabajo, esfuerzo y dedicación a la mejora de nuestro país. Algunos se atreven a decir que si volviéramos a la cocina entonces habría trabajo para los hombres y se acabaría el paro… ¡Llevo semanas que no salgo de mi asombro!