Jesuitas, samuráis, shinobis (los por, llamarlo de alguna manera, ninjas históricos), asesinatos en serie, conspiraciones políticas y comerciales, batallas contra monjes fanáticos… Tras la celebrada El guerrero a la sombra del cerezo, regresó David B. Gil con su tercera novela, Ocho millones de dioses (Suma de Letras, 2019) y vuelve a poner el tatami patas arriba. Porque pocos autores como Gil pueden demostrar un poder tan transversal como el de sus novelas: pueden fascinar al lector más exigente de género histórico o los interesados en la cultura japonesa, las novelas de aventuras o de misterio. Todos tienen cabida en su imaginario y las buenas cifras de ventas (dos meses seguidos, mayo y junio, entre las novelas históricas más vendidas con su última obra y las seis ediciones en edición papel de la anterior), así lo prueban.
Tras El guerrero a la sombra del cerezo las expectativas con su nueva obra estaban altas, muy altas, quizá demasiadas. Y si bien es verdad que quizá Ocho millones de dioses no tenga esa magia del descubrimiento y sea seguramente menos ambiciosa argumentalmente («ingenuamente ambiciosa», me dice), lo que sí tiene es una redondez y una solidez mayor, una mejor construcción narrativa y demuestra más oficio. Así que sí, puede que sea menos colosal, pero es mejor novela. Lee el resto de la entrada »