Eso de arrancar una planta de un lugar y tratar de que crezca en otro sitio no siempre resulta. Eso es lo que se llama desarraigo y es algo a lo que nos enfrentamos los inmigrantes a diario. Y no es que siempre nos quejemos, ¡no!, primero porque algo ha habido de decisión en cada uno de nuestros proyectos migratorios, pero, pese a todo, la distancia duele y cada uno lo expresa como puede. La poesía ha sido un recurso. Ayer, en Casa de América, dos poetas paraguayos dedicaron sus letras, en guaraní y castellano, a los inmigrantes asentados en España.
Los versos que se pueden leer a continuación por parte de un poema extenso de Susy Delgado, que se llama Desalma. Al final de este post podrán ver un video en que se resume la historia de la inmigración paraguaya en su lengua propia, el guaraní. ¡Atrévanse con esa lengua nativa!
Desalma
He olvidado
la voz de mis padres
el olor de mis hijos
el sabor del amor
Hoy
el olvido
me mata de a poco
no recuerdo siquiera
cómo eran mis ojos
no cómo hacían ellos
para deletrear el mundo
Hoy no sé
si me llamo María
Juan
Teresa
Francisco
Rosa
Ramón
o Soledad
Se me ha perdido
no sé donde
la cédula de identidad
y hoy no sé
cómo me llamo
Si paragua
bolita
sudaca
chola
guarango
cabecita negra
pinche cabrón
grasa
plaga
ciruja
chorro
turro
pendejo
indio
caballo loco
pokyra
loser
ganchero
cartonero
macoñero
reventada
hijo de la chingada
popinda
terrorista
puta barata
o carne de pornoshit
Se me ha perdido
el boleto del viaje
y hoy no sé
a dónde voy
Si voy
a Buenos Aires
a España
aquí a la vuelta
apete
rejerévo
a Nueva York
a Camboriú
a Guantánamo
al polo
a la China
a París
oh, la la
o a ningún lado
La inmigración de los paraguayos a España
estuve ahce poco en un poblado guaraní en misiones y me sentí mal al ver como su forma de vida ha girado un poco hacia el turismo.
03 diciembre 2008 | 20:17
Qué bueno escuchar esos acentos únicos y étnicos. Qué pena que los dialectos indígenas se han ido olvidando en América
03 diciembre 2008 | 21:55
Es muy dura la adaptación, y aunque al fin la consigues en la mayoría de los casos, siempre te queda en el fondo de tu corazón el recuerdo de tus lugares nativos. Mi padre que pasó 51 años fuera de su país, conservó siempre sus costumbres a la hora de la comida, creo que era un homenaje a sus raíces. Ahora, yo hago lo mismo, y aunque mi hija es española por nacimiento y por parte de padre, he procurado inculcarle la mezcla de sus raíces, que se sienta orgullosa de sus orígenes de ambos lados de la orilla.
04 diciembre 2008 | 09:47
Esos dialectos se deberian de conservar o por lo menos guardar para que no caigan en el olvido.
04 diciembre 2008 | 11:39
mbaeichapa? el guaraní no se pierde. los paraguayos lo estudian en el colegio ( aunque no es tan ‘puro’ como que hablan los indios ). ‘jopara’ creo que lo llaman
04 diciembre 2008 | 20:08