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"Sin música, la vida sería un error". (Friedrich Nietzsche).

Entradas etiquetadas como ‘beatles’

Canciones que me hacen llorar (V)

A día de hoy, todo lo que un humilde bloguero como yo pueda decir de los Beatles directamente sobra. Está de más, pues su inconmensurable colección de canciones habla por sí sola. Por eso lo mejor es ir directamente al grano.

«Blackbird», incluída en el más experimental de los discos de los Beatles, el conocido como «White album», es una canción sobre la liberación. Una oda a la redención que, pese a su aura esperanzadora, transmite una tristeza que pone los pelos de punta, de esas que sólo pueden transmitir las canciones absolutamente desnudas. Voz y guitarra. Añadirle cualquier otra cosa sería esropear su cruda belleza.

A pesar de venir firmada en los créditos del disco por Lennon y McCartney, fue este último quien la escribió durante una visita a Escocia, inspirándose en las tensiones raciales de la Norteamérica de la primavera de 1968 y empleando el doble sentido de la palabra blackbird (mirlo) para referirse a una mujer negra («bird» es mujer en slang británico). En 1996, McCartney declaró que la línea de guitarra está inspirada en «Bourrée en mí menor«, una composición para guitarra de Bach.

«Blackbird» se grabó en los estudios Abbey Road de Londres el 11 de junio de 1968.

Blackbird singing in the dead of night. Take these broken wings and learn to fly. All your life you were only waiting for this moment to arise. Blackbird singing in the dead of night. Take these sunken eyes and learn to see. All your life you were only waiting for this moment to be free. Blackbird fly, blackbird fly into the light of the dark black night. Blackbird fly, blackbird fly into the light of the dark black night.

¿Qué canciones te hacen llorar? Compártelas en los comentarios.

Ilustración de María Gil.

Tú, tu guitarra y Youtube

Me encanta Youtube. No sólo por la ingente cantidad de vídeos chorras que te puedes encontrar (que también), sino porque a menudo resulta una inmejorable herramienta didáctica para los músicos aficionados, como yo.

Si existe un fenómeno que se repite a lo largo y ancho del planeta entre los aprendices de guitarristas, tanto en sus primeros años de práctica como a lo largo de toda su vida como músico, ese es el placer de tocar versiones. Hace no mucho nos teníamos que conformar con poner la cinta, darle al play e intentar sacar las canciones como buenamente pudiéramos. Eso, o llamar al típico amiguete listillo y hábil con las seis cuerdas para que nos enseñase los acordes del temita de marras. Pero eso se acabó. Con Youtube, basta con introducir el nombre de la canción, ponerle detrás «cover» y… plas. Decenas de frikis anónimos desfilan ante webcams cutrongas, armados con una guitarra y mucho desparpajo, dispuestos a mostrarnos amablemente las notas correctas de casi cualquier canción que se nos ocurra. Bravo.

He aquí tres de mis vídeos preferidos:

1. Este vídeo me gusta especialmente, por ser uno de los temas que tocaba en mi primer grupo, con apenas 14 años. El papá metalero toca, todo serio, «Walk», de Pantera, con sus hijos pululando por la habitación. El tema original suena de fondo a toda tralla. Rudo y entrañable al mