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Amor y libertad, cuatro siglos después

 Por Lucía Esteso Lucía_Esteso_pe

‘Sin la mujer la vida es prosa’, decía Rubén Darío… estos día siento la emoción de viajar por los versos de Lope de Vega, un maestro de la palabra.  Y con él me atrevo a mirar, casi cuatro siglos más tarde, a través de los ojos  de doña Inés,  protagonista de ‘El caballero de Olmedo’. Así comienza esta tragedia de Lope:

 ‘Amor, no te llame amor el  que no te corresponde’

El amor no correspondido… seguro que muchos lo habéis sufrido en algún momento de vuestra vida… y siempre aparece una pregunta: ¿por qué? ¿Por qué tengo tan mala suerte?

El drama de doña Inés. Montaje de El Caballero de Olmedo. Imagen: Actually Theatre

El drama de doña Inés. Montaje de El Caballero de Olmedo. Imagen: Borja Barrera

Pero centrémonos en la historia: han pasado unas horas desde que don Alonso, al que llaman la Gala de Medina, se quedó prendado de una joven que ocultaba ser quien era. Tan sólo basta ver su rostro para saber quién era esa mujer que le hizo perderse en el amor por completo. El camino hasta conseguirla es una carrera de obstáculos, pero en el caso de El Caballero de Olmedo es aún más complicada. Ella lleva dos años comprometida con otro hombre, que se convertirá en su mayor rival y le obstaculizará el camino. Engaños, desdenes y afrentas se interponen en el camino de estos dos amantes, que están separados por rejas que enmarcan y dividen sus encuentros.

El marco de la historia data del siglo XVII pero el amor y la tensión por la libertad bien llegan a nuestros tiempos.

Doña Inés es una joven que se queda prendada de un caballero, a veces hay miradas que te roban el alma, y no sabes muy bien por qué. Desde que lo vio no piensa en otra cosa que en volver a encontrarse con él…en su caminar solo sueña con girar la esquina y encontrar esa luz.

‘Flores y aguas, les decía,

dichosa vida gozáis,

pues aunque noche pasáis,

veis vuestro sol cada día’.

La falta de libertad es una constante: sus acercamientos están separados por unas verjas, y tienen que ser a escondidas porque su padre le ha comprometido con otro hombre…y ella como mujer noble que es, se supone que tiene que obedecerle, ¿quién no quiere agradar a sus padres?, ‘No conozco la clave del éxito, pero sí la del fracaso: querer agradar a todo el mundo’, dice Oscar Wilde.

Así que aunque Inés es noble, es rebelde, y ya saben que ‘el corazón tiene razones que la razón desconoce’  e intenta despistar a su padre, haciéndole creer que se quiere meter a monja, con tal de que no le case con un hombre que ella no quiere.

‘Señor ,

¿que importa el hábito pardo

si para siempre le aguardo?

La tensión invoca la desconfianza, las discusiones entre estos dos amantes, los miedos…

‘Pena me has dado y temor

con tus miedos y recelos;

si tus tristezas son celos,

ingrato ha sido tu amor’.

La tristeza, el dolor, se apoderan de las entrañas de este personaje..

‘Amando, recelar daño en lo amado,

nueva pena de amor se considera,

que quien en lo que ama daño espera

aumenta en el temor nuevo cuidado’.

El final de cuatro siglos atrás es conocido. Las dudas y el orgullo empujan al Caballero a un triste fin…

‘Que de noche le mataron

al Caballero,

la gala de Medina

la flor de Olmedo’.

¿Cómo acabaría hoy esta historia de amor y libertad? Las puertas de Medina se abren este miércoles y jueves… para comer al espectador a versos.

‘El caballero de Olmedo’ de Actually Theatre, se presenta hoy y mañana en el festival ClasicOFF de la Sala Nave 73 (Calle Palos de la Frontera 5, Madrid), 22 y 23 de julio (miércoles y jueves) a las 20.30h. Y el domingo 26 de julio en el Festival Clásico de Olmedo.

Lucía Esteso es periodista y actriz. Amante de la cultura a través de la que se levantan las voces. Cree que existe una luz poética en cada esquina. La imaginación es un arma cargada de futuro.

