Cromo de Chinaglia en su época en la Lazio (PANINI).
Cerramos la semana con un nombre que a buen seguro pertenece a esas listas que se suelen hacer de jugadores infravalorados en la historia: Giorgio Chinaglia.
El 24 de enero de 1947 nacía en Carrara, Toscana (Italia) Giorgio Chinaglia. La crisis y el desempleo en la Italia de la posguerra hicieron que la familia emigrara a Reino Unido, en concreto a la capital de Gales, Cardiff, cuando nuestro protagonista de hoy tenía ocho años de edad.
Su padre trabajaba en la metalurgia y el joven Giorgio empezó a jugar al fútbol en el colegio. A los 13 años, un ojeador del Swansea lo vio y lo incorporó a las categorías inferiores del club en 1962. Solo dos años después, con 15, debutó con el primer equipo.
Delantero goleador, en 1966 fue reclamado por Italia para que cumpliera el servicio militar, hecho que fue clave para desarrollar su carrera. Los Chinaglia regresaron a su patria y siguió jugando en el ejército, con éxito.
El problema es que entonces, la Serie A no permitía jugar a futbolistas que hubieran estado en el extranjero, por lo que Chinaglia, ariete de 1,86 metros, se enroló en el Massese, de la Serie C, que además quedaba cerca de Carrara. Un año después se fue a otro equipo de la Serie C, el Internapoli napolitano, donde dejó buenos números en dos temporadas.
Finalmente, se le abrieron las puertas de la Serie A y fichó por la Lazio, adonde llegó en 1969. En su temporada de debut marcó 12 goles. Eso le valió para ganarse un puesto en la selección italiana, pero pese a que entró en la prelista, se quedó fuera del equipo que jugó el Mundial de México en 1970.
Su segunda temporada en la Lazio fue peor, con 9 tantos, y que encima se saldó con el descenso del equipo celeste. Pero al año siguiente fue el más destacado jugador del equipo, logrando el ascenso a Serie A de nuevo y acabando como capocannoniere de la categoría, con 21 goles. Curiosamente, en 1972 debutó por fin con la selección, marcando ese día y convirtiéndose, además, en el primer jugador de Serie B en vestir la azzurra.
Giorgio Chinaglia, en en centro, con Gianni Rivera y Paolino Pulici antes de un Italia-Brasil en los 70 (WIKIPEDIA).
En la temporada 72/73 marcó dos goles y la recién ascendida Lazio disputó el título a la Juventus hasta el último partido de liga. Chinaglia explotó la temporada siguiente, con 24 goles y convirtiéndose en el máximo goleador de la liga, que se llevaron los laziali. Ese 1973 vivió otro momento especial. En un amistoso ante Inglaterra en Wembley, Chinaglia marcó el gol de la victoria de Italia, siendo la primera vez que la azzurra lograba la victoria en la catedral del fútbol inglés.
Chinaglia fue al Mundial de Alemania 74, pero Italia en general y él en particular cuajaron una pésima actuación, por lo que su carrera como internacional empezó a opacarse. La Italia de principios de los 70 era un país tumultuoso y conflictivo, y la familia del jugador llegó a ser amenazada de secuestro. Tras unos negocios que le fueron mal y de los que Chinaglia acusó a la legislación italiana, decidió emigrar a Estados Unidos, donde desde 1972 ya tenía algunas inversiones. En Nueva York fue a ver a Clive Toye, presidente del mítico New York Cosmos y se ofreció para jugar en el club, avisando de que de no ser así, fundaría su propio club. Toye lo contrató.
Chinaglia debutó en 1976 y pasaría siete años en el Cosmos, siendo el máximo goleador del club en todas y cada una de ellas. Jugando con Pelé y Beckenbauer, ganó cuatro ligas estadounidenses, cuatro títulos de máximo goleador.
En 1979 se le concedió la nacionalidad estadounidense (siempre contaba que guardaba los papeles en casa junto a su botella de Chivas Regal), y Chinaglia, famoso no solo por sus goles sino también por su carácter peleón, pendenciero y desafiante, se convirtió en una leyenda del fútbol en Estados Unidos.
Se retiró en 1983 y se convirtió en el máximo accionista de la Lazio y su presidente. Su aventura, poco venturosa, acabó en 1986. Dos años antes también había comprado la mayoría de acciones del Cosmos, pero se las quedó el general manager, Peppe Pinton.
Chinaglia siguió dedicándose a sus negocios en Estados Unidos e Italia, pero se enfrentó a numerosos problemas legales en su país natal. Fue condenado a dos años de prisión por quiebra fraudulenta y falsa en la gestión de la empresa Fin Lazio (1986-1987), compañía propietaria de la Lazio. También fue investigado por las autoridades italianas por cargos de lavado de dinero que involucraban a presuntos asociados del clan Casalesi, vinculado a la Camorra. Ya antes, en 2004, había intentado comprar otro club italiano, el US Foggia, pero ese intento también fracasó después de acusaciones de lavado de dinero y huyó a los Estados Unidos.
Con numerosas causas penales pendientes, Chinaglia nunca regresaría vivo a Italia. Se estableció en Naples, Florida, y en los últimos años de su vida tenía un programa de fútbol en una emisora de radio en internet. A Giorgio Chinaglia le sorprendió la muerte el 1 de abril de 2012, a causa de un fallo cardiaco. Tenía 65 años. Su cuerpo fue llevado a Roma, donde fue enterrado en el mausoleo de la familia Maestrelli, donde reposaban los restos del que fuera su entrenador en la Lazio, Tommasso Maestrelli. Sus hijos fundaron poco después una fundación con el nombre del futbolista para ayudar a través del fútbol a niños desfavorecidos.
Espero que os haya gustado la historia de hoy. Nos leemos la semana que viene.