Archivo de octubre, 2014

Igualdad de género ¿en peligro de extinción?

Por Elena Saura  Elena Saura

En días pasados el Gobierno, bajo el paraguas de una reforma para la racionalización del sector público, decretó una serie de cambios que afectan a la igualdad entre mujeres y hombres. El cambio más notorio es la modificación, no solo del nombre sino de las competencias, del Instituto de la Mujer que pasa a ser Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades e incorpora las políticas contra la ‘discriminación de las personas por razón de nacimiento, sexo, origen racial o étnico, religión o ideología, orientación o identidad sexual, edad, discapacidad o cualquier otra circunstancia personal o social’.

Bajo el paraguas de la igualdad. Ilustración de Ana Sara Lafuente.

Bajo el paraguas de la igualdad. Ilustración de Ana Sara Lafuente.

Al eliminarse la Dirección general de Igualdad de Oportunidades, sus competencias se incorporan al Instituto de la Mujer compartiendo estructura, es decir equipos, y presupuesto. Los presupuestos 2015 están en discusión en estos momentos, pero pretenden mantener los mínimos del año pasado con una ligerísima subida para evitar el desplome de casi el 10% en cuatro años de recortes. Son exiguos pues suponen aproximadamente un 0.1% de los presupuestos generales que si ahora tienen que destinarse además de para la igualdad entre mujeres y hombres, para evitar todo tipo de discriminaciones ¿será suficiente? Los presupuestos confirman la verdadera voluntad política en abordar el tema. Veremos que sucede.

No obstante, algunas alarmas se nos vienen a la cabeza. La primera y la más acuciante, la ya mencionada del presupuesto.

Segunda, la alerta de los recursos humanos. Lo mismo da la formación en igualdad de género que para evitar la discriminación por origen étnico, religión, edad, discapacidad y demás mencionadas entre las nuevas competencias del Instituto. ¿No existía un amplio consenso que confirma que la especialización es necesaria si se quieren realmente afinar las propuestas políticas?

Tercero, se va a diluir –si no desaparecer- la transversalización de la igualdad de género en todas las acciones, propuestas y políticas generales del Estado. Para que la igualdad empape todo, tiene que haber oportunidades para ejercer influencia en la formulación de todas las políticas gubernamentales ¿con un equipo más reducido y un presupuesto menor es viable? Si ya brillaba por su ausencia el horizonte no es muy halagüeño.

Cuarto, el rango del mecanismo nacional de igualdad ¿queda en entredicho? Desde hace dos décadas que se insiste que para lograr un funcionamiento eficaz de los mecanismos nacionales es preciso que se los considere en las instancias más altas de gobierno que sea posible, y que estén bajo la responsabilidad de un ministro del gabinete ¿es así? La igualdad tenía un ministerio propio, ahora se integra en el de sanidad, políticas sociales e igualdad pero el rango de Instituto no es el mismo. El dilema está servido.

Quinto, estos procesos institucionales ¿agilizan la planificación descentralizada, la aplicación y la vigilancia con miras a lograr la participación de las organizaciones no gubernamentales y organizaciones comunitarias, empezando por las de base?

Sexto, la crisis ha evidenciado que se necesitan políticas específicas. La sobrecarga de los cuidados y el trabajo doméstico no remunerado en manos de las mujeres es alarmante pero esto no parece preocupar a la clase política. No obstante, también ¿son ciegos ante la cantidad de mujeres asesinadas este año? ¿Y la violencia sexual? ¿No les importa el incremento del desempleo femenino o la ampliación de la brecha salarial?

Con una decisión como ésta el Gobierno nos hace retroceder y mucho. Es otro ataque a la igualdad y la libertad de mujeres y hombres. Lo peor, que los resultados perjudicarán a toda la sociedad. Si no lo ven, la crisis continúa y que no vendan en el exterior que España va bien.

Elena Saura es economista, especialista en género y desarrollo y miembro del colectivo Tejedoras.