La discriminación debe de ser esto

María Pazos Por María Pazos Morán 

El otro día estuve en la proyección de cortos organizada por la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA). Quedé muy agradablemente sorprendida por la alta calidad y por los interesantísimos contenidos. Quedé también algo deprimida por el hecho de que la sala no estuviera a rebosar. En el coloquio, todas las directoras corroboraban las dificultades con las que se encuentran cada día, sobre todo para realizar largometrajes que sí exigen presupuestos elevados.

mujeres cine

Mujeres en cine. Imagen de TrasTando

Una de ellas contaba su experiencia y sus reflexiones. Un productor le dijo que era una chica guapa y simpática, y entonces ella se preguntó si eso le daría más o menos posibilidades de conseguir realizar su proyecto que a un hombre feo. Después, otro le dijo que su proyecto era muy interesante, pero que mejor fuera a Atresmedia, porque allí había muchas mujeres que la iban a comprender mejor. Entonces ella se dijo: ‘la discriminación debe de ser esto… hasta ahora no la había experimentado’.

Me enterneció este relato de toma de conciencia. ¿Cómo van a comprender los hombres, cómo les va a doler lo mismo, si nunca se ven en esas situaciones que hacen despertar a las mujeres? Porque, compañera, no es que no hubieses experimentado la discriminación antes; es que aún resultaba invisible para ti.

A la salida fui con unas amigas a tomar algo y una de ellas nos contó sobre las actividades de un centro municipal para la igualdad de género: yoga, seminarios sobre el deseo, sobre otras formas de amor….  Yo dije que a otros niveles ocurre lo mismo, y que no comprendo que no se de prioridad a los problemas acuciantes ni se dediquen los esfuerzos de las unidades de igualdad a potenciar medidas efectivas para acabar con las discriminaciones.

En realidad, expliqué, sí lo comprendo; lo que pasa es que a esas unidades, institutos, centros… «de la igualdad», se les dan cuatro perras para que hagan lo que puedan, siempre con la condición de que no den la lata, o sea que dejen al estatus-quo tranquilo.

Por ejemplo, respecto al tema que teníamos reciente, ¿cuáles son las medidas para que las cineastas puedan progresar sin encontrarse con estos escollos insalvables? ¿Qué revisión de la política de subvenciones? ¿Se han planteado comisiones de evaluación paritarias, por ejemplo? ¿Se revisará el problema de que para conseguir un 25% de subvención tienes que tener el otro 75% ya conseguido?  No creo; lo más que he oído ha sido que iban a poner ‘discriminación positiva‘, o sea que a igualdad de calidad iban a dejar pasar caballerosamente a la mujer solo por ser mujer.

No hace falta aclarar que esa medida introducida en la Ley del Cine es una trampa. Varios años más tarde seguimos en la misma situación. O peor, porque ahora se dirá que, a pesar del favoritismo hacia las películas de mujeres, es imposible avanzar. Y es que esta medida les hace quedar muy bien pero no tiene ningún efecto, porque siempre pueden alegar que exactamente igual, lo que se dice exactamente igual, no eran los dos proyectos presentados. Por supuesto, lo han adivinado: el proyecto del feo era  mejor.

Mi amiga me dijo que estaba dolida por lo que yo había dicho. Luego que era broma y que yo no tengo sentido del humor. Me quedé pensando… mira que a mí me encanta reírme pero, ¿debería tomarme estas cosas a broma? No es la primera vez que me siento así. Hace 30 años mis amigos me llamaban ‘Marujita Malos Tratos’ debido a mi preocupación por la violencia de género. Ahora ya no pasa eso, por supuesto. Ahora el diagnóstico lo asume hasta el gobierno. Pero el problema está cuando se señalan estos mecanismos que consisten en ‘hacer como que se hace’.

Por favor, que nadie se sienta aludida. No se trata de juzgar a las personas sino de comprender. Comprender para actuar. ¿Me he puesto demasiado seria?

María Pazos Morán es licenciada en Matemáticas por la UCM y máster en Estadística por la Universidad de Harvard. Actualmente trabaja en el Instituto de Estudios Fiscales (Ministerio de Economía y Hacienda, España), desde donde coordina la línea de investigación ‘Hacienda Pública e Igualdad de Género’. Una de las personas promotoras del llamamiento urgente ante la reforma fiscal que prepara el Gobierno. Su último libro publicado es ‘Desiguales Por Ley‘. Pertenece a la PPIINA y al Fórum de Política Feminista

Puta no soy: una novela sobre la gran vergüenza de nuestra época

charo_izquierdo_lateralPor Charo Izquierdo 

Llegué a Perú buscando a alguna chica que hubiera sido víctima de la trata con fines de explotación sexual y cuando la encontré su voz cambió mi vida. Era una niña de quince años que había sido engañada en Cuzco y conducida hasta el sudeste del país, hasta la región conocida como Madre de Dios, así nombrada por el río que la circunda. Había sido contratada, en teoría, como mesera, que así dicen allí a las camareras, para encontrarse en un paupérrimo poblado del kilómetro 103 de la carretera Interoceánica cercano a las minas informales de extracción de oro, en uno de esos prostibares que pueblan esa zona de Perú entre los ríos Madre de Dios y Tambopata, en plena selva.

