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"Sin música, la vida sería un error". (Friedrich Nietzsche).

Recuerdos navideños

¿Qué es lo peor de la Navidad? ¿La hipocresía? ¿El consumismo exacerbado? ¿Las reuniones familiares? ¿Las macrofiestas con barra libre de garrafa? No. Lo peor de las Navidades son, sin duda, los villancicos. La persona que inventó estas tortuosas tonadillas debería arder en el infierno.

Pese a mi aversión actual, en mi infancia estas repelentes cancioncillas no me producían tanta urticaria. La razón se llamaba aguinaldo, una palabra cuyo significado nunca llegué a entender. Cuatro pequeños mamones que durante el año nos dedicábamos a hacer trastadas por el barrio recorríamos los bloques pidiendo dinero. A cambio, ofrecíamos una horrorosa interpretación del estribillo de cualquier villancico. La gran mayoría de las veces no pasábamos del «25 de diciembre fun, fun, fun», el «campana sobre campana» o el «pero mira cómo beben…», pues nos daban con la puerta en las narices antes de que nos diera tiempo a nada más. Pero cuando alguno aguantaba, sabías que acabaría aflojando el bolsillo. Todo para reunir dinero con el comprar bombas fétidas o petardos para seguir dando alegría al barrio. Qué majos.

Hoy ya no llaman grupos de niños a mi puerta. Mejor para ellos, porque probablemente ni les abriría. Pero los villancicos siguen sonando en el supermercado, en las reuniones familiares y en los acordeones de los músicos del metro. Una cruz.

Feliz año a todos.

6 comentarios

  1. Dice ser mendi

    lo peor de los villancicos es que son igual de malos el continente y el contenido.esperemos que con el tiempo la navidad tenga las mismas o mas fiestas y la mitad de paletismo.

    30 noviembre -0001 | 00:00

  2. Dice ser mecagoenlamarimorena

    Lo peor de todo es que estas inocentes melodías se contagian cual virus agresivo. ¿Quién no se ha sorprendido a sí mismo alguna vez cantando un villancico sin haberlo elegido? Diossss que asco!!! Por otra parte, cada vez me cuesta más encontrar a gente con espíritu navideño. La mayoría de los jóvenes detestamos estas fechas infectadas de desigualdades, derroches de energía y masificaciones, sin embargo en este país es difícil escapar de todo esto. ¿Qué pasa con toda esa gente que queremos mantenernos al margen de todo esto? Por favor un poco de consideración, dejen de martirizarnos.

    31 diciembre 2007 | 16:40

  3. Dice ser retrax

    Pues, hay una parte de la melodía de «Noche de paz» que me emociona.

    01 enero 2008 | 19:21

  4. Dice ser itaka40

    Los villancicos son como la canción del verano pero siempre la misma….¡no nos quejaremos que los vendedores de grandes almacenes los escuchan toda su jornada laboral¡ eso si que es tortura

    02 enero 2008 | 09:09

  5. Dice ser manitú

    Pues aunque no he sentido nunca tanta aversión hacia los villancicos, sí es cierto que el otro día a mi puerta sí llamaron dos… no sé muy bien cómo calificarlos, pero de pelo en pecho e imagino que en otras partes, que me dejaron alucinada durante un largo rato; ahora puedo entender que tendrían una necesidad imperiosa de comprar petardos, que esos sí me producen aversión, mucha más que las cancioncillas que en el fondo te hacen añorar tiempos pasados…Me ha gustado esta entrada, dale caña Dani y enhorabuena.

    02 enero 2008 | 14:16

  6. Dice ser NIÑO CAOS

    Tengo que estar de acuerdo con manitú, aunque también con Dani. Si odiosos son los villancicos, más aún los petardos.Vaya fiestas que nos han dado en el barrio, que parecía Beirut. Encima, viviendo en un barrio de militares, no sabes si cualquier día se le va a ir la pinza a uno y va a responder con su cetme…Por cierto, ¡¡¡feliz año a todos!!!

    03 enero 2008 | 18:22

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