Entradas etiquetadas como ‘discriminación en el trabajo’

Me niego a que no cuenten nuestra historia

Por Marta Vives

Me proponen escribir este artículo sobre la violencia machista y lo primero que se instala en mi cabeza es un cartel rojo con luces de neón en el que pone WARNING.

Esta señal no se dibuja en mi mente por lo grave qué es al acto violento en cualquiera de sus modalidades. Este neón centella porque aún hoy, cuando una mujer pone su voz para denunciar esto, sigue ocasionando tensión y movimientos sísmicos entre los lectores. Y me pregunto: ¿yo soy apta para escribir sobre este tema? Rápidamente me viene una pregunta: ¿de dónde sacamos las niñas la idea de lo que conlleva ser niñas. Hablemos de nosotras.

Fotograma de la película de dibujos animados «La Cenicienta», de Disney. Foto: Disney

Yo cuando era pequeña, me pasé largas horas rebobinando y reviviendo la historia de “La Cenicienta”, “La Bella Durmiente” y “La Sirenita» con otras niñas de mi edad. Hoy en día, lo que recuerdo de estas películas es su doblaje en latino y sus guiones sexistas. La primera, Cenicienta, no tenía ni talentos ni aficiones y en una casa donde el odio entre mujeres era el motor, un hombre llegó para salvarla. La segunda, se vio obligada a echarse una buena cabezadita hasta el día que un hombre la besó y la revivió. Y luego llegó la Sirenita, que empieza atrevida con sus ganas de independizarse de su padre hasta que poco después entrega, literalmente, su voz a cambio de que le den un par de piernas y pueda ir a buscar a un hombre.

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El problema no es Mónica de Oriol

Por Dori Fernández Dori Fernández

El problema no es lo que ha verbalizado la Sra. de Oriol, presidenta de Círculo de Empresarios, que esta semana manifestó su preferencia por contratar mujeres que no estén en edad reproductiva; el problema es lo que en la práctica hace el conjunto del empresariado sin decir nada. Las mujeres en edad reproductiva somos percibidas como «menos disponibles para el empleo» a causa de nuestras posibles maternidades y lógicas ausencias. Y todo eso repercute en las cifras que arroja cada trimestre la Encuesta de Población Activa (EPA) del Instituto Nacional de Estadística (INE): un 59,20% de mujeres con titulación universitaria y en edad reproductiva está desempleada frente a un 40,78% de hombres.

Mónica Oriol son muchos. Caleidoscopio de TrasTando.

Mónica de Oriol son muchos. Caleidoscopio de TrasTando.

Pero vamos un poco más allá. Prácticamente el doble de mujeres que de hombres con edades comprendidas entre 45 y 54 años se declaran inactivas (4,6% frente a un 2,6%), es decir, fuera del mercado laboral y de los registros del INEM que ahora se denomina Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).

¿Casualidad? Si nos detenemos en los motivos que apartan a estas mujeres del mercado de trabajo vemos con claridad que no: «el 71,72% de mujeres con edades comprendidas entre 45 y 54 años manifiesta que no busca empleo por estar al ‘cuidado de niños o de adultos enfermos, incapacitados o mayores u otras obligaciones familiares o personales‘. Entre los hombres, sólo el 28,27% declara que es por estos motivos.

Así que la presidenta del Círculo de Empresarios se ha quedado corta en el análisis de la situación.  Y mucho más si tenemos en cuenta que no ha mencionado un dato crucial que en el mundo empresarial es de masiva  aplicación: la «discriminación estadística», esa manía que tienen los sistemas patriarcales de dar por hecho que todas las mujeres son iguales. Esto significa que si eres mujer y estás en edad reproductiva o en edad de cuidar a tus mayores, automáticamente eres vista como «mano de obra de alto riesgo», lo que no te sitúa en la cola de las entrevistas de trabajo, sino en la del paro. Y todo eso aunque seas huérfana, no tengas familia a quien cuidar y un cáncer te haya robado tu capacidad reproductiva.

Pero no vamos a quedarnos en la critica porque desde el feminismo creemos que existen soluciones,  y éstas pasan -cómo no- por repartir entre mujeres y hombres todas esas tareas de reproducción y cuidados. Por poner un ejemplo claro de una reforma que llevamos años exigiendo a los distintos gobiernos: si hombres y mujeres disfrutaran de los mismos días de permisos por maternidad / paternidad, ambos se ausentarían el mismo tiempo del empleo, lo que en la práctica supondría que ambos serían considerados en igualdad de condiciones a la hora de ser contratados y por qué no decirlo: de paso cambiaríamos esa «norma social» que da por hecho que el trabajo doméstico y de cuidados es territorio exclusivo (y excluyente) de las mujeres. Pero de todo esto la gente de la PPIINA son quienes más saben. Les invito a informarse.

 

Dori Fernández Hernando es Graduada en Igualdad de Género por la URJC. Formadora y consultora freelance en igualdad de género, nuevas tecnologías y Prevención de Riesgos Laborales, colabora entre otras con SinGENEROdeDUDAS, CB., Comunidad de Conocimiento Profesional con Enfoque de Género. Actualmente participa en un proyecto formativo que lidera el Instituto Madrileño de Formación. Pertenece a la PPIINA y a la Asamblea de Mujeres de Córdoba Yerbabuena.