Denuncian que Facebook censuró una fotografía de la Venus de Willendorf por su alto voltaje sexual. De confirmarse este hecho, acaban de descubrirnos una nueva parafilia o perversión: la venusfilia, la insana atracción por las estatuillas prehistóricas.
Fue esculpida en la Edad de Piedra, hace unos 30.000 años, un libertinaje que escapa a los cánones de belleza.
Venus de Willendorf. MatthiasKabel. Wikimedia Commons.
Algunos dirán que está gorda, otros que no tiene brazos (aunque disimulados orbiten sobre los pechos planetarios). Que no tiene rostro. Que es fea… Un venusfílico en cambio la llamará su hermosura, venusita, jamoncita, cálido granito.
Satisface este individuo sus peores instintos: ama los senos inmensos, las caderas mayúsculas, los pies pequeños. Le excitan los abdómenes titánicos, las vulvas, nalgas y mamas extremas… pero solo si son de piedra.
En las catacumbas del porno, tan dadas a las etiquetas infames, llaman MILF a una mujer madura que excita a los hombres. ¿Cómo etiquetarán esta perversión?
El venusfílico es un enfermo que no consume pornografía en casa sino en los museos. El degenerado que practica el voyerismo en Altamira. El acosador de Atapuerca.
Facebook, siempre a la vanguardia, los teme, porque prevé su tendencia. A su censor – el mayor mirón de la Historia- le salen granos: ¡debemos impedir esta ignominia!
Los museos que acogen estas piezas deberían implementar dispositivos de seguridad especiales. Se dice que uno de estos desalmados dejó sus rastros biológicos sobre la Dama de Grimaldi.
Acabamos de descubrir otra etiqueta: el cumshot o eyaculación ancestral.
El problema para el venusfílico es que estas figuras no tienen su doble en el mundo ordinario. Su miseria es que los cuerpos reales son cada vez más uniformes, pobres, delgados, limitados, con caderas que se atienen a las leyes de la gravedad. Suelen llevar los brazos de serie y encima están hechos de carne.
La carne es flácida y no tan apetecible como la piedra.
Su mayor fantasía es imaginarse en el Paleolítico en taparrabos. Picar piedra. Al venusfílico le ganan las curvas de cantera y puede sufrir epilepsia en La Pedrera. Facebook debería censurar la libidinosa obra de Gaudí.
Hacen bien en ocultarnos a las Venus de nuestros muros virtuales. La piedra no casa con el silicio, que es más moderno y listo. El pasado es sucio y salvaje.
Debemos evitar a toda costa que nuestros jóvenes ingenuos acaben pervertidos. Impedir que los monstruos del porno creen una nueva etiqueta. Así es la naturaleza humana: empiezas con una inocente fotografía en tu muro y acabas desnudo, cubierto solo por una gabardina entreabierta, en frente de una asombrada Dama de Elche.
PD: Solo espero que ningún depravado haya utilizado esta entrada para safisfacer su pétrea fantasía. Podéis seguir indagando en estas perversiones a través del divertido vídeo de Nina Paley que versa sobre las Venus y el patriarcado.
You Gotta Believe from Nina Paley on Vimeo.
LAS GORDAS SE HAN CASADO SIEMPRE. LAS DE PIEDRA CREO QUE NO. PERO, TODO SE ANDARÁ.
01 marzo 2018 | 15:37
Los de fb no saben lo que es pornográfica o que? que viajen a la india y visiten los Templos de Khajuraho
01 marzo 2018 | 16:19
Dejan poner un vídeo de una chiquilla a la que sus padres le regalan un rifle, y la nena toda emocionada dando grititos como si estuviera delante del Justin Bieber y resulta que una escultura de hace miles de años les hace pupa. Bueno,no sé de qué me extraño si estuvieron devolviendo cartas a España cuando iban con un sello de la Maja Desnuda de Goya,, por pornográfica.
01 marzo 2018 | 16:51
Pues a ver si inventan algo mas instructivo que estas estupideces, hay mucho aburrido en estas redes me parece.
01 marzo 2018 | 20:05
La censura de Facebook debería estar PROHIBIDA en un mundo libre.
01 marzo 2018 | 20:26