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-No deberías llevar esa ropa. -¿Por qué? Sólo es una blusa y una falda. -Entonces no deberías llevar ese cuerpo. 'Fuego en el cuerpo', de Lawrence Kasdan

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José Luis López Vázquez, siempre igual, siempre distinto, siempre genial

Había oído hace tiempo que estaba mal y que se desplazaba en silla de ruedas. Eso, unido a su edad, 87 años, hace que su muerte no me haya cogido precisamente muy por sorpresa, aunque la haya sentido igualmente. José Luis López Vázquez era uno de los grandes, uno de esos actores que parecía interpretarse siempre a sí mismo, aunque esa era una sensación engañosa, porque nada tenía que ver, por ejemplo, su interpretación de José Luis, el hijo del marqués de Leguineche, de ‘La escopeta nacional’ ,con su papel de Adela en ‘Mi querida señorita’ o con el de Luis, de ‘La prima Angélica’, por poner solo algunos ejemplos.

Dicen de él que supo interpretar como nadie al mediocre y gris oficinista de finales de los sesenta, principios de los setenta, que sueña con una vida mejor y desea a la mujer del vecino, mientras cumple con su trabajo y mantiene contenta a la familia. Hasta para interpretar la mediocridad con convicción hace falta ser sobresaliente, y López Vázquez lo era.

Pero si hay algo que recordaré siempre de él, el rasgo para mí más característico suyo era su voz, esa voz a veces chillona, otras acelerada, que le confería un carácter especial, algo cómico, pero que me resultaba inconfundible. ¿Y con qué película suya quedarme? Hay tantas… quizá por lo mucho que me impactó cuando la vi: ‘Mi querida señorita’, donde está espléndido, o cualquiera de las muchas que hizo con Berlanga o con Marco Ferreri.

¿Le quitarán los papeles a ‘Pe’ o será ella quien los quite?

Ayer fue un día de celebración para el cine español. Una de las nuestras, Penélope, recibía en Londres el Bafta (el Goya británico) por su interpretación en ‘Vicky Cristina Barcelona’. La prensa inglesa no escatima elogios hacia la actriz de Alcobendas. Su presencia era una de las más esperadas en la Royal Opera House de Londres, junto con la de Brad Pitt, Angelina Jolie y Kate Winslet. No exagero. La adoran. Llevaban días anunciando que iba a pasarse por Londres para asistir a la ceremonia. Sé que a muchos no les gusta Pe, pero al menos recoceréis el mérito que tiene triunfar fuera, en una tierra llena de excelentes actores, como es Gran Bretaña. Además estaba muy guapa, un poco al estilo Audrey Hepburn, salvando las distancias.

Junto a ella, pero en la categoría de actriz principal, estaba nominada una de las más grandes, Meryl Streep. Precisamente ayer leía una entrevista con Glenn Close (qué estilazo y talento tiene) en la que se quejaba de que Hollywood sólo tiene papeles para una actriz mayor: la Streep. Close de 61 años, se ha refugiado en la televisión a falta de mejores ofertas cinematográficas, y mira con cierta envidia lo bien que se lo sigue montando Streep, de 59 años, en la ‘juvenófila’ industria de Hollywood. Si una actriz de la talla de Close, no encuentra papeles en la Meca del cine, la cosa tiene que estar muy mal para las actrices del montón.

Y yo me pregunto ¿llegará a tener algún día Penélope ese problema? Si envejece haciendo cine, ¿habrá otras que le quiten el puesto? ¿Quiénes podrían ser? De su edad, está pegando muy fuerte Kate Winslet, que ya es una estrella interplanetaria. También están Rachel Weisz, Jennifer Connelly (algo más mayores), Angelina Jolie… Espero sinceramente que no, que para entonces la industria haya cambiado lo suficiente como para ofrecer buenas historias de mujeres maduras, no solo románticas aventuras de tiernas veinteañeras. Las que dentro de varias décadas seamos ‘abuelas’ de 50 ó 60 años se lo agradeceremos infinitamente.

¿Parecidos razonables?

Hace unos días, con motivo de la muerte de Mel Ferrer se dio una curiosa confusión entre algunos lectores de este blog. Mencionaban lo mucho que les había gustado la interpretación de Mel en ‘Lo que el viento se llevó’, cuando en realidad el papel al que se referían había sido interpretado por el malogrado Leslie Howard. También hubo quien estableció un falso parentesco entre Mel Ferrer y José Ferrer. En el primer caso fue el parecido físico entre los dos actores lo que motivó el baile de caras y nombres, en el segundo, los apellidos provocaron el despiste.

Tengo algunos amigos a los que les gusta el cine, pero sin embargo son incapaces de distinguir entre Katharine Hepburn y Audrey Hepburn sin pararse antes a preguntar :¿Quién es la de ‘My fair Lady’? o entre Howard Hawks y Howard Hughes; Rod Taylor y Robert Taylor o entre Bob Hoskins y Anthony Hopkins… En España, mucho antes de que Antonio Banderas se convirtiera en una estrella internacional, los nombres de Manuel Bandera y Antonio Banderas, ambos malagueños, ambos de la quinta del 60, se intercambiaban con facilidad en la calle. No seré yo la que me ría de estos errores… si yo os contara.

De cara al fin de semana os propongo un juego que he elaborado sin ningún rigor científico; pero con el deseo de me ayudéis a completar la lista de parejas o tríos. Como el fallo de mezclar apellidos es relativamente corriente, sobre todo sin son extranjeros, os sugiero una lista de parecidos razonables. Ahí van:

Vincent D’Onofrio y Vince Vaughn

Michael Madsen y Tom Sizemore

Lara Flynn Boyle y Michelle Monaghan

Peter Sarsgaard y Stephen Dorff

Rupert Friend y Orlando Bloom

¿Quién se anima?

‘Antes que el diablo sepa que has muerto’, un thriller demoledor

Implacable, dura como el acero , brutal por su dramatismo. ‘Antes que el diablo sepa que has muerto’ te deja clavada en el asiento, casi sin respiración, con la pupila fija en la última escena. El sabio Sydney Lumet, el último gran Sydney que nos queda en el cine, después de la desaparición de Pollack, te engancha a la historia desde las primeras escenas: Un atracador asalta una joyería; el robo se complica; se produce un tiroteo; el atracador acaba muerto; la dependienta, malherida; descubrimos que los organizadores del atraco son los hijos de los joyeros; la dependienta tiroteada resulta que es la madre… empieza el espectáculo.

Con semejante arranque es difícil relajarse, la historia avanza hacia delante, vuelve hacia atrás; la vemos desde la perspectiva de Andy Hanson, el hijo mayor (Philip Seymour Hoffman); desde los ojos de Hank Anson (Ethan Hawke), el pequeño y asustadizo; desde la perspectiva incluso del padre (Albert Finney)… Seguimos descubriendo cosas: Gina (Marisa Tomei) es la mujer de Andy; pero se acuesta con Hank. Prosigue la espiral narrativa…

Y podría seguir contando sin destripar la película, porque todo esto lo sabemos casi desde el principio, desde el momento que decidimos mirarle a los ojos a la serpiente que el encantador Lumet nos ha arrojado a la butaca para permanecer hechizados durante dos horas. Y ¿después? La sensación de que, como dice uno de los diálogos de la película:

«El mundo es un lugar malvado. Algunos hacen dinero con ello, otros son destruidos».

La familia Hanson no es de las que se hicieron ricas.

¿Tú ya has visto la película? ¿Te gustó?

Un impostor se hace pasar por el padre de Heath Ledger

Por si alguien pensaba que ya lo había oído todo sobre la trágica muerte de Heath Ledger, ahí va lo último: un desconocido, algunos medios de comunicación estadounidenses dicen que se trata de un artista, se hizo pasar por el padre del fallecido actor para intentar captar la atención de algunos famosos.

Se sabe que justo después de conocerse la noticia de la muerte de Ledger el farsante llamó por teléfono a Tom Cruise para intentar que el cienciélogo lo consolara. También contactó con John Travolta, al que, quizá porque creyó algo ingenuo, pidió un billete de avión para poder volar desde Australia, aunque Travolta no picó. No se sabe cómo, incluso logró hablar con el médico forente que ha realizado la autopsia de Ledger, pidiéndole detalles sobre la muerte de ‘su hijo’.

Las estrellas con las que habló empezaron a sospechar cuando el impostor se olvidó un tanto de su pena y mostró un interés desmedido por conocer los números privados de teléfono de antiguos compañeros de rodaje de Ledger como Mel Gibson y Christian Bale. La historia parece increíble sino fuera porque la ha destapado The New York Post y ha sido confirmada por el agente de Cruise, quien ha reconocido que el actor habló con el supuesto padre al menos en un par de ocasiones.

No entiendo qué motivos puede tener alguien para hacer algo tan demencial. ¿Suscitar la compasión de un grupo de celebridades, que casualmente eran amigos del fallecido? ¿Intentar lograr un beneficio económico? ¿Tener dos minutos de protagonismo frente a un interlocutor sobrecogido por la tragedia? ¿Hablar con Tom Cruise? La Policía dice que está tras su pista y que lo cogerá. Si lo hacen, por favor, que alguien le pida una explicación.