El problema no es Mónica de Oriol

Por Dori Fernández Dori Fernández

El problema no es lo que ha verbalizado la Sra. de Oriol, presidenta de Círculo de Empresarios, que esta semana manifestó su preferencia por contratar mujeres que no estén en edad reproductiva; el problema es lo que en la práctica hace el conjunto del empresariado sin decir nada. Las mujeres en edad reproductiva somos percibidas como «menos disponibles para el empleo» a causa de nuestras posibles maternidades y lógicas ausencias. Y todo eso repercute en las cifras que arroja cada trimestre la Encuesta de Población Activa (EPA) del Instituto Nacional de Estadística (INE): un 59,20% de mujeres con titulación universitaria y en edad reproductiva está desempleada frente a un 40,78% de hombres.

Mónica Oriol son muchos. Caleidoscopio de TrasTando.

Mónica de Oriol son muchos. Caleidoscopio de TrasTando.

Pero vamos un poco más allá. Prácticamente el doble de mujeres que de hombres con edades comprendidas entre 45 y 54 años se declaran inactivas (4,6% frente a un 2,6%), es decir, fuera del mercado laboral y de los registros del INEM que ahora se denomina Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).

¿Casualidad? Si nos detenemos en los motivos que apartan a estas mujeres del mercado de trabajo vemos con claridad que no: «el 71,72% de mujeres con edades comprendidas entre 45 y 54 años manifiesta que no busca empleo por estar al ‘cuidado de niños o de adultos enfermos, incapacitados o mayores u otras obligaciones familiares o personales‘. Entre los hombres, sólo el 28,27% declara que es por estos motivos.

Así que la presidenta del Círculo de Empresarios se ha quedado corta en el análisis de la situación.  Y mucho más si tenemos en cuenta que no ha mencionado un dato crucial que en el mundo empresarial es de masiva  aplicación: la «discriminación estadística», esa manía que tienen los sistemas patriarcales de dar por hecho que todas las mujeres son iguales. Esto significa que si eres mujer y estás en edad reproductiva o en edad de cuidar a tus mayores, automáticamente eres vista como «mano de obra de alto riesgo», lo que no te sitúa en la cola de las entrevistas de trabajo, sino en la del paro. Y todo eso aunque seas huérfana, no tengas familia a quien cuidar y un cáncer te haya robado tu capacidad reproductiva.

Pero no vamos a quedarnos en la critica porque desde el feminismo creemos que existen soluciones,  y éstas pasan -cómo no- por repartir entre mujeres y hombres todas esas tareas de reproducción y cuidados. Por poner un ejemplo claro de una reforma que llevamos años exigiendo a los distintos gobiernos: si hombres y mujeres disfrutaran de los mismos días de permisos por maternidad / paternidad, ambos se ausentarían el mismo tiempo del empleo, lo que en la práctica supondría que ambos serían considerados en igualdad de condiciones a la hora de ser contratados y por qué no decirlo: de paso cambiaríamos esa «norma social» que da por hecho que el trabajo doméstico y de cuidados es territorio exclusivo (y excluyente) de las mujeres. Pero de todo esto la gente de la PPIINA son quienes más saben. Les invito a informarse.

 

Dori Fernández Hernando es Graduada en Igualdad de Género por la URJC. Formadora y consultora freelance en igualdad de género, nuevas tecnologías y Prevención de Riesgos Laborales, colabora entre otras con SinGENEROdeDUDAS, CB., Comunidad de Conocimiento Profesional con Enfoque de Género. Actualmente participa en un proyecto formativo que lidera el Instituto Madrileño de Formación. Pertenece a la PPIINA y a la Asamblea de Mujeres de Córdoba Yerbabuena.

La primera disc-jockey de Sudán del Sur

Julia Serramitjana

 

Se llama Sara Oliver Nyoma pero es conocida entre sus fans como DJ NileQueen. Tiene 27 años y es la primera mujer disc-jockey de Sudán del Sur. En un mundo predominantemente masculino, Sara ha conseguido hacerse un hueco en el panorama musical.

