Uno de los procesos que pongo en marcha en mis programas de coaching es el trabajo de la sombra. La sombra psicológica es todo aquello que nos saca de quicio en los otros por el hecho de que también lo encarnamos, aunque sin ser conscientes de ello.
Las redes sociales todavía humean a raíz del comportamiento de Luis Rubiales durante la estelar victoria de las futbolistas. Lo interesante desde mi punto de vista no es tanto las condenas que me parecen más que justas y razonables, sobretodo a estas alturas, sino la primera reacción del presidente de la Real Federación Española de Fútbol. Las primeras reacciones son reveladoras porque nos muestran sin filtros lo que la persona piensa y cómo percibe. En una entrevista en El partidazo de COPE, dijo «Yo, con todo lo que he pasado, más gilipolleces y más tontos del culo no… Vamos a disfrutar de lo bueno y ni me comentéis cosas de pringados que no saben ver lo positivo».
Según Rubiales el problema lo tienen los demás, porque son «gilipollas, tontos del culo, pringados, personas que no saben ver lo positivo». Rubiales tiene un punto ciego, el punto ciego de muchos líderes que es la consciencia de sí mismos. Tienen un ego tan grande, están tan seguros de sí mismos, tan acostumbrados a tener la razón que se endiosan situándose por encima del bien y del mal. Entonces ante las críticas, se defienden proyectando su sombra, justamente lo que niegan en ellos. Sin embargo, cualquier tropiezo es una oportunidad de crecimiento también para Luis Rubiales.
No te engañes Luis, el problema no son los otros, el problema eres tú. El problema es el lugar desde el que lideras: tu ego. Para empezar a arrojar luz a tu punto ciego puedes probar a decir estas frases en primera persona: «Soy un gilipollas, un tonto del culo, un pringado, una persona que no sabe ver el impacto negativo que tiene en los otros» y dejar que estas verdades hagan mella en ti. A ver si tienes pelotas.
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Los titulares tras la victoria en un mundial de fútbol es un bes. Un beso dado en público y, según la protagonista, que fue «un gesto totalmente mutuo y espontáneo de cariño y agradecimiento». Se ve a ambos fundidos en un abrazo fuerte y mantenido.
No se le hace caso cuando dice esto, porque no interesa. Igual que el agarrarse los genitales para decirles que tenían cojones, que es otra manera de expresarse en el campo de fútbol, tampoco interesa explicarlo. Si pusieran un micrófono a las chicas, y a los chicos, cuando están en el campo, las lágrimas de espanto rebosarían por todo el Reino azotado por el escándalo.
Y ahora, no ya se enjuicia el beso, sino lo que presuntamente hay detrás, por si falla el juicio, prejuicio, del beso, entonces tener dónde agarrar.
La Inquisición trabajaba de modo similar.
22 agosto 2023 | 1:11 pm
Me gusta escuchar primero todas las partes antes de juzgar.
En un principio leí que Jenni había dicho que fue un gesto totalmente mutuo y espontáneo de cariño y agradecimiento». Luego que iban a casarse en Ibiza.
Si todo es falso, como ahora parece ser, si hay miedo a decir la verdad por algún motivo, pues es intolerable la actuación de Rubiales. Sería inaceptable.
Jenni debería comparecer y decir lo que sucedió sin cortapisas.
22 agosto 2023 | 2:28 pm
Que el beso fue un gesto totalmente inapropiado y fuera de lugar, creo que nadie lo cuestiona.
Ahora bien, creo que deberíamos ir un poco mas allá antes de juzgarlo tan duramente como lo estamos haciendo. No creo que en ese beso hubiera ningún atisbo de abuso de poder patriarcal, sino mas bien, una exaltación de emociones en un momento de gran alegría. Creo que si se quiere juzgar, hay que juzgarlo como tal.
Si estamos juzgando un símbolo, vamos a juzgarlo como lo que significa, y en ningún momento creo que significara un abuso machista.
Veo con buenos ojos las disculpas de Rubiales, y también las críticas por parte de los medios y la sociedad, pero no el escarnio que se está haciendo de este tema. Creo que la cosa debería terminar ahí.
23 agosto 2023 | 8:29 am