Tres pasos para protegerse frente a la desinformación

Por Sara Degli-Esposti y David Arroyo (CSIC)*

Desinformación, manipulación informativa, propaganda, noticias falsas o verificación de noticias son algunos de los términos que resultaban de interés en el ámbito de la comunicación de la ciencia antes de enero de 2020. Con la irrupción de la pandemia de COVID-19, ese interés se extiende a todos los ámbitos de los medios de comunicación, en especial al de las redes sociales.

Ilustración: Kurzgesagt – In a Nutshell, para el proyecto TRESCA

¿Cómo afrontar la desinformación? Jaron Lanier, pionero de la realidad virtual, lo tiene claro: habría que abandonar por completo las redes sociales. Así lo expuso en Ten arguments for deleting your social media accounts right now (diez razones para borrar tus redes sociales ahora mismo), ya que estas solo sirven para hacer que las personas estén más enfadadas, tengan más miedo, sean menos empáticas, estén más aisladas y reaccionen de modo más irracional. Pero, ¿qué pasa si no queremos perderlas y si queremos usarlas, por ejemplo, para que la comunicación científica llegue a más personas? Para reducir los riesgos de exposición a la manipulación informativa, desde el proyecto TRESCA** proponemos una metodología acompañada de un conjunto de herramientas que denominamos ‘Ms.W’ (Misinformation Widget) que nos ayuda a detectar información errónea o, incluso, campañas de desinformación.

Aquí resumimos brevemente esta metodología centrándonos en tres temáticas: la fiabilidad de las fuentes, la veracidad del mensaje y los sesgos del usuario, haciendo hincapié en las emociones que genera cada noticia. Se puede encontrar más información sobre esta metodología en el módulo 5 del curso online gratuito Communicating trustworthy information in the digital world (cómo comunicar información fiable en el mundo digital) y en la Guía LADA Cómo protegerse de la desinformación dentro de la serie ‘Cómo hacer…’ de La aventura de aprender, que se publicará a final de 2022.

Primer paso: verifica la fiabilidad de la fuente de información

  • No confíes en una noticia simplemente porque quien la comparte pertenezca a tu círculo de confianza. Si no confías en la fuente, realiza algunas búsquedas para ver otra información que haya publicado anteriormente.
  • Comprueba que la noticia realmente fue escrita por una persona o una organización que realmente existen, y no por un bot o una cuenta falsa. Fíjate que no existan organizaciones o personas con nombres similares o que compartan la imagen de perfil, y que la cuenta haya sido creado recientemente. Además, puedes hacer uso de herramientas para la detección de bots.
  • Verifica que lo que te ha llegado no ha sido manipulado o generado utilizando imágenes sacadas de contexto. Confirma que la fuente no se corresponde con un sitio de noticias desactualizado o creado ad hoc para dar difusión a una noticia. Si la fuente es un vídeo o tiene imágenes, se pueden usar herramientas de búsqueda inversa.
  • Ten en cuenta la objetividad y la intención del autor y/o de la fuente de la información y su ideología o agenda política. Puedes utilizar el detector de sesgo Media bias para hacerte una idea del sesgo ideológico de la fuente. Además, puedes hacer uso de nuestra metodología para realizar identificación de autores mediante el análisis de estilo de escritura.

Imagen: Marco Verch / Flickr

Segundo paso: determina la veracidad del mensaje

  • Revisa el contenido de la noticia para determinar si toda la información apoya la historia comprobando los enlaces. Comprueba que las citas sean reales y se ajusten al significado original.
  • Verifica si hay otras fuentes que se hayan hecho eco de los que se declara, denuncia o notifica en el mensaje. Comprueba si el contenido se ha hecho con intención de entretener en vez de informar, y si su mensaje es irónico o sarcástico.
  • En el fenómeno conocido como clickbait o ‘señuelo para que hagas click’, se suelen usar titulares que enganchan y no corresponden con su contenido. Antes de compartir, comprueba que esto no sea así. Puedes usar nuestra herramienta de detección de clickbait.
  • Comprueba que el contenido no ha sido identificado anteriormente como bulo, y que no haya habido noticias similares ya denunciadas como caso de desinformación por servicios acreditados de verificación de información.
  • Haz copias de todo el contenido por si en el proceso de comprobación ‘desaparece’ o los archivos se estropean. En el caso de que ‘desaparezca’ contenido, puedes hacer uso de The Internet Archive.