Desde que se dio a conocer en 2008,  ha actuado en dos ocasiones en la sede de Naciones Unidas de Nueva York con motivo del Africa Day, organizado por la Unión Africana, la última vez en 2013. Su orgullo es doble. Fue la primera mujer DJ, y también la primera DJ africana en participar en este evento. Sus remezclas de música sursudanesa, hip-hop, reggae, pop, dancehall, entre otros estilos, es potente y explosiva.


Sara vive actualmente en Nueva York pero sueña con volver a su país, asolado por una guerra civil desde hace más de un año y con varios años más de conflicto acumulados, a pesar del éxito que ha conseguido en la diáspora.

Cuando conocí su historia a través de “Talk of Juba”, sus palabras me parecieron igual de potentes que su música: “Lo que he conseguido me anima a seguir luchando, a hacer más de lo que pensaba que podía conseguir, no sólo para mí, sino para el futuro de las niñas de África. Como mujeres, no deberíamos tener ningún límite a lo que podamos hacer «

Sara, conocida como NileQueen, que significa Reina del Nilo, es la primera mujer DJ de Sudán del Sur.

Y así es. Cuando estuve en Juba conocí a Edmund Yakani, quién nos contó que las mujeres tanto dentro como fuera del país  jugaron y siguen jugando un importante rol de pacificadoras durante las guerras.

Como Sara, que suele difundir mensajes reivindicando una solución al conflicto a través de las redes sociales, muchas mujeres sursudanesas en el extranjero, han puesto en marcha iniciativas como “We are nilotic”, desde dónde están usando su voz e influencia colectiva para promover la paz entre las 64 tribus de Sudán del Sur. Y de esta forma, intentar salvaguardar el futuro de las niñas y mujeres de este país.

Tienen el sentimiento agridulce de triunfar fuera de sus fronteras y no en Sudán del Sur, pero anhelan volver.

Mientras, hacen crecer desde diferentes partes del mundo la semillas de lo que algún día podrán hacer crecer de nuevo: oportunidades para las niñas y mujeres de su tierra para que, como dice Sara,  no encuentren límites a lo que puedan conseguir.

Júlia Serramitjana es periodista y trabaja en Oxfam Intermón

Diez años, diez claves

Por Flor de Torres Flor de Torres

Este año cumplimos 10 años de   la publicación  de la Ley  Orgánica 1/2004 de Medidas de Protección Integral contra la violencia de género.  Se culminaron con esta Ley las apuestas  legislativas de contribuir al reequilibrio de género que la sociedad demandaba. Y así comenzamos una andadura que hoy, a 10 años vista,  nos exige recapitulación, reflexión  e ideas que nos confirmen que estamos en el camino de una sociedad sin violencia de género.

Variaciones sobre la Ley Integral contra la Violencia de Género. Intervención sobre BOE. Colectivo TrasTando.

Variaciones sobre la Ley Integral contra la Violencia de Género. Intervención sobre BOE. Colectivo TrasTando.

Han sido 10 años  de apoyos y de críticas. No recuerdo una ley tan controvertida ni tan cuestionada como esta. Y ahora tras el camino recorrido y  tras el poder  de ser norma plenamente Constitucional, debemos un reconocimiento a sus logros.

Estas son las 10 claves:

  1. Especialización. Los Juzgados de Violencia sobre la mujer y la  Fiscalía  de Violencia a la Mujer  proporcionan el marco legal  especializado de respuesta ante esta forma de delincuencia amparada en el hecho diferencial del género.
  2. Protección. Otorgamos a las víctimas que tenían una situación clara de riesgo las respectivas órdenes de protección que les daban carta de naturaleza como victimas  pero además se las blindaba de futuras agresiones y hechos delictivos.
  3. Amparo a las niñas y niños. Son los hijos de la violencia de género, por los que hoy luchamos para que sean reconocidos como víctimas directas de la violencia de género. Algo que se ha conseguido  dándoles una  presencia más efectiva ante la delincuencia de género. Supimos que un menor   es una víctima directa de la violencia de género cuando se expone a ella de forma directa o indirecta por  ser testigo.
  4. Revolución. Asistimos a una auténtica revolución en el derecho Penal.  No se trataba tan solo de criminalizar más el delito de violencia de  sino de   responder íntegramente  ante el fenómeno ascendiente de la violencia de género con un  derecho penal  que reequilibre el concepto de género y que incida en la medida que la prevención social, educativa, de comunicación  y  formativa, que conviven con la misma Ley,  no respondan a los objetivos marcados en la misma.
  5. Visión social. Entendimos que la violencia de género ya no es un problema que afecte al ámbito privado, al contrario,  se manifiesta como el símbolo más brutal de la desigualdad existente en nuestra sociedad y es un problema social de contenido plural y no solo Jurídico.
  6. Implicación. Implicamos a la sociedad para  la visibilidad del delito   y  para que cada uno de nuestros actos  reafirme la   regeneración de la   igualdad de género  como  única forma de controlar social y  penalmente la violencia de género.
  7. Coordinación. Coordinamos todas las instituciones para que el intercambio de información y cooperación sea la clave de la lucha y de la prevención.
  8. Empatía. Reforzamos nuestra empatía y comprensión ante la violencia de género.Así, cualquier mujer  que acuda al  Ministerio Fiscal y al Juzgado de Violencia sobre la mujer, denunciara no solo  un hecho delictivo sino también  exteriorizara su confianza  en que los mecanismos jurídicos deban de funcionar de forma que se le tutele y   le represente eficazmente. Nos entregan su intimidad y les otorgamos Justicia y Protección.
  9. Redes profesionales. Especializamos  las redes profesionales  de   desde los Juzgados de Violencia Funcionarios, Abogados, Jueces, Ministerio Fiscal, Médicos-forenses, Policías, Servicios Médicos, Enfermería, Servicios técnicos de atención y todo tipo de personal que atiende a las mujeres víctimas de la Violencia. Este automatismo  en la atención garantiza de forma eficiente la protección.
  10. Paz social: Unimos nuestro trabajo y  devolvemos a la  sociedad algo que la  Constitución nos  exige: Que la paz social alcanzada a través de la igualdad sea real   y efectiva.

Son estas nuestras herramientas legales. Las que nos  entregó la Ley Integral para un único objetivo: Obtener  en el respeto de los derechos  fundamentales de la  víctima de la violencia de género su dignidad y su igualdad.

Me sigue alertando  la falta de  arrepentimiento,  la frialdad y la ausencia de empatía de los condenados por delitos de violencia de género.  No se presentan ante la Justicia admitiendo sus hechos y la trascendencia de los mismos.   Siguen sin explicar sus conductas y acciones. Niegan   su cualidad de  maltratadores  para  hacer a sus víctimas  responsables de sus acciones. Y este es el camino que aún nos queda por recorrer: el calado de la igualdad en los hombres que ejercen la violencia de género como  único antídoto contra la misma. Pero también como mandato constitucional: la reinserción del delincuente.

Observo en el día a día  la esperanza y la apuesta de muchas víctimas por su confianza en la Justicia. Saben que les atenderán  profesionales  cualificados y  que serán tratadas  como   personas  merecedoras de  todos los  derechos y atenciones  que sean destinatarias como víctimas de un delito de violencia sobre la mujer.  Y ese es su camino único: el suyo, el nuestro y el de los maltratadores. Es el camino de  la ansiada paz social que exige la Constitución como fundamento y esencia de nuestra  convivencia.

