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Entradas etiquetadas como ‘cuerpo’

¿Por qué tengo que mandar una foto de cuerpo entero en mi currículum?

Por Anais Albertos

Como una española más, durante estos días me he dedicado a buscar trabajo. ¿Cuál ha sido mi sorpresa? Ver cómo los empresarios se están aprovechando de la crisis. Y sí, digo aprovechando, porque no hay otro nombre.

La oficina del INEM (EUROPA PRESS).

La oficina del INEM (EUROPA PRESS).

Me da vergüenza ver cómo en los anuncios de empleo exigen que los candidatos sean mujeres ubicadas en un rango concreto de edad. Y no contentos con eso, ahora reclaman fotos de cuerpo entero al enviar el currículum. ¿Qué pasa? ¿Si no tengo una talla 36 no me merezco el puesto? O acaso es algo mucho peor, ¿si no cumplo sus cánones de belleza no soy merecedora ni de una entrevista?

De verdad, es repugnante ver cómo cada día se va repitiendo ese número de anuncios y la gente sigue asumiendo que es lo correcto puesto que «no hay nada mejor». Porque tener un trabajo ahora mismo, es una bendición, pero no. Que les quede claro que, por lo menos yo, no voy a ser participe de su desfachatez.

Todas quieren ser diferentes, pero hay un millón como ellas ahí fuera

Por Wendy Estrada Simbaña

Una modelo desfilando (Gtres).

Una modelo desfilando (Gtres).

Todos los días millones de adolescentes se miran al espejo y no les gusta lo que ven reflejado en él. La sociedad desde muy temprana edad les inculca unos valores que en muchos de los casos nos corroen por dentro. Nos convierten en el ejército de lo común.

Todas quieren vestir igual haciendo que las grandes marcas dicten cómo tienen que vestir. Todas quieren el mismo corte de pelo haciendo que las modas dicten cómo tienen que peinarse y todas quieren cinturas diminutas dictando a su cuerpo lo que tienen que comer. Todas, en teoría, quieren ser diferentes, pero no, lo que están haciendo es volverse personas mediocres, acomplejadas, pequeñas creaciones de estereotipos.

Son las dietas con lo que muchas comienzan, y son los trastornos alimenticios con lo que muchas acaban. En España los últimos estudios realizados coinciden en señalar una tasa de casos de TCA (Trastornos de Conducta Alimentaria) en población adolescente de alrededor del 4,1 o 4,5%. Supuestamente son sus cabezas las que les gritan por dentro que no pueden permitirse comer, pero en realidad son los estereotipos los que les prohíben meterse un dulce en sus bocas.

Todas quieren ser diferentes, pero lo que no saben es que hay un millón como ellas ahí fuera.

Sobre las oposiciones al cuerpo de maestros

Por Silvia Moreno Hernández

Hace poco, en una conversación intrascendente, salió el tema de las oposiciones y el famoso examen de cultura general de Madrid y alguien me dijo que no era concebible que un maestro de primaria no se supiera, por ejemplo, todos los afluentes de España, no supiera conjugar el verbo «yerrar» o no supiera situar exactamente todos los huesos del cuerpo humano, mostrando un asombro absoluto ante el hecho de que el 80% de los maestros suspendan ese examen. No me extraña, hace un tiempo que los maestros tenemos que comernos una campaña para dejarnos como incompetentes: así pasa que asesinan a un interino y no se arma la de Dios. Total, los maestros se supone que somos esas personas que no valemos «para otra cosa», aunque luego quede en nuestras manos lo más importante: vuestros hijos. Pero lo que se suele pasar por alto es:

1) Que no es un examen orientado a averiguar lo que realmente sabe la gente, sino a descartar gente, por lo que ponen más preguntas de las que somos capaces de responder en hora y media, obligando a hacerlo deprisa. Imaginaos lo que supone, por ejemplo, de cara a cálculos que sabes hacer, pero te baila un número y te anulan toda la pregunta.

2) Que si realmente pretendiera ser un examen objetivo, las preguntas serían tipo test y no desarrollo (como sucede con otros exámenes de oposiciones no susceptibles a «interpretaciones») y, además, si pretendieran valorar realmente lo que sabemos no nos pondrían a hacer tres pruebas consecutivas en siete horas, como sucederá este año, en el que el examen comenzará a las 8:30 de la mañana y acabará a las 15 de la tarde. Ya a las 13 estaremos medio muertos y, después de que nos hayan fusilado a cálculos y preguntas diversas (cada examen es muy largo), tendremos que escribir con la mano machacada no menos de seis páginas del tema que nos toque de pura memorieta.

3) Además, si tanta importancia le dieran a que conozcamos unos contenidos y no otros, al igual que existen unos temarios oficiales para el tema a desarrollar existirían unos temarios de referencia para que sepamos lo que nos tenemos que estudiar y pudiéramos organizarnos. Se «supone» que la referencia es cualquier contenido que pueda caer en Primaria, pero cualquiera que haya visto los exámenes sabe que las preguntas realmente tienen un nivel de ESO y, a veces, de Bachillerato. Me gustaría saber cuánta gente superaría un examen de ESO-Bachillerato en la actualidad tras más de una década de dejar atrás esa etapa de su vida y tras haberse especializado en otras cosas. Así que no me vale eso de «si yo supiera que tengo un examen de cultura general me lo prepararía y no habría problemas». Los cojones. Y más cuando no se trata de una única prueba: tienes el examen de cultura, el de temario, la programación, la defensa, los cambios de legislación constantes que retrasan el trabajo, los preparadores que más que orientarte te desorientan para sacarte el dinero… ya, ya.

Un profesor. (GTRES)

Un profesor. (GTRES)

4) Que es normal que un maestro no sepa todo de todo, al fin y al cabo pocos titulados universitarios conozco que sepan resolver una raíz cuadrada o hacer correctamente un análisis sintáctico, los que hacen lo primero rara vez saben lo segundo, o viceversa. De todas las cosas que aprendemos como básicas durante la enseñanza obligatoria empleamos muy poco al final y hay un importante principio de la pedagogía que te enseña que aquello que no se utiliza, que no es significativo para la vida cotidiana, se olvida. Quién sabe si deberíamos replantearnos la enseñanza de ciertos contenidos que, siendo «tan importantes», todo el mundo de adulto olvida sistemáticamente.

5) En las carreras que tienen que ver con la didáctica (magisterios diversos, pedagogía o la difunta psicopedagogía) no nos enseñan cosas que podríamos repasar estudiando la Wikipedia, sino enseñándonos cosas en las que un maestro es insustituible como la didáctica de las áreas, la psicología infantil y juvenil, las herramientas que desde la psicología se pueden aplicar a la educación (lo que se sabe de motivación, atención, dinámica de grupos…), la atención a las diferentes necesidades educativas especiales, los diferentes modos de razonar para enfrentarse a la resolución de un problema…si no fuera así, nos bastaría tener como maestros a personas que fueran estupendas para jugar al Trivial en lugar de a profesionales de la educación. Aunque, visto lo visto, en realidad mucha gente quiere de enseñante al que ganaría uno de estos concursos de la tele. Luego si hacen cosas como las que se han visto recientemente en funcionarios (atar a los niños con cuerdas o castigarles a estar dentro de un contenedor) no pasa nada, que como son estupendos loritos ya les consideramos plenamente competentes.

Tal vez sería más interesante que hiciéramos psicotécnicos en lugar de estos «juegos del hambre» para maestros.

Así que quien considere que es fácil, que critique menos y se presente.

 

Las delgadas de talla 34 no somos anoréxicas

Por María Monrabal Pacheco

El otro día apareció en mi muro de Facebook una viñeta publicada por una revista de título “El problema con tu cuerpo lo tienes en la cabeza”, que llegó a mí porque una conocida lo había compartido.

Me puse a leerla ya que la viñeta era bastante llamativa, pues aparecían distintas caricaturas de cuerpos de mujeres, cada una de una talla distinta, situadas en fila y, bajo estos, un comentario sobre cada uno.

Por el título pensé que la revista trataría de defender que todos los cuerpos de todas las mujeres son distintos, sí, pero que no por ello unos deben ser criticados.

Sin embargo, mi sorpresa vino cuando otra vez, para variar, se hacía una crítica, mediante la ironía, de las tallas pequeñas. Pues se decía que tener la talla 34 significaba procurar comer cero grasas, cero calorías y tener «cero fuerzas para dedicar tu vida a algo más». Vamos, una talla 34, según interpreté, era sinónimo de una persona obsesionada con su peso y poco sana.

Una joven hace ejercicio físico (GONZOO)

Una joven hace ejercicio físico. (GONZOO)

Asimismo, leyendo la viñeta completa pude ver que solo le daba el visto bueno a las tallas intermedias o en menor medida, a las grandes. Se dejaba ver que por tener unos kilos de más no tienes por qué sentirte insegura, pero, claro, si estás por debajo de la talla media ya eres una persona enferma.

Hablo en nombre de muchas personas cuando digo que tener una talla 32, 34 o 36 no es siempre sinónimo de aceptación social como se piensa, para nada. De hecho, parece que ser delgada autoriza a la gente para que te juzguen y hagan preguntas como “¿eres anoréxica?”, “¿sabes que estás demasiado delgada?”, “¿no deberías comer más?”.

Pues perdón, en mi caso, uso una 34. Soy una persona sana, practico deporte, como de forma sana, hago todas las comidas al día, como cantidades absolutamente normales, jamás he tenido ningún problema de salud relacionado con mi alimentación. Sin embargo, la continua descalificación por parte de la sociedad, reflejada en los medios hacia las personas delgadas como yo, ha hecho que me sienta incómoda en muchas ocasiones y que me sienta mal por no poder ganar más kilos.

Me he dado cuenta de que no importa qué talla gastes, sino que seas una persona sana y feliz con tu cuerpo. Cada cuerpo es propenso a mantenerse en una línea. Si tiendes a ganar peso no debes sentirte mal, si tiendes a perderlo, tampoco debes hacerlo.

Ya está bien de tener que aguantar las críticas por no tener una talla estándar. Ya está bien de tener que escuchar las palabras de la ignorancia y de la mala educación, por ser delgado o delgada.

Soy una chica de la talla 34 y mi cuerpo sí tiene grasas, sí tiene calorías, sí tiene fuerzas y sí tiene salud. Posiblemente, alguien debería decirle a los medios que difunden las ideas contrarias que se preocupen más de resolver su ignorancia que de tratar de criticar y cambiar cada cuerpo.

Dignidad policial: ¿Gossos (perros) d’Esquadra?

Por D. G. E.

Se ha luchado mucho para que en Cataluña haya una policía propia con un centro de formación propio, pero tan importante es eso como que esta policía esté motivada. Y muy a mi pesar, podemos decir que tenemos policía, sí, pero cada día más desmotivada. Falta de chalecos, material de calidad muy bajo y falta de coches. Por si esto no fuera poco, cada día su trabajo es más difícil: gente que no les apoya, gente que les apoya y no puede decirlo sin recibir insultos y/o amenazas de cualquier persona que cree que todos los integrantes de cuerpo de los mossos d’Esquadra son unos maltratadores, drogadictos y chulos que no saben hacer otra cosa más que poner multas y maltratar detenidos.

Escudo de los Mossos (Archivo)

Escudo de los mossos d’Esquadra. (ARCHIVO)

No les bastaba con eso, que este viernes [28 de febrero] ha aparecido en el desfile de carnaval una carroza en la que podíamos ver el escudo de este cuerpo modificado en el que se podía leer “PPolicia, Gossos [perros] d’esquadra” y en el centro de dicho escudo el emblema de la localidad de Mataró; no satisfechos con esto un número de individuos, no puedo determinar cuántos, desfilan con unos disfraces de mossos fingiendo que estaban borrachos, drogados, incluso uno mostrando una bolsa donde se simulaba que había cocaína. Para acabar de empeorar la situación, que es un total ataque a la dignidad del cuerpo y sus miembros, el propio Govern dice que no hará nada, no se tomarán medidas. Y yo me pregunto, ¿es así como este Govern pretende mantener motivada a su policía? ¿Permitiendo que se les veje delante de miles de personas y niños? Me da igual la política, me da igual que el Ayuntamiento de Mataró este dirigido por CiU: los mossos, sus amigos y sus familiares, piden no, exigen respeto.

Excesos de la familia de Marta

Por María Faes Risco

Muchas son las críticas serias y de fondo que se pueden hacer y hacemos los ciudadanos a la Justicia para reformarla. Pero no ayuda a esa mejora destacar en titulares críticas desorbitadas, propaladas por un amarillismo que tiende a desacreditar todas las demás, o distraer la atención de lo principal.

Así las declaraciones de la madre de Marta del Castillo de que “si no devuelven el cuerpo de Marta, la Justicia no estará ni ciega ni sorda,  sino muerta”. Demasiados recursos –que no repondrán los criminales- se han empleado en buscar su cuerpo. Y demasiado tiempo hace ya que sus familiares han pasado de expresar públicamente su natural dolor a una utilización irrespetuosa de la difunta con excusa de lo contrario, como muestran esas disparatadas declaraciones.