Imagen del proyecto 'Chicas nuevas 24 horas', de la directora Mabel Lozano

Imagen del proyecto ‘Chicas nuevas 24 horas’, de la directora Mabel Lozano

Yandí me sorprendió con su voz de animalillo herido. A mí y al equipo que rodaba el documental ‘Chicas nuevas 24 horas‘, dirigido por Mabel Lozano. Conmovió a Mabel y a la productora de la película en Perú. Conmovió a todos. La directora hizo de Yandí la protagonista peruana de su documental. Y yo me inspiré en su historia para escribir mi novela “Puta no soy”, una recreación ficcionada y libre de la triste existencia de tantas mujeres peruanas engañadas, cosificadas, convertidas en materia prima desechable, en pura carne para divertir a los mineros, para someterse a ellos, para ser obligadas a ser prostituidas. En los prostibares en los que trabajan -y que con ese nombre no dejan lugar a dudas sobre la actividad a la que se dedican-, beben cerveza con los mineros, son forzadas a dejarse tocar por ellos y al final acaban haciendo lo que allí se denominan pases, que no es más que practicar el sexo. Hay niñas y adolescentes entre ellas, porque los clientes la prefieren jóvenes, cuanto más, mejor, en la creencia de que les transmiten menos enfermedades y que las menores de edad les dan suerte para encontrar más cantidad de oro. Escribí “Puta no soy” para dar a conocer la trata de mujeres y niñas en Perú, que no tiene nada que ver con la trata que se produce en otros lugares del mundo, porque allí la mayoría es engañada y vendida sin necesidad de que las saquen del país para ser esclavizadas; lo son in situ. Allí, se cifra en unas 4.000 mujeres víctimas de trata desde que se ha empezado a contabilizar y hasta 2014. De ellas, aproximadamente un 60% son niñas. Y solo con el hecho de escribirlo siento un profundo y triste escalofrío.
Porque yo conocí a una de ellas.
Yandí y Perú han marcado para siempre mi vida. Podría decir que una semana, aquella semana de rodaje, cambió mi vida. Pero mentiría. Porque fueron muchos meses de inmersión en el pueblo peruano y sus costumbres, antes y después de aquellos días, mucho tiempo de documentación, de ver incluso informativos peruanos para sentir a mi manera sus miradas y su mundo.
Pero es que, además, “Puta no soy”, partiendo de Yandí y de Perú, es mucho más que eso. Es un compromiso con el resto de las víctimas de trata en el mundo, cifradas en más de dos millones, de las que aproximadamente un 70% son mujeres y niñas con fines de explotación sexual. Cómo ocultar esa realidad infame que mueve unos 32.000 millones de dólares al año en el mundo. Cómo dejar pasar la oportunidad de dar a conocer que en España hay entre 40.000 y 50.000 mujeres y niñas víctimas, según datos de Save the Children. Es imposible dejar de contarlo una vez que has penetrado en tan telúrica realidad. Es imposible romper el compromiso de gritarlo. Esa es la finalidad de la novela que se mueve entre Perú y España, y con la que pretendo conmover a los lectores y lectoras como antes me he conmovido yo.
Conmueve entender -si es que se puede comprender tanta mezquindad- que estas mujeres son víctimas dos veces. La primera, por haber nacido donde han nacido, por haberse criado en la miseria, de la que queriendo salir son engañadas. La segunda, por ser obligadas a ejercer la prostitución sin ser putas.
Conmueve comprobar que, tras el engaño, son privadas de su documentación. Y, siendo esto importante, no lo es todo. Porque les privan de algo más, de mucho más, les arrebatan su identidad. La capan y una vez que han dejado esa identidad al otro lado de su vida, junto a su carnet o su pasaporte, son desposeídas de cualquier gramo de autoestima, hasta llegar a sentirse nada.
Conmueve saber que son muchos los casos en los que es la propia familia quien las vende creyendo que allá donde van a trabajar vivirán mejor que en sus casas y, desde luego, avaras de un dinero que por poco que sea puede sacarles de la pobreza.
Como para juzgar…
Quiero conmover a las lectoras. Pero también a los lectores. Porque encuentro muy importante que los hombres se conciencien de que sin demanda no existiría oferta y que cuando hablamos de mujeres que ejercen la prostitución podemos afirmar que aproximadamente un 80% son víctimas de trata, ya sean rumanas, brasileñas, colombianas, nigerianas… Y por cierto, España es el tercer país consumidor de prostitución en el mundo, por detrás de Tailandia y Puerto Rico. Y aún hay más: un 39% de hombres en nuestro país confiesa ser consumidores de prostitución.
Mi compromiso con esas mujeres está sellado para siempre. Parte de las peruanas, pero alcanza a las de cualquier país, y desde luego a las que acaban en España, procedan del lugar que procedan. Nunca podré dejar de denunciarlo. Nunca me quitaré de la cabeza la voz de aquella niña ni la de otras víctimas que han conseguido escapar de una esclavitud que, afortunadamente cada día está más presente en las agendas políticas, incluso en la agenda del papa Francisco, que en su mensaje del primer día de enero en la 48 jornada Mundial por la Paz denunció la esclavitud y la trata como uno de los problemas que acosan al mundo y que hay con los que hay que acabar. Y en ese compromiso tiene mucho que ver por supuesto Mabel Lozano, pero también Rocío Mora, coordinadora de APRAMP (Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención de la Mujer Prostituta), fundada por Rocío Nieto. Gracias a ella he tenido la oportunidad de profundizar en la vida y en algunas vidas de varias de estas víctimas y en una de las grandes vergüenzas de nuestra época. Su organización lleva más de 25 años ayudando a víctimas, con la reinserción no solo laboral sino, y sobre todo, personal, de mujeres que no solo tienen necesidad de aprender a trabajar, sino, sobre todo, de aprender a vivir. Como también las ayudan las Madres Adoratrices, a través del Proyecto Esperanza. Y es que las víctimas pierden hábitos si es que algún día los tuvieron, pierden la capacidad de moverse solas por la ciudad, a veces desconocen incluso dónde viven, son incapaces de utilizar transporte público y, lo más importante, son incapaces de reconocerse como personas.
Cómo no comprometerse con ellas.

