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Casi enteros: un blog sobre los medios de comunicación, la publicidad, su papel en la financiación de los medios, la investigación y otros temas relacionados con todo esto

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Redes sociales ¿para qué?

Los mil millones de dólares pagados por Facebook por Instagram han vuelto a poner de actualidad las redes sociales.

Durante los últimos meses de la que más se ha hablado es de Pinterest.

A finales de marzo el humorista Leo Harlem ponía humor en el Congreso iRedes en Burgos; lo enlazo aquí porque creo que es una visión divertida que merece la pena ver.

También en ese mismo Congreso se produjo una interesante conversación entre el publicitario Risto Meijide y el escritor Agustín Fernández Mallo. No se sabe bien cual es el modelo de negocio en torno a las redes sociales. Mi amigo Miguel del Fresno sí lo tiene claro: si te lo dan gratis es que tú eres el producto. Están consiguiendo gratis toda la información que nosotros les queramos dar (que a veces es mucha) y que luego utilizarán para venderla a quien la necesite.

Hoy he cerrado el análisis del estudio Zenthinela correspondiente al mes de abril (que enviaré mañana a los panelistas); se estima que las redes sociales conseguirán este año en España 33 millones de euros de inversión publicitaria.

Facebook tendrá pronto mil millones de usuarios en todo el mundo; a nadie se le escapa el potencial que se esconde ahí, aunque la salida a Bolsa se esté retrasando más de lo esperado debido a la coyuntura económica y podemos tardar en saber cual es el valor que la compañía tiene para el mercado.

Twitter podría tener más de 500 millones de usuarios en el mundo, de ellos casi cinco en España. En este caso tampoco está claro cual será su modelo de negocio. Hace pocas semanas veíamos la primera campaña publicitaria inserta en un tuit; lo hizo la marca Mercedes en Argentina. Poco tiempo antes nos ofrecían la recopilación de tuits por temáticas para realizar estudios sociológicos y de mercado. Todos los que nos dedicamos a la investigación de mercados ya lo estábamos haciendo, pero no disponíamos de la información retroactiva. Ese podría ser un valor, pero parece escaso.

El uso publicitario, en el que todavía tenemos todos mucho que aprender, parece uno de los más evidentes, sobre todo si tenemos en cuenta que según algunos estudios hasta un 83% de la gente está dispuesta a seguir a marcas en las redes.

Un uso marginal, pero curioso, de Twitter es considerarlo como un indicador de audiencia (o al menos de interés) entre un determinado tipo de público. Hace unos días se publicaba que durante el partido de fútbol Barcelona-Chelsea se batió el récord de tuits por segundo, con una media de 13.684. Ese partido fue, en España, el evento más visto de lo que llevamos de temporada.

Las redes, como internet en general, son una extraordinaria fuente de información si se sabe separar el grano de la paja.

Para Reid Hoffman, el fundador de LinkedIn, en las redes reflejamos toda nuestra personalidad. Cada red representa su propio pecado capital. Asi LinkedIn, una red básicamente profesional, es codicia, mientras Facebook es ego. LinkedIn se relaciona con el trabajo, Facebook con las emociones, Twitter con el contenido. Entre todas estamos reflejando cómo somos. Y esa información está ahí para quien la pueda aprovechar; es mucho más que un curriculum vitae.

El mundo de las redes es casi infinito y tiende a crecer; en la Web de la empresa 2.0 podemos encontrar un ranking de las 40 más populares

Hay que saber usar las redes, porque igual que pueden resultarnos muy útiles, pueden hacernos mucho daño. El caso es que todos vamos aprendiendo a medida que las usamos. Todo lo que publicamos sin restricciones en una red está accesible para mucha gente, para los amigos y para los que no lo son tanto, incluso para personas que podrían utilizar esa información para perjudicarnos.

Cuando empezó este fenómeno 2.0 hicimos muy pronto un estudio sobre blogs y otro sobre redes sociales. Yo me apunté a todas las que iba conociendo, para saber lo que estábamos estudiando. En algunas no he persistido; ese es el caso de Xing (que cuando me apunté era Neurona), de Plaxo y de algunas otras. Tampoco hice mucho caso de Twitter al principio, pero en el verano pasado me reactivé y confieso que estoy bastante enganchado; he publicado mas de 1100 tuits y tengo 453 seguidores. Esos tuits se publican automáticamente en Facebook (supongo que inicialmente lo configuré así) donde tengo 505 amigos con los que tengo relaciones en muy distinto grado (de la mayoría casi nunca sé nada tras los últimos cambios hechos en la red; con otros hablo con frecuencia, incluido alguno a quien hace mucho tiempo que no veo); ese número se mueve ya muy poco. Supongo que todo el que pensó que podía tener algún interés mantener esa relación, ya la buscó hace años. En cambio en LinkedIn no para de crecer mi número de contactos, que en este momento son ya 1005 y eso que no acepto a cualquiera: me molesta mucho cuando alguien a quien no conozco de nada dice que es mi amigo. Pero sí suelo aceptar a personas que trabajan en el mismo sector que yo. Supongo que esa es la regla: algún día nos podemos ayudar, en una dirección o en la otra. Utilizo LinkedIn sobre todo para ver lo que se comenta en los grupos que tratan temas de mi interés. A veces también comento en ellos.

Cada día aprendemos sobre redes sociales, un mundo en continua evolución.