Archivo de septiembre, 2014

Fotografía microscópica en 1909

'Nature through Microscope and Camera'

Arthur E Smith permanece a un extremo de la cámara de un inusualmente largo fuelle extendido como un túnel. En el objetivo hay un microscopio colocado en horizontal. El aparataje parece un chiste o un experimento peregrino, pero el hombre sabe bien lo que hace.

Las imágenes pertenecen al libro Nature through Microscope and Camera (La naturaleza a través del microscopio y la cámara), con textos de Richard Kerr y publicado en Londres en 1909. La obra —en el vínculo del título se puede descargar entera—  forma parte de los primeros avances en el intento por capturar en imágenes lo prácticamente invisible al ojo humano: fitoplancton, la lengua de una abeja, el bacilo del tétanos, el ácaro del queso…

'Nature through Microscope and Camera'

«En ningún caso se ha recurrido a los retoques», se apresura a decir Kerr en el texto introductorio. Arthur E Smith —del que casi nada se sabe, al igual que sucede con su socio— se convirtió en un pionero de la micrografía con un método de aspecto rocambolesco, pero efectivo y lógico según la tecnología de la época. Realizó 65 imágenes «en placas de 12×10», utilizando «el microscopio y la cámara combinados como un instrumento». Su propuesta era tan lógica como sencilla y los resultados son satisfactorios.

En el tomo, el autor menciona que en 1904 las imágenes fueron expuestas en la Real Sociedad de Londres para el Avance de la Ciencia Natural y que sirvieron de ayuda a «estudiantes de biología general y medicina». El tamaño de la cámara debía resultar exagerado incluso entonces, porque siente la necesidad de justificarse especificando que es la mejor manera de obtener imágenes directas de un tamaño aceptable para la investigación: «Cuando se hacen ampliaciones de negativos pequeños, no hay ganancia material en cuanto a nuevos detalles».

Helena Celdrán

'Nature through Microscope and Camera'

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'Nature through Microscope and Camera'

'Nature through Microscope and Camera'

'Nature through Microscope and Camera'

'Nature through Microscope and Camera'

Los niños severos e imperturbables de Zóltan Jókay

© Zoltán Jókay

© Zoltán Jókay

Resumiendo el insumiso lenguaje de la tribu yagán, indígenas canoeros de la zona trastornada de la Tierra del Fuego y, como otros nobles pueblos, extintos por las oleadas colonizadoras europeas, el añorado Bruce Chatwin explica que gozaban de «un verbo dramático para captar cada contracción de los músculos, cada acción posible de la naturaleza o el hombre». Así, dice el escritor y nómada ingles, iya significa en yagán «amarrar tu canoa a una franja de algas»; okon, «dormir en una canoa flotante»; ukomona, «arrojar tu lanza contra un cardumen de peces sin apuntar a ninguno en particular»; uejna, «estar sujeto o moverse fácilmente como un hueso roto o la hoja de un cuchillo» y también, «deambular, o vagar, como un niño sin hogar o extraviado»…

La lengua yagana era, como todas las formas humana comunicación verbal, un «sistema de navegación». A diferencia de otras era  precisa e infalible: todos los objetos o acciones eran dotados de nombre como los puntos fijos que, una vez alineados o comparados, permiten que la persona que habla «planee su próximo movimiento» de una forma minuciosa. Los yaganes nombraban obsesivamente cuanto les rodeaba —el crujido del cuchillo contra la madera, la canción que entona la misma hoja afilada al desollar la piel de una presa de caza, las heridas del deshielo sobre el suelo, la temporada en que los cangrejos cambian de caparazón…— , porque sólo nombrando las partes que componen el Paraíso puedes acceder al Paraíso. Lo que no tiene nombre, por deducción, es  infernal.

Las fotos del alemán Zoltán Jókay (1960) son un proyecto de rotulación para navegar a salvo por el mundo. La mejor cartografía del fotógrafo, acaso por sus melancólicos orígenes centroeuropeos, es de niños de una seriedad grave y profunda.

«Debemos fotografiar lo que no se ve y no mostrar todo lo que se ve para que lo obvio no oculte lo esencial«, dice este veterano y fructífero caminante que trabajó primero como asistente social y luego, cuando lo despidieron en una de las tantas olas de recortes presupuestarios, encontró labor como cuidador de ancianos con demencia senil —una de sus series, Mrs. Raab Wants To Go Home, es una persecución del ánima consumida de una paciente—.

Los niños de Jókay, retratados como adultos —frontalmente, a la altura de los ojos, a veces desde ángulos que resaltan la monumentalidad frágil de los críos—, parecen retener el aliento, ensimismados en un más allá que no podemos adivinar porque, maldita sea, hemos olvidado dónde está el foco de la sensibilidad infantil. Tengo la sospecha de que el retratista alemán se afana en buscarlo, darle nombre, para restrablecer su sistema de navegación.

 

 

Con los retratos, admite, desea «acercarse» a su propia niñez y cada componente de las fotos —el tono de baja saturación, los escenarios fríos, la ropa atemporal, las bocas manchadas, los gestos de indecisión…— son un autoflashback. «Mi lenguaje visual es una reminiscencia de mi pasado (…), por eso los protagonistas de los retratos parecen tan de otra época».

De haber nacido entre los yaganes de Tierra del Fuego, estos niños merecerían la condición de loberos, oseros, navegantes, tramperos, conocedores infalibles de los signos del musgo y las piedras… Saben dónde están con perfección de marineros veteranos y han rotulado cada porción territorial con su propio léxico: quizá la verja sea la puerta de un imperio y la acera un talud y el triste verde del parque un ventero en las cumbres…

Tengo la impresión de que ante la mirada tímida de Jókay («mis fotos son una lucha contra mi cobardía, camino durante horas antes de atreverme a pedir a alguien que me deje hacerle una foto»), los niños vuelven a ser lo que siempre han deseado antes de ser domesticados: nómadas incansables, severos e imperturbables, fuertes y nervudos, de mirada inclemente y la valentía mezclada con temor con la cual, de modo paradójico, se mueven los héroes. Como diría un yagán, son uejna, niños extraviados y, por tanto, libres.

Ánxel Grove

Reconstruye en fotos los timos de los correos basura

El señor David Kodjo escribiéndote sobre la cuenta secreta del ministro fallecido, una de las fotos de 'Poly-Spam', un proyecto de Cristina de Middel

El señor David Kodjo escribiéndote sobre la cuenta secreta del ministro fallecido, una de las fotos de ‘Poly-Spam’, un proyecto de Cristina de Middel

Un empleado de un «destacado banco» de la ciudad de Dapaong (al norte de Togo) descubre una «gran cantidad de fondos» en la cuenta del exministro de Deportes de Togo, fallecido en un accidente de helicóptero en 2007 (el dato es verídico y refuerza el resto del discurso) y se dirige a ti para que seas el beneficiario. Una chica inglesa de 24 años quiere disuadirte persuadirte para que la ayudes a conseguir los 5 millones de libras que su padre le dejó en herencia: debes hacerte pasar por su marido, ya que ella sólo puede sacar el dinero antes de cumplir los 30 si se casa.

El proyecto Poly-Spam, de la fotógrafa Cristina De Middel (Alicante, 1975), hace sonreir a cualquiera que haya recibido alguna vez este tipo de correo basura en la bandeja de entrada de su correo electrónico. Caracterizados por fabulosas faltas gramaticales y situaciones de profundo dramatismo, los e-mails son la trama ideal para un culebrón, un discurso preparado para el robo de datos o la estafa, pero con un aura de exotismo rocambolesco que hace digna su lectura.

De Middel recoge mensajes que ella misma recibió en su cuenta (los traduce al castellano en su web) y hace fotos para convertir los intentos de timo en una realidad escenificada. Está Sandrine Nzi, de Costa de Marfil, la única hija de un acaudalado empresario dueño de varias minas de oro y que murió «misteriosamente». La artista la imagina escondida bajo la cama de un modesto hotel, al que (tal y como cuenta Nzi) se ha trasladado por temor a que su familia la mate. Está la vidente española Marisol, esperando paciente tu llamada en una habitación oscura y con una carta de tarot en la mano.

Grace Smith quiere que te hagas pasar por su marido para poder cobrar la herencia que le ha dejado su padre. ('Poly-Spam'. Cristina de Middel)

Grace Smith quiere que te hagas pasar por su marido para poder cobrar la herencia que le ha dejado su padre. (‘Poly-Spam’. Cristina de Middel)

En una entrevista que concedió a PHotoEspaña en 2009 con motivo de la exposición de las fotos en una galería de Madrid asociada al festival, la autora habla de estos mensajes como un reflejo de lo que deseamos, «de los sueños que tenemos» y del espíritu altruista que hay en cada uno de nosotros siempre combinado con el ansia de dinero fácil. Aunque el proyecto tenga ya unos años, las historias siguen sonando frescas como si las hubieras recibido hoy en la carpeta de spam.

