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Casi enteros: un blog sobre los medios de comunicación, la publicidad, su papel en la financiación de los medios, la investigación y otros temas relacionados con todo esto

Mis lecturas de verano: Rendición

Hubo una época, en sus años de universidad, en que mi hija leyó mucho a Ray Loriga, así que en casa había varios libros suyos y yo leí alguno, creo que fue Tokio ya no nos quiere. No me terminó de gustar y no repetí la experiencia.

Luego Usúe le entrevistó, no sé si incluso varias veces, cuando trabajaba en Radio Exterior en el programa Un idioma sin fronteras.

Más tarde aún, las vueltas que da la vida, Ray se convirtió en el vecino de la otra mano, ese vecino superamable que te saluda cuando se cruza contigo en la escalera, se ofrece a ayudarte cuando te ve subir cargado (es un segundo piso sin ascensor y nosotros ya vamos teniendo unos años) y al que oyes gritar como un forofo cuando juega el Real Madrid.

Y un día lees que ha ganado el Premio Alfaguara de novela. Cuando le das la enhorabuena porque te han dado el Premio Alfaguara puntualiza: no me lo han dado; lo he ganado.

Portada de Rendición. Foto: E.Madinaveitia

Decides darle otra oportunidad y vas a comprar Rendición a la librería Antonio Machado, la del barrio. Pero aún no ha salido.

Cuando vas a la Feria del Libro le ves allí: acaba de instalarse en el puesto y no hay aún ninguna cola. Compras el libro y te escribe una dedicatoria muy cariñosa.

Ya sólo falta leerlo.

Desde el primer momento es una fantástica sorpresa: Rendición es una obra mayor, que llegará a ser una referencia para estos tiempos.

La lectura, en algunos momentos puede recordar el estilo del mejor Buzatti; el tema, la evolución de una sociedad controlada por el miedo a una guerra que nadie ha visto, una sociedad en la que desaparecen los olores; ni siquiera la mierda huele y el agua borra recuerdos, puede situarse en el terreno de Un mundo feliz de Huxley, del 1984 de Orwell o de El cuento de la criada, de Margaret Atwood que, curiosamente, he leído unas semanas después.

La guerra se ha llevado a los dos hijos del protagonista pero también le quita todo lo suyo y le lleva al destierro en el límite del mundo. Las paredes son transparentes así que todos ven lo que hace cada uno; todo se hace en público.

Rendición puede ser una alegoría de la sociedad actual en la que exponemos  todo lo que hacemos; también es una alegoría de la sociedad de cualquier momento en la que los poderosos nos controlan con sus guerras más o menos reales y su continua vigilancia.

Rendición es, para mí, una de las grandes novelas de estos últimos años.

Léanla. No se arrepentirán.

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