Y hasta que ello no ocurra  nuestra función seguirá  en estar al lado de las víctimas y representarlas porque debemos seguir honrando a las 750 mujeres  que en estos 10 años nos faltan. Asesinadas en actos de violencia de género. A su memoria, a la de sus hijos, sus familias y sus derechos van estas palabras y el mensaje que están  presentes en nuestro esfuerzo y compromiso.  Como lo están cada una de las mujeres que han podido acceder a una vida en paz, en libertad y  en uso exclusivo y pleno de todos sus derechos fundamentales.

 

Flor de Torres Porras es Fiscal Delegada de la Comunidad Autónoma de Andalucía de Violencia a la mujer y contra la Discriminacion sexual. Fiscal Decana de Málaga.

Personas mayores: un día para celebrar y acompañar

Por Tatiana Barrero Tatiana Barrero

El 1 de Octubre fue declarado por la ONU Día Internacional de las Personas Mayores en 1990. Cada año se celebra esta jornada con el objetivo de dar voz a este grupo de población y difundir sus realidades y necesidades. Desde la Fundación Amigos de los Mayores queremos llamar la atención sobre el problema de la soledad que afecta a muchas de ellas. Sólo en Madrid hay 150.000 personas mayores que viven solas. En el conjunto de España el número se eleva hasta 1.800.000.

Voluntarias y voluntarios de la Fundación Amigos de los Mayores acompañan a personas que viven solas. Imagen de Marine de Lafregeyre.

Voluntarias y voluntarios de la Fundación Amigos de los Mayores acompañan a personas que viven solas. Imagen de Marine de Lafregeyre.

 

Una de cada cuatro personas mayores pasa el día prácticamente sola, y muchas no han elegido esta situación. La edad aumenta la probabilidad de vivir en soledad, especialmente entre las mujeres.

Las cifras son importantes. Más de un millón y medio de personas mayores viven solas en España (1.805.600, el 22% del total de mayores). Y de estas personas que viven solas, un 27% son hombres y un 73% mujeres. Una de cada cuatro mujeres entre 75 y 84 años vive sola. Una realidad suficientemente extendida y preocupante como para que le dediquemos nuestra atención.

Voluntarias y voluntarios de la Fundación Amigos de los Mayores acompañan a personas que viven solas. Imagen de Marine de Lafregeyre.

Voluntarias y voluntarios de la Fundación Amigos de los Mayores acompañan a personas que viven solas. Imagen de Marine de Lafregeyre.

Para nosotros el 1 de octubre es una fecha oportuna para concienciar al conjunto de la sociedad sobre la importancia de las personas mayores y los beneficios de los vínculos intergeneracionales para luchar contra la soledad. Con esa vocación y gracias al apoyo de la Fundación Raúl González Salas nace la idea de una exposición fotográfica para celebrar este día. La fotógrafa Marine de Lafregeyre ha compartido durante meses con algunos de los mayores y voluntarios de la organización sus encuentros semanales. El resultado son 12 instantes cargados de risa, afecto y complicidad que nos demuestran que la amistad no tiene nada que ver con los años.

Voluntarias y voluntarios de la Fundación Amigos de los Mayores acompañan a personas que viven solas. Imagen de Marine de Lafregeyre.

Voluntarias y voluntarios de la Fundación Amigos de los Mayores acompañan a personas que viven solas. Imagen de Marine de Lafregeyre.

Las imágenes todas en riguroso blanco y negro son elegantes y reflejan con fidelidad los vínculos que se entretejen entre personas mayores y voluntarios, en algunos casos con unos resultados sorprendentes. Se podrán disfrutar desde hoy en Madrid, en la Plaza de Felipe II esquina con Narváez, donde estarán expuestas durante un mes.

Esta tarde agradeceremos juntos su trabajo a la fotógrafa, y también a los mayores y voluntarios protagonistas. Además leeremos un manifiesto de apoyo a las personas mayores.  Nos gustaría que la sociedad agradezca con nosotros a sus protagonistas: a Manuel, a Ana, a Amelia, a Mª Cruz, a Luis, a Lorenzo; mujeres y hombres que tienen vidas que compartir. Y a los voluntarios que los acompañan y disfrutan de sus experiencias.