Helena Celdrán

Alesia Atolevna Markina es una viuda rusa cuyo marido murió en el "desastre del tsunami de Tailandia" y que quiere enviarte una maleta llena de dinero procedente de la herencia - (Poly-Spam. Cristina de Middel)

Alesia Atolevna Markina es una viuda rusa cuyo marido murió en el «desastre del tsunami de Tailandia» y quiere enviarte una maleta llena de dinero procedente de la herencia. (Poly-Spam. Cristina de Middel)

Sandrine Nzi, hija y heredera del dueño de varias minas de oro, escondida bajo la cama de un modesto hotel para que su familia no la mate- ('Poly- Spam'. Cristina de Middel)

Sandrine Nzi, hija y heredera del dueño de varias minas de oro, escondida bajo la cama de un modesto hotel para que su familia no la mate. (‘Poly- Spam’. Cristina de Middel)

Sir Garrick Ronald, "Miembro Ejecutivo" del "Lloyds Banking Group", quiere traspasarte 30 millones de libras esterlinas y te anima a llamarlo para especificar detalles. ('Poly-Spam'. Cristina de Middel)

Sir Garrick Ronald, «Miembro Ejecutivo» del «Lloyds Banking Group», quiere traspasarte 30 millones de libras esterlinas y te anima a llamarlo para especificar detalles. (‘Poly-Spam’. Cristina de Middel)

«Peyote Queen», un corto de cine realizado sin cámara en 1965

Fotrograma de "Peyote Queen", 1965

Fotrograma de «Peyote Queen», 1965

Lillian Malkin, nacida en 1912 en Nueva Jersey (EE UU), tuvo un par de buenas razones para rebautizarse como Storm (en inglés, tormenta). La primera, nunca quiso saber de su familia paterna, que la consideraba una loca y esperaba de ella un destino más femenino que el artístico. La segunda, acaso más trascendental, era el ímpetu que anidaba en su espíritu, el soplo de vendaval que la obligaba a pintar, escribir y, desde principios de los años sesenta, a hacer cine.

Storm de Hirsch —el apellido le vino dado por su matrimonio con otro artista, bohemio como ella, del que no han quedado rastros en los anales— tenía un problema para producir cine por las vías tradicionales: no le sobraba el dinero y no conocía a nadie que le prestara una cámara. Decidió, haciendo honor a su nombre artístico, con la contundencia radical de una tormenta: cine sin cámara de cine.

Peyote Queen (La Reina Peyote), un corto culminado en 1965, fue realizado por la artista rascando, pintando, mutilando y mancillando la película. La directora esculpió un cortometraje de cine sin la intervención de cámaras.

«Quería con toda mi alma hacer un corto de animación, pero no pude conseguir una cámara. Me hice con película virgen y cintas de audio de 16 milímetros y usé una serie de instrumentos quirúrgicos usados y destornilladores para cortar y rascar sobre la emulsión. También pinté con rotuladores algunas escenas», explicó la autora.

Y listo. El resultado, con una banda sonora percusiva étnica de origen desconocido, es un viaje hacia el trance que causó la admiración del underground neoyorquino cuando el corto fue proyectado en algunas galerías de los circuitos off. El cineasta Jonas Mekas, diez años más joven que De Hirsch, consideró el trabajo «bello y excitante» y lo situó entre lo mejor de la vanguardia artística psicodélica de los años sesenta.

La directora siguió haciendo cine-guerrilla durante casi una década. Siempre con presupuesto de producción cercano al coste cero y siempre con soportes pobres, sobre todo súper 8.

De la obra de esta mujer valiente y creativa no queda apenas nada en la supuestamente plena recopilación de sabiduría de Internet: he encontrado el corto Divinations, una entrada en la siempre loable UBUWEB y una sola nota biográfica que merezca cita. Se apunta en esta última que cayó enferma de Alzhéimer y fue internada en una institución hospitalaria.

La directora de Peyote Queen murió, dice la Underground Film Guide, en 2000. La canónica Internet Movie Databaseno precisa fechas. No he logrado dar con ningún obituario. Occidente no paga a heterodoxos.

Ánxel Grove

Un año haciendo una cuchara de madera al día

'Daily Spoon' - Stian Korntved Ruud

Tienen que ser diferentes entre sí, pero seguir cumpliendo la función de una cuchara clásica. El noruego Stian Korntved Ruud (1989)  —que confiesa una «fascinación innata» por el modo en que se crean los objetos— se somete desde marzo de este año a un ejercicio diario que obliga a su mente a trabajar en un diseño mientras que —con herramientas manuales como única ayuda— sus manos se afanan en producir el objeto.

El diseñador se ha propuesto con Daily Spoon (Cuchara diaria) hacer una cuchara de madera durante 365 días seguidos. Las hay clásicas como las que remueven ollas, miden cantidades o se clavan en el café, otras se presentan heterodoxas como la cubertería de un restaurante demasiado moderno o las que pudieran vender en una tienda de artículos de cocina de dudosa utilidad. Las añade a su cuenta personal de Instagram, fotografiadas sobre un fondo blanco. La sucesión de imágenes podría dar la impresión de que la cuchara es siempre la misma, que Ruud se dedica a transformarla y lo que en realidad contemplamos es una especie de evolución en viñetas.

'Daily Spoon' - Stian Korntved Ruud

Las talla de modo artesanal con distintos tipos de madera, manteniendo una relación cotidiana con el comportamiento y las particularidades de cada una. «Se trata de cooperar activamente con el material (…). En la producción industrial moderna, las máquinas reescriben las estructuras y el crecimiento natural de la madera. Usando herramientas manuales mi mano colabora con la estructura durante el proceso de formación».

Helena Celdrán

'Daily Spoon' - Stian Korntved Ruud

'Daily Spoon' - Stian Korntved Ruud 'Daily Spoon' - Stian Korntved Ruud

'Daily Spoon' - Stian Korntved Ruud

La bella y la bestia en el mismo cuerpo desnudo

© Gracie Hagen

© Gracie Hagen

«El cuerpo humano es raro y hermoso», dice la fotógrafa Gracie Hagen, que se ha embarcado en la cruzada de demostrar que cualquier persona condensa una forma humana y otra atroz en el mismo conjunto de piel, carne, huesos, pelo, aminoácidos y todas las otras sustancias no demasiado seductoras que llevamos a cuestas.

Illusions of the Body (Ilusiones corporales) contrapone en un mismo díptico una foto favorecedora y otra desfavorecedora de la misma persona sin ropa. Ambas imágenes son idénticas en lo formal: están tomadas en la misma sesión de estudio, desde el mismo ángulo, con el mismo plano e idénticos valores de color, iluminación, foco, apertura focal, y divergentes en la pose: la retratista pidió a los voluntarios que participaron que luciesen su mejor y su peor aspecto.

Son la bella y la bestia en un solo cuerpo desnudo, no disfrazado por las convenciones, los atuendos de vestuario y accesorios o el pudor, que los modelos dejaron atrás como los zapatos, la cartera y los pantalones antes de someterse al experimento de buscar las dos formas más exageradas de sí mismos.

La serie quiere demostrar cuán equivocados estamos y cuánto daño nos hacemos cuando comparamos nuestra imagen corporal con los personajes públicos que se dedican a vender belleza con la misma deshonestidad con que un deportista ciego de esteroides se cuelga una medalla. Llevando encima, por ejemplo, el rastro de una docena de intervenciones quirúrgicas estéticas o una cifra de seis dígitos en estilismo, maquillaje y diseño de moda.

«La mayoría de nosotros no nos damos cuenta de que los medios de comunición suelen mostrar las fotos favorecedoras y nos comparamos con esas imágenes. Casi nunca las llegamos a ver enfrentadas con fotos desfavorecedoras», explica Hagen, que decidió poner en marcha un plan para ejecutar un «contraste» entre las imágenes corporales de uno y otro signo.

 

La fotógrafa pidió a los voluntarios que posasen de manera seductora y también mostrándose intencionadamente repulsivos. Se trataba de demostrar que no hay normas de belleza que se puedan universalizar y que, en la franqueza extrema de la desnudez, el lenguaje de un mismo cuerpo puede ir de lo sublime a lo abominable.

Las imágenes mediáticas de las celebrities son «una ilusión construida sobre la iluminación, los ángulos de las fotos y el Photoshop. Cualquiera puede ser muy atractivo en las circunstancias adecuadas y dos segundos después transformarse en algo completamente diferente«, dice Hagen sobre su juego de facetas.

Es una iniciativa con cierto nivel de mentira piadosa —no hay entre los retratados nadie con problemas físicos graves o notables—, pero pone en cuestión, otra vez, que, como decía Wittgenstein, el cuerpo humano es «el mejor retrato del alma» y en ese juego todos somos agraciados y desafortunados a la vez porque, por mucho que lo intentemos, es el alma quien maneja el cuerpo que aparece en la foto.

Ánxel Grove

Óleos de alfombras sospechosamente abultadas

'Alicia' (2014) - Antonio Santin

‘Alicia’ (2014) – Antonio Santin

Antonio Santin (Madrid, 1978) se esmera en los tapizados, crea al óleo alfombras de exhaustivos adornos florales y arabescos que, de cerca, parecen más bordados que pintados sobre el lienzo. El asombroso dominio de la técnica queda olvidado por un momento cuando el espectador percibe las arrugas en la superficie: sombras y claroscuros que llevan a la conclusión de que hay algo debajo y ese algo se parece sospechosamente al cuerpo de una persona.

Ya en la serie Still-lifes (Naturalezas muertas), el pintor —primero residente en Berlín y ahora en Nueva York— daba muestras de su gusto por representar textiles en sus cuadros. Calificar de naturalezas muertas escenas protagonizadas por mujeres tumbadas es un indicativo de que algo no va bien, de que la postura relajada, la mirada perdida o los ojos cerrados de los personajes femeninos revisten la tragedia de un crimen. Pero el pintor no da más pistas, obliga a quien observa la obra a vivir en soledad con el terrible presagio.

Ofelia (2009) - Antonio Santin

Ofelia (2009) – Antonio Santin

Su experiencia como escultor y la admiración por la pintura tenebrista española son antecedentes lógicos para Rugs (Alfombras), una colección de obras que amplía desde 2011 y en la que continúa inmerso. Las espléndidas alfombras rectangulares y circulares ocultan siempre un bulto alargado y no hay indicativo alguno de que bajo ellas haya una persona. Por supuesto, para alimentar la duda las piezas reciben nombres como Claire o Alicia, pero también Nubes o nieblas o Volver.

Santin no da importancia al desasosiego que causa no resolver el misterio y otorga al espectador el poder de decidir si existe una víctima o no. En una entrevista a la publicación online berlinesa Freunde von Freunden (FvF), el autor cuenta que hacer desaparecer los cuerpos de las obras fue un acto de valentía. «Me divierte mucho trabajar con la figura humana, pero también es mi zona de confort. Fue un reto quitarse de enmedio a la figura, trasladar el fondo al frente de manera tan drástica. He aprendido mucho con esta serie. De todas maneras, el cuerpo sigue ahí, bajo la alfombra».

Helena Celdrán

'K de etaat' (2013) - Antonio Santin

‘K de etaat’ (2013) – Antonio Santin

'Claire' (2014) - Antonio Santin

‘Claire’ (2014) – Antonio Santin

Detalla de 'Claire' (2014)  - Antonio Santin

Detalla de ‘Claire’ (2014) – Antonio Santin

'Volver' (2013) - Antonio Santin

‘Volver’ (2013) – Antonio Santin

'Fall' (2010)  - Antonio Santin

‘Fall’ (2010) – Antonio Santin

'Yeh' (2013) - Antonio Santin

‘Yeh’ (2013) – Antonio Santin

2,6 millones de imágenes libres de derechos de entre 1500 y 1922

Nativo de las islas Fiji con elefantiasis en el escroto, 1898

Nativo de las islas Fiji con elefantiasis en el escroto, 1898

"Trampa de ratones". Ilustración de un libro de 1911 de cuentos sobre gatos

«Trampa de ratones». Ilustración de un libro de 1911 de cuentos sobre gatos

Pareje de guardias civiles que ilustran el libro "Wild Spain",  1893

Pareja de guardias civiles que ilustran el libro «Wild Spain», 1893

Postura de exploración ginecológica en un manual médico de 1907

Postura de exploración ginecológica en un manual médico de 1907

Cuatro ilustraciones de temas dispares [estos son los vínculos a las imágenes originales: hombre con el escroto descomunal por una malformación, gato disfrazado —la moda, ya ven, es preinternet—, una pareja de guardias civiles españoles en un dibujo de finales del XIX y una agresiva postura de examen ginecológico a comienzos del XX]…

El listado podría extenderse hasta lo casi inabarcable. Hablamos de un banco de 2,6 millones de imágenes, todas ellas libres de derechos. Pueden ser bajadas y utilizadas con absoluta discrecionalidad y sin temor: son públicas. Cuando el proyecto de digitalización concluya, el volumen de piezas se elevará a 12 millones.

La colección ha comenzado a ser alojada en el Internet Archive Book of Images, una cuenta de libre acceso de Flickr. Son ilustraciones —fotografías, grabados, dibujos, anuncios publicitarios, pinturas…— que aparecieron en libros, revistas y periódicos editados durante cinco siglos, de 1500 a 1922. Han sido digitalizadas por Kalev H. Leetaru, un empleado de Yahoo —grupo propietario de Flickr— destinado como docente e investigador en la Universidad de Georgetwon (EE UU).

Leetaru explica en una entrevista con la BBC que desarrolló un software para que durante el proceso de digitalización las imágenes tomaran automáticamente de la publicación de la que proceden las etiquetas (tags) pertinentes relacionadas con el tema, lugar, año, disciplina, tipo de formato, etc.

El programa, que es de código abierto y será cedido gratuitamente a todas las bibliotecas que lo necesiten, está basado en el sistema de reconocimiento óptico de caracteres del gran patrocinador del proyecto, el Internet Archive, esa fascinante organización sin ánimo de lucro que ha sido llamada con justicia la Biblioteca de Alejandría del siglo XXI porque está trabajando en la creación de un archivo en línea que garantice el acceso discrecional a toda la memoria de la red —ahora almacena información equivalente a 10.000 millones de libros—.

La novedad del Internet Archive Book of Images, como explica Leetaru, es que «invierte la tendencia» de digitalización de las bibliotecas, que se han centrado en convertir los libros en archivos PDF o, como mucho, en ficheros de texto, pero «se han olvidado de las imágenes», a las cuales la nueva base de datos da el carácter protagonista.

Esta página interior del proyecto permite la búsqueda directa por etiquetas o términos en la cuenta del banco de imágenes y sin que el rastreo se extienda a todo Flickr. La palabra Spain, por ejemplo, conduce a estos miles de resultados. Tomemos una imagen:

"Dance and guitar", 1893

«Dance and guitar», 1893

La foto  aparece compañada de una descripción completa del libro del que procede, una amplia leyenda sobre la imagen misma —formada por las 500 palabras anteriores y las otras tantas posteriores que la rodean en la obra impresa—. Para quienes busquen profundizar, un vínculo externo conduce a la edición digitalizada del libro en el Internet Archive. En el caso de la escena de arriba, se trata de Wild Spain… records of sport with rifle, rod, and gun, natural history and exploration, una crónica de viajes editada en 1893 por un par de aquellos ingleses que en el siglo XIX curioseaban fsacinados por la lejanía ibérica.

Cada día el archivo digitaliza un millar de publicaciones y todas las imágenes que contienen pasan a engrosar la pasmosa colección, una especie de proyección de diapositivas que permite navegar, ejercer la curiosidad y perderse en la pasmosa belleza de un pasado sin copyright, que, como debe ser, es propiedad de todos.

Ánxel Grove

Collar para lesiones cervicales. Del "St. Louis courier of medicine" (1899)

Collar para lesiones cervicales. Del «St. Louis courier of medicine» (1899)

Ilustración sobre un método de tortura del libro "The New York Tombs; its secrets and its mysteries. Being a history of noted criminals, with narratives of their crimes" (1874)

Ilustración sobre un método de tortura del libro «The New York Tombs; its secrets and its mysteries. Being a history of noted criminals, with narratives of their crimes» (1874)

Foto del libro sobre criminología "Education, personality & crime ; a practical treatise built up on scientific details, dealing with difficult social problems" (1908)

Foto del libro sobre criminología «Education, personality & crime ; a practical treatise built up on scientific details, dealing with difficult social problems» (1908)

Niño detenido por practicar la piratería. De "The criminal classes, causes and cures" (1903)

Niño detenido por practicar la piratería. De «The criminal classes, causes and cures» (1903)