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Entradas etiquetadas como ‘usuarios’

Harta de pagar mi abono transporte cuando el trato recibido es pésimo

Por Rebeca Ojea

Recarga del abono en un cajero automático (Comunidad de Madrid).

Recarga del abono en un cajero automático (Comunidad de Madrid).

Soy una usuaria habitual de la línea 664 Madrid-San Lorenzo del Escorial que sale del intercambiador de Moncloa. Quiero poner de manifiesto el trato incorrecto que estamos recibiendo como usuarios.

Cambian los horarios y no los actualizan online, siendo internet a donde te remiten reiteradamente si se te ocurre preguntar a algún chófer de la compañía.
Tampoco los cambian en el panel informativo de la cabecera de línea, puesto que la señorita que atiende en la ventanilla de la estación del Escorial explica que eso le corresponde hacerlo al Consorcio de transportes.

En definitiva, quiero expresar el hartazgo con el que pago mensualmente mi abono de transporte C1 (90 euros), recibiendo a cambio un trato cada vez menos profesional y serio.

Metro de Madrid, cómo molestar a todos los madrileños y pedir disculpas

Por Manuel Fermoselle Bernardo

Metro de Madrid (Europa Press).

Metro de Madrid (Europa Press).

«Metro de Madrid informa: con motivo de los paros parciales los días 13, 14, 15 y 16, los servicios de trenes se verán afectados. Disculpen las molestias.»

¿Quieren que disculpemos lo que intencionadamente provocan?

Permítanme que les diga, que de ninguna manera disculparé mi molestia para perseguir un fin dirigido a una supuesta administración responsable y que se fuma un puro mientras los usuarios pagamos las consecuencias de sindicalistas iluminados.

Una huelga a la japonesa manteniendo el metro abierto las 24 horas afectaría sensiblemente a la administración sin molestar al usuario, pero es más cómodo afectar indiscriminadamente a todos los madrileños y pedir disculpas.

Montar en autobús y no morir en el intento

Por Begoña de Frutos García

Imagen de un autobús de la EMT (Jorge París).

Imagen de un autobús de la EMT (Jorge París).

Soy una heroína. Como lo son todos y cada uno de los usuarios que cada día, se atreven a desafiar la ley del equilibrio, descansando sus posaderas en los cuatro asientos enfrentados colocados en la parte de atrás de los autobuses urbanos de la EMT Madrid. Se añade un grado de valor a la proeza, si son los que se encuentran al lado de la ventana.

Primero porque se requiere una habilidad especial para sortear la muralla que forman en un espacio tan reducido las rodillas pegadas, chocándose, de los viajeros que ocupan los asientos que están al lado del pasillo. Mientras, tu mano se aferra con el brazo completamente estirado al asidero colgante que hay en el techo, con el objeto de que la velocidad del bus no te balancee y te estrelle contra los cristales o, en el mejor de los casos, caigas en los brazos o en las piernas de un desconocido. O puede ocurrir, lo que no deja de ser menos malo y doloroso, que des un pisotón involuntario, machacando cruelmente a un inocente juanete.

Una vez consigues sentarte, se apodera de tí una especie de baile San Vito: no dejas de moverte corrigiendo tu postura, intentando mantener la espalda erguida, el culo se te desliza sin poder retenerlo. El material con que están fabricados los asientos es altamente escurridizo.

Cuando estás llegando a tu destino, debes realizar la operación contraria: toca levanarse, mantener la estabilidad sujetándote con una mano en el cristal, a la vez que, con el cuerpo completamente estirado, tratas de alcanzar la argolla colgante del techo, la misma, que te había ayudado a entrar.

En esta pericia, la mayoría de las veces son los propios compañeros de viaje que están sentados a tu lado quienes te agarran de los brazos para que no te caigas, sacándote en volandas al pasillo. Es entonces cuando, nuevamente, lanzas tus ya cotidianos agradecimientos o condolencias: «perdón», «gracias», «lo siento». Palabras que invaden todo el autobús, y que por su frecuencia, los pasajeros ya no vuelven sus cabezas o miradas en busca de dónde provienen. La mayoría de ellos, casi seguro, han pasado en algún momento por este trance.

Imposible pagar en metálico en el metro

Por Vicky Gil

Si Metro de Madrid quería disuadirnos de coger transporte público, con el nuevo sistema de tarjeta sin contacto lo está consiguiendo. ¿Cómo pretenden implantar un nuevo abono transporte si no facilitan su pago en metálico? El dinero en metálico es un medio de pago legal y admitido en este país (por ahora) y las taquillas de Metro tienen que estar preparadas para aceptarlo. Así que cuál es mi sorpresa cuando voy a cargar mi nuevo abono por primera vez y me encuentro con que no existe una máquina de recarga de pago en efectivo y que en taquilla no se puede llevar a cabo esta operación. Sólo se admiten pagos con tarjeta que, como es mi caso, no todo el mundo tiene.

Metro de Madrid

Y recuerdo que en las condiciones de “Carga / recarga de títulos de transporte” de Metro de Madrid no se menciona el pago obligatorio con tarjeta. La solución que me ofrecen, a primerísima hora de la mañana, es ir a otra estación -no cercana, por cierto-, en la que tienen una máquina que acepta efectivo (siempre que no esté averiada, claro). Esto sí que es un servicio público eficiente: aumentan el precio, empeoran la calidad, disminuyen la frecuencia de trenes y ahora, encima, te dificultan la adquisición del nuevo abono que ellos mismos se encargan de publicitar como “un importante avance en rapidez y comodidad para los usuarios” y que en poco tiempo, además, será obligatorio. Vergonzoso. Señores responsables del Metro de Madrid, no se puede implantar un nuevo sistema de abono sin estar preparado ni tener la infraestructura suficiente para darle cobertura.