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Mira quién Baila o cómo enseñar teta y besar a otra mujer

Si yo fuera Colate estaría como el gocho que ve que llega San Martín y se va quedando solo en el corral… Sí, ya se han ido Maribel y este lunes fue también eliminada Marina Danko.

Se está haciendo un sorteo para la próxima expulsión y Colate tiene todas las papeletas, el bombo y va a ser la mano inocente.

En fin, que la cosa comenzó con Cantizano vestido con la camisa más fea que pudo encontrar (y debió buscar con ansia por medio mundo) y diciendo que «el programa huele a gastronomía, el plató, la pista huele».

No sabemos si se refería a que alguien se había ido de vareta y el plató olía a garbanzos fermentados o que era el especial de Master Chef. Debió ser esto último, porque luego aparecieron Eva González con su salero habitual y los miembros del jurado de Master Chef.

«Esta noche van a pasar por aquí muchas cosas grandes«, dijo Eva González, que estaba on fire, lo que en su caso es ser capaz de decir «estoy bailonga» mientras hace el baile de la culebrilla coja. Si yo fuera Cantizano me ponía a echar currículums por si acaso.

El primero en bailar fue Miguel Abellán, una versión de El libro de la Selva con la palabra plátano metida con calzador. Y metida en su recto, por cierto, porque comenzó el baile haciendo unos aspavientos como si se hubiera dejado una banana en sofá y luego se hubiera sentado dejándose caer.

La coreografía terminaba con Abellán comiéndose un plátano, lo cual es poco meritorio. Lo suyo es que le hubieran puesto una calabaza matancera y se la hubiera tenido que meter en la boca igual.

Eso sí, se le perdona porque acabó de comérselo como todos esperábamos que hiciera, esto es, agarrándose la nuca y metiéndoselo hasta el píloro. ¿Sabéis la peli Garganta Profunda? Pues antes que por el toreo a Abellán le dio por el cine.

Una cosa, ¿por qué las peluqueras odian a Angel Corella? ¿Por qué le hacen esos peinados que parece el puñetero Darth Vader con el casco mal puesto? Joder, si es que le para la Guardia Civil yendo en moto y le homologan el pelo.

Y luego, como Abellán es como un sargento de la I Guerra Mundial, que trinchera que ve, trinchera en la que se quiere meter, sacó a bailar a Eva González y se puso a darle vueltas a la muchacha que acabó mareada como para hacer la niña del exorcista vomitando en modo aspersor por todo el plató.

Aquí tenéis la imagen:

Así se hacen las salchichas

La segunda en bailar fue Corina, seguramente con el síndrome de la princesa destronada, porque ya hay una tal Laura ocupando su puesto. Así que salió a lo Massiel y lo digo porque iba descalza, no porque viniera de botellón.

Entonces Pepe se ofreció a enseñarle cocina a Corina. Sí, pillín, ya sé yo qué platos le quiere enseñar… el pincho moruno y el pollo asado.

Vimos un vídeo en el que los calcetines de Corina tenían más mierda que el rabo de una vaca. Eso no eran calcetines sucios, eso eran los pies de Tutankamón. Los dinosaurios se extinguieron por una peste desatada por esos calcetines.

Corina habría bailado bien si Corina bailara. Porque lo de esta chica ya no son bailes, son números del Circo del Sol y no lo digo en plan bien. Cuando hagan Mira quién hace Posturitas o Mira quién esboza el Kamasutra que la llamen.

El Sevilla le preguntó a Jordi qué plato sería Corina si fuera un plato de comida. Y Jordi, con cara de José Luis López Vázquez mirando a una sueca dijo: «caviar». Vale, Corina es una pasta babosa y negra que huele a pescado. Toma piropo.

«El gordito feliz, el gordito competitivo, el hombre bueno…» así definió Canti a Fernando Abizu. El actor salió con una sonrisa pero soy yo y salgo en plan «el gordito que suelta hostias como panes», por listo.

Albizu comenzó la coreografía soplándole al porrón y con cara de joderle horrores separarse de él. Lo que pasa es que seguramente le habían puesto vino de brick de a 0,50 el litro y se dio al baile como si no hubiera mañana.

Y es que (ya sabéis que es de mis preferidos) Albizu tiene una plasticidad que ya la quisieran para sí muchos y muchas. Uy, plasticidad, si hasta parece que soy un tipo leído. En realidad es que he visto la palabra en un anuncio y me venía bien.

Y en cuanto acabó el baile, pues se fue para el porrón, aibalahostia, claro que sí.

El Sevilla intenta ser ingenioso y echar piropos y suelta cosas como «eres el potaje de este programa». Joder, otra alegría. Definitivamente las metáforas culinarias no molan para halagar.

El siguiente fue Colate, que como sabéis, es hermano de Colata, la de Master Chef. Y como son muy de andar por casa, pues se pusieron a saludar a su madre. Y claro, como del padre no dijeron nada los dos han sido desheredados.

«Siempre ha bailado fenomenal, ha sido un gran bailarín», dijo Colata, haciendo que Noemí Galera se descojonara, para decirle con una cara de mala leche como de sacar navaja: «No, no te rías».

No hay nada como que llegue tu hermana y sea ella la que te diga que te han vestido de domador. Y así era, Colate iba vestido de versión extendida de Ángel Cristo, el montaje del director.

Más que Mira quien Baila el programa debería llamarse «Beso, atrevimiento o verdad«, porque se pasan la vida dándose besitos unos a otros y sobre todo a Cantizano.

De hecho, Colate le cascó un beso en los morros de los que te dejan los piños metidos para adentro. Con tanto intercambio de saliva Cantizano se va a convertir en un foco infeccioso.

Colate me dio pena. Noemí le ha dado calabazas y Eva González le dijo «¿quieres que le dé un beso a Jaime? Ah, ¿a ti? ¡¡¡A TI NO!!!«.  Joder, le faltó hacer el gesto de meterse los dedos en la garganta y llamarle bicho. Que diplomática es Eva Calabacez.

«Me sigo poniendo muy nervioso por tener chicas tan guapas tan cerca», dijo Colate, cuyo problema al parecer es ese. Vamos a ver, ¿es que no puede sacudirle el cuello a su amigo calvo en el hotel antes de ir al plató? ¿Acaso algo le impide apurar el tubo de dentífrico? ¿Está prohibido pulir la garrota?

Colate bailó la canción esa que es mitad en español mitad en finlandés, ya sabéis, la de Sarandonga, que en finés significa «por la patilla».

La bailarina sobrevivió de milagro. En la coreografía había dos piruetas: una no pudo hacerla porque Colate estaba buscando setas por el escenario y la segunda la hizo con gran peligro para la vida del artista, usando un brazo chicle de Colate como punto de apoyo.

Al acabar el público coreaba el nombre de Colate, más que nada porque les han dicho que o aplauden o se quedan sin el bocata.

Felipe López iba vestido de pingüino que encuentra curro sirviendo bodas de postín. El baile, pues muy bien, como siempre, maldita sea. Eso sí, el jodío mueve los brazos y parece que están desplegando las alas un cóndor andino.

Y llegó mi Adriana Abenia. Ah, mi Adriana, ese ángel dorado de… ¿Pero qué leches llevaba puesto? La habían vestido de princesa chicle, por lo que me extrañó que el bailarín no fuera vestido de Finn y Jake estuviera por allí.

Durante los ensayos mi adorada y grácil Adriana comprobó la dureza de su hueso frontal del cráneo golpeándolo una y otra vez contra las alforjitas del amor de Poty. Aquello no eran testículos, eran el burladero de las Ventas recibiendo cornadas.

Abenia bailó como para ponerle una estatua en la Plaza Mayor de todos los pueblos de España y eso que no sé como veía un carajo, porque lo hizo con el pelo en la cara la mitad del baile. Era como la novia depilada de Chewbacca arrancándose con un cha-cha-cha.

Y eso ya fue de calentón en calentón. En primer lugar se le escaparon ligeramente las domingas, lo cual es siempre de agradecer (yo soy de la Coordinadora para la liberación de las peras limoneras) pero es que además se arrimó a Eva González y le cascó un morreo de madre y muy señora mía.

A punto estuvo de dejar embarazada a Eva González. Fijaos:

Adriana y Eva González, en Mira quien Baila (TVE)

Adriana y Eva González, en Mira quien Baila (TVE)

Y ahora fijaos otra vez: ¿veis a Albizu? JA JA JA JA Cómo disfrutaba el jodío, sólo le faltó sacar las palomitas para ver el espectáculo. ¿Y la cara de Pepe de señora mayor escandalizada en la cola del pan? ¿Y la postura de Poty de estar esperando un abrazo de su amigo invisible?

La última en bailar fue Marina Desatranco. Le tocó bailar un «urban» por lo que salió con el cuello lleno de cadenas de oro, como si fuera la madre de MA Barracus y estuviera bajando al patio a llevarle el bocadillo.

Bailaron «Sopa de Caracol», pero en versión hip-hop. Aprovecho para revelaros que la canción dice «What a very good soup», y no «Guata meri consup».

Marina bailó que si le pones la música de «Los pajaritos» habría encajado la coreografía igual. Parecía la gimnasia de mantenimiento que hace mi abuela en la casa del jubilado.

¿Y a que no sabéis qué? Pues que se fue a la calle Marina Danko. Yo creo que en las casas de apuestas no admitían especulaciones al respecto porque habría ganado hasta la gente que no jugara. Pero en este programa hay vida después de la expulsión. Para muestra un botón:

Al ser expulsada, Maribel regresó junto a las alcachofas, pero las alcachofas son como los tigres, que como huelan un olor extraño rechazan a los cachorros y Maribel fue expulsada de la manada de alcachofas, por lo que tuvo que regresar al programa.

Y así quedó la cosa. ¿Quién se irá la semana que viene? ¿Tiene algo que hacer Colate?

Mira quien baila o cómo jugarse la dentadura bailando

Cantizano me está fastidiando más que un calzoncillo de los que te violentan el ojete insistiendo en meterse por la canaleta como si estuvieran haciendo una puñetera madriguera.

Sí, porque cuando le vi en la primera gala con la pajarita del payaso de Micolor pensé que todo el monte era orégano y que siempre tendría algo que criticarle. Pero no, el jodío se pone ropa normal.

Bueno, normal si consideramos ropa normal la que se pondría un señor de setenta años para ir a ligar a un local de esos a los que van las señoras con abrigo de pieles a las seis de la tarde para bailar pasodobles y salsas artríticas.

Uy, mira, al final le he criticado igual. Es tan fácil ser yo…

El primer duelo de la noche lo protagonizaron Marina Danko y Miguel Abellán.

Marina EsBanco, porque tiene la misma movilidad que el mobiliario urbano, iba vestida de india. Pero no en plan Pocahontas, sino de las otras, de las de la India. En realidad parecía que los de atrezzo tenían unas cortinas que no sabían qué hacer con ellas y se han dicho, pues mira, para la Danko.

Se suponía que Abellán también iba vestido con inspiración india, a lo Bollywood, lo que pasa es que para él habían usado unos visillos y el aspecto era más de llevar un camisón y hacer pis en un orinal guardado debajo de la cama.

¿Por qué Abellán tiene siempre ese meneo en el cuerpo? ¿Es por si hay un toro agazapado tras el decorado e intenta atacarle por sorpresa? ¿Para poder escapar? ¿Para despistarle? ¿Porque tiene unas ladillas como centollos gallegos?

El caso es que Marina hizo un baile gastronómico. Sí, movía las manos así como si estuviera dándole forma a las croquetas, batiendo huevos, sacando cosas del horno… Como si le viniera la familia a cenar.

El día menos pensado, por cierto, el jurado valora al bailarín, porque total, es el único que baila…

Al acabar Cantizano le dijo que la había visto «muy suelta con el movimiento de caderas… te sientes muy a gusto, ¿verdad?». Porque lo estaba viendo, que si es un programa de radio me pienso que Cantizano se la acaba de trincar y está comentando la jugada.

Corella nunca deja de sorprendernos. La semana pasada iba de niño bueno de familia de barrio adinerado y ésta se había caracterizado como para pedir en el metro. Yo creo que hasta olía a choto revenido.

«Yo a la India voy a ir poco», dijo Abellán cuando le dijeron que allí no se pueden besar por la calle. Claro que sí, joder, buscando los viajes culturales. A tomar por saco, ya, al Fabrik, que allí cultura hay una mierda, pero pillas a una poligonera en el parking y te pones ciego.

El baile de Abellán… pues la verdad, parecía un hare krishna con un boleto premiado del euromillones. Como un monje tibetano pasando por encima de unas brasas. Como un shaolín con lombrices como pitones rascándole el ojal. Y madre del amor hermoso ¡el desgraciado aprovechó para hacer un pase torero! ¡Hasta en un baile que viene de donde las vacas son sagradas! Este chico no respeta nada.

Norma Duval no hace controles anti dopping al final de las galas, ¿no?. Tras un empate que le tocaba resolver decidió que pasaban los dos.

Segundo duelo: country. Se enfrentaban Maribel con Colate.

«Tiene que estar más acostumbrado al country porque viviendo en Miami está más cerca», dijo Cantizano de Colate. Cojonudo. Siguiendo ese razonamiento yo estoy acostumbrado a operar cerebros porque mi vecino es cirujano.

Colate iba vestido de Chuck Norris en Walker Texas Ranger. De hecho iba vestido de Colate Marbella Dancer. Los dinosaurios miraron mal a Colate una vez, una sola vez. Dios dijo «¡Que se haga la luz!» y Colate respondió «Pídelo por favor». Colate se sabe de memoria la clave que venía por defecto en su Wifi…

Maribel no bailó country. Bailó caponantry, que es imitar a la gallina Caponata comiendo maíz. ¿Sabéis esas coreografías que hacen las niñas de doce años para el baile de fin de curso del cole? Pues a Maribel la habrían expulsado del colegio.

«El bourbon parecía que te lo habías tomado antes de bailar», le dijo Noemí Galera. ¿Bourbon? Popper, Cristal, MDMA… y todo con una bebida energética de marca blanca.

Colate era como un anuncio de Malboro, lo que pasa es que le veías y te daban ganas de dejar de fumar, de dejar la bebida e ir a vivir a una comunidad terapéutica a cultivar patatas y remolachas.

Su coreografía consistía en quedarse parado mirando a la bailarina y mover los pies como si estuviera intentando colocarse el huevamen en el calzoncillo disimuladamente en misa de doce. Acabó el baile a lo Cantinflas, poniendo el sombrero para que no se viera el beso.

Y de nuevo un empate en las votaciones… y de nuevo la falta de control de sustancias en Norma Duval: decidió que no pasara ninguno de los dos. Mira, en eso acertó.

Una cosa os digo: en esa gala Noemí Galera tuvo pérdidas de orina de lo que se rió. Que forma de descojonarse. Si la llevan de jurado a Muchachada Nui no se echa más risas.

Tercer duelo. Adriana Abenia VS Fernando Albizu.

Duelo en la cumbre. No me pueden gustar más los dos. De hecho, este post está dedicado a ellos y a su capacidad de persuadir poniendo morritos (os recomiendo que les sigáis en Twitter: @abeniaadriana y @FernandoAlbizu).

Como bien sabéis, el lunes empezó Supervivientes así que, por mi manía de no querer ser ubicuo, no pude ver Mira quien Baila. El gran Albizu me informó de su pena por no tener post del programa y yo le dije que lo sentía, a lo compañía de telefonía cuando pones una reclamación. Pero entonces llegó esto:

Sí, con esas caritas adorables me convencieron para que hiciera el post, a costa de renunciar a las vacaciones en Bora-Bora que tenía programadas con Jessica Alba y diez amigas suyas…

En la octava gala de Mira Quien Baila mi adorada Adriana iba vestida de Chavo del 8. Aquí tenéis una imagen:

Adriana Abenia, bailando con el Chavo del 8

Adriana Abenia, bailando con el Chavo del 8

A la pobre mujer la habían vestido como a Julián Muñoz, con los pantalones haciendo callo en el sobaco. Y por si eso fuera poco, le habían cosido la bragueta, de forma que se estaba meando como una persona mayor mientras le intentan vender una batería de cocina.

Tenía que bailar Lindy Hop, un baile muy complicado, pero como mi Adriana vale su peso en oro (que no es mucho, pero en un compro-oro te llevas un pico) lo hizo de miedo, incluídas las acrobacias, en las que le dieron vueltas que si la enganchas en lo alto de un autobús te montas un helicóptero.

El Sevilla, que es un zalamero y me quiere robar a mi Adriana, se había escrito en la barriga I Love Adriana. Con el abdomen en escorzo de El Sevilla aquello era como el IMAX: en 3D.

La barriga de El Sevilla en Mira quien Baila.

La barriga de El Sevilla en Mira quien Baila.

Fernando Albizu iba vestido de hermano secreto de los Blues Brothers. Dijo que iba a bailar «gili pop». No, eso es lo que hace Paquirrín cuando dice que es DJ. Pero, me quedo con la expresión como método de troleo para personas non gratas:

– Hola, tienes pinta de bailar gili pop. Eres gilipoller ¿no?

Como de costumbre, lo hizo de toma pan y moja, pero hay que destacar la gracia y el desparpajo con el que hizo el paso de la paloma, moviendo el cuello alante y atrás como si estuviera buscando migas en una plaza.

Y ahí se me rompió el corazón. Porque estos dos sí que debían pasar. Y ganar. Y viva la madre que los parió. Ganó Albizu.

Y último duelo. El de los que bailan mejor pero son más sosos: Corina VS Felipe López.

Bailaron salsa acrobática. No sé si eso es una mahonesa hecha en un plato plano y que deje las paredes de la cocina con el gotelé.

Felipe López iba vestido de burbujita de Freixenet en pleno cambio de sexo. Corina era como un chicle pegado debajo de la mesa del instituto.

Hicieron bailes acrobáticos «peligrosos». A ver, que sí, que tienen piruetas y se pueden dar una hostia con la boca en el suelo como para estar cagando dientes un mes, pero tampoco están bailando con tigres de bengala…

La verdad, Corina lo hizo muy bien. Genial. Es así, qué le vamos a hacer. Supongo que es el destino: Ella jugándose el tipo en Mira quien Baila y su amado Yong Li jugándoselo en Supervivientes.

En el caso de Felipe López el mérito es de la bailarina, porque claro, te caes de lo alto de Felipe y te da tiempo a acordarte de tu familia antes de abrir una zanja en el suelo como las del Coyote en el Gran Cañón.

De hecho, si os fijáis bien, la muchacha llevaba paracaídas debajo del maillot. Y aunque en algunos tramos parecía que Felipe estaba en la cocina de un barco lo cierto es que también lo clavó, lo que en este caso significa no clavar a la bailarina en el escenario como una zanahoria.

A partir de ahí las cosas fueron rodadas. El duelo lo ganó Corina haciendo pleno con 20 estrellas (la primera vez que ocurre en esta edición) y el programa lo ganó también ella, por segunda vez. Esta chica lo peta.

Y el pato mareado… pues Maribel ha sido elegida Pato Mareado Honorífica. Madre del amor hermoso. El día menos pensado le dedican una plaza.

Mira quién baila o cómo hacer un tongo en televisión

La gala de anoche estaba dedicada a los números uno de «varias décadas», según dijo Canti. Cuando en Mira Quien Baila dicen «dedicar» en realidad están diciendo «destruir».

Sí, porque cogen las canciones y no las adaptan, no: las perpetran, las retuercen, las estrujan, las deforman y así hasta que entran en el ritmo que toque.

¿Sabéis esos juegos infantiles en los que hay que meter piezas de madera con formas geométricas por agujeros con la misma forma? Pues en Mira Quien Baila metían en cuadrado dentro del círculo a hostia limpia.

«Nos acercamos a las eliminatorias, de aquí a nada, comienzan a caer concursantes«, dijo Cantizano, como si esto en lugar de Mira Quien Baila fuera Los Juegos del Hambre.

Primer duelo:

Corina iba vestida de El Lago Azul y se enfrentó a Miguel Abellán que iba de El Pingüino antes de que empezara a engordar y le cogiera manía a Batman.

«Esta semana intentaré ser menos de barrio y más muñeca», dijo Corina. Yo oigo a esta chica decir estas cosas y pienso si no habrá oposiciones para Belén Esteban. Aunque para parecerse Corina debería meter la cara debajo de un camión…

Corina lo hizo muy bien, como siempre. Prueba de ello son los comentarios profesionales del jurado, como por ejemplo los de Norma Duval, que no dice «porté», ni figura, ni siquiera «acrobacia», no, dice «cuando has hecho el truco».

Abellán también lo hizo bien, pero si algo sabe hacer bien el chaval es quedarse con la gente. El muchacho saca su carita de muchacho bueno y simpático que toda madre querría para su hija. Una carita que haría que el gato de Shrek pareciera un atracador con navaja.

Hasta Mira Quien Baila El Sevilla me caía bien, pero se me está haciendo ya un poco pesado. A ver, si eres jurado, eres jurado y no puedes ser el prota siempre. Por favor, que alguien le deje un anónimo en su taquilla con este mensaje.

Corina lo petó, llevándose 19 estrellas de 20 posibles, así que ganó el duelo.

Otro duelo:

Adriana Abenia, mi Adriana, iba vestida de rusa vestida para una boda en agosto. O sea, sencilla y discreta como para presentársela a tu abuela después de la misa de doce.

Adriana bailó muy bien, peeeeeero, como mi amor no me impide ser objetivo diré que en el primer porté, en el que se subía haciendo equilibrio sobre la pierna del bailarín, parecía un flan subido a una gelatina encima de una lavadora centrifugando.

Y además, le dejó el pantalón lleno de mierda. ¿Dónde se había metido con los zapatos de bailar? ¿Es que no les llevan en taxi y tubo que llegar cruzando por medio del monte?

«Poder abrirse de piernas completamente es algo que juega a tu favor«, dijo Corella. A ver, sí, sé que lo dice en un plano de baile, pero qué queréis que os diga, es imposible oír eso y no extrapolarlo al ámbito sexual.

Felipe López iba vestido de cielo azul. Es más, con lo alto que es lo que le faltaban eran las luces rojas de señalización para que los aviones no se hostien contra él.

En Mira Quien Baila deberían ser más cuidadosos a la hora de elegir el orden de los concursantes: hay que alternar gente que baile bien con Colate, Marina Danko y Maribel.

Más que nada porque si no, yo me aburro como una puñetera seta viendo documentales sobre la reproducción de la chinchilla coreana enana del trópico.

Y lo digo porque Felipe López bailó espectacularmente bien, maldita sea. Odio a la gente habilidosa. Eso sí, como bien se dijo en la gala, la bailarina se jugó el tipo haciendo una figura en la que su cabeza pasaba a unos milímetros del suelo y a toda leche.

Si falla Felipe López acaba la cabeza de la bailarina volando por el plató para acabar en el regazo de El Sevilla (y no me cabe duda de que El Sevilla no le haría ascos).

¡¡OLE, OLE Y OLE LOS OVARIOS DE MI ADRIANA!! Consiguió 19 de 20 estrellas también, incluidas 5 de Ángel Corella, que nunca las había dado. Y se llevó el duelo.

Y tercer duelo:

Maribel iba bebida. Creo que esta mujer hace licor de alcachofa clandestino en el sótano de su casa y que le da lingotazos antes de salir de casa para ir a bailar.

El atuendo era de yin-yang.

Os juro que me da mucha vergüenza ajena el rollito refrote picantón de Poti y Maribel. En serio, eso va a terminar mal. Ya que vais a la taquilla de El Sevilla a dejarle el anómino, dejad otro en el de Poti para decirle que esto es Mira Quien Baila y no Mira Quien Copula.

Maribel no lo hizo mal, lo que pasa es que le están poniendo un nivel que podría superar sin problemas la momia de Lenin.

Y a continuación bailó Fernando Albizu. Es el primer baile que se ha hecho en el programa entre tres. Estaban Albizu, la bailarina y un candelabro. ¿Sabéis lo de ser un sujetavelas? Pues esto parecía un homenaje a los amigos que no pillan cacho y van con el colega y la novia del colega.

Entoces fue cuando Norma Duval se puso en plan hoolligan y salió al escenario gritando ¡ALBIZU, ALBIZU! A mi me dio miedo. Seguro que esta mujer ha estado en más de una manifestación con una capucha y un pañuelo embozándole la cara.

Y después Norma se puso a bailar con Albizu, que no se había visto en una así y se puso más caliente que el pecho de un herrero. Si le dejan diez segundos más en lugar de un tango se bailan el Triqui, triqui, triiiiiiiiqui, triqui, triqui, Mon Amour, triqui, triqui, triiiiii.

¡¡¡TONGO CLARÍSIMO!!!

¿Pues no le dieron 19 estrellas a Maribel? Por el amor de dios, ¿es que les sobran estrellas y las quieren sacar antes de que caduquen?

El caso es que Mariben empató con Albizu (que es como si empata un combinado del Madrid y el Barcelona con un equipo de tercera regional) y Corella, que se precia de ser un profesional del baile, desempató en favor de Maribel.

Dios santo. La próxima vez que haya qe decidir entre dos compuestos químicos para las juntas de la Estación Espacial Internacional que me llamen a mi. Total…

Último duelo.

Marina Estanco VS Colate. Duelo en la… ¿qué es lo contrario de la cumbre? Pues eso, duelo en la llanura.

¿Por qué no me cae bien Marina Danko? Porque hace cosas como que cuando Colate baja por las escaleras y le aplauden (de cachondeo) ella dice «a mi no me decís nada«. Y lo remata con un «Colate, estás sudando…».

«Soy Marina Danko y tengo ritmo», dijo. Sí, este es su ritmo:

Un Seat Ritmo (productioncars)

Un Seat Ritmo (productioncars)

Su Seat Ritmo, que es con el que debe ir a por el pan.

A ver, no lo hizo mal, lo que pasa es que su coreografía era básicamente pasearse por el escenario siguiendo al bailarín. Noemí Galera le dijo que sí, que tiene mucho mérito por intentarlo. Eso es lo mismo que cuando te enseña alguien la foto de su novio, que es feo como para espantar a la muerte y tu dices «parece majo».

Colate hizo su coreografía con una bailarina llamada Alona. Es el femenino del término inglés Alone (solo), porque bailó así, sola. Colate estaba por allí, pisando huevos, intentando quitarse del zapato un zurullo de perro pisado, alejando un chihuahua violador de su tobillo… de todo, menos bailar con la chiquilla.

El muchacho daba unos saltitos con las piernas abiertas como si tuviera los testículos congelados y tuviera miedo de que le tintinearan.

Y pasó a la final Marina Danko. Ya lo he visto todo.

El caso es que se quedó una final de mujeres, que se llevó… ¡CORINA!

Bueno, eso por lo menos es justo, es bien cierto que la chica baila muy bien.

Y de pato mareado… pues por lo pronto Colate (que por cierto cumplía años), que tiene el título a perpetuidad y además… ¡Felipe López! ¿Pero esto que eeeeeeeeees?

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Y perdonad si ahora dejo un poco de lado el tono del blog, pero me gustaría decir unas palabras hoy, 11 de marzo.

Hace diez años el ser humano mostró, con apenas unos minutos de diferencia, lo peor y lo mejor que se puede esperar de nuestra especie. Nos enseñó la cara del fanatismo, de la crueldad y la necedad más grandes. Y unos minutos después, cuando el daño, el gran daño, el irreparable daño estaba hecho, pudimos ver a los héroes y heroinas, víctimas y rescatadores, que demostraron el valor de la bondad y el coraje.

Nunca nadie condecorará a toda esa gente anónima que ayudó, que salvó o que simplemente lloró allí mismo acompañando hasta el final. Nunca nadie sabrá cómo se supera algo así cuanto te toca, cuando te conviertes en víctima, y sin embargo miles de personas lo han hecho.

Mi corazón para ellos, para los que lo sufrieron y para los que ayudaron.

¡Mira quién baila! o un documental de sexo en la prehistoria

Azul eléctrico. En los años setenta a un hippie que estaba más colocado que el familiar de un ministro se le ocurrió crear un color capaz de quemar córneas como si fuera un arma láser de amplio alcance.

Y lo llamó azul eléctrico. Y la humanidad, en lugar de rechazar aquel invento infernal, se dedicó a crear prendas con ese color. Aunque la historia no lo mencione, atuendos, banderas y hasta calzoncillos de ese color han provocado guerras, tensiones diplomáticas y hasta divorcios.

Y así llegó hasta nuestros días, cuando Cantizano decidió ponerse una chaqueta de terciopelo color azul eléctrico por el que le habrían quemado por nigromante hace unos siglos.

Como el domingo fueron los Oscar, pues se montaron una gala dedicada a los Oscar. Lo que pasa es que era a los Oscar de cuando las estatuillas se hacían de yeso y salían por la tele en blanco y negro.

¿Alguien del entorno del programa puede explicarme (la verdad) del peinado de niño de colegio de curas de los 50 de Ángel Corella? ¿Eso qué era, un tributo a los clic de Famóbil y se puso el pelo-casco? ¿Era José Mota imitándole?

Primer duelo: Años 80.

«Vamos a llamarle un duelo de calentadores. Ella ya está calentita y preparada«, dijo Canti para presentar a Adriana Abenia, que llevaba el pelo como si se hubiera peleado con una manada de gatos salvajes y hubieran ganado los gatos.

Menos mal que mi Abenia tiene una percha que le pones un saco de cebollas y lo luce, porque esos bodies ochenteros con los laterales elevados casi llegando al sobaco no le quedan bien a casi nadie. Son como la versión en body de los pantalones de Julián Muñoz.

Se enfrentaba a ella Colate, que llevaba una camiseta que ponía: «Leroy». Yo lo vi e inmediatamente lei: «Lerdy». Me juego la integridad de mi esfínter a que mi subconsciente me estaba diciendo algo. Respecto al atuendo… eso era chandalismo puro. En la Qué me dices le van a hacer un especial de ARGS!

Mi adorada Adriana lo hizo genial, como siempre, llenando de pequeños detalles el baile, como las mejores. Aunque ya os digo que creo que no le sacaron todo el partido, la coreografía era sencillona.

El jurado dijo que se había relajado y le dieron caña porque decían que se le había ido el paso. Bueno, eso los demás, porque El Sevilla como de costumbre se dedicó a decirle cochinadas a Adriana, pero en plan fino.

Alguien debería decirle al señor peludo que está para valorar los bailes y no las carnes de las muchachas que salen al escenario, que parece que está haciendo un casting para una película de las que no hay boda al final.

Colate… Colate se va a los ensayos habiéndose metido una fabada y un entrecot para el cuerpo. Genial. Es como si un neurocirujano se fuera a currar con seis red bull en el cuerpo.

Aunque quede por escrito negaré haber dicho ésto: Colate no lo hizo mal. Aunque la mayor parte del baile de Colate lo hiciera la bailarina, aunque hiciera un paso a lo Chiquito de la Calzada con lombrices en el culo, aunque tenga el mismo ritmo que un gato de escayola. No lo hizo mal.

Noemí ‘Barco de remos movido por esclavos o reos’ dio en el clavo: parece que está bien al compararle consigo mismo.

Las ganas de protagonismo de Norma Duval son como el apetito de una velocirraptor embarazada de ocho meses. No pierde la oportunidad de demostrar lo buena vedette que fue. El día menos pensado la vemos en Aída sustituyendo a la abuela.

Y el glamour, ojo, el glamour, haciendo de majorettes en el escenario con dos palos de fregona de los chinos. Sí, vale, TVE es una cadena pública, no hay presupuesto… pero madre del amor hermoso, que ruina.

Ocurrió lo inimaginable: Colate le ganó el duelo a Adriana Abenia. El mundo está loco.

Segundo duelo: cine español del bueno.

A Fernando Albizu lo vistieron de Bienvenido Mister Marshall que sólo le faltaba el balcón del ayuntamiento. Miguel Abellán iba de mecánico ñapas atemporal.

Albizu es vasco, pero el jodío parecía concebido en una Feria de Abril entre pescaíto frito y manzanilla. Que arte, que solera, que gallardo y pinturero. Si no le va bien como actor, en Japón se forra haciendose bolos typical spanish.

Resulta que Abellán iba de Antonio Molina en Soy Minero. Que peliculón. Y esto no lo digo en broma. Es una obra maestra del cine y del cante.

Que alguien le envíe un burofax a Poti y le diga que no hace falta que en todas las coreografías Abellán haga pasos de torero. No hace falta en serio. Por lo demás, el muchacho bailó como si hubieran hackeado a C3PO para que bailara jotas. Aquí lo tenéis:

Ni que decir tiene que Albizu se llevó el duelo. Por poco, eso sí.

Siguiente duelo: quickstep.

Maribel iba vestida de Marisol, según dijo Canti, que dijo «tienes un toque a lo Marisol«, aunque con el vestido blanco con las borlas cosidas a mi me recordaba más a la niña de la curva el día del baile de graduación.

Corina iba vestida de novia de Boomer. Llevaba un vestido rosa chicle que podrían masticar seis generaciones de adolescentes.

No es por nada, pero me da que a Maribel le pone Poti caliente como para que los hobbits pasen de ir a Mordor y destruyan el anillo único echándoselo a ella.

Bueno, el baile no lo hizo mal, aunque la jodía no dejaba de mirar al bailarín a ver qué hacía para imitarlo. Eso sí, con una cara de entre alegría y sorpresa que parece una maruja viendo al señor del Tulipán llegar en helicóptero.

Hubo pique entre el Sevilla y Maribel. Y es que el hombre se cebó con ella de mala manera (sí, lo digo yo que nunca me meto con nadie) y la mujer acepta las críticas con la misma alegría que los gorrinos el degüello.

Corina bailó a lo Marilyn Monroe. Bueno, o a lo Moulin Rouge. Le faltó la rejilla del metro que le levantara la falda. El caso es que como de costumbre lo hizo muy bien, aunque se parecía a Marilyn como un huevo a una castaña.

El Sevilla es otro que tiene unas ganas de salir en la tele que ni el Mocito Feliz. Cada vez que puede, sobre todo para pedirle a las muchachas que hagan cosas que grabar en su memoria para después. No sé si me explico.

De hecho, a Corina le pidió que se arrastrara por el escenario dejando el culo atrás para perseguirla a cuatro patas con cara de ser un ariete acercándose al castillo. En la prehistoria se hacía la cópula así. La que más despacio se arrastraba era la que acababa mirando a las formaciones rocosas que acabarían siendo Cuenca.

El Sevilla y Corina en ¡Mira quien baila! (TVE)

El Sevilla y Corina en ¡Mira quien baila! (TVE)

Perros y mascotas de toda España que estaban tranquilamente tumbados a los pies de sus amos vieron esa escena y entraron en celo de inmediato, con gran agravio para las piernas de sus dueños, que recibieron fogosos abrazos y cariñosos meneos. Dentro de poco viviremos un baby-boom de mascotas mitad pierna mitad mascota.

Ganó el duelo Corina.

Noemí Galera mandó a Maribel a vestuario a escoger un atuendo con el que se sintiera cómoda, porque dice la mujer que con los vestidos que le ponen «enseña mucho». Esta señora tiene coitos con el camisón puesto.

Último duelo: Ghost y Aladdin.

Marina Danko-lor iba de princesa árabe, con un pedazo de cristal pegada en la frente que parecía un unicornio dando el estirón.

En el baile no lo hizo mal (parece que esta semana no hay grandes cagadas) lo que pasa es que también es verdad que no le podían haber hecho una coreografía más fácil. La gala que viene la ponen a hacer de estatua humana y lo peta. Se movía menos que una momia coja.

Felipe López iba de… no sé de qué iba. De tipo que se ha ido a comprar una camisa y sólo tenían tallas grandes. Al parecer hacía del muerto de Ghost.

La coreografía comenzó llevando a la bailarina sobre los hombros que parecía el enterrador. El resto del baile fueron acrobacias que pensé que se me había cambiado el canal y estaba viendo ¡Mira quién hace El Circo del Sol!.

Dijo el muchacho que estaba de aniversario con su chica. Pues a la chica le tuvo que molar +1.000 verle la noche de su aniversario refrotarse y friccionar con la bailarina que si metes ahí en medio un palo sacas una antorcha.

El Sevilla se jugó la vida anoche. Dijo que la de Ghost era la «canción más moña de las canciones moñas» y las viejas del plató enfurecieron como si les hubieran tocado las pensiones. Dios santo, cuanta inquina y odio concentrado bajo el pelo azul-plateado de las señoras.

Porque a los del jurado les dejan salir antes que a las viejas, si no, El Sevilla se encuentra el coche con las ruedas pinchadas y amenazas de muerte escritas con alcanfor en las ventanillas.

Ganó el duelo Felipe López por goleada.

A eso apareció Maribel con su propia ropa: véase pantalones y camisa con manoletinas. Y ya. A Noemí, después de mandarla a eso, a ponerse cómoda para bailar, la volvió a mandar a vestirse de nuevo como para bailar. Absurdo todo.

Como absurdo fue que Adriana Abenia, MI Adriana, fuera elegida por los malvados y envidiosos de sus compañeros como pato mareado junto a Maribel.

¡Pero en qué mundo vivimos! ¡Cualquiera que baile con el pelo de ser integrante de la familia Adams merece ganar!

Peeeero no, ganó Felipe López con su baile-divorcio. Bueno, por lo menos es merecido…

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¡Mira quién baila! hace trampas para no eliminar a algunos concursantes

Canti atacó de nuevo. Yo creo que lo hace a espaldas de los estilistas del programa. En la primera edición sabéis que sacó una pajarita azul por la que te habrían descoyuntado en el potro en otros tiempos y anoche hizo otra de las suyas.

Seguramente sin que nadie le viera y aprovechando el directo, se puso en el bolsillo del chaleco gris un pañuelo de colores que podría servir de fondo para un expositor de cintas de casette en una gasolinera.

El caso es que introdujeron una novedad: las chicas se enfrentan con las chicas y los chicos con los chicos. Debe ser para evitar el zorreo multidireccional de programas pasados. O eso o en la próxima edición las mujeres pasarán por un censor por si llevan mucho escote.

A veces pienso que en TVE lo de Cuéntame ha sido como una especie de virus que ha acabado por hacer que toda la cadena regrese al pasado.

El caso es que en el primer duelo se enfrentaron Miguel Abellán y Colate. Vestidos de «urban».

Eso significa que Miguel Abellán parecía un niño de anuncio de Cola-Cao recién salido del reformatorio. Y Colate… es mejor que guarde el atuendo para los carnavales.

Los dos juntos eran como un sketch de Martes y Trece. Ahora, si los pillan así por la calle unos hip-hoperos de verdad les cae una somanta de leches que iban a hacerse la vuelta al mundo en ochenta días buscando sus piños.

Noemí Galera casi se hacía ca-Galera encima de la risa que le dio viendo a los dos clic de playmobil modelo rapero en medio del escenario haciendo el canelo y cruzando los brazos como si fueran malos.

Parecían tan malotes… ahora mismo hay varias bandas de Lating King imprimiendo fotos de ellos dos y colgándolas en sus guaridas para ponerles un altarcito.

Respecto a los bailes… Miguel Abellán era como el Jorobado de Notre Dame después de esnifar gas nervioso. A mi me estaba dando cosita verle porque tenía toda la pinta de tener unas ladillas como centollos y no poder rascarse.

Ojo a Norma Duval y lo puesta que está en la cosa deportiva: «me gusta tu camiseta tipo Romay», le dijo. Joder, Norma. Esta mujer el último partido que vio lo jugaban unos señores con taparrabos y plumas en la cabeza y era a colar la pelota por un aro de piedra.

Por su parte Colate parecía que estaba jugando a las películas, intentando explicar por gestos el título de «Una serie de catastróficas desdichas».

Pero eso le duró poco, los diez o doce pasos que tardó en olvidarse de la coreografía. Entonces empezó a jugar al espejo con la bailarina. La miraba e intentaba imitarla, con el consiguiente retraso en sus movimientos.

Si cogieran la momia de Tutankamon y la vistieran de rapero para después meterle 30.000 voltios tendríamos la coreografía de Colate con más ritmo y gracejo.

Después lo hicieron los dos a la vez, sin música y eso parecía Gorilas en la Niebla. Pero sin niebla. El duelo lo ganó el simio conocido por Miguel Abellán.

El siguiente duelo lo tuvieron Corina y Adriana Abenia. El baile era el tango. Ojo, que Corina es argentina y sabía de tango lo que yo de baile balinés.

No conocía a Carlos Gardel y sus canciones le parecían feas. Ahora en Argentina hay gente echándose a las calles con antorchas esperando a que Corina coja vacaciones y se acerque por allí.

Lo que pasa es que la jodía lo hizo PERFECTO. Como me fastidia que la gente lo haga bien, maldita sea. ¿Qué sería de este mundo si no pudieramos criticar nada? ¡Puede que hasta yo tuviera que trabajar en algo decente!

Adriana Abenia llevaba un vestido de esos de abertura hasta el colodrillo y madre del amor hermoso, que piernas. Os juro que esa mujer debería tener dos rodillas. He aquí una imagen de ella:

¡Vaya par de piernas!

El caso es que Adriana Abenia también lo hizo fetén.

Y después llegó Norma Duval a pedirle que bajara las escaleras y que mintras ella le iba a cantar. Fijaos si Norma se lo había preparado que llevaba la letra de la canción, Fumando Espero, escrita en un papel.

A ver, que no digo yo que vayas con la letra si te cantas el Aserejé, pero la de Fumando Espero… El caso es que Adriana, mi Adriana, bajó las escaleras sexy y seductora como para enderezarle la cucharilla hasta a Uri Geller.

¡¡Y GANÓ EL DUELO ADRIANA!! Qué mujer.

Tercer duelo: Felipe López contra Fernando Albizu.

Felipe López iba vestido de jardín vertical. De hecho, la bailarina parecía una tirolesa ascendiendo la montaña en busca de Edelweiss. En los bajos (del pantalón) llevaba unos volantitos de color rosa que… bueno, voy a decir que eran adorables. Si adorable significara que provocan dolor de ojos.

Eso sí, se le metió dentro Tony Manero y no lo hizo nada mal. Ahora, Noemí Galera se pasó, porque le dijo que era el que mejor bailaba de toda la edición.

Ángel Corella, por su parte, es como el doctor maligno pero con pelo. Vino a decir que se alegraba de que Felipe López estuviera lesionado porque así se veía cómo era de dura la vida de los bailarines.

Joder, si tuvieran el mismo sentimiento todos los que sufren en silencio las almorranas, en este país no se sentaba ni el Tato.

A Albizu le pusieron la misma coreografía que a Felipe López. No me parece mal, porque a pesar de las diferencias son capaces de hacer las mismas figuras. Y con todo y con eso Albizu, que es el puñetero amo, lo hizo de toma pan y moja.

A ver, que tuvo que repetir la figura del final, pero no se puede ser siempre perfecto. Eso sí, he de criticarle la chaqueta roja que llevaba, que con eso puesto te pegan un tiro y nadie sabe dónde te han dado.

El duelo lo ganó Felipe López. No puedo decir que sin merecerlo.

Y entonces llegó el duelo… el duelo… digamos que si el programa fuera sobre fútbol ellas serían partidos de reserva en la quiniela. Marina Danko VS Maribel.

De verdad, es que estaban las dos enfrentadas y se ponían a hablar y parecían dos señoras hablando sobre montar mercadillos benéficos a la puerta de misa.

En un momento dado, Marina Danko tenía que ponerse haciendo el pino sobre la rodilla del bailarín. Ahora el bailarín está eligiendo prótesis de rodilla.

El pobre muchacho no la portó, la tuvo que izar. Pero no quiero ser malo del todo (bueno, sí que quiero, pero he de dominarme) lo cierto es que hay que reconocerle el valor de hacer piruetas en directo.

Maribel estaba encantada de conocerse. Llevaba un escote como para modificar el magnetismo terrestre a lo triángulo de las Bermudas. Yo no sé si esas son las alcachofas de las que tanto habla.

La verdad es que hizo el pino rodillero bastante mejor que Marina Danko. Sí, justo después se le fue la coreografía de vacaciones al Himalaya para no volver ni por Navidad.

Después tuvimos que sufrir una serie de risas-comentarios-risas picaronas-comentarios verdes-risas sobre lo bueno que está el bailarín, si se tocaría la flauta a tal o cual persona… en fin, la ración de provocaviejas de turno.

Y después, no sé como decirlo… entre El Sevilla y Cantizano decidieron putear a Maribel y la metieron en una cesta del decorado para dejarla allí todo lo que pudieron. Cómo se reían los cabrones. Si el escenario llega a tener un garrote vil la dan tormento allí mismo para echarse unas risas.

Y la debacle de las carcajadas de antaño. A Poty se le rompió un poco el pantalón por detrás. Oy, oy, oy, oy, que gracia oyes. Es el cúlmen del chiste abuelero, junto con lo de los tomates en los calcetines.

El caso es que Marina y Maribel empataron a puntos y tuvo que desempatar Noemí Galera, que le dio la victoria a… las dos. CACHONDEO PADRE.

O sea, que poca vergüenza. Ahora nos inventamos las normas para que pasen las dos. Y todos los demás eliminados ahí mirando como lelos y pensando que porqué ellos no podían pasar de dos en dos…

Estas cosas me cabrean de verdad. Ya sé que no es una oposición, pero si hay normas hay normas y no te las puedes saltar ni por pena ni por nada.

Lo único que me consoló fue que ganó… ¡ADRIANA ABENIA! Si es que ese saber hacer pinturero tenía que ser recompensado.

Respecto a pato mareado… lo mismo acabo antes diciendo qué gala no es elegido Colate. Se va a tatuar un pato mareado en la nalga izquierda, ya veréis.

Si te ha gustado el post… ¡NO OLVIDES TUITEARLO Y COMPARTIRLO! Y ya si te pones, imprimir octavillas y repartirlas por la calle con gorritas caladas y pinta de huérfanos al grito de ¡Extra! ¡Extra!

¡Mira quién baila! dice «versionar», la ONU dice «crímenes contra la humanidad»

Canti salió al escenario dando saltitos cual cabra montesa volviendo de una despedida de soltero. Y una vez que consiguió estabilizarse expuso una teoría a la altura de la de los agujeros de gusano, el muro de fuego en los agujeros negros o la edad de Marujita Díaz: el efecto pato mareado.

Se trata de que el concursante que es designado pato mareado (el peor según sus compañeros) gana la gala siguiente. Dios santo. Sería una revolución si llegara a demostrarse. Ya mismo se ponen a trabajar en ello en el Instituto Tecnológico de Massachusetts.

Primer duelo: Corina contra Felipe López.

Iban vestidos como de rock tipo Grease, o eso intentaban porque ella parecía más una comercial de las que ofrecen queso ensartado en palillos en los supermercados y el como de vestirse para ir en una carroza.

Felipe López no bailó. Se dedicó a intentar por todos los medios que la bailarina vomitara a base de darle volteretas de todo tipo. Esa muchacha cenó antes del programa un huevo frito en aceite y cuando acabó tenía el estómago lleno de mahonesa.

Y jugándose el tipo oye, porque eso no hay compañía aseguradora que le asegure daños físicos. Debe tener un plus de peligrosidad que haría palidecer de envidia a Fernando Alonso.

Eso sí, el jugar con la vida de la muchacha le valió la admiración del jurado, lo que incluyó un beso en los morros de El Sevilla. Con la barba talibán de El Sevilla y la perilla de Felipe López estuvo a punto de producirse un efecto velcro del que no les habrían separado ni con un soplete.

Ahora, para lesiones las de Corina. Sigourney Weaver estaba como una rosa después de hostiarse con Alien al lado de Corina. Arañazos como de haberle hecho el amor a Freddy Krueger, moratones como de echarse una pachanga en un ring con Roky… esta gente va a tener que ensayar con casco.

He de decir que ha sido uno de los peores bailes de Corina. En cualquier caso muy por encima de los de sus compañeros, pero se le notó más torpona que de costumbre.

Peeero, al jurado le gustó más que un puesto de Diputado vitalicio, así que le dieron más estrellas a Corina y pasó a la final.

Después se enfrentaron Marina Trancos y Miguel Abellán.

Marina Podenco lo hizo tan bien como de costumbre. Fijaos que como escenografía le pusieron unas piezas de ajedrez gigantes y había veces en que era difícil cuáles eran las piezas y cual Marina. Si se queda quieta en el escenario acaba el baile y se la llevan a los almacenes.

El mayor mérito del baile de Marina Atranco fue el bailarín, que era el único que hacía algo.

El Sevilla le tuvo que pedir perdón porque la señora se sintió ofendida por lo que le dijo sobre las compresas. Uy, por dios, que susceptible.

Eso sí, luego llegó Noemí Galera, que es mi heroína y le dijo que sí, que muy mona, que había mejorado, pero que sus compañeros «venían apretando». Y no se refería a que los demás se vayan cagando la pata encima, sino que lo hacen mejor.

A Miguel Abellán le habían puesto unos pantalones de cinturilla baja. Lo que pasa es que en ¡Mira quién baila! la cinturilla se considera baja cuando el cinturón no te coge olor a sobaco.

El muchacho se ha cagado: le han puesto de mote Bambi. Y encima le ponen a bailar una canción de Dani Martín. El baile era… madre del amor hermoso. En la web de la RAE están haciendo cambios técnicos para que cuando se busque la palabra Cursi se reproduzca el vídeo del baile de Miguel Abellán.

Abell… Bambi dijo que gracias a la bailarina ha empezado a sentir como un bailarín. Sí, luego dijo «no sé como siente un bailarín, pero…». Con dos gonaditas peludas, puestos así, yo empiezo a sentir como una lombriz. No sé qué carajo se sentirá comiendo tierra y regenerándose.

Yo pensaba que lo de intentar hacer gracia vistiéndose de mujer en carnavales y dándose besitos entre hombres se había quedado en los 90, pero no.

El Sevilla también se refrotó con Miguel Abellán con una intensidad que es más que probable que el torero se haya quedado embarazado. Aunque claro, lo mismo no, porque El Sevilla juega con la ventaja que tienen todos los gordos: la barriga hace de barrera natural que impide el frote de cebolleta.

Ni que decir tiene que ganó el duelo Miguel Abellán. Cualquiera que se enfrente a Marina Ganso gana (aunque no me cabe duda de que para que se vaya contenta la dejarán ganar alguna gala).

La siguente batalla fue entre Maribel alias ‘Alcachofa’ y Fernando Albizu.

Tema transversal y reiterativo: en el programa lo llaman «versionar canciones», en la ONU lo llaman crímenes contra la humanidad.

Volviendo a la Alcachofa lo cierto es que lo hizo mejor que de costumbre, pero aún así la ves bailar salsa y piensas que así se baila en las bodas cuando la gente tiene ya la corbata en la cabeza.

Pero claro, luego ves a Poty y a El Sevilla diciendo que no ensaya, que no se esfuerza, que llega tarde a los ensayos… y a ella diciendo «yo ensayo cuando puedo ensayar«. Pues mujer, tampoco es que te hernies.

Albizu es de los pocos de de verdad bailan. O sea, que tienen pasos de baile y que los hacen y de los que tiene las coreografías más complicadas. Y se mueve mejor que la mayoría. Si no gana este tío será una injusticia.

Peeeero, el mismo jurado que le dijo a Marina Canto que lo había hecho mejor le dijo a Fernando que le tenían que poner pasos más difíciles. Tocate los eggs.

Más penoso aún: va el Sevilla y le dice a Maribel que le da 4 estrellas porque le cae bien. Bravo. A este paso esta edición la gana también Belén Esteban.

Por lo pronto el duelo también lo ganó Albizu.

Último duelo: Adriana Abenia contra la persona que tiene un corazón que realiza sus funciones en colaboración con otro corazón, o sea, que Co-late. JA JA JA JA

Sí, voy a azotarme las canillas con una vara de avellano por ese chiste.

De Adriana Abania diré que odio a la gente como ella. Joder, es que no se puede ser guapo, simpático y hacer las cosas bien. No hay por donde cogerlas para que te caigan mal. Es que no les puedes tener ni envidia, maldita sea.

Bailó un pasodoble y lo hizo requetebien. Y eso que la mujer a veces parece que es como Obelix, que se cayó a la marmita cuando era pequeña. Aunque en el caso de Abenia era una marmita de calimocho.

«Tenías aspecto de sueca», le dijeron y «parecías una guiri loca que sale a bailar», le dijero… Bah, ni puñetera idea. Mis muchos años de experiencia como ignorante absoluto en lo que al baile se refiere me acreditan para decir que mi Adriana lo hizo de rechupete.

«La gala de la semana pasada me moló porque gané y al final mola», dijo por su parte Colate. Y añadió: «yo soy de hablar poco pero decir cosas». Madre mía, como Zaratustra es, el jodío.

El salao de Canti se descojonaba presentando a Colate y viéndole por el rabillo del ojo con un sombrero cordobés y tomando manzanilla de palo como preámbulo de su baile.

Me han pasado las imágenes de TVE:

En este caso Colate sería Paca Carmona.

El jodío de Colate se picó porque le pusieron a parir, pero es que el pasodoble fue más bien pasoymedio. «Le has dado un punto de humor fantástico», le dijo Norma Duval. Lo malo es que él no pretendía hacer gracia.

JAJAJAJAJAJA

Noemí Galera lo clavó: Colate con el sombrero cordobés rojo parecía el anuncio de Tio Pepe. En mi opinión parecía más haberse bebido el anuncio.

Ganó el duelo Adriana. Ay, mi Adriana. Me tengo que enterar si le van los blogueros de éxito. Bueno, o los blogueros.

El caso es que Miguel Abellán volvió a ganar y… ¿adivináis quien fue el pato mareado? ¡MARIBEL! Y con toda razón, he de decir…

Las exageradas referencias sexuales de ¡Mira quien baila!

Cantizano viste muy bien. Tan bien, que podría ir a un baile de los años sesenta y le mirarían raro por vestir demasiado clásico. El traje que llevaba anoche, con la corbata y el pañuelo rojos con puntos blancos, lo habían sacado de La Almudena. Del cementerio de la Almudena. De una tumba de 1.800.

Hay una cosa que no entiendo: la manía del programa en adaptar canciones de ahora a los ritmos que se supone que tienen que bailar los concursantes. Por ejemplo, la canción ‘Blurred Lines’, de Robin Thicke, convertida en un Cha cha cha. O ‘Te echo de menos’, de Kiko Veneno como un quickstep. Eso no es adaptar, eso es ponerle a Falete unos pantalones de Mario Vaquerizo.

Por otro lado me da un poco de vergüenza ajena el rollito picarón y verdezuelo con insinuaciones y dobles sentidos cuya única finalidad es la de escandalizar a las viejas. Me las imagino en sus casas diciendo «oyoyoyoy» y diciendo lo guapo que es Canti.

Primer duelo: Adriana Abenia VS Miguel Abellán.

Adriana se arrancó con un Cha-cha-cha, pero como siempre le ponen unos vestidos que tienen menos superficie que un sello de correos, en realidad lo que bailaba era un chi-cha, chi-cha, cha.

La mujer contó que ella cuando iba de pequeña a Salou veía a su abuela bailar el Cha-cha-cha. Y oye, de algo le debió servir, porque la verdad es que lo hizo muy bien.

Eso sí, al acabar soltó una risa como de bruja de las que ceban niños con piruletas, que me puso los pelos de punta. Eso lo oyes cuando estás durmiendo y se te sueltan los esfínteres.

El Sevilla sigue a lo suyo, a tirarle los trastos a Adriana Abenia, que recibe tantos trastos que parece una empresa de  mudanzas.

Vamos con Abellán.

«¿Por qué siempre te tocas los pechos?» Le tuvo que preguntar Cantizano a Abellán, que se pone bruto sobándose los pezones siempre que tiene ocasión. Debe tener las areolas con el callo hecho.

El baile de Abellán fue… bueno, la mitad del baile estuvo haciendo palmas palmitas con la bailarina y la otra mitad paseando por el escenario como si estuviera rodando Gorilas en la niebla, pero haciendo de gorila.

El muchacho, que está picado con Adriana Abenia, estaba todo chulito. Lo que pasa es que más que chulo le salía un  rollo portero de casa de la Cañada Real que tiraba para atrás.

Noemí Galera le dijo que tiene una carita como para «llevárselo a casa». Los miembros del jurado tienen poco sexo y están muy solos. Alguien debería recomendarles páginas de contactos. ¿Vienen a juzgar los bailes o a buscar matrimonio? Madre del amor hermoso, es que parece una caravana de soltero/as.

Lo demuestra el hecho de que El Sevilla le pidió a Abellán que se bajara el pantalón y bailara como Cantinflas. No sé ni cómo se llama esa parafilia. Que perversión más rara. El Sevilla le tira a todo lo que esté vivo. Bueno, y si no está vivo pero aún no tiene rigor-mortis…

El caso es que Abellán se arrancó y se lo bajó, y meneó las caderas con el culo mirando hacia el jurado. Esto no es un concurso de baile. Si siguen en esta línea la próxima gala comenzará con dos rombos.

El duelo, quitando los problemas que tuvo Norma Duval con la tablet (al final le van a tener que poner una pizarra y unas tizas) lo ganó Adriana Abenia, justamente, he de decir.

El segundo duelo lo protagonizaron Marina Dam-e de ko-mer y Fernando Albizu.

Marina Danko era ella porque lo dijo Canti, porque la habían vestido, maquillado y puesto una peluca que parecía una de Las Virtudes. Bailó un número de Chicago. De Chicago no meo, ja ja ja ja. Sí, por este último chiste me he cercenado una falange del dedo.

Poti, que es muy purista y muy de enseñarle técnica y disciplina a los concursantes, le dijo a Marina Danko que pusiera actitud de «guarrona».

Pero ella debió entender que pusiera actitud de sorda, porque iba la canción por un lado y ella por el otro. Le va a decir el compás a Marina Danko cuándo tiene que dar los pasos, faltaría más.

Lo que más le criticaron a la mujer es que no se desmelenara, que no tuviera actitud de cochina. ¿Pero cómo iba a transmitir eso si cuando se tocaba parecía como que le daba asco?

«Yo quiero verte como una compresa: fina y segura«, dijo El Sevilla. Ah, la elegancia de El Sevilla. Solo le faltó decir, «fina y segura, pero sin el tomate».

Fernando Albizu estaba acojonadillo porque la bailarina se le fue al suelo la semana pasada.

Le tocaba bailar un número de Bailando bajo la lluvia. Muchísimo más complicado por cierto que el de Marina Danko, y mucho más arriesgado. ¡¡Estuvo genial!!

El jurado le puso por las nubes y por una vez estoy de acuerdo con Norma Duval: Albizu siente lo que hace, lo interpreta y lo hace con todo su cuerpo.

Ni que decir tiene que ganó Albizu.

En el siguiente duelo compitieron Corina con Colate. No, no son dos marcas de dentífrico.

A Corina la habían peinado como a Predator. Como además el vestido era verde, parecía Predator saliendo de la jungla. Si llega a estar Schwarzenegger por allí la infla a tiros.

El caso es que la jodía bailó muy, muy bien. Es una tía súper ágil y se marca muchas figuras y piruetas que claro, quedan muy apañás.

«Aunque tu no te lo creas, aunque bailaras desnuda yo te miraría a la cara. Eres la mujer que mi padre siempre ha querido para mi», le dijo El Sevilla. Vamos ya. A lo que sea. Técnica de la tómbola: cuantas más papeletas eches, más posibilidades de llevarte premio.

Los astrónomos y profetas han predicho que el día que El Sevilla haga una valoración sobre el baile y no aproveche a ver si pilla filete, se acabará el mundo.

Colate… a ver. Se suponía que iba vestido de Michael Jackson. El problema es que era como Michael Jackson en Thriller. Después de la transformación a zombie.

A ver, el muchacho le pone ganas, lo que pasa es que se pasa el baile con cara de pensar «¿qué paso viene ahora?». Está más inseguro que una langosta en el acuario de un restaurante.

«¿Tú te acuerdas del Chiquilicuatre?», le dijo Noemí Galera. Pregunta devastadora.

«Tienes unos cojoncillos…», le dijo Norma Duval. Norma es así, dice cojoncillos. Y no dice caca, ni mierda, dice popó.

El duelo lo ganó Colate gracias al voto de desempate de El Sevilla. Si yo fuera Colate me lo tomaría como una proposición sexual.

Maribel  Alcachofa y Felipe López se enfrentaron a continuación.

Maribel iba vestida de menstruación. Se suponía que tenía que bailar un Quickstep, que significa «paso rápido», lo que pasa es que ella lo hacía a ritmo de Dead snail.

No sé, no me acaba de gustar esta mujer, que está como que pasa de todo, que pone pegas para la ropa, para cambiarse para los ensayos…

Felipe estuvo muy bien. Por lo menos lo hizo rápido, que ya es algo. Sí, se le fue la coreografía en un par de ocasiones, pero casi no se notó y se rehizo enseguida, lo cual es difícil.

