Archivo de octubre, 2013

Si las mujeres tienen éxito…

Por Másdelamitad @masdelamitad 

Lo dice Mariam Nana, una líder de las mujeres campesinas de Burkina Faso. ‘Si las mujeres tienen éxito, toda la familia tiene éxito‘. Hoy, 15 de octubre, es el Día de la Mujer Rural. Las mujeres, en todo el mundo, son protagonistas del campo y de la pobreza. Son fuerza de trabajo no remunerado dentro y fuera de casa. Pero en ellas está la solución a muchos de los retos actuales de la injusticia y la pobreza.

En este video realizado la semana pasada en Madrid por Ágora News, varias mujeres de todo el mundo hablan de luchas, sueños y retos comunes. Desde Más de la Mitad, hoy, nos felicitamos por contar con ellas y deseamos lo mejor para sus luchas

Maribel Villar: el cacao que salva vidas

Por Yasmina Bona Yasmina Bona

Me gusta el chocolate, desde siempre. Y todavía me gusta más desde hace unos días, cuando conocí a Maribel Villar y entendí que puede ser la clave para que muchas personas puedan vivir dignamente. Maribel vino a Barcelona a explicar cómo producen el cacao de comercio justo en República Dominicana. Desde el primer minuto me di cuenta de que lo que mueve a esta mujer, lo que la empuja a avanzar cada día, es una profunda convicción: cualquier cosa, por difícil que parezca, se puede lograr.

Maribel Villar, el pasado jueves 10 de octubre, en el encuentro #Avanzadoras celebrado en Madrid. Foto: Jorge París / 20 minutos

Maribel Villar, el pasado jueves 10 de octubre, en el encuentro #Avanzadoras celebrado en Madrid. Foto: Jorge París / 20 minutos

 

Maribel vive en San Francisco de Macorís, en la provincia de Duarte, la región donde se produce más de la mitad de todo el cacao de República Dominicana. Al morir su padre cuatro años atrás, ella, su madre y sus cuatro hermanas heredaron 170 hectáreas de tierra dedicadas al cultivo de cacao. A pesar de que el campo era el trabajo del padre de familia, ninguna de ellas conocía este sector. Nada extraño si tenemos en cuenta que en este país impera la idea de que es el hombre quien debe trabajar en el campo, y que se trata de una tarea demasiado dura para la mujer.

Maribel Villar cosechando frutos de cacao en República Dominicana. Foto: Guadalupe de la Vallina

Maribel Villar cosechando frutos de cacao en República Dominicana. Foto: Guadalupe de la Vallina

Maribel decidió tomar las riendas y dar continuidad al trabajo al que su padre había dedicado la vida entera. Tras probar experiencia en varias empresas comercializadoras de cacao, acabó uniéndose a Cooproagro, cooperativa que reúne a productores y productoras de cacao y que elabora el chocolate de comercio justo que vende Intermón Oxfam. Cuando vio que en la cooperativa cobraba entre un 25 y un 30% más que en el comercio convencional y que esto le permitía cubrir las necesidades básicas de su familia, no dudó en quedarse. Orgullosa y emocionada, me enseña la fotografía de un puente que han construido en su distrito gracias al dinero obtenido por la venta del cacao. Dice que este puente salva vidas. Gracias a él, ya no solo no pierden la cosecha, sino que pueden cruzar fácilmente de una orilla a otra, y si alguien enferma, puede ir al médico. La construcción de este puente ha sido posible porque parte de los beneficios de la venta de su cacao también recaen en la comunidad.

De los 1844 socios y socias de Cooproagro, solo 250 son mujeres. El trabajo de Maribel en la cooperativa, además de sembrar, cortar y picar el cacao, también consiste en conseguir la implicación de más mujeres. Lucha a diario por los derechos de las mujeres que, como ella, deben esforzarse para vivir en condiciones dignas. Cuando llegó hace un año, de los 200 socios y socias que había en su distrito, solo 12 eran mujeres. Hoy ya son 26. “Cuando entran a trabajar en la cooperativa, ven que pueden ayudarse a sí mismas. Valoran los logros conseguidos, como que sus hijos puedan ir a la escuela, el acceso al agua potable, a la sanidad…”. Maribel sabe que el trabajo en el campo no es fácil, pero “se puede”. “Mientras tengamos manos, brazos, piernas y salud, ¡se puede!”, expresa convencida.