Charo Izquierdo es Licenciada en Ciencias de la Información. Ha sido redactora jefe de las revistas Dunia y Geo, subdirectora de Vogue, directora de Elle, estarguapa.com, Yodona y Grazia. Es miembro del International Women Forum España y socia de la red de mujeres Womenalia. 

Día Internacional de acción por la salud de las mujeres: cuerpos y derechos

Por Rosa Martín Tristán Rosa Tristán

En la actualidad, 800 mujeres mueren cada día por causas directamente relacionadas con el parto y el embarazo, 47.000 mueren en abortos inseguros cada año y a dos millones de niñas se les practica la ablación del clítoris. En España, se acaba de aprobar una reforma de la Ley del Aborto que obliga a las menores a tener la autorización de sus padres y madres para interrumpir un embarazo, vulnerando su derecho a decidir. Este es un escueto resumen de lo que supone para la mitad de la población mundial no tener acceso a los derechos relacionados con su cuerpo, con su salud, con su bienestar y su dignidad.

Imagen alegórica de la campaña. Cortesía de Alianza por la Solidaridad.

Imagen alegórica de la campaña. Cortesía de Alianza por la Solidaridad.

Hoy  jueves, 28 de Mayo, se celebra el Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres, una jornada que, como tantas otras, tratan de poner el foco sobre situaciones que en pleno siglo XXI parecen sacadas del libro de los horrores. ¿Acaso no lo es que millones de mujeres sean obligadas a tener hijos que no quieren? ¿Acaso no lo es que se les mutile el cuerpo?  ¿O que mueran al abortar?

La campaña “Mi cuerpo, mis derechos”, promovida por la coalición internacional Action2015, que hoy se lanza a nivel internacional, parte del convencimiento de que las generaciones futuras no podrán disponer de un mundo justo, igualitario y sostenible sin que los derechos a la salud y a una sexualidad y una reproducción elegidas en libertad, sean una realidad.

Action2015, en esta jornada, hace hincapié especialmente en estos derechos para las jóvenes, y promueve que sean reconocidos en las cumbres mundiales de Naciones Unidas que tendrán lugar este año como un objetivo fundamental en el compromiso por un mundo más justo y sostenible.

Ese ese el objetivo de la campaña “Mi cuerpo, mis derechos”, que se celebrará en diferentes países de forma simultánea y que en España promueve Alianza por la Solidaridad.

En la misma, participan cinco reconocidas feministas, cineastas y periodistas, en un vídeo en el que responder a una pregunta sencilla: ¿Por qué como mujer tiene derechos sobre su cuerpo? Y las respuestas, contundentes, nos dicen que queda mucho por recorrer, aunque también mucho hemos avanzado.

En definitiva, hay que aprovechar la oportunidad que supone la definición de la nueva Agenda de Desarrollo Posterior al 2015 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible para instar a los Estados que adopten una visión que permita alcanzar los compromisos asumidos hace más de 20 años en Beijing. Ha pasado demasiado tiempo.

Alianza por la Solidaridad convoca a una acción de calle en Madrid para visibilizar esta campaña. Hoy jueves 28 de mayo estará en las calles para invitar a toda la ciudadanía a participar en un photocall con un tatuaje (calcomanía) en el que puede leerse este mismo lema: “Mi cuerpo, mis derechos”. Todas las imágenes tomadas formarán parte de la campaña a nivel mundial. Es una acción que tendrá lugar en la plaza junto al Museo Reina Sofía de Madrid (calle Santa Isabel, 52) entre las 11 y las 19 horas de hoy jueves 28 de mayo. Os invitamos a pasar por allí.

Rosa Martín Tristán es Coordinadora de Comunicación de Alianza por la Solidaridad.

Motivos para vivir

Por Blanca Tejero Blanca Tejero

No hay dolor más grande y profundo que perder a un hijo, a una hija. Un dolor que en mi caso comenzó de repente, cuando alguien parapetado en una bata blanca me dio la terrible noticia de que una de mis hijas adolescentes, Verónica,  padecía una enfermedad con billete de caducidad, y que se hizo aún más insoportable al saber que no podría cumplir con la promesa que le hice en susurros cuando supe iba a venir a este mundo: la de protegerla y salvarla de cualquier dolor, a costa, si hacía falta, de mi propia vida.

Desde entonces me he enfrentado al mayor salto al vacío que pudiera imaginar.  Ha pasado el tiempo y he seguido adelante, a veces como podía, y otras como sabía. He contado las ausencias a cada vuelta de un recuerdo y he descubierto que no había mejor manera de brindarle un homenaje que vivir todo lo que ella no ha podido vivir.

Portada del libro 'El amor lo puede todo', de Blanca Tejero. Cortesía de Lid Editorial.

Portada del libro ‘El amor lo puede todo’, de Blanca Tejero. Cortesía de Lid Editorial.

Desde que mi hija no está aquí no he descubierto la sanación del dolor ni la vida eterna, pero si un motivo que da valor a mi vida y me despierta a ella: el amor. No podemos olvidar que el tiempo es lo que no se puede recuperar y lo que pasa en él se queda grabado en nuestra memoria y corazón.

Por ello no perdamos la vida y a los que viven en ella por falta de atención, por buscar la satisfacción en el futuro que no existe, en un deseo no realizado, olvidando vivir lo que tenemos y nos regala la vida. No juguemos a que el tiempo es eterno, ilimitado o a querer manejarlo según nuestras necesidades porque no seremos realistas. Lo que hagamos en él es lo que tendremos y lo dejemos de hacer  ya no podremos hacerlo porque no podemos retroceder, ni siquiera por arrepentimiento, culpa o inmenso dolor.

Nos centramos en alargar el tiempo de vida olvidando que lo importante es dar un valor y sentido a ese tiempo que vivimos, lo importante no es cuanto tiempo vivo sino como lo vivimos. Hagamos de la vida nuestra gran aliada, comprendamos que la vida está hecha para vivirla, saborearla, degustarla.

Cuando tocas tanto la vida y la muerte que sientes que se te escapa todo entre los dedos, intentas alargar la mano para poder conectarte con los últimos suspiros y no dejar los rastros de lo que un día fue la ilusión, la esperanza y el amor que te mantenía viva. En ese proceso te vuelves frágil, tan débil como una suave pluma que el viento mueve sin resistencia, sólo te sientes acompañada de una gran soledad, de una tristeza que al final se convierte en una fiel compañera.

Ese es el momento de despertar, de dar un giro, de cambiar de carril para alterar la dirección de tu vida. Apégate a la vida, a tu vida, no a vidas ajenas. Encuentra el valor y la verdad en ti misma, en lo que te hace sonreír. Refúgiate en ese valor que te ayuda andar y avanzar cada día para emprender tu nuevo camino. No necesitas a nadie para escribir tu historia, sólo te necesitas a ti. Los demás simplemente te acompañan en ese caminar, son meros acólitos que irán cambiando según avances.

Mira la vida con una sonrisa, con los ojos empañados de amor y no de lágrimas. Siente como nace la alegría en tu corazón y te empuja a buscar el motivo de tu existencia. Recorre el largo y duro camino emocional de crecimiento personal, pasa del necesitar al querer y de ahí al amor y llegarás a la isla de la libertad donde disfrutarás de sensaciones inigualables, no imaginables de bienestar.

