Tres buenas razones para creer en extraterrestres

Por Ester Lázaro* y Mar Gulis (CSIC)

¿Quién no ha fantaseado alguna vez con la existencia de vida más allá de nuestro planeta? Si, como la ciencia ha demostrado, la Tierra no es el centro del universo y los seres humanos no somos el centro de la creación, ¿por qué no puede haber otras tierras habitadas por organismos similares o diferentes a los terrestres?

Es cierto que, hoy por hoy, la única vida que conocemos es la de este planeta, pero hay fuertes argumentos a favor de la existencia de vida extraterrestre. Aquí te presentamos tres de ellos.

Planetas y satélites

1. El universo es enorme y, como dijo Carl Sagan, “si solo estamos nosotros, sería un auténtico desperdicio de espacio”. En nuestra galaxia, la Vía Láctea, hay entre 100.000 y 400.000 millones de estrellas. Si ca­da una tuviera un sistema planetario como nuestro sistema solar, el número de planetas podría acercarse al billón. Pero la Vía Láctea es solo una de las aproximadamente 100.000 millones de galaxias que hay en el universo, así que el número de planetas extrasolares podría supe­rar las decenas o los cientos de miles de trillones, una cifra casi imposible de concebir por la mente humana. Si, además, tenemos en cuenta que muchos de esos planetas podrían tener sus propias lunas, el número de escenarios capaces de albergar vida sería aún mayor. Aunque este razonamiento pueda parecer meramente estadístico, con tantos planetas y satélites, ¿cómo es posible que no exista vida en alguno de ellos?

2. Algunos de los ingredientes básicos de la vida son muy comunes en el cosmos. La vida terrestre se ha desarrollado fundamentalmente a partir del carbono y su combinación con el hidrógeno, el nitróge­no, el oxígeno, el fósforo y el azufre, elementos que se agrupan en el acrónimo CHONPS. No parece una casualidad: el hidrógeno, el oxígeno y el carbono se encuentran entre los ocho elementos más abundantes del universo y se combinan en moléculas orgánicas que están presentes en todo el cosmos. De hecho, hasta el momento hemos sido capaces de detectar más de un centenar de tipos distintos de moléculas orgánicas en el espacio; entre ellas, el aminoácido más simple: la glicina.

3. La vida es mucho más robusta de lo que pensábamos hace unas décadas. Durante mucho tiempo se creyó que la vida era un fenómeno muy frágil, que solo podía desa­rrollarse en el rango de condiciones que nos resultan más fa­vorables a los seres humanos. Es decir, temperaturas y presiones moderadas, agua en abundancia y algún tipo de protección frente a la radiación. Todo esto cambió con el descubrimiento de los extremófilos: organismos (microorganismos en su mayor parte) que vi­ven en condiciones fisicoquímicas próximas a los límites compatibles con los procesos biológicos.

Algunos de sus hábitats más ex­tremos son las proximidades de las chimeneas volcánicas submarinas, donde se combinan temperaturas muy elevadas con presiones muy altas; desiertos tan secos y áridos como el de Atacama; el agua ácida y rica en metales pesados de algunos ríos, como río Tinto, en la península ibérica; salinas o las aguas a temperaturas bajísi­mas que existen bajo el hielo de la Antártida.

Conan

‘Deinococcus radiodurans’, también conocida como Conan, la bacteria invencible, puede soportar dosis de radiación gamma hasta 1.500 veces mayores que las que causarían la muerte humana. / Wikipedia.

Desde su hallazgo, el estudio de estos organismos ha sido una pieza esencial de la astro­biología, ya que entender las soluciones que los extremófilos han adoptado para sobrevivir en condiciones aparentemente inhóspitas resulta muy útil a la hora de imaginar la vida en otros lugares del cosmos.

Planetas diferentes, formas de vida distintas

Estos argumentos implican que la búsqueda de vida extraterrestre no debería limitarse a localizar escenarios similares a la Tierra.

Si echamos la vista atrás veremos que nuestro planeta no siempre ha sido como es ahora y, sin embargo, ha albergado vida desde hace más de 3.500 millones de años. En sus inicios, la Tierra estaba cubierta de lava y las elevadas temperaturas no permitían la existencia de agua líquida en su superficie. Pero, poco a poco, se fue enfriando y el vapor de agua pudo condensarse y caer en forma de lluvia para formar los primeros océanos. El oxígeno no estuvo presente en la atmósfera en cantidades apreciables hasta hace unos 2.000 millones de años. Mucho antes de esa fecha, la vida ya había sido capaz de abrirse camino y, aunque no había pasado del estado microscópico, ya poseía todas las propiedades que caracterizan a la vida actual.

Por tanto, la vida podría existir en escenarios muy distintos a la Tierra actual y, si así fuera, lo esperable es que fuese muy diferente de la que conocemos. Por ejemplo, a pesar de su diversidad, la vida terrestre ‘solo’ es capaz de obtener energía de la luz solar (organismos fotótrofos), de las reacciones químicas que ocurren en el ambiente (qumiótrofos) o de otros organismos que la han almacenado en las moléculas que forman sus estructuras corporales (heterótrofos). Sin embargo, nada impide imaginar formas de vida que utilicen otras fuentes de energía, como la energía térmica, la eólica o la gravitatoria.

Planeta y estrella

Tampoco podemos descartar la existencia de organismos simples con una química muy diferente a la de la vida terrestre. Aunque poco probable, en condiciones muy determinadas, podrían existir formas de vida simples basadas en el silicio en lugar del carbono o seres que no utilizaran agua en su metabolismo, sino amoniaco, nitrógeno o metano líquidos, estado en el que estas sustancias se encuentran cuando las temperaturas son muy bajas.

En cualquier caso, estas posibilidades hacen mucho más probable encontrar formas de vida simple que vida inteligente. Esto no quiere decir que la vida inteligente extraterrestre no pueda existir, sino que será menos abundante que otras formas de vida porque la aparición de inteligencia requiere un grado de complejidad biológica que precisa tiempos mucho más largos para surgir.

¿Seríamos capaces de reconocer la vida extraterrestre?

Por último, las diferentes formas que podría tener la vida nos plantean un interrogante muy particular: ¿sabríamos reconocer esa vida que ha surgido y evolucionado en condiciones tan distintas de la vida que conocemos?

Aunque la vida en la Tierra sea enormemente diversa, todos los organismos terrestres compartimos rasgos comunes, como estar organizados en células y estar constituidos por cuatro macromoléculas principales: proteínas, glúcidos, lípidos y ácidos nucleicos. ¿Debemos interpretar nuestros rasgos comunes como propiedades esenciales de la vida o simplemente como la mejor solu­ción para prosperar en el ambiente de nuestro planeta?

Para en­tender qué es lo esencial de la vida, necesitaríamos poder comparar la vida terrestre con otra vida que tuviera un origen diferente. El resultado de esa comparación sería un hallazgo de gran trascendencia para comprender qué es realmente la vida y cuál es su significado en la evolución del universo. Así pues, tendremos que seguir buscando.

* Ester Lázaro Lázaro es investigadora del CSIC en el Centro de Astrobiología (CSIC-INTA), donde dirige el grupo de Estudios de evolución experimental con virus y microorganismos, y autora del libro La vida y su búsqueda más allá de la Tierra (CSIC-Catarata), en el que está basado este post.

 