La semana pasada, Maribel pudo compartir su historia con otras 20 mujeres activistas de América Latina, África y España en el 1r Encuentro Internacional de Mujeres que Transforman el Mundo. Allí se compartieron experiencias de lucha para conseguir que las demandas de las mujeres se escuchen con más fuerza. Entre estas experiencias, Maribel pudo contar su historia, la historia de este cacao dulce con sabor a derechos e igualdad.

 

Yasmina Bona es periodista y trabaja en Intermón Oxfam

 

 

Las herederas de Madre Coraje

Por Belén de la Banda   @bdelabanda

Hace unos días, mi compañera Cristina, una histórica de esta casa, me contaba la enorme emoción que sintió -ella y todo el equipo de Intermón Oxfam en aquel momento- cuando recibieron a María Elena Moyano, la dirigente de los comedores populares de Villa el Salvador, promotora de una de las organizaciones populares contra la pobreza más exitosas del mundo. Y el enorme dolor y sufrimiento que supuso su terrible asesinato por parte de Sendero Luminoso, muy poco tiempo después. En aquel entonces muchas personas sentimos que había que hacer algo urgentemente para que algo así nunca volviera a repetirse.

María Elena Moyano, dirigente popular de Villa el Salvador, Lima, Perú. Madre Coraje

María Elena Moyano, dirigente popular de Villa el Salvador, Lima, Perú. Madre Coraje

 

La visita de María Elena, y su asesinato,  lanzaron las alertas aquí en España, también, sobre algo terrible que estaba ocurriendo en el Perú, donde buenas personas, personas sencillas que sólo se preocupaban por alimentar y mantener vivas a sus familias y comunidades eran consideradas un peligro tanto por los poderes establecidos como por las fuerzas subversivas. El esfuerzo de María Elena, Madre Coraje entre madres coraje, ha tenido muchos frutos, y sigue siendo una inspiracón y un ejemplo en todo el mundo. Otras dirigentes de comedores, amenazadas como María Elena, se salvaron quizá gracias a que su lucha se hizo más conocida y universal. Muchas cosas han cambiado desde entonces.

Por eso, esta semana siento que algo importante puede ocurrir. Hoy empezamos a recibir en Madrid a mujeres de 14 países cuyas biografías son dignas de ‘Mujeres Coraje‘, -porque no todas ellas son madres, aunque hay alguna que tiene diez hijos y me gustaría mucho saber cómo se organiza-. Lo que sí son todas es líderes sociales y hasta políticas, mujeres que con su esfuerzo hacen avanzar a las comunidades de las que forman parte. Que anteponen el bien común a sus intereses personales. Que son capaces de conseguir nuevas leyes, acuerdos de paz, normas comerciales más justas, el respeto a sus idiomas, fundar cooperativas de éxito, exportar productos a todo el mundo, educado cientos de personas, defendido los árboles y los ríos de sus valles, protegido la integriddad sexual de las niñas, dotado de agua limpia a sus pueblos.

Éstas son las mujeres que logran cambiar el mundo. Estoy muy contenta y orgullosa de tener la oportunidad de conocerlas. El viernes 11 de octubre de 12:30 a 2 del mediodía, podréis conocerlas vosotros también por streaming, y preguntarles en twitter con la etiqueta #avanzadoras.

Porque ellas son herederas de María Elena, y todos tenemos derecho a compartir esa herencia.

Belén de la Banda es periodista y trabaja en Intermón Oxfam

Mediación: ¿solución? ¿para quién?

Por Damaris Ruiz R.Damaris Ruiz-001

Como respuesta a 30 años de lucha del movimiento de mujeres y feminista de Nicaragua, se aprobó la Ley integral contra la violencia hacia las mujeres (Ley 779), la cual entró en vigencia en junio de 2012. Sabiendo que Nicaragua se caracteriza por tener muchas leyes que no se cumplen, ha sido valorado como un avance muy positivo. Esta ley penaliza el femicidio y contiene medidas preventivas y otras educativas para evitar que las mujeres de cualquier edad lleguen a ser víctimas de la violencia física, emocional o económica que pueda venir no solo del compañero o esposo, sino de cualquier otro familiar; ahora las mujeres sabemos que contamos con un instrumento que podemos utilizar para seguir luchando por el derecho a vivir libres de violencias.

reforma de la Ley contra la violencia de género. (c) Damaris Ruiz

Marcha en Managua contra la reforma de la Ley contra la violencia de género, marzo 2003. (c) Susana García

Lamentablemente, a pesar de la legitimidad de esta Ley, a partir del segundo trimestre del 2013, distintos grupos religiosos y de abogados presentaron recursos por inconstitucionalidad ante la Corte Suprema de Justicia, además de hacer toda una campaña, planteando que la Ley niega el derecho de oportunidad a los hombres, que es una ley que divide a las familias, etc. La Corte se pronunció en agosto de 2013 afirmando que la Ley es constitucional,  pero envió una iniciativa de Anteproyecto de Modificación de la Ley para que se considere la mediación en los casos de delitos no recurrentes, cuando la persona no tenga antecedentes y cuando se consideren casos leves, referidos sobre todo a la violencia psicológica.

Como era de suponerse, la Asamblea Nacional decidió reformar la Ley  a finales de septiembre de 2013; el movimiento de mujeres y feminista se ha movilizado rechazando cualquier tipo de mediación, compartiendo casos concretos para demostrar los nefastos resultados que ha dejado la mediación en la vida de las mujeres que sufren violencias.

El movimiento feminista y de mujeres salió a las calles contra la reforma de la Ley 779. (c) Damaris Ruiz.

El movimiento feminista y de mujeres salió a la calle contra la reforma de la Ley 779. (c) Susana García

Al final esto reafirma que estamos frente a un Estado y una sociedad altamente conservadora y moralista, donde los fundamentalismos religiosos están en aumento con una clara manifestación en la aprobación e implementación de políticas públicas; esto a su vez, constituye uno de los mayores desafíos para las organizaciones de sociedad civil que promueven los derechos humanos, especialmente de aquellas que defienden los derechos de las mujeres. Y donde se sigue con unas ideas y creencias que colocan a las mujeres como seres inferiores y sin derechos, y donde a la violencia psicológica se le da una importancia menor y lo que realmente vale son los golpes físicos y la muerte. Esta reforma a la Ley 779 se suma a las relaciones tensas que existen entre el Gobierno y diversas organizaciones feministas desde el 2006 a raíz de la penalización del aborto terapéutico, en plena campaña electoral del actual Presidente.

Hay mucho que decir sobre este tema, pero no quiero extenderme tanto, así que para cerrar, sólo quiero compartirles que por experiencia propia afirmo con toda certeza que una mujer que sufre violencias no está en posibilidades de mediar. Cuando una mujer decide poner una denuncia ha aguantado mucho, seguramente ha vivido muchos años de violencias de todo tipo; y cuando decide dar el paso sabe que corre el riesgo que el agresor arremeta contra ella y con más odio al regresar a casa. Todo ello sin olvidar la presión de los abogados para convencerla que medie o que retire la denuncia, sumado a lo que dice la familia y la religión sobre la importancia de mantener unido el hogar. De verdad que no es fácil salir de ese círculo de violencia y es decepcionante que tengamos Estados que sigan tan lejos de miles y miles de mujeres que a diario sufren violencias. Sin duda, el movimiento de mujeres y feminista seguirá luchando para que el derecho a vivir libres de violencias sea una realidad, aun cuando sean muchos los obstáculos con los que tienen que lidiar a diario.

 

Damaris Ruiz R. trabaja en Oxfam y coordina el programa de Derechos de las Mujeres en Nicaragua.

Juntas podemos

Por Laura HurtadoLaura Hurtado

¿Qué tenemos que hacer las mujeres para que nos escuchen?, ¿para que los temas que nos preocupan se tengan en cuenta? Pues explicarlos y exigirlos. En casa, en el trabajo o en una cena con amigos. En las urnas, pero también en el supermercado, en el parque infantil, cuando miramos la tele, cuando vamos una reunión del colegio. A veces me canso, lo reconozco. Me siento una pesada. Una aguafiestas. Una tiquismiquis. Una exagerada. Pero eso solo me pasa cuando estoy sola. Cuando otra persona se suma a lo que yo digo, la cosa cambia. Y si somos más de dos, aún mejor. Porque juntas podemos.

Los próximos 10, 11 y 12 de octubre cerca de 20 mujeres activistas de 14 países, incluidos el nuestro, se encuentran en Madrid precisamente para compartir experiencias y ver cómo pueden hacer que su voz se oiga más fuerte. Son Mariam Nana de Burkina Faso, Perla Álvarez de Paraguay, Elisabeth Dauda de Nigeria, Matilde Mora de Colombia, y muchas más, que vienen en representación de otras mujeres. Son la voz de un colectivo que ha visto que, de forma organizada, es más fácil que te escuchen.


Mujeres participantes en el encuentro de Madrid organizado por Intermón Oxfam.

La mayoría provienen de países eminentemente rurales, donde las mujeres campesinas, a pesar de su aporte a la economía familiar y a la alimentación de sus países, padecen los índices más altos de pobreza y analfabetismo, no pueden acceder a servicios sociales adecuados, sufren leyes y prácticas discriminatorias respecto al derecho a tener tierra o a acceder a créditos y son víctimas de violencia constante. Por eso salen a la calle, se organizan, piden a las personas que mandan y toman decisiones que se acabe con estas injusticias e intentan cambiar creencias y prácticas sociales.

Tengo muchas ganas de conocerlas porque estoy segura de que las mujeres españolas podemos aprender mucho de ellas ahora que estamos viendo cómo la crisis y las medidas de austeridad ponen en riesgo muchos de nuestros avances. Juntas constataremos que estamos menos solas de lo que creemos. Y compartiremos las estrategias para seguir avanzando, en sus países y en el nuestro

El 1º encuentro internacional de mujeres que transforman el mundo se podrá ver por streaming el próximo viernes 11 de octubre de 12.30h a 14h.

 

Laura Hurtado es periodista y trabaja en Intermón Oxfam.

 

Cien mil seguidores para Nativel

Por Belén de la Banda  @bdelabanda

Soy fan de Nativel Preciado. Esto es una contradicción, porque el propio estilo de Nativel, basado en la honestidad intelectual, el rigor periodístico y en la sensatez, no admite ese tipo de admiración que habitualmente se aplica al famoseo, y que supongo que le gustará tan poco como a mí misma. Pero la verdad es que cada vez que leo a Nativel o la veo en esas tertulias de la televisión donde predican tantos personajes desnortados y desnortantes, no puedo evitar sentir la admiración de quien tiene mucho que aprender. Nativel siempre ha sido actual, o moderna en el mejor sentido del término, independientemente de la edad que tuviera en cada momento.

@NativelPreciado

Portada del libro de @NativelPreciado Si yo tuviera 100.000 seguidores

Un ejemplo es su libro Si yo tuviera 100.000 seguidores: incluso para recopilar sus propios recuerdos y experiencias, Nativel echa mano de un ‘asesor científico’ que la conecta con las causas y evidencias objetivas de los temas que plantea. Con humor, con ironía, y sobre todo con sentido común (esa cosa tan rara de encontrar en estos tiempos), pero también con una ternura y un compromiso que son raros de ver en nuestro entorno mediático, Nativel comparte algunas experiencias profesionales y personales que deberían estudiarse en primero de carrera. De cualquier carrera (no sólo de periodismo). Ahora estamos viendo cómo la honradez, esa humilde y poco prestigiosa palabra, se vuelve objeto de primera necesidad en cualquier profesión.

@NativelPreciado

Nativel Preciado

Querría citar el libro entero, pero voy a elegir un pasaje que me parece especialmente relevante para muchas mujeres en estos tiempos. Entre los 30 y los 40 años, la autora recibió numerosas ofertas profesionales. Decidir es renunciar: a una corresponsalía, a algunos viajes, a hacer carrera política, a ganar más dinero. ‘Dicen que el éxito no consiste en ser el mejor, sino en lograr lo mejor de uno mismo’. Renunció también a uno de esos cargos de pisar moqueta, con coche, secretaria, despacho con ventanales y todos los signos y evidencias del poder establecido.

Cuando, años después, recuerda esa renuncia, Nativel repasa todas las cosas del ámbito personal, profesional e incluso artístico, que hubiera perdido si hubiera aceptado la oferta. Aún así, no se ha arrepentido nunca de renunciar a todo eso. Lo que más pesa está en la familia, pero también el amor a una profesión tan importante como desprestigiada en estos tiempos: el periodismo.

‘Incluso ahora, cuando tú misma admites que está tan desprestigiado, ¿no te gustaría dejarlo definitivamente?’, le pregunta su asesor científico y amigo, Jonás.

‘Me temo que antes me dejará él a mí. Ni el periodismo ni yo somos los que fuimos. No me hagas caer en la melancolía’, le contesta Nativel.

Para mí que ella siempre es la que fue, y siempre fue la que es ahora, y es lo que le permite haber pasado del papel pautado con hoja de calco embutido en una clásica máquina Remington a tener casi 20 mil seguidores en twitter. La calidad y el trabajo bien hecho resisten bien en todos los soportes, sólo que es imprescindible un esfuerzo titánico para mantenerlos. Y una inmensa curiosidad y compromiso para no dejar de preocuparse por lo que ocurre a su alrededor y, como hemos tenido ocasión de comprobar tantas veces, en cualquier lugar del mundo.

Así que espero que todos demos un empujón para que Nativel llegue a los 100.000 seguidores en twitter. Y si puede ser, más. Porque no todo en el mundo fan tiene que ser Lady Gaga o Justin Bieber…

Belén de la Banda es periodista y trabaja en Intermón Oxfam

Encuentros a este lado

Por Margarita Saldaña MargaritaSaldaña

No todo son desencuentros en el empleo doméstico. Es verdad que los relatos de muchas mujeres ponen la piel de gallina a cualquiera, pero no faltan algunas historias que dibujan nuevamente la sonrisa y permiten recuperar la confianza en un futuro diferente para las trabajadoras del hogar. Son encuentros que tienen lugar ‘a este lado’, donde quien llega pidiendo trabajo es ‘la otra’ o ‘el otro’, pero donde hay personas dispuestas a aprender, acoger y acompañar.

Empleadora y empleada de hogar. Imagen del proyecto La Otra, de Natalia Iguíñiz (Perú)

Empleadora y empleada de hogar. Imagen del proyecto La Otra, de Natalia Iguíñiz (Perú)

El hecho de ser musulmana y tener a su cargo una niña no fue problema para la familia que emplea a Amina. Esta mujer marroquí lleva cinco años en España, donde llegó con su marido poco antes de divorciarse. Cuando nació su hija ingresó en un centro de acogida, y allí permaneció hasta hace poco. Amina se preocupó de aprender castellano y de formarse en cuidado de niños, primeros auxilios y cocina española. El trabajo donde está actualmente lo consiguió porque pegaba carteles por todas partes ofreciéndose como empeada de hogar. ‘Son muy buenas personas y me pagan bien. Yo también me porto muy bien con ellos y con la niña. Con el trabajo he podido continuar la vida. Llevo velo y ellos me dejan tenerlo en casa. Cuando no entiendo algo, me lo explican. Me han ayudado mucho con mi hija, me han apoyado. Me siento como en familia, me siento con ellos a la mesa‘.

También Haydee, peruana y educadora social, se ha sentido ‘muy cuidada‘ en distintos hogares donde ha trabajado a lo largo de sus diez años en España.Cuando llegué fue duro porque yo tenía mis estudios y nunca había trabajado en casas. De hecho, en nuestro país teníamos una persona en casa que nos ayudaba. Pero luego te haces al trabajo. Siempre me he sentido acogida y bien tratada en los trabajos, y eso me ha ayudado a vincularme y a permanecer en el empleo doméstico, porque me vi dignificada. Claro que cuando he visto la oportunidad de mejora la he aprovechado‘. Su propia experiencia, y el hecho de pertenecer al consejo de migraciones de su comunidad CVX, despertaron en ella el deseo de estudiar más a fondo la realidad migratoria, cursando el Máster en Migraciones Internacionales. Haydee valora el gran aprendizaje que ha realizado y sabe ver la oportunidad que se oculta bajo las dificultades presentes: ‘en el tiempo que llevo en España he aprendido el respeto por las diferentes culturas y me di cuenta de que todos tenemos muchas cosas que aportar. Por ejemplo, en este momento del país podemos aportar nuestra fortaleza frente a la crisis, porque ya la hemos vivido en nuestros países. A mí me gusta España para vivir, me he interesado por conocer la cultura española y por viajar para conocer los diferentes lugares. Ahora siento que tengo más sentido universal. Lo importante es hacer amigos, vincularte, aprender a ser tolerante y aceptar la diferencia’.

 

Marga Saldaña trabaja en el Centro Pueblos Unidos, de Madrid

Cuerpo a tierra: una acción contra la arbitrariedad

Por Irene Milleiro Irene Milleiro

Al tirarse contra el suelo Silvia volvió a sentir el mismo dolor insoportable en el pecho y en el brazo. Esta vez preguntó a su capitán si podía hacer ‘rodilla a tierra’, porque no se encontraba bien y el dolor no se iba. ¿La respuesta? Que si no podía con eso, se cogiese una baja. Silvia y su orgullo apretaron los dientes y se tiraron al suelo una y otra vez hasta que acabaron las maniobras.

Mujeres en el ejército

Mujeres en el Ejército español. Fotografía de la página change.org

Cuando fue al médico le llegó la noticia: tenía un cáncer de pecho con metástasis en el brazo. Había que operarla de urgencia. Su capitán también tenía algo para ella: quedaba arrestada durante 14 días por, según él, ‘fingir una supuesta lesión’ durante las maniobras.

Así que Silvia compartió mastectomía y quimio con el arresto domiciliario. En menos de tres meses volvió a su trabajo en el Ejército. Al poco tiempo cambió de compañía y se especializó en administración y logística. Cuando hace unos meses llegó el momento de renovar su contrato, Silvia no se preocupó: su expediente siempre fue bueno, sus notas eran altas y su último informe destacaba literalmente su profesionalidad, su organización y su gran resistencia a la fatiga. Por eso su compañía la declaró idónea para el servicio. Silvia estaba feliz: desde pequeña su sueño había sido ser militar y servir a su país, e iba a poder seguir haciéndolo.

Pero se equivocó. El Ejército decidió no renovarle. La comunicación que recibió lo justificaba por su ‘absentismo laboral’: los 84 días de baja médica justificada que tuvo que coger mientras recibía quimioterapia. Incrédula, cuando solicitó ver su expediente se dio cuenta de que su anterior capitán, el del arresto, había redactado un informe negativo sobre ella. A Silvia se le cayó el mundo encima.

Por suerte, Silvia no estaba sola. Basi, su madre, se enfadó casi tanto como ella. No iba a permitir que el rencor de una persona echase por tierra el sueño y el futuro de su hija. Silvia estaba intentando superar un cáncer. Lo había dado todo por el Ejército, sus compañeros y su país. Ella no iba a dejar que cometiesen una injusticia contra su hija. Así que decidió contarlo y pedirle ayuda a la gente. Y vaya si le respondieron.

Casi 100.000 personas han firmado la petición de Basi pidiendo al Ministerio de Defensa que abra una investigación sobre la actuación del famoso capitán y que readmita a Silvia en el Ejército.

Silvia no cree que esto le haya pasado por ser mujer. Me dice que contra lo que quiere luchar es contra la impunidad y la indefensión que existe en muchas situaciones en el seno del Ejército. Silvia no quiere que nadie, hombre ni mujer, tenga que pasar por lo que ella ha pasado. Y ella y su madre se han atrevido, como dicen los ingleses, a nombrar al elefante en la habitación, y han abierto un sano debate sobre la necesidad de modernización de nuestro ejército.

Más allá del resultado de su petición, Silvia y Basi ya han conseguido mucho: han abierto una puerta que quizá ya no se pueda cerrar. Tras el eco mediático de su petición hemos recibido en Change.org otras muchas relacionadas con diferentes situaciones en el Ejército, como la necesidad de luchar contra la corrupción interna o la protección de la libertad sexual de las mujeres.

Y creo que no serán las últimas.

 

Irene Milleiro es responsable de campañas en Change.org