La vida si tiene sentido, que no sepamos expresar lo que sentimos no significa que no exista. Cuando vamos realizando el cambio de crecimiento nos vamos convirtiendo en bellas mariposas que están aprendiendo a agitar sus alas para emprender el vuelo hacia el maravilloso arco iris. Mira como se desprende con tu aleteo el sufrimiento que te acompañaba y aunque los dolores y amores queden marcados como manchas en tus alas no te preocupes eso te dará identidad, te hará diferente, única.

Estas preparándote para aceptar, que no resignar, la vida que te toca con las vivencias que en ella van incluidas, sin negociar ni pedir. Poco a poco dejas de desesperar por lo vivido y por lo que te queda por vivir y comienzas a dar gracias por lo que tienes y has vivido porque eres capaz de sacar y sentir otra esencia de la vida que te llena de colores tapando el negro anterior.

Aprende las asignaturas más difíciles de la vida, realiza un master en amor e incorpora las enseñanzas y sabiduría que te ha dado la experiencia de tu camino recorrido y sin sentir ni planificar se dibujará y trazará el camino a seguir, ese por el que tanto has preguntado, que tanto has añorado encontrar .

Deja en tu corazón lo que nunca quieres que se pierda. Ahí permanecerá para siempre.

Blanca Tejero, doctora en Psicología, terapeuta clínica y autora de El amor lo puede todo (LID Editorial)  

Nagore, o el precio del ‘no’

Charo MármolPor Charo Mármol

Caras quemadas con queroseno, narices y manos cortadas, mujeres asesinadas… todas tienen un hilo conductor: las mujeres se negaron a ser consideras objetos, presas de sus verdugos. Unas sobrevivieron aunque quedaron marcadas para siempre. A otras les costó la vida.

En la India existe una práctica terrible: los hombres, a veces ayudados por sus familias, fingen un accidente casero y queman a sus mujeres con el queroseno de los hornillos con los que cocinan. Como nunca hay testigos y la policía no investiga, estos asesinatos quedan impunes permitiendo al marido casarse de nuevo y cobrar una nueva dote.

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La iraní Ameneh Bahramí rechazó la petición de matrimonio de un hombre al que no conocía y este le desfiguró el cuerpo con ácido sulfúrico. En 2013 llevaba 24 operaciones y no había podido recuperar la vista que había perdido. Reside en Barcelona, pero una vez al año debe ir a Irán donde sigue recibiendo amenazas de su maltratador.

En el trasfondo de toda esta violencia está la concepción de la mujer como objeto y como tal, con capacidad de ser comprada, vendida, y en todos los casos sometidas.

Cuando leemos estos datos pensamos que pasan a muchos kilómetros de nuestra realidad. Es algo de otras  culturas más primitivas. Nosotras y nosotros, europeos, españoles, somos un pueblo civilizado donde nada de esto ocurre.

Nada más lejos de la realidad. La violencia contra la mujer se da mil maneras en nuestro entorno más cercano. Cada año son asesinadas en nuestro país entre cincuenta y sesenta mujeres. En lo que va de año en España han muerto a manos de sus parejas 15 mujeres, una de ellas rematada por su marido cuando se recuperaba de una paliza, que él le había dado, en el hospital.

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Camuflaje intelectual

Por Silvia Martínez Valero Silvia Martínez Valero

Siempre me han dicho que las ideas son propiedad de cada uno y que nadie puede obligarte a cambiar tu manera de pensar. Sin embargo, algunas mujeres lo tienen difícil para reconocer su talento y creaciones como suyas propias.

Os hablo del camuflaje intelectual: a tener que firmar con el nombre de tu marido un libro que habías escrito tú mientras cuidabas de los hijos de ambos; a tener que sonreír mientras las cámaras entrevistaban al que se llevaba los frutos de tu éxito; a tener que fingir que no pasaba nada y que era tu marido quien pintaba tus obras de arte (parecido a lo que ocurre en la reciente película Big Eyes, basada en la historia real de Walter y Margaret Keane). Pero sí, sí que pasaba. ‘¿Hace cuánto ocurrían estas cosas?’, te estarás preguntando. ‘¿Era por el siglo XIX? No, no… yo creo que incluso antes.’ Te equivocas, aunque también haya ocurrido en el siglo XIX.

Cartel de la película Big Eyes, dirigida por Tim Burton.

Cartel de la película Big Eyes, dirigida por Tim Burton.

