Harry Lumley, con el Vezina Trophy (WIKIPEDIA).
Hace unas semanas os hablé de Georges Vézina, el primer gran portero de la NHL y este sábado vamos a hacerlo del trofeo al que da nombre, y que cada año se lleva el mejor portero de la competición norteamericana de hockey hielo.
Como os comenté en el artículo de Vézina, el mítico portero de los Canadiens murió en 1926 de tuberculosis. Al año siguiente empezó a entregarse un trofeo con su nombre al mejor portero de la competición.
El problema es que al principio no estaba claro cómo se entregaba: ¿al menos goleado? ¿al de mejor media? ¿al mejor según los técnicos? Durante 20 años, la NHL lo entregaba con un criterio voluble, unas veces al portero con mejor media y otras al que ellos consideraban mejor portero. No fue hasta 1946 cuando la liga dejó las cosas claras y decidió entregar el trofeo al portero que más partidos jugara del equipo menos goleado de la temporada. A partir de 1965, se especificó que el portero receptor del trofeo debía jugar al menos 25 encuentros.
En 1981, la NHL decidió cambiar de método. Creó un trofeo aparte para el portero (con más de 25 partidos) menos goleado de la temporada, el William M. Jennings Trophy, y reservó el Vezina Trophy al mejor portero de la liga, votado por todos los entrenadores de la competición.
El canadiense Jacques Plante ostenta el récord de trofeos, con siete, seguido de su compatriota Bill Durnan y del checo Dominik Hasek, con seis. Hasek es el que más tiene siguiendo el criterio actual de votaciones.
Espero que os haya interesado el artículo. Hasta mañana.