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Entradas etiquetadas como ‘metro de madrid’

Metro de Madrid, cómo molestar a todos los madrileños y pedir disculpas

Por Manuel Fermoselle Bernardo

Metro de Madrid (Europa Press).

Metro de Madrid (Europa Press).

«Metro de Madrid informa: con motivo de los paros parciales los días 13, 14, 15 y 16, los servicios de trenes se verán afectados. Disculpen las molestias.»

¿Quieren que disculpemos lo que intencionadamente provocan?

Permítanme que les diga, que de ninguna manera disculparé mi molestia para perseguir un fin dirigido a una supuesta administración responsable y que se fuma un puro mientras los usuarios pagamos las consecuencias de sindicalistas iluminados.

Una huelga a la japonesa manteniendo el metro abierto las 24 horas afectaría sensiblemente a la administración sin molestar al usuario, pero es más cómodo afectar indiscriminadamente a todos los madrileños y pedir disculpas.

¿Y si el nivel de renta fijara el precio del abono transporte?

Por J. M.

Entiendo que hay jóvenes que sin trabajo y toda ayuda social es buena. Pero no es menos cierto que haya otros muchos trabajando que viven en casa de sus padres y sin cargas familiares. Entonces, ¿qué sucede con aquellos de 50 años con mujer y dos hijos como yo? Todos parados.

Fotografía de un usuario recargando su abono. (Comunidad de Madrid)

Un usuario recarga su abono. (Comunidad de Madrid)

Se informa de un abono para desempleados de larga duración pero ¿y los que hemos perdido el trabajo hace tres meses?

Considero que debería medirse la ayuda no por la edad sino por las rentas de cada uno. Y Metro de Madrid y Hacienda cruzar datos si efectivamente una persona necesita una ayuda de este tipo.

 

El ensordecedor pitido de Metro de Madrid

Por J. I. Bravo

No sé si le pasa a alguien más, pero a mí me pasa todos los días que monto en algún tren de Metro de Madrid. Que será muy moderno, muy rápido, que vuela, y todo lo que se diga, pero que es también muy ruidoso; sobre todo en algo que se puede evitar fácilmente como es ese desagradable pitido previo a cerrar las puertas.

A mí me deja los oídos silbando durante un buen rato. No sé donde meterme, busco algún agujero donde esconderme porque es realmente molesto, exagerado e inadecuado, y esto se puede ver en los rostros de algunos viajeros.

Foto Metro de Madrid. (JORGE PARÍS)

Foto Metro de Madrid. (JORGE PARÍS)

¿No puede la compañía del metro copiar el claxon mucho más suave, agradable y armonioso, y no por ello menos audible, de los trenes de cercanías de Renfe en Madrid, o el mucho más suave zumbador del metro de Nueva York?

Nuestro terrible silbido del metro madrileño más bien parece más adecuado para dirigir ovejas y cabras por el campo y las serranías que para avisar a ciudadanos de una gran capital. Pero como es de esperar nadie tomará cartas en el asunto y mañana, todos sordos.

Incidente en el Metro de Madrid

Por Maria Jesús Arribas

Un vigilante de seguridad del metro de Madrid. (JORGE PARÍS)

Un vigilante de seguridad del metro de Madrid. (JORGE PARÍS)

Domingo 11 de mayo a las 11:45h, ascensor que une la línea de metro 7 con la 10, en Gregorio Marañón. El ascensor está averiado y una chica en silla de ruedas motorizada no puede acceder a la citada línea.

Con ayuda del personal de seguridad, se le ayuda a subir por la escalera mecánica, aunque les suponga problemas. Les acompañamos hasta las taquillas donde se pregunta a la jefa de estación por el estado del ascensor. Responde que la solución es que viaje hasta otra estación donde si funcionen los ascensores. Debido a su respuesta, nuestra siguiente pregunta fue si dicha persona tendría que viajar por toda la línea en caso de que en la siguiente estación no funcionen tampoco. Su respuesta fue nula.

