¡Atención! Depredadores de la ciencia. Te contamos por qué son peligrosos y cómo combatirlos

Por Mariano Campoy Quiles (CSIC)*

Todas las personas que nos dedicamos a la ciencia recibimos diariamente correos electrónicos invitándonos a supuestos congresos científicos o a escribir artículos en revistas de reciente creación y editorial de dudosa fiabilidad. En mi caso, recibo literalmente entre 40 y 50 invitaciones de este tipo a la semana. Estos mails no reflejan en ningún caso la calidad de la investigación que se lleva a cabo en mi grupo, ni siquiera hacen referencia a mi área de estudio.  Se trata de invitaciones realizadas por editoriales y entidades conocidas como depredadoras, cuyo objetivo no es el avance de la ciencia, sino, única y exclusivamente, el lucro. Estas revistas y congresos ‘depredadores’ surgen de la actual situación de altísima competencia para conseguir becas y plazas en el sistema científico internacional, unida al cambio gradual hacia revistas de acceso abierto en las cuales paga el que escribe, no el que lee. Hasta hace poco simplemente borraba los correos sin darle mayor importancia, pero estas prácticas pueden resultar mucho más dañinas que un simple spam, por eso conviene saber identificarlas e intentar combatirlas. Comparto algunas claves que pueden ser útiles.

Investigadores e investigadoras emplean mucho tiempo en filtrar y eliminar mensajes engañosos sobre congresos y revistas que se anuncian como científicos pero, en realidad, no buscan el avance de la ciencia sino el lucro de los organizadores. / Alejandro Santos.

¿Cómo reconocer a los depredadores científicos?

  • Usan vocabulario pomposo en textos llenos de faltas ortográficas. Los depredadores utilizan un vocabulario muy rimbombante en sus invitaciones, elogiando en exceso a los investigadores. Sin embargo, los correos y las webs suelen tener un estilo muy pobre, con faltas de ortografía, diseño poco profesional, y textos que muestran desconocimiento de cómo funcionan las revistas y congresos. Además, suelen usar estrategias comerciales incluyendo expresiones como “oferta de lanzamiento de la revista X”, “gratis para artículos publicados este año” o “descuento si te registras esta semana”.
  • Piden dinero cuando no toca. El pago por hacer un artículo de acceso abierto se hace siempre una vez aceptado el artículo, más o menos cuando se están gestando las pruebas de imprenta, nunca antes. En los congresos hay un Early birth registration y una inscripción normal abierta hasta en el mismo sitio del congreso. Si te piden dinero antes, sospecha. Los depredadores solicitan un pago antes de saber si tu contribución está aceptada, o para poder enviar el abstract, o incluso piden pagar unos supuestos “gastos de gestión” para que un artículo vaya a revisión por pares. No conozco ningún congreso legítimo que utilice estas prácticas.
  • Los responsables de la organización no son entidades científicas ni universidades. La invitación a estas actividades te llega de un supuesto “gestor” del congreso o revista, normalmente con nombre un poco raro, tipo Snowy Wang, Sofía Loren, etc. No hay un investigador que firme el mensaje como parte del comité organizador, ni una universidad o asociación profesional que lo respalde, ni un comité científico que asegure su calidad. A veces hay comités inventados en los cuales no conoces a nadie, porque se usa un mismo comité para cientos de revistas/congresos a la vez. Tampoco puedes hablar directamente con ellos, ya que en la web o en el mail no hay una dirección postal o un teléfono.
  • Anuncian lugares idílicos sin especificar el alojamiento. Los congresos se organizan en lugares peculiares, como cruceros, playas o ciudades emblemáticas. Si bien esto no es malo de por sí, sí que podría ser un indicio de que ofrecen un destino en vez de un contenido científico. A veces te confirman la ciudad, y te dicen que el hotel será revelado cuando te registres.

Los correos de eventos/revistas depredadoras oscilan diariamente entre el 10 % y el 30 % de los correos útiles. Esta gráfica muestra el número de correos electrónicos recibidos en mi cuenta durante dos semanas elegidas de forma aleatoria. En azul están los correos útiles, después de quitar los correos de congresos y revistas depredadoras (en rojo), así como spam genérico y publicidad. / Mariano Campoy

¿Por qué hay que combatirlos?

  • Porque son un timo. Estas revistas y congresos son creadas por entidades privadas, que lanzan decenas de miles de títulos simultáneamente inventando comités científicos o utilizando los nombres de los científicos sin su permiso. En cuanto a las revistas, normalmente no están indexadas, o literalmente se inventan su factor de impacto. A pesar de lo que aseguran, está demostrado que no revisan los artículos por pares, y desvirtúan el concepto de acceso abierto al hacer del escritor su cliente: como no se paga por leer, no es necesario que la revista sea de calidad, ni siquiera que se lea. Los congresos son también un fraude. Copian los nombres de congresos oficiales y organizan eventos que, bajo el paraguas de ser multidisciplinares, incluyen un grupo de científicos que hablan de temas totalmente distintos.
  • Porque nos hacen perder tiempo, dinero y oportunidades. Si tienes la mala suerte de que te consigan embaucar, perderás varios cientos de euros en un congreso que no te reportará ningún beneficio científico, o en un artículo en una revista que nadie leerá jamás. Pero aún si no te engañan, cuestan dinero, porque hay que dedicar un tiempo, bastante elevado si hacemos los cálculos anualmente, a filtrar y eliminar este tipo de mensajes. Tiempo que deberíamos usar para investigar, no para huir de estafadores. Además, te pueden llevar a borrar por error invitaciones legítimas.
  • Porque hacen tambalear los cimientos del sistema científico. El avance científico se basa en la diseminación de resultados y el intercambio fructífero de conocimiento en revistas y congresos. Si no se asegura el sistema de revisión por pares y de selección por comisiones y asociaciones especializadas, se acabarán desvirtuando las actividades mismas que hacen posible el sistema científico. Por ejemplo, bajo la gran presión que hay actualmente en el mundo académico, habrá quien embellezca su currículum a base de pagar por publicar o por que le inviten a dar una charla en un congreso de pega.

 ¿Cómo luchar contra los depredadores científicos?

  • Que todo el mundo lo sepa. Existen listas de congresos y revistas depredadoras donde informar de estas prácticas.
  • Hacer spam back. Un punto débil de las empresas detrás de estas editoriales y gestoras de congresos es que, a pesar de estar organizadas muy bien, son empresas muy pequeñas, con poco personal. Imagina que todos los investigadores respondemos a sus invitaciones con peticiones peculiares: recibirían miles de correos y no sabrían cuales son de científicos despistados, científicos conscientes que siguen el juego y cuáles de spam. Y como explica el escritor James Veitch, todo el tiempo que dediquen a contestarte, no estarán timando a nadie más.
  • Vigilar y penalizar estas prácticas. El personal investigador que esté en un comité de evaluación debería estar atento y penalizar a los candidatos que participen en actividades organizadas por entes depredadores. No evalúes positivamente ni contrates a alguien con un currículo burbuja.

* Mariano Campoy Quiles es investigador del CSIC en el Instituto de Ciencia de Materiales de Barcelona (ICMAB).

2 comentarios

  1. Dice ser Logaritmos

    Los engaños y los intentos de vender existen en todos los ámbitos. Los más peligrosos son los que afectan a la salud.

    01 julio 2019 | 13:19

  2. Dice ser Friv

    Yo fui uno de esos que fui engañado y fui a un congreso científico y ya estando ahí nos querían vender productos y juegos de mesa.

    10 julio 2019 | 15:37

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