Cada cierto tiempo empezamos un nuevo capítulo en la vida. A veces lo elegimos nosotros decidiendo cambiar de trabajo, crear una familia, dejar un hábito perjudicial… otras veces la vida decide por nosotros, invitándonos a entrar en esta nueva etapa con un despido laboral, el abandono de nuestra pareja, la llegada de una enfermedad, la emancipación de los hijos…
Que en un nuevo comienzos y en su predecesor final te visite el arrepentimiento es una buena noticia. Cuando escucho a personas decir no se arrepienten de nada, pienso que seguramente tampoco habrán aprendido mucho. Edith Piaf es un caso aparte por supuesto ;). El arrepentimiento es un cierto tipo de lucidez, una nueva consciencia que nos dice que a partir de ahora seremos y viviremos de forma distinta. Puede ser que estuvieras muy centrado en tu trabajo y te olvidaras de dedicarte más a tu familia. Darte cuenta de ello a través del arrepentimiento te permitirá corregirlo, tal vez ahora o tal vez con tus nietos.
Con el arrepentimiento nos emancipamos de una forma de vida anterior y sus hábitos dominantes. El arrepentimiento nos recuerda dolorosamente como desperdiciamos el viento para navegar, como ignoramos a tantas primaveras imposibles de recuperar…La constatación del daño que nos hemos hecho, del daño que tal vez hicimos a otros, nos abre el corazón y nos hace humildes. Es solamente desde ese lugar desolado en el que podemos intentar algo distinto, y aprovechar esta vez los nuevos vientos, las nuevas primaveras que la vida quiera brindar.
Para recibir la invitación que te lanza el arrepentimiento, te propongo estas pautas:
- Interrumpe tu diálogo interno, los pensamientos que te atribulan. Da un paseo, escribe en tu diario, escucha música…
- Pregúntate: ¿Qué capítulo de tu vida estás terminando? ¿Cuál estás empezando?
- ¿De qué te arrepientes?
- ¿Qué forma de ser, actitud, pensamientos, hábitos son la causa de tu actual arrepentimiento?
- Siente la magnitud del arrepentimiento en todo tu ser.
- Toma la intención de vivir y comportarte de un nuevo modo.
- Da el primer paso, el que no quieres dar.
- No esperes hacerlo perfecto a la primera. ¡Persevera!
Te puede interesar:
- El arte de esconderse o por qué tu timidez es un valor al alza
- Las pantallas y tú. ¿Lo virtual te llena o te vacía?
Inspírate con mi nuevo libro: Da vida a tus sueños. 12 caminos para crecer y despertar.