No hace falta más que fijarse en Amandine Aurore Lucile Lupin (lamentablemente conocida como George Sand), escritora francesa de más de veinte novelas desde las sombras de su seudónimo y que, una vez pudo abandonar a su marido, también comenzó a utilizar ropas de hombre para poder moverse por  los círculos literarios de París con más seguridad. No habría sido creíble que una mujer acudiera a todas aquellas reuniones artísticas como una más. Lo importante era no ser descubierta; lo importante era engañar a la sociedad e incluso a sí misma para poder dedicarse a lo que el alma le pedía y no podía realizar. ¡Qué ironía…! Los mismos hombres que acudían a aquellas reuniones tomaban café mientras hablaban de mujeres y comentaban cuánto les había gustado aquel nuevo libro de George Sand, preguntándose si algún día llegarían a conocerle. Jamás habrían sospechado que ya lo habían hecho; se encontraban justo al lado de George: una perfecta ama de casa.

Ella es solo un ejemplo de las miles de mujeres que hicieron lo mismo en aquel siglo, en los pasados, en los siguientes y en cualquier lugar del mundo. No obstante, puede sonarte a chino lo que cuento de nuestra querida Amandine. ¿No había en el siglo XIX calamidades mucho peores?

Puede ser. Hablemos, entonces, de Robert Galbraith. ¿Qué? ¿Que quién es? Se trata de J.K. Rowling, ¿ahora sí, verdad? ¿Tampoco? ¿La autora de Harry Potter? Ya, sabía que ahora sí.

Es cierto que no fue con esta saga con la que utilizó el seudónimo, pero la mujer es la misma. Hay que aclarar que no es que tuviese miedo de no ser publicada, ya que contaba con el aval de su vasta experiencia. Sin embargo, ella misma reconoció haber elegido aquel nombre masculino para poder escribir una serie de libros policiacos sin presiones y recibir críticas imparciales. Parece que cuando escribes en ‘terreno de hombres’ siendo mujer, todo te es puesto en tela de juicio. No se equivocaba; una vez terminada la novela, al revelarle su identidad al editor, ¿adivináis qué fue lo primero que dijo?: ‘Nunca habría adivinado que una mujer hubiera escrito esto’.

Tanto Amandine como J.K. Rowling escribieron y publicaron. Lo hicieron. Realmente, no le dedicaron demasiado tiempo a pensar cómo; a fin de cuentas, tenían el talento y tenían el esfuerzo. Afortunadamente, yo –mujer y proyecto de escritora– puedo decir que no me siento con ningún tipo de presión para publicar ni reconocer nada.

¡Propongo un brindis por el cambio de los tiempos!

Silvia Martínez Valero es una joven estudiante y constructora de historias.

Sentimientos ante la cámara

Charo Mármol

Por Charo Mármol 

‘Aislada en mi jaula de cristal’,  ‘anulada por mi familia’, ‘aplastada, pisoteada, humillada, denigrada’,  ‘luchando por tener lugar en una sociedad patriarcal’ ‘mi cárcel interna’… Estos son algunos de los sentimientos a los que las mujeres víctimas de la violencia de género, de la Casa de Emergencia de la Fundación Luz Casanova, han puesto imágenes a través de la cámara fotográfica.

Tomando como excusa la fecha del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer,  se organizaron unos talleres en los que las mujeres trabajaron  los estereotipos y prejuicios que encontramos en la sociedad actual, con los que ellas se han encontrado en su vida, intentando poner nombre a los sentimientos que esto les ha ido provocando.

'Aplastada, pisoteada, humillada'. Imagen de Fundación Luz Casanova

‘Aplastada, pisoteada, humillada’. Imagen de Fundación Luz Casanova

Son mujeres de toda clase social y de todas partes del mundo. Hay un hilo conductor que las une: el maltrato por parte de sus parejas:

María José  es licenciada en psicología y trabaja como auxiliar administrativo en la administración pública. Llevaba casada 20 años y siete de noviazgo. Su ex era arquitecto técnico, de cierto prestigio, muy religioso, muy sociable y muy educado, pero la sometió a maltrato psicológico hasta que un día decidió dejarle.

Cándida es de Paraguay vino a España hace 8 años por una amiga. Empezó a trabajar de interna. Conoció a un español, conserje en una comunidad y se casó con él. La convivencia se convirtió en un infierno. Primero fueron los insultos, el aislamiento, los celos. Pronto llego la violencia física pero sólo tuvo fuerzas para abandonarlo cuando también empezó a golpear a los hijos.

Esperanza viene de un país caribeño. Llegó a España para hacer un Master de Negocios Internacionales. Entre sus compañeros conoció al que en poco tiempo se convertiría  en su marido. Nada más casarse todo cambió y comenzaron los malos tratos y el asilamiento de todos sus amigos y conocidos, la humillación, cosificación… Ella no tenía aquí familia que la apoyase y la de su marido tomó partido por él anulándola del todo. Antes de pasar a ser una víctima más decidió denunciar y abandonarlo.