Ilustración: Irene Cuesta (CSIC)

Tercer paso: observa o controla las emociones y analiza la noticia desde distintos puntos de vista

  • Si sientes que tus emociones ‘se disparan’, ponte en alerta. Tus creencias o prejuicios pueden afectar tu capacidad de juzgar justamente la veracidad de la noticia. Muchas campañas de desinformación tratan de provocar tu respuesta emocional para aumentar su difusión.
  • Si el contenido busca provocar una reacción emocional en uno u otro sentido, es probable que sea desinformación. La desinformación intenta aumentar la polarización y la desconfianza entre personas o grupos animándolos al enfrentamiento.
  • Sospecha de cualquier contenido que intente atentar contra la integridad de sistemas electorales, o que promueva discursos de odio o mensajes que apoyen la misoginia, el racismo, el antisemitismo, la islamofobia, la homofobia o la LGTBIfobia, o que promuevan conspiraciones sobre redes globales de poder.
  • Tanto si el contenido está patrocinado como si no, ten en cuenta que pueden utilizar tu actividad previa en una plataforma para identificarte como posible objetivo de una campaña de desinformación, y usar esa información para identificar tus puntos débiles. Por ello, la protección de la privacidad es un elemento crítico para combatir de forma efectiva la desinformación.

 

* Sara Degli-Esposti es investigadora del CSIC en el Instituto de Filosofía (IFS-CSIC) y ha sido la directora científica del proyecto TRESCA; su trabajo de investigación se centra en la ética de la inteligencia artificial. David Arroyo es científico del CSIC en el Instituto de Tecnologías Físicas y de la Información Leonardo Torres Quevedo (ITEFI-CSIC) y experto en ingeniería criptográfica, privacidad y seguridad de la información; ha sido investigador principal (IP) de TRESCA y actualmente es IP del proyecto XAI-DisInfodemics – eXplainable AI for disinformation and conspiracy detection during infodemics (IA eXplicable para la detección de desinformación y conspiración durante la infodemia).

** El proyecto TRESCA, cuyas siglas responden a Trustworthy, Reliable And Engaging Scientific Communication Approaches (enfoques de comunicación científica dignos de confianza, fiables y atractivos), ha recibido financiación del Programa de Investigación e Innovación Horizonte 2020 de la Unión Europea. Los resultados del proyecto, terminado en abril de este año, están disponibles en la web oficial: https://trescaproject.eu.

2 comentarios

  1. Dice ser La realidad contada por una parte

    Entonces no haremos caso de casi ninguno de los medios oficiales.
    La tele y los diarios parecen siempre ir en contra de los movimientos que avanzan. No reflejan la realidad como se debiera. Parece que están en un púlpito paternalista a diario.

    19 julio 2022 | 11:30

  2. Dice ser La realidad contada por una parte

    ¿Cuánto han tardado los medios de comunicación en aceptar la variedad sexual humana?
    Vale.
    ¿Cuál ha sido la fuente de información que contrastaba la realidad?
    Vale.
    ¿Qué valor tienen los premiso recibidos por periodistas que ni por asomo hablaban de estos teas?
    Vale.
    ¿Cuántos informativos y diarios dejan de censurar el pezón femeninos allí donde hablan de feminismo y liberación de la mujer?
    Vale.
    ¿Cuántos informativos y diarios dejan de censurar el cuerpo humano?

    Y mira que aparecen noticias falsas, tergiversadas…
    Pues como con estos temas, con otros. Basta recordar el enfoque que se dio en sus inicios del 15M para darse cuenta de lo que hay.

    19 julio 2022 | 11:35

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