Y el duelo lo ganó Felipe López, claro.

Los cuatro ganadores de los duelos volvieron a bailar después su segunda coreografía y lo cierto es, mal que me pese y por poco juego que me de, que lo hicieron muy bien.

Y el ganador fue… ¡¡Colate!!

Sí, a mi también se me han caído las garrafitas del amor al suelo. Creo que vi un programa diferente al que vio la gente que votó a Colate. Aunque claro, teniendo en cuenta que este programa lo ganó Belén Esteban…

Fijaos como sería que a la vez de ganar el concurso (bueno, la gala de anoche) sus compañeros le eligieron como pato mareado.

Vivir para ver…

Adriana Abenia haciendo el Llanero Solitario encima de El Sevilla en ¡Mira quien baila!

Anoche tuvimos una nueva edición de ¡Mira quién Baila!. La verdad, cuando hicieron aquella película ‘Mira quien habla’ nunca se imaginaron que estaban gestando todo un sin vivir de títulos facilones…

En fin, el caso es que prescindieron de los famosos para el bailecito inicial, probablemente para evitar que les diera un colapso. Recordemos que tienen que aprenderse dos coreografías para cada programa y claro, es demasiado. Porque si les hacen estudiarse la situación socio-económica previa a la Primera Guerra Mundial y un desarrollo de la proyección contrafáctica en caso de no iniciarse las hostilidades pues sí, pero tres bailes ni de coña.

Canti salió vestido normal, lo cual supuso una auténtica decepción. Cuando la gente se viste normal me roba la mitad del párrafo, pardiez. El caso es que luego lo arregló, porque después de 20 años en la tele se puso a saludar a sus padres, será que no había encontrado hueco hasta ahora.

Espero que si Canti tiene perro se acuerde de él, porque si no un día va a llegar a casa y va a estar el chucho como si lo hubiera llevado al taxidermista.

Eso sí, hizo la marea, ese paso de baile que parece que estás llamando al timbre de la puerta cuando llevas bolsas en las manos y sólo te queda el palito del amor para apretar el botón.

En casa a Jesús Mariñas le estaba dando una subida de tensión viendo a su amado Canti haciendo esos movimientos cochineros. Es más, lo ha grabado y lo tiene para uso personal. Entiéndase uso personal el darse al pecado de Onán. Lo que viene siendo estrangular a la culebra, achuchar al calvorota, apurar el calipo… ya sabéis.

El primer duelo de la noche fue entre Maribel y Miguel Abellán.

Maribel es una mujer independiente, liberada, moderna… por eso dijo que podía ensayar menos porque ella es «ama de casa», porque «representa a todas las amas de casa» y porque se tiene que «dedicar a sus tareas de casa».

Muy bien. El día menos pensado la vemos enseñando las domingas con las de Femen. Sólo le faltó decir que cuando su marido llega a casa le tiene las zapatillas preparadas y le pone un coñac.

Maribel empezó el baile con unas naranjas en una mesa. Esta mujer tiene que empezar todos los bailes con un vegetal. El próximo que haga va a ser con la cabeza dentro de una sandía.

Eso sí, fue un detalle elegantísimo cuando acabó el baile sobre el hombro del bailarín y haciendo postura como la de las flamencas que se ponían antes encima de la tele. Sólo le faltaba al lado el torito de felpa.

 Noemí Galera le dijo, supongo que siendo diplomática, que a Maribel le gusta mucho bailar en las fiestas del pueblo y que se vino arriba con lo del pasodoble. Eso sí, también le dijo que se había superado, pero como lo dice todo Galera: con una cara de estar echándote diez años y un día.

A Miguel Abellán le habían vestido de novia de Sauron. Así llegas a Mordor y te abren las puertas y te invitan a copas todos los orcos.

Como por lo del baile no triunfa mucho, Abellán le dijo a Galera que se la iba a trabajar. Creo que quiere ir a por el aprobado por la vía de llegarle al corazón. Al corazón pasando por el… esto… en fin, metiendo… cariño. Metiéndole cariño con la punta de la po… posibilidad de ganar. Que mal pensados sois por dios. Luego me llamáis grosero.

Durante los ensayos Abellán se quería hacer una coreografía como en los toros, poniendo banderillas y todo, que si no le para Poti acaba entrando a matar a la pobre bailarina y eso no. Con el estoque no.

Después de su baile El Sevilla y Poti lo sacaron a hombros. Yo pensé que era para arrojarle fuera del plató, pero no, al parecer era para homenajearle.

Noemí Galera le dijo «ma-ra-vi-llo-so», así marcando cada sílaba, para que entre líenas se leyera (ma-te cojo y te dejo seco- ra- ay, dios, como tu me desayuno dos cada mañana– vi- te hacía hombre que hasta se te iba a poblar la barba- llo – te voy a dejar que vas a andar como recién castrado – so- tu ponte a tiro salao).

Después de eso se besaron como si no hubiera mañana. Besos en la mejilla, sí, pero besos en la mejilla de los que te pueden dejar embarazada.

Ganó el duelo Miguel Abellán.

El siguiente duelo lo protagonizaron Corina y Fernando Albizu.

Al parecer el consejo que le han dado a Corina es que sea más sensual. A Corina le dijeron «más sensual» pero ella entendió «como una mamachicho suelta como Gabete».

De hecho, uno de los pasos de su coreografía, al son de «estoy loca con mi tigre» (canción protesta donde las haya) era el conocido como «mirando a Cuenca». Sí, se estudia en todas los conservatorios de danza del mundo: el Chassé, Croisé, Frappé y enculé.

Galera le dijo que la había notado insegura. Que capacidad de observación, solo porque en las acrobacias solo le faltó a la muchacha ponerse un arnés de seguridad.

El sevilla sigue a lo suyo. «Podrías ser mi hija o la madre de mis hijos«, le dijo, con pinta de ser más de la segunda opción. «El pompis lo ha movido muy bien», valoró El Sevilla poniéndose académico.

Fernando Albizu iba vestido de… el cuerpo, de funeral y las mangas, de comando de asalto que se quiere camuflar entre el confeti de una fiesta de Nochevieja.

Albizu casi mata a la bailarina durante los ensayos. Mientras la muchacha se ponía boca arriba, abriendo las piernas como poniendo el lunes al sol, él se apartaba y la dejaba caer como si aquello le fuera a morder.

La muchacha, que es subcampeona del mundo de salsa acabó la coreografía dándose un piñazo. En cualquier caso, lo hizo muy bien.

Noemí alias ‘tengo esta cara por la Ca-Galera’ le preguntó por las zapatillas de deporte que llevaba en lugar de los zapatos reglamentarios y le dijo que era injusto,que le daba ventaja.

El problema es que los zapatos le resbalaban y podría haber armado la de un luchador de sumo saliendo del círculo y aterrizando sobre el público. Con erótico resultado.

Poti hace unos alegatos sobre sus alumnos que lo mismo les puede estar defendiendo que vendiendo bragas.

Llegada la hora de votar El Sevilla le dijo que pusiera cara «de loca», pero quiso decir «de zorrón desorejao» y ella le dijp que si pasaba de ronda el siguiente vestido era «para él». Como veis El Sevilla es muy de valorar la técnica  bailando.

Norma Duval sigue con problemas con la tableta. Sí, parece fácil tocar con un dedo un pantalla, pero a ella se le resiste.

Ganó Corina tras un empate forzadísimo provocado por el Sevilla. Para ver el vestido, de después, claro.

Marina Danko vs Colate.

Marina iba vestida de La Bella y la Bestia, pero no quedaba claro si de la Bella o de la Bestia. Madre del amor hermoso. Bailaron una canción de Beyoncé a ritmo de valls. ¿Por qué nadie hace una ley en contra de aberraciones como esa? La canción era esa que dice «si yo fuera un chico», y sí, Marina lo parecía.

A Colate le habían prestado un smoking de los que iban en el Titanic. Colate aclaró, para explicar lo de su empane en la primera gala, que había estado sin dormir la semana pasada por los nervios. Pues con ésta iban dos. Es que le ves ahí, mientras le hablan y tiene toda la pinta de estar de viaje astral.

Colate estuvo ensayando en el parking, porque dice que es muy tímido y se lo llevó allí Poti para que se le pasara. Pobrecillo, tímido. Claro, y está en el programa obligado, y hay un señor con bigote con una escopeta esperándole detrás del escenario y cuando acaba le obliga a casarse con la chica.

Eso sí, bailó sorprendentemente bien.

«Te miro la cara y eres mi favorito para irme a tomar una copa por ahí», le dijo el Sevilla, destacando su capacidad de baile. Porque El Sevilla es muy de fijarse en el baile y para nada hacer consideraciones ajenas a eso.

«Eres una seta, pero muy elegante», le dijo Galera. Ah, Galera, si la dejaran ir por la calle diciéndole a la gente lo que piensa, el índice de suicidios se disparaba.

Ganó Marina Danko. Normal. A Colate bailando le gana la momia de Lenin.

Adriana Abenia iba de «momento kinki». Lo que pasa es que «kinki» era la Estanquera de Vallecas, ella iba un poco como para irse a dormir.

En los ensayos intentaba perrear pero se descojonaba. Esa risa tonta que te da cuando te ponen a un maromazo detrás haciendo como que abre zanjas para meter el tubo del gas, pero risa tonta.

Decían que era un baile urban, pero si en las ciudades la gente fuera así vestida, en el campo no quedaba nadie.

El caso es que Adriana se equivocó de programa, porque intentaba bailar a lo moderno en ¡Mira quién baila!, pero parecía que estaba imitando a Melodi haciendo el Baile del Gorila en ‘Tu cara me suena’su .

Eso sí, su baile era mucho más complicado que cualquiera de los otros.

El Sevilla le pidió que se pusiera de nuevo en una cama que habían usado como atrezo para el baile y aprovechó para tumbarse al lado. Le faltó sacar la cámara de vídeo y hacerse un amateur.

Adríana, que es comedida como monja del opus, se subió encima del Sevilla haciendo el Llanero Solitario. El Sevilla no podía caminar de vuelta hacia la mesa del jurado. Digamos que le bajó la tensión sanguínea en casi todo el cuerpo.

Felipe López iba con una sudadera que le había regalado Lady Gaga por parecerle a ésta demasiado estrafalaria. Además, hizo trampa, porque aunque pusieron música de Lady Gaga, estaba haciendo la coreografía de Los pajaritos de Maria Jesús. Él hacía de acordeón. 

Ganó Felipe López.

 Y de la vergüenza de ser el Pato Mareado de la anterior gala, a ganar ésta: Triunfó Miguel Abellán. Y le tomó el relevo como Pato Mareado Colate, al que deberían dar ese título a perpetuidad…

¡Mira quién baila!, o cómo cocinar lombrices con las cachas del trasero

¡Mira quién baila! comenzó con bailarines profesionales, dándolo todo en el escenario, supongo que para humillar a los concursantes y bajarles los humos… Es como si te ligas a una chica y te dice justo antes de subir a su casa que antes que contigo salió con Nacho Vidal: ya vas condicionado…

Para abrir la noche los concursantes, el jurado y Cantizano [en adelante Canti] se marcaron un bailecito al ritmo de la canción «sarare nait, adubi dubi dubi nait», que era de boda, de corbata en la cabeza y de familiar del pueblo borracho gritando «¡que se besen los suegros, que se besen los suegros!».

No quiero ni pensar qué tipo de apuesta perdió Canti ni con quién para haberse tenido que poner esa pajarita gigante de terciopelo azul, que por cierto, deben haberle robado a alguno de los Payasos de la Tele, al de Micolor o al primo excéntrico de Mary Poppins.

Los helicópteros del ejército llevan pajaritas como esa por si las hélices resultan dañadas en un tiroteo poder reponerlas. También se usan como parapeto contra las explosiones.

Esa pajarita de color mar Mediterráneo es en realidad el Mediterráneo. Ese mar es un engaño, es la pajarita de Canti que se ve desde lo alto en Google Maps.

«De esta manera sí que vuelvo a Televisión«, dijo Canti emocionado al inicio del concurso. Creo que se refería a la pajarita, que hasta ahora le han hecho un huevo y medio de ofertas de televisión, pero las había rechazado todas porque tenía que vestirse normal.

Canti destacó que la de su programa es «la mayor pista de baile de la televisión mundial«, joder, parecemos de los EE UU, un país civilizado, con todo a lo grande. Y en directo y con música en directo, y todo directo como cuando una chica cuando lo deja con Paquirín y acaba en Interviú.

Lo de directo lo digo porque Canti parecía un puñetero reloj de cuco, dando la hora cada diez minutos para que se notara que era en directo.

Respecto a los concursantes esto es lo que hicieron (no en ese orden):

A mí el único Colate que me gusta es el que hace Adrián Lastra en Hoy No Me Puedo Levantar. Así que ya iba un poco predispuesto a que me cayera mal Nicolás Vallejo-Nájera.

Y no me sacó de ahí. Bailó como si tuviera lombrices en el culo y estuviera intentando rascárselas meneando las piernas y frotando las nalgas. Era como el señor Miyagi frotando las manos para calentarlas, pero con las cachas del culo. Las lombrices se tuvieron que hacer como pescadillas de ración con la temperatura.

Encima el tío tiene la misma gracia y simpatía que un galápago disecado. Noemí Galera, que también es la alegría de la huerta, le dijo que no estaba segura de que estuviera entre ellos, ni de que estuviera despierto.

Yo tengo una teoría: Colate es la socorrista que la lió parda. No digo que se parezca, ni que sean hermanos: digo que son la misma persona. O eso o consumen los mismos productos homeopáticos para el control de las emociones.

Maribel, alias «la alcachofa» salió vestida de mantel de restaurante de playa de los años ochenta. La mujer tenía una actitud de macarra y chula que se va a la Cañada Real y la nombran jefa de un clan sin que le tosa ni dios.

Lo de empezar la coreografía cortando alcachofas fue acertado como combinar chanclas con calcetines. Y su baile… su baile es el tipo de cosas que hacen que la gente piense que en televisión se abusa de las drogas. Las piedras de Stonehenge llevan 4.500 años sin moverse y tienen más ritmo que ella.

Corina comenzó intentando sobornar con un pan a El Sevilla, que no sólo se dejó sobornar sino que además pidió más. La rubia, que ejemplifica muchos de los tópicos (infundados en la mayoría de los casos) que circulan sobre las rubias, no bailó mal. Pero es que esta chica es como la comida de un hospital: sosa.

Sí, está buena, es muy guapa y lo que queráis, pero es sosa. Sosa como hacerse una sopa hirviendo cantos rodaos.

Miguel Abellán bailó como si tuviera un palo de escoba rascándole la columna vertebral, pero por dentro. Si fuera tan bueno como torero como bailarín, llevaría en el cuerpo a lo Bob Esponja: lleno de agujeros.

Eso sí, el verdadero peligro para él no son los toros, ni siquiera el baile, sino Norma Duval. La mujer, que iba con un vestido hecho con lo que sobró de la pajarita de Canti, se le acercó para enseñarle cómo se agarra a una mujer. Lo que pasa es que Norma le sacaba una cabeza y dos cuerpos y aquello parecía una Mantis Religiosa a punto de comerse al macho.

Adriana Abenia está más buena que unos espaguetis con chistorra. Eso sí, bailar… Es muy simpática, tiene mucha guasa y me cae bien, pero la madre que la parió. Era como si un pitbull la hubiera tomado con el peluche de una jirafa. (Eso sí, después de Corina y Adriana a El Sevilla le había subido la tensión como para ponerla debajo de un coche y aprovechar para cambiar una rueda).

El caso es, al contrario de lo que me pasó con Colate, que esta chica me ha caído mejor de lo que pensaba.

Fernando Albizu es el puñetero amo. Se me hizo un poco pesado (ta-ta-chan) que tooooodo el mundo hiciera chistes y dobles sentidos con lo de que está gordo, pero lo cierto es que bailó muy bien. Sí, el Gangnam Style, pero muy bien. No sé si le habéis visto alguna vez en el teatro, pero es que es un actorazo e interpretar a un bailarín es interpretar.

Marina Danko… Por un momento pensé que era Arnold Schwarzenegger con moño y traje de flores haciendo el musical de Danko: Calor rojo. Lo que pasa es que en lugar de disparar al bailarín y dejarlo seco como habría hecho el bueno de Arnold ella se dedicó a perseguirle.

A ver, que si el tango consiste en ir a la zaga de tu pareja dando pasitos como Chiquito de la Calzada andando en una cuerda floja, pues lo hizo bien.

Felipe López estuvo a punto de poner en órbita a la bailarina en el primer paso del baile. Tenía que tirar de ella hacia sí agarrándola por las manos. En los asaltos a los castillos se utilizaban catapultas menos potentes. Cuando la chica llegó a Felipe López parecía un mosquito en el parabrisas de un seat panda.

Lo más triste es que el maromo protagonizó un striptease con la corbata cosida a la camisa y colgando que a ver, yo no soy mujer, pero si lo fuera se me caían las tetas al suelo del bajón.

Respecto al programa en general, qué queréis que os diga, que el premio sean 2.000 euros para una ONG me parece de un cutre subido. ¿2.000 euros para causas sociales?

Como se nota que TVE está, digamos, influenciada por el Gobierno. Si el premio fuera para la banca, serían dos millones de euros por programa.

El caso es que la primera gala la ganó con un 45% de los votos (de la audiencia) o sea, casi la mitad… ¡¡¡FERNANDO ALBIZU!!! Merecidísimo.

¡Mira quién baila!: lecciones de reciclaje y reutilización

Hola a todos.

Como TVE es una cadena de servicio público (bueno, y al servicio de quien proceda, el que paga manda) han decidido hacerse un dos por uno, que para eso están los presupuestos más ajustados que la goma del calzoncillo de Gérard Depardieu.

Porque, ¿para qué hacer las cosas interesantes si la audiencia de La 1 cae tan deprisa que la usaron para hacer de cometa destructor en Armageddon?

Así que se han montado ¡Mira quién baila! (empieza el lunes 27) pero a lo barato y sobre todo reciclando, a lo Bricomanía. De hecho, podría presentar el programa Christian Pielhoff, que al lado de Cantizano era de alegre como José Luis Moreno el día de su cumpleaños.

Este es el plantel de «famosos», todos ellos conocidos por la consecución de al menos un premio Nobel, doscientas vidas salvadas en incendios, el desarrollo de seis vacunas y ayudar a cruzar la calle a una vieja sin resultado de muerte:

Colate (la verdad, a mí me daría vergüenza que me llamaran así, en mi barrio me habrían llamado «Colgate» y me habrían inflado a leches), Miguel Abellán (un señor que se dedica a matar animales con un gorrito de Mickey Mouse y el pene apretado como para gangrenárselo), Felipe López (que es guapo y tras una carrera deportiva ahora siempre le dicen: «¿señor usted no nada nada? No, porque no traje traje») y Fernando Albizu (este se salva porque es un actorazo).

En el lado de las féminas estarán Maribel (que no tiene apellido, pero salió en MasterChef y ama las alcachofas hasta caer en la verdurofilia), Marina Danko (a ésta la he tenido que buscar en la wikipedia y al parecer es que estuvo casada con un torero), Adriana Abenia (reportera fugaz en Telecinco y guapa rara) y Corina (que interpretó a una rubia guapa y paleta en Un príncipe para Corina. Ah, perdón, me informan de que no interpretaba).

Como veis es todo un ejercicio de reutilización y reciclaje, lo cual está muy bien. ¿Sabéis la cantidad de árboles del Amazonas que hay que cortar para hacer un famoso en España? Pues ninguno, pero vamos, que cuesta esfuerzo.

A mí, que ya tengo una especie de amor odio por los realities histéricos se me hace cuesta arriba ver éste. Es todo tan los ochenta (pero sin esperanza de que Sabrina enseñe teta), tan descafeinado, tan familiar… Pero familiar de Familia Monster.

De hecho, ahora que lo pienso la única familia capaz de ver eso sería una en la que los padres estuvieran jubilados y los hijos también.

En fin, si queréis vibrar (pero vibrar cuando os tengan que dar una descarga de desfibrilador cuando se os pare el corazón) os pongo el vídeo en el que las alegrías de la huerta de Mariló Montero (teóloga de órganos) y Jaime Cantizano (mito erótico de Mariñas) presentan a los concursantes: