Archivo de la categoría ‘Obsesiones’

Los rostros del mal tienen las facciones de la desesperanza

Cesare Lombroso fue el primero en intentar vincular las facciones de una persona con el crimen que iba a cometer. Una predicción basada en el contorno de la nariz, en el ángulo feral de los ojos, en la torcedura siniestra de la boca. Según este criminólogo y médico italiano nacido en 1835, representante del positivismo criminológico, el mal estaba predispuesto en la biología. En las cejas estaba prescrito el cuchillo, el asesinato y la sentencia. Creía en la teoría del criminal nato, un monstruo que podía ser identificado a simple vista o mediante una fotografía.

 

Prisioners. Arne Svenson

Prisoners. Arne Svenson

El mal era una catástrofe evolutiva, un error arrastrado durante milenios. Pero Lombroso estaba equivocado para quienes defienden que el crimen es en realidad una enfermedad social y no una herencia biológica. Sobre estos dos pilares- biología o ambiente- orbitan las dos grandes corrientes del derecho penal o teorías de la pena: la retribución y la reinserción. Si el mal es innato, si forma parte del individuo como sus uñas o piel, solo queda el castigo, la condena sin redención (cadena perpetua o la horca); si el mal es entendido como un desvío social, una consecuencia ambiental, entonces existe la posibilidad de reconducirlo.

 

Prisoners. Arne Svenson

Prisoners. Arne Svenson

En el rostro del criminal, si es menester buscar patrones y paralelismos, muchas veces veremos pobreza, un blues triste, un niño o niña rotos que terminan rompiendo su propio reflejo doliente en la víctima. El crimen puede ser una forma de envidia, un ajuste de cuentas anímico.

En las fotografías policiales está la serenidad del que asume su culpa compartida con la Historia, la injusticia de generaciones arrastradas por el fango, la madre perdida, el abuso soterrado, el insulto bañado en alcohol, la voz ronca de los parias alimentados por cortezas de humillaciones que terminan un día frente al obturador fotográfico. Entonces aparece el rostro inmortal del criminal y escrito sobre el negativo el delito, como si fuera una marca de nacimiento, la auténtica filiación que borra todo pasado: violación y atraco, asesinato, robo… Nada queda del niño que un día pensó que el futuro era aquella cuesta que lo llevaría a un lugar mejor.

 

Prisioners. Arne Svenson

Prisoners. Arne Svenson

Lee el resto de la entrada »

El ilustrador que mezcla fútbol y dinosaurios

Un tiranosaurio avanza por el estadio. Lagartos dentados corren sobre el césped. El velociraptor no es buen portero. Quien chupa pelota, muere. Supongo que si juntas tus dos pasiones surge esto: fútbol con dinosaurios.

¿Papá, los dinosaurios jugaban al fútbol? Claro que sí… Dos pases irreconciliables. Pelotas y monstruos. Como la oveja que come cojines o el arco iris con patas peludas. Son cosas místicas de niños. Son conductos al tiempo perdido.

El verdadero deporte sagrado. Loco pero cotidiano.

El ilustrador Alex Chilvers ha juntado a sus dos amores perdidos y ha obtenido como premio un campo de fútbol salvaje. Este deporte golea las escuadras de la lógica y del tiempo. Alquimia infantil. Los niños nos parecen igual de perversos e inocentes que un velociraptor hambriento de mundo. Como quien junta dos cosas imposibles. ¿Pizza y clavos? ¿Vodka y aviación? Como quien sigue siendo niño sin importarle mojar las sábanas de la razón adulta…

Dino Crisis

A post shared by Alex Chilvers (@alexjchilvers) on

Lee el resto de la entrada »

No soy nadie para juzgar a Pandemonia, la primera ‘celebrity’ de látex

No soy nadie para juzgar a Pandemonia… No soy nadie para juzgar que aparezca así vestida, como una escultura andante que esconde a un artista anónimo; que se pasee de esta guisa por las principales avenidas de Nueva York o Londres; que se haya convertido en reclamo de algunas marcas hambrientas de novedad; que bajo su máscara y cuerpo de látex hable de feminismo y estereotipos con voz de hombre; de mujeres y fama, de arte conceptual, donde el creador, el logo y el producto se fusionan.

Ahora posa tus ojos en Pandemonia.

Pandemonia during the close of Madrid Fashion Film Festival in Madrid on Thursday 2nd, June 2016

Pandemonia during the close of Madrid Fashion Film Festival in Madrid on Thursday 2nd, June 2016. Gtresonline.

Habita en los límites del delirio y de la boutade conceptual. Transita sobre los tópicos de la cultura del cuerpo con el brillo de una cicatriz estética. Pandemonia Panacea es el nombre escogido por un artista multimedia, desconocido y aficando en Londres, para crear este ser ambulante. Una parodia, muñeca fashion que se pasea y teoriza como un intelectual, llamativa, esperpéntica…

Lee el resto de la entrada »

Si cambias las piezas de dos gemelos idénticos te encuentras con su identidad

Existen tres clases de repeticiones posibles de uno mismo: un clon, un doppelgänger (el doble fantasmagórico) y un gemelo idéntico.

Los dos primeros no existen o no tenemos pruebas de ello. El último sucede a veces de forma natural y nos fascina por su cualidad esotérica.

Within 15 Minutes. ©Alma Haser.

Within 15 Minutes. ©Alma Haser.

Los humanos creemos que en toda anomalía se oculta un dios o un demonio. Dos gemelos idénticos o monocigóticos tensan las casillas de la individualidad común. Las estatuas repetidas nos parecen presagios. Perdemos la señal de identificación: el cuerpo, el uno, la voz, el emblema, la bandera de células.

Dos gemelos que además pueden jugar con nosotros, suplantar identidades, crear espejismos, transferirse dichas y culpas.

No es extraño que en las culturas antiguas pensaran que los mellizos eran una performance sagrada: el dúo del Popol Vuh, los orishas iguales, Rómulo y Remo, fundadores de Roma.

El gemelo idéntico es una anomalía y un símbolo de la dualidad eterna: dos versiones independientes de una misma persona. Hermanos extraños. Juegos de espejo. Dos gotas nacidas del mismo óvulo capaces de camuflarse en su otro yo. Los gemelos demuestran que el cuerpo es solo una carcasa y que la individualidad es un misterio caótico, o una fantasía construida para ganar dinero…

La artista alemana Alma Haser ha fotografiado a varios gemelos para convertirlos en un puzle, un rompecabezas simbólico. Luego intercambia las piezas, mezclando ambas mitades de esos individuos a su libre albedrío, creando un nuevo ser que es la fusión desordenada de ambos. Al intercambiar los detalles estos gemelos vuelven a ser distintos, únicos, devueltos al caos donde no rige la copia…

Within 15 Minutes. ©Alma Haser.

Lee el resto de la entrada »

El parque mágico de Nikola-Lenivets, donde los rusos queman sus ‘Fallas’

La brújula señala la magia y está al norte, en el invierno alargado, a doscientos kilómetros de Moscú, cuyo centro son los bosques del Ugra.

El lugar se llama Nikola-Lenivets, y es un pueblo que contiene un parque, un festival y unas Fallas. Fallas como las de Valencia, fuego sagrado, o artístico, solo que aquí en vez de ninots arden instalaciones de arte moderno para conmemorar una vieja tradición eslava, la Maslevitsa.

Nikola-Lenivets es descrito como una territorio abierto al arte al aire libre, un lugar para vivir y crear, y su parque lo constituyen seiscientas hectáreas que esconden enigmáticas esculturas (28 objetos de land art).

Parque artístico Nikola Lenivets. Wikimedia Commons.

 

 

Este año ardió sobre la nieve una catedral gótica de madera con 30 metros de altura. Tres meses de construcción que se evaporaron en solo unos minutos y que no vencieron al invierno ruso, que tiene tentáculos y se ríe de la Bestia del Este.

 

Lee el resto de la entrada »

Facebook acaba de inventar una nueva perversión sexual: la ‘venusfilia’

Denuncian que Facebook censuró una fotografía de la Venus de Willendorf por su alto voltaje sexual. De confirmarse este hecho, acaban de descubrirnos una nueva parafilia o perversión: la venusfilia, la insana atracción por las estatuillas prehistóricas.

Fue esculpida en la Edad de Piedra, hace unos 30.000 años, un libertinaje que escapa a los cánones de belleza.

 

Venus de Willendorf MatthiasKabel. Wikimedia Commons.

Venus de Willendorf. MatthiasKabel. Wikimedia Commons.

Algunos dirán que está gorda, otros que no tiene brazos (aunque disimulados orbiten sobre los pechos planetarios). Que no tiene rostro. Que es fea… Un venusfílico en cambio la llamará su hermosura, venusita, jamoncita, cálido granito.

Satisface este individuo sus peores instintos: ama los senos inmensos, las caderas mayúsculas, los pies pequeños. Le excitan los abdómenes titánicos, las vulvas, nalgas y mamas extremas… pero solo si son de piedra.

En las catacumbas del porno, tan dadas a las etiquetas infames, llaman MILF a una mujer madura que excita a los hombres. ¿Cómo etiquetarán esta perversión?

Lee el resto de la entrada »

La luz divina de Steven Spielberg

Conocemos a Steven Spielberg como el rey Midas del cine porque su mano convierte en oro cuanto toca. Por esta razón los supersticiosos e ingenuos, personas que no comprenden bien las parábolas, piensan que el director vive aislado en su mansión de Hollywood. Creen que sus mujeres, así como todos sus gatos, terminaron convertidas en estatuas doradas que expone en su solitario salón.

Son los mismos que juran que E.T. existe y que busca marihuana en la Tierra, o que bajo las aguas de Barcelona se esconde un tiburón.

Son los que nadan intranquilos. Los piensan que la Lista de Schindler es pura ficción.

Los verdaderos cinéfilos, sin embargo, conciben a Spielberg como un invocador de la luz; él, rey presuntuoso, llama a este fenómeno God Lights, o Luces de Dios (así se ha referido a ellas en algunas entrevistas)

En sus planos trafica con esa deidad cinematográfica, metáfora que le sirve para definir las luces o rayos que nacen del cielo, de una nave espacial, o que bañan al espectador a través de una ventana o puerta. Estas luces transmiten un estado de gracia en la escena. Convierten el plano en una emoción numinosa, como cuando Elliott  y E.T. vuelan con su bicicleta sobre la luna llena.

El efecto se consigue con el contraste, enfrentando al personaje a la lumínica fuente como al profeta a su dios. La divinidad que gobierna a los cineastas es la luz y para ella son sus sacrificios.

Un cineasta que la ignore será ignorado.

El rey Midas ha acabado siendo uno de los grandes sacerdotes del resplandor en el cine- espero que Kubrick me perdone la metáfora- como demuestra este vídeo de Jorge Luengo Ruiz.  En La luz de Spielberg utiliza planos de más de una veintena de títulos para demostrar que dios es un foco omnipresente.

Los personajes se enfrentan al ocaso, al sol moribundo o naciente, a la luna que desnuda sus sombras, a la cerradura que emana, al brillo que devuelve…

 

The Spielberg Light from Jorge Luengo Ruiz on Vimeo.

Un pez se pasea por el museo subacuático de Lanzarote

Y pensar que todo cuanto hemos construido o besado habitará un día en el fondo oceánico, como desechos de redes de arrastre, silenciosos, hundidos…

 

 

Una sardina o un sargo, en su vagabundeo por los océanos, se topa por casualidad con el Museo Atlántico, en la costa de Lanzarote, el primer proyecto museístico submarino de Europa.

El espacio recuerda a una nueva Atlántida y ha sido construido por el artista Jason deCaires Taylor. Acoge 300 piezas a 12 metros de profundidad. ¿Causa terror? ¿fascinación? ¿será una profecía? ¿qué pensarán los peces de todo esto?

Hijo de un inglés y de una guayanesa, este fotógrafo y escultor británico es un pionero en el land art subacuático. Una disciplina que consiste en intervenciones artísticas en la naturaleza. Nuestro pez no ve en esta rareza un museo. Es solo una casa, un nido donde depositar sus huevas.

 

Lee el resto de la entrada »

Un bisonte encerrado en un motel

Más perdido que un bisonte en un motel. Confuso cual castor en una bañera. Nervioso como un puma arañando la almohada. Un caballo anestesiado frente al televisor. Productos equinos de belleza. El cervatillo hurga en la nevera, y solo encuentra frasquitos de alcohol que buscan anestesiar a los clientes del motel Naturaleza.

Así está el mundo: dolorosamente perdido. Así lo define Doug Aitken en una exposición.

Los animales están encerrados; el humano parece loco, bronco, alienado. Todos migraron. Todos desorientados. Todos perdieron su casa. También dispararon. Mataron al espíritu, que era una paloma en ciertas culturas, en otras un mono, un elefante, quizás un leopardo. No quedaron indios que nos dijeran: eh, tíos, esto se os está yendo de las manos. Huele a pólvora y a pis de vagabundo. De Sur a Este, de Este a Norte, como en el Salvaje Oeste, matando a los búfalos, o encerrándolos en el motel y a ver si acaban igual de tarumbas que los humanos.

La exposición Migrations, de Doug Aitken, podría haber empezado así. O de distinto modo, porque solo los locos dicen estas cosas.

Locos que mirarán el mundo como si fuera a través de esas pantallas que llenan la sala de los museos que acogen a este artista. La última es la muestra Future Shock, en el museo Site de Santa Fe, en Nuevo México (hasta el 29 de abril).

Lee el resto de la entrada »

El cuento más triste con las palabras más singulares del mundo

Hoy deslizaré por aquí un cuento triste con algunas de las palabras sin traducción que existen. Hagamos turismo lingüístico por las voces poéticas de este mundo.

Empieza así:

Mujer con Gato. Lilla Cabot Perry (1848-1933). Wikimedia Commons.

Mujer con Gato. Lilla Cabot Perry (1848-1933). Wikimedia Commons.

Quisiera presentaros a esta vieja gattara (palabra que en italiano identifica a las mujeres que recogen a los gatos callejeros), pero sufro de cierto tartle (que es como los escoceses llaman a la duda que sientes al querer presentar alguien del que no recuerdas bien su nombre).

Así que la llamaré Señora de Félix, por el ilustre gato, es fácil.

La gattara señora Félix.

Hoy vive rodeada de animales, ajena a sus vecinos, pero no fue siempre así. Su historia es triste, pero espero que sirva de excusa para estas palabras que quiero deslizar, y que son únicas en las distintas lenguas del mundo.

Antes de aficionarse a los gatos, cuando era joven y no descuidaba su pelo, la Sra. Félix sintió el waldeinsamkeit (que es como los alemanes llaman a la sensación de estar solo en el bosque). Había llegado a ese lugar apartado siguiendo la mångata, el camino de luz que deja la luna sobre el mar para los suecos.

Fue un sentimiento de profundo dépaysement, sentirse extranjero, emigrante, desplazado del origen, como dicen los franceses. Sentía la misma saudade o añoranza que los portugueses. La Sra. Félix estaba en realidad huyendo por el bosque, necesitaba borrar sus pasos, poner tierra de por medio. Sumida en un boketto (japonés), abstraída, mirando al vacío, se creía maldecida por el shlimazl (yiddish): el que tiene mala suerte crónica.

Años atrás, sin embargo, había sentido el gigil, que en idioma tagalo (Filipinas) significa el incontrolable deseo de apretar a quien amas, y el kilig, los nervios en el estómago que se siente al hablar con la persona que te gusta.

Entonces era dichosa pues la chica de rizos negros la correspondía. Pero su padre se opuso a esta unión. La consideraba una aberración, un atentado contra su sangre.

En aquel pueblo de rancias costumbres este amor prohibido fue una mokita (en lengua Kiriwina de Nueva Guinea): aquella verdad que todo el mundo sabe pero nadie dice.

El padre entró en cólera. La novia de la Sra. Félix era una backpfeifengesicht (alemán): la cara que merece un tortazo.

Indagó mucho, quería asegurarse, y en aquellos días pareció un pochemuchka (ruso), una persona que hace muchas preguntas a sus vecinos. Finalmente, amenazó de muerte a la chica, y ésta tuvo que huir del pueblo.

Y aquí es cuando dos corazones se desangran…

Al conocer la noticia, la Sra. Félix sintió un L’appel du vide (francés), el impulso de tirarse desde un lugar muy alto. Todos los vecinos que sintieron el schadenfreude (alemán), o el regocijo por la desgracia ajena, hubieran bendecido esta decisión.

 

Lee el resto de la entrada »