Para ellos y para todas las personas mayores que están solas en España, con nuestro cariño y admiración, son estas imágenes. Y nuestro deseo de que encuentren formas bellas y creativas como éstas de combatir la soledad.

Porque las soluciones existen, a todas las personas preocupadas por la soledad de las personas mayores les invitamos a sumarse a la campaña no estáis solos y también a disfrutar y difundir los Monólogos de la Soledad: el whatsapp, ¡qué invento!

Tatiana Barrero es Directora de la Fundación Amigos de los Mayores.

Bolivia: la ley que no salvó a cien mujeres

Por Iris Alandia Iris Alandia

Entre enero y agosto de este año en Bolivia han sido asesinadas 100 mujeres, la mayoría a manos de sus parejas o exparejas, a pesar de que contamos con una nueva ley contra la violencia machista. Necesitamos mejorar la capacitación de la policía y romper con la concepción que entiende esta problemática como un asunto familiar-privado. Debemos involucrarnos en esta lucha y fortalecer la cultura de la denuncia.

Bolivia-Familia

Familia boliviana. Imagen de Juan Díaz/Global Humanitaria

Bolivia es actualmente el país latinoamericano con el nivel más alto de violencia física contra las mujeres y el segundo después de Haití en violencia sexual, según datos del Programa ONU-Mujeres. Asimismo, el  Centro de Información y Desarrollo de la Mujer de Bolivia, indicó que en  los primeros 8 meses de este año se registraron 100 asesinatos de mujeres, de los cuales 59 fueron feminicidios (por parte de sus parejas o exparejas).

¿Qué está sucediendo? En palabras de la académica mexicana Marcela Lagarde, ‘la violencia de género produce en muchas mujeres uno de los recursos más importantes de control patriarcal: el miedo‘. Este tipo de violencia daña a las mujeres y daña a la sociedad, en un círculo vicioso que sólo termina en dolor.

En marzo de 2013 se aprobó la Ley 348, ‘Ley Integral para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencia’, bajo la presión de la sociedad organizada que planteó alternativas concretas. Esta ley penaliza delitos como el feminicidio, el acoso sexual, la violencia familiar o la esterilización forzosa en Bolivia. El Ministerio de Justicia es la entidad responsable de coordinar la realización de las políticas integrales de prevención, atención, sanción y erradicación de la violencia hacia las mujeres.

Sin embargo, desde la entrada en vigor de la ley se han dictado muy pocas sentencias por feminicidio y no se han reducido los índices de violencia machista en el país.

La ley existe, pero la realidad nos demuestra que esto no es suficiente, más aún si no está refrendada con una reglamentación con políticas o programas de Estado, y no contempla fuentes de financiamiento ni plazos para su cumplimento. Sólo en el departamento de La Paz existe un total de 3.759 causas abiertas y únicamente14 fiscales para responder a ello.  Los datos de la Fuerza Especial de la Lucha contra la Violencia, muestran que el departamento de La Paz se sitúa como el más violento, con 3.318 casos de violencia en el primer cuatrimestre de este año, le sigue Cochabamba con 2.130 casos y Santa Cruz con 1.446.

El trabajo preventivo es fundamental  para la lucha de este flagelo con características de pandemia, es  imprescindible fortalecer  la educación de hombres y mujeres con valores diferentes y de respeto a los derechos de las niñas y mujeres.

El problema es un asunto de carácter público, por lo que se debe romper con aquella concepción que entiende a la problemática de la violencia como un asunto familiar-privado, re-definiendo de esta manera las tradicionales fronteras entre lo público y lo privado. Como tal debemos levantar las voces para parar este delito sanguinario que afecta a las mujeres y a la sociedad, y exigir que el Estado, en sus diferentes niveles, cumpla su rol.  Debemos involucrarnos en esta lucha y fortalecer la cultura de la denuncia.

 

Iris Alandia es socióloga yresponsable de Proyectos de Global Humanitaria en Bolivia