Ellas tres y otras mujeres como ellas son las que han ido entrando en contacto con sus historias personales, con aquellos sentimientos más profundos que les ha causado el dolor, el maltrato y el sufrimiento infligidos por la persona a la que un día unieron su vida, en muchas ocasiones el padre de sus hijos, casi siempre la persona con la que pensaron que podían hacer el camino de la vida y envejecer juntos. Una vez puesto nombre a estos sentimientos y cámara en mano salieron a la calle e intentaron captar las imágenes que transmitieran sus sentimientos, lugares que les evocaban los momentos donde se han sentido discriminadas o marginadas.

Posiblemente ninguna de estas mujeres ganará el Premio Pulitzer de fotografía pero al menos la valoración de toda esta experiencia ha sido muy positiva: han podido expresar  a través del arte de la fotografía, la luz y el color, sentimientos, emociones y vivencias que han sufrido.

Ahora sus fotografías, junto a las que han realizado, siguiendo el mismo proceso, las personas del Centro de Día de la Fundación Luz Casanova, pueden verse en Madrid durante todo el mes de mayo. Se inaugura hoy martes 5 de mayo en el Restaurante Subiendo al Sur, de la calle Ponciano 5, de Madrid (Metro Noviciado).

Charo Mármol es comunicadora, feminista, militante de causas perdidas y autora del blog La mecedora violeta.

Made in Dagenham: una huelga que hizo historia

Por Patricia AndersenPatricia Andersen

Las revoluciones de mayo de 1968 son famosas por el cambio en las políticas sociales que supusieron en toda Europa. Francia aparece a menudo como el origen de estas revueltas. Sin embargo, existe una película británica que nos muestra como un pequeño grupo de mujeres trabajadoras en la inmensa industria de Ford de Dagenham, al este de Londres, marcaron los primeros pasos para una de las luchas sociales que aún a día de hoy no ha terminado: la igualdad salarial entre hombres y mujeres.

Pago Justo. (c) ARP Sélection

Pago Justo. (c) ARP Sélection

Made in Dagenham (2010), de Nigel Cole, llegaría a España con el título Pago Justo. Las únicas 187 mujeres que trabajan en la empresa de Ford, que emplea a 55 000 operarios, se ven envueltas en las huelgas que colapsan el país. Lo que en un principio comienza como una lucha por lograr que se las considere mano de obra cualificada como a los hombres, acaba convirtiéndose en una lucha por la igualdad de salarios entre ambos sexos que llevará a este pequeño grupo de mujeres hasta el Ministerio.

Las 187 mujeres trabajaban elaborando las tapicerías de los asientos de los coches, en unas condiciones de trabajo más que mejorables y sin ser consideradas mano de obra cualificada que les permita un salario más justo y una remuneración adecuada para las horas extra por el simple hecho de ser mujeres.

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El arte resiliente femenino: otra manera de mirar hacia Oriente Medio

Por Almudena Díaz PagésAlmudena Díaz Pagés

El Instituto de Culturas del Islam de Paris ofrece desde ahora y hasta finales de julio la exposición ‘Cherchez l’erreur’, una muestra sobre cómo la guerra y las revoluciones árabes en Oriente Medio han impactado sobre la creación artística. ¿La particularidad?: todas las artistas expuestas son mujeres, y sus testimonios, ofrecen una mirada muy distinta de la habitual sobre la guerra en Oriente Medio. Una llamada al sentido común sobre qué significa sobrevivir bajo conflicto más allá de lo que cubren tradicionalmente los medios.

El Women on Walls es un festival femenino de graffitis, en las paredes de Egipto y Jordania

El Women on Walls es un festival femenino de graffitis, en Egipto y Jordania

De acuerdo a la comisaria de la exposición ‘Cherchez l’erreur’, Michket Krifa, ‘la expresión artística femenina difiere de la masculina en gran medida porque las guerras y las revoluciones en la región, han supuesto una reconfiguración de la escena artística’. Las artistas de Oriente Medio, expuestas a la cotidianeidad de la violencia y a cómo ésta les afecta especialmente por su condición de género, buscan convertirse así en altavoces de la resistencia de la sociedad civil al horror de la guerra. Para la comisaria, dos factores determinan esta manera de mirar hacia Oriente Medio: ‘Las mujeres toman menos las armas, y por ello sus obras están más ancladas en lo cotidiano’. Además, ‘para estas artistas la creación subversiva es una manera de luchar por la defensa de sus derechos en un contexto en el que, el aumento de la violencia y la guerra implican como es habitual, una gran amenaza para su estatus quo como mujeres’.

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