Así mismo, nos dice que no hemos de creernos toda la publicidad que se dice sobre el metro, y lo peor de todo, llegó a decir que «gente» así, no tendrían por qué viajar en metro.

La señorita de silla de ruedas, y su acompañante, una persona mayor, reclamaron un taxi que las llevara a su lugar de destino: estación Puerta del Sur. Espero que el personal de seguridad no sea sancionado por esa acción solidaria, fueron los únicos que se dignaron a prestar ayuda.

Que sirvan estas líneas para afear la conducta de la jefa de estación, y pensar que puede que en algún momento, nos puede pasar a cualquiera de nosotros.

Pasividad ante una subestación eléctrica pegada a un colegio

Por Pilar Moreno

Soy vecina de Chamberí y abuela de unos niños que estudian en el colegio El Porvenir (sito en la calle Bravo Murillo, 85), que tiene dos edificios. Uno de ellos es un nuevo aulario construido este año justo al lado (a una distancia inferior a siete metros) de la subestación eléctrica de Metro de Madrid que da servicio a la línea 1 del metro, una distancia demasiado escasa que no parece la más recomendable ni segura para que una instalación eléctrica de tal envergadura comparta área con un colegio donde hay guardería también y bebés con menos de un año. Es obvio que por el transformador de una subestación activa como ésta, que abastece de electricidad a una línea como la 1, tiene que pasar una gran carga de potencia eléctrica, a pesar de su blindaje. Pero ¿cuál es la tasa, la cantidad de ondas electromagnéticas que recibe el colegio y, por tanto, los niños? Estos datos no son públicos.

La subestación, de aspecto abandonado e incierta actividad, y el papel que juega en su cercanía al centro nos ha llevado a plantearnos por qué un colegio como éste, en Chamberí, tiene que estar pegado a una instalación así cuando otros colectivos de vecinos en situaciones similares en otros barrios han exigido el alejamiento o retirada de estas subestaciones, ya que a día de hoy sabemos que no son inocuas.

Una niña dibuja en una pizarra de su colegio. (GTRES ONLINE)

Una niña dibuja en una pizarra de su colegio. (GTRES ONLINE)

Pero además, el Ayuntamiento de Madrid, en su proyecto de reordenación de las cocheras de Metro de Cuatro Caminos y reordenación urbana de la zona, tiene previsto soterrar la subestación eléctrica de Cuatro Caminos, -llevarla bajo tierra sin contemplar alejarla del colegio a una distancia segura-, lo cual puede entrañar nuevos riesgos para la salud de los niños y los profesores, ya que los expertos advierten de que el soterramiento de las subestaciones eléctricas incrementa la tasa de radiación en la superficie. Aunque se blinden, las medidas de aislamiento, para ser realmente efectivas, requieren inversiones millonarias que no suelen efectuarse.

Es reprochable que a estas alturas un colegio esté literalmente pegado a una subestación eléctrica como ésta cuando muchos estudios científicos de envergadura han encontrado un aumento de leucemias infantiles en población sometida a una cierta distancia o potencia de ondas electromagnéticas aunque los daños se aprecien a veces a medio o largo plazo. Según los expertos en la materia, aunque ahora no diera problemas visibles, los puede dar luego. Y, ante la duda, prevención. Pero me temo que los intereses que se puedan generar en este área de Chamberí, donde se construirán pisos de lujo y se creará un vínculo peatonal con el parque del Canal de Isabel II, puedan ser más importantes que un colegio pared con pared con una subestación.

Parece que ni Metro de Madrid, ni el Ayuntamiento ni el colegio el Porvenir toman en consideración la inmensa información científica que existe sobre los efectos de las ondas electromagnéticas en la salud de la población –y en los niños-. Y más grave es que se ciñan a la que saben que es una legislación obsoleta que en sus mediciones no contempla los criterios científicos. Sin embargo, son varias las recomendaciones de organismos internacionales como la OMS o la Agencia Europea del Cáncer, que ha catalogado las ondas electromagnéticas como posiblemente cancerígenas, y la UE, que ha pedido a los Estados miembros que adviertan a los ciudadanos de ello y apliquen el principio de precaución en su uso, sea wifi, teléfonos inalámbricos, antenas, subestaciones como ésta… Existe una gran desinformación ciudadana al respecto y gran desinterés por las autoridades para fijar criterios adecuados de prevención.

Una decepción que un colegio tan querido como éste no defienda en el proyecto municipal que sus niños estén lejos de esta subestación en pleno siglo XXI y que, tras inaugurar el nuevo aulario, eliminara del muro que comparte con el edificio de Metro de Madrid la señal de peligro que señalizaba estas instalaciones porque ahora es una zona muy transitada por niños y padres.

El trato de Metro de Madrid a los discapacitados

Por Francisco Javier Medina Pérez

Normalmente, el ascensor de Metro de Madrid que da a la calle en la estación de Pacífico está siempre averiado. Da igual que vengan los operarios a arreglarlo que a los dos días aparece el letrero de “sin servicio”. Habrá gente que lo llamará sabotaje, otra que dirá que es para ahorrar y otra simplemente dirá que son unos sinvergüenzas. Ascensor del Metro de Madrid averiado

Escribo esto para contar lo que pasó hace unas semanas. Mi pareja y yo estábamos saliendo del metro cuando vimos a un hombre en silla de ruedas hablando por el interfono, estaba pidiendo ayuda porque el ascensor se encontraba averiado, para variar, y no podía salir a la calle. Justo cuando pasamos por su lado, se dio la vuelta enfadado y nos preguntó si le podíamos ayudar a subir a la calle. Le dijimos que claro pero nosotros solos no teníamos la fuerza necesaria así que llamamos a otra pareja que pasaba por allí y entre los cuatro pudimos subirle hasta la calle. Una vez allí le pregunté que si no había pedido ayuda y nos comentó que lo único que le habían dicho era que se montara otra vez en el metro y se fuera a la estación de Conde Casal porque allí había otro ascensor para salir a la calle.

Me parece una vergüenza que recibiera ese trato, que no fueran capaces de avisar a un par de guardias de seguridad o a un par de empleados del metro para ayudar al hombre. En lugar de eso le mandan de vuelta a que coja un tren y se vaya a otra estación. Con todo lo que eso conlleva en una persona en silla de ruedas. Luego tienen la cara de pedir más sueldo y menos horas de trabajo. Pagamos más por los billetes y a cambio recibimos un trato pésimo: ascensores averiados, escaleras mecánicas que tardan semanas en arreglarse, retrasos en los trenes, etc. Basta ya de esta tomadura de pelo.

Averías en la L9 de Metro de Madrid

Por Vicente Núñez

Aglomeración en la L9 de Metro de MadridNo hay semana que no tengamos que soportar una «avería» los viajeros de la Línea 9 de Metro de Madrid. Este martes 9 de abril un tren que ya partía completamente colapsado de Puerta de Arganda, primera estación del tramo, se ha averiado generando retrasos de más de 35 minutos.

La descoordinación y el absurdo cambio de tren del tramo TFM de la L9 con el resto de la línea en Puerta de Arganda (Vicálvaro), así como el gran número de viajeros que en hora punta se suben en Rivas y Arganda, colapsa la L9 desde su primera estación, lo que a buen seguro es responsable de las constantes averías, aglomeraciones y retrasos que cada semana sufrimos los usuarios.

Sirva de pista que la Línea 9/TFM es la primera en privatizarse de la red de Metro de Madrid, con frecuencias insuficientes y obligando a los viajeros a bajarse de un tren para subirse minutos después a otro en la misma línea, otro todavía no privatizado.

Caos en la línea 9 del metro de Madrid

Por Vicente Núñez

Ayer la circulación de metro al sureste de Madrid colapsó. El tramo de la línea 9 entre Rivas y Arganda, o TFM, echó el cierre. Las explicaciones de la compañía se redujeron a alegar por megafonía «motivos técnicos». El caos fue completo y se enviaron a la estación de Vicálvaro efectivos de la Policía Nacional, probablemente para manejar una situación que amenazaba con transformarse en un motín.RIVAS

Cientos de viajeros quedamos abandonados a nuestra suerte sin que la compañía fuera capaz de acertar a informar sobre un transporte alternativo, sin saber si la línea 9 volvería a abrir al día siguiente. Cada uno volvería a sus casas de Rivas y Arganda horas después, por sus propios medios y con el metro cerrado indefinidamente.

La privatización del TFM ha traído consigo a esta parte de la línea 9 una desinversión y unos recortes en el número de trenes inaceptables. TFM es sinónimo de trenes abarrotados, frecuencias eternas, y cierres periódicos. Metro lo justifica por motivos de «demanda». Pero me pregunto yo: ¿Quién va a demandar un servicio de metro con averías constantes y frecuencias tercermundistas?

Metro de Madrid: próxima parada, la muerte

Por Julio Ortega Fraile (*)

Si se hubiese tratado de una persona habrían parado inmediatamente la circulación. Si hubiera sido en Barcelona, como ya ocurrió, la orden sería detener los trenes para salvarla. Pero no, “sólo” era una perra corriendo asustada por el Metro de Madrid; “nada más” que una galguita -como esas que ahorcan tantos cazadores- que después de permanecer cuatro días deambulando por las vías ha muerto atropellada por un convoy.

La Compañía, durante ese tiempo, ha efectuado paradas en tres andenes: el del silencio, el de la mentira y el del desprecio. Silencio que únicamente rompieron cuando advirtieron que el asunto emergía del subsuelo para convertirse en viral por las redes sociales. Mentiras porque falsearon sus declaraciones, así fue al asegurar que desde el principio avisaron a una protectora y que la perra había salido al exterior al intentar rescatarla. Y desprecio porque, entretanto, sabiendo que continuaba allí dentro, se limitaron a esperar a que un vagón hiciese el trabajo de atraparla arrancándole la vida y les ahorrase a ellos el esfuerzo. Y tal cual ocurrió: le arrancó la vida y le arrancó la pata. Su cadáver apareció con una colgando.

Perro en el metro

Los muros del Metro en Facebook y Twitter han sido el rostro farsante de una empresa con ética: “estamos haciendo todo lo que podemos”, “el perro huyó, gracias por preocuparos”, “el perro no estaba herido, no os preocupéis”, “en todo momento intentamos rescatarla, “lamentamos que muriera”… Dentro la cara real, la mezquina: los vigilantes echando a los voluntarios entre insultos y al grito de “montáis un follón por un puto perro”, y los responsables sin hacer nada, absolutamente nada, por tratar de sacar de allí a la galga viva.

En Madrid, la capital de España, hay voluntad, tiempo, dinero y protocolo para cortar las calles al tráfico y que circulen por ellas elefantes, caballos, camellos, burros y ocas durante una cabalgata que dura horas, pero no para detener el tráfico del suburbano unos minutos, que entre un veterinario con una escopeta de dardos sedantes y rescatar a una pobre perra antes de que la reviente un tren. Durante más de tres días y con el estómago encogido muchas personas hicimos cuanto pudimos por que ese animal saliese de allí caminando. Lo ha hecho sin vida en los brazos de un voluntario. Ahora, Metro de Madrid, que sepas que nos sobran tiempo y ganas para que con ella muerta paguéis por ley lo que con ella viva no hicisteis por ética.

(*) Delegado de LIBERA! en Pontevedra