6 comentarios

  1. Dice ser Cacao mental o sopa de ideas

    hay más posibilidades para el segundo caso que para el primero.
    Dicho esto, ¿puede alguien cuantificar lo que es el presente? El presente, el ahora, que ya no es, con todo lo que era en el instante del ahora que ya no es. El presente no es pasado, ni futuro, atendiendo a la norma humana de entender el espacio y el tiempo. ¿Puede alguien cuantificar el presente? ¿Cuál es la milmillonésimainfinitesimal parte que delimita el ahora y el después, o el antes? ¿Qué es la realidad? Si alguien visualiza hechos por venir y se cumplen años más tarde, ¿qué sentido tiene la linealidad humana de entender el espacio y el tiempo? Si el tiempo es lineal es imposible que haya una millonésima de segundo posterior o anterior a ese instante que llamamos ahora, presente, realidad. Es imposible visualizar un suceso por venir. ¿Qué es la memoria? ¿Es una respuesta a la adapación de la Natura al proceso evolutivo que entendió que era necesaria una superación del presente y que entendemos como supervivencia?
    ¿Qué sentido tienen las semillas? ¿Cómo llegó la Natura a desarrollar esa cualidad de superar el instante presente? ¿Qué inteligencia consiguieron microorganismos ue el humano aún es incapaz de comprender? ¿Que son las neuronas y por qué desarrolló la Natura esa cualidad en los humanos? ¿El cerebro humano comprende mejor el espacio y el tiempo que otras criaturas? ¿Es el concepto de tiempo humano lo que rige a otras crituras de igual manera?
    ¿QUé limitaciones encontró la Natura para no dotar al cerebro humano de una mayor clarividencia? Las hormigas ordeñan pulgones y se nutren de cochilnilla que ellas mismas colocan y recolocan en plantas. La simbiosis, otro ejemplo de inteligencia. Las plantas y sus colores, sus aromas. ¿Tiene la Naturaleza para comprenderse a sí misma? ¿Posee la Natura otros sistemas de reconocimiento de la realidad que se nos escapan por pura limitación natural? Nuestra civilización, sin petróleo producto de putrefacción de seres anteriores, no hubiera podido desarrollarse. Ni siquiera tendríamos electricidad si no existieran elementos en ella con los que crear instrumentos. Es como un juego de evolución en el que no tnemos por que formar parte protagonista. ¿Y si somos otro instrumento de la Natura para desarrollar otros sistemas psico-sensoriales posteriores? ¿Y si se conociera la razón del Universo, la realidad que nos rodea? Si fuésemos conocedores de todas las reglas… ¿terminaría la partida?

    19 julio 2023 | 01:20

  2. Dice ser Cacao mental o sopa de ideas. El antes que puede ser después

    El Senado de USA pretende promulgar una Ley sobre vida extraterrestre. Y no sólo eso, sino que lo hace para exigir a cualquier humano que dependa de su poder, que presente todo material tecnológico no humano que posea, ofreciéndoles incluso pactos de amnistía en caso de haber desarrollado tecnología inversa con ellos.
    La Tierra ha sido diana de otras civilizaciones durante miles de millones de años, por su situación respecto a una estrella madre, por ejemplo. No deberíamos mirar al Universo buscando vida desde el presente, sino hacerlo atendiendo también a la posibilidad de que nos hayan encontrado antes, porque hay más posibilidades para el segundo caso que para el primero.

    19 julio 2023 | 01:23

  3. Dice ser elvish112a@gmail.com

    Aunque la vida en la Tierra sea enormemente diversa, todos los organismos terrestres compartimos rasgos comunes, como estar organizados en células y estar constituidos por cuatro macromoléculas principales: proteínas, glúcidos, lípidos y ácidos nucleicos. ¿Debemos interpretar nuestros rasgos comunes como propiedades esenciales de la vida o simplemente como la mejor solu­ción para prosperar en el ambiente de nuestro planeta?

    20 julio 2023 | 07:10

  4. Dice ser Tatano_rc182@hotmail.com

    Con base a este blog,que existían microorganismos hace 3.500 millones de años
    Podríamos ser nosotros los humanos la civilización más avanzada en todo el universo

    21 julio 2023 | 08:42

  5. Dice ser Blas Garcia

    En mi opinión muy pronto tendremos la certeza de que existe vida extraterrestre; se están empezando a escuchar noticias de gente con bastante crédito de que el gobierno de EEUU tiene evidencias desde los años 50.Pienso que pronto se mostrarán dichas pruebas.

    27 julio 2023 | 08:39

  6. Dice ser Extraterrestres desnudos por todas partes,oh, la Hecatombe

    Lo único que espero es que los extraterrestres no sean tan limitados, mentalmente, como los humanos.
    Si su civilización es más avanzada, eso querrá decir que habrán superados los muros de religiones, fanatismos ideológicos tabúes contra sus cuerpos, amor y cuidado de la Natura que les dio existencia. Habrán conseguido una unión más profunda y honesta, respetuosa con aquello que los ha creado. Se habrán dado cuenta de que sus neuronas las traen de serie desde el nacimiento, que su inteligencia es producto de evolución, así como las manos, los pies, incluso los pezones… a los que no les pondrán cuadraditos de censura culpando a congéneres de su especie a tapárselos por parecerles malignos para sus mentes…
    Oye, pero igual vienen en tanga y taparrabos y los acepta mejor la gente humana…

    29 julio 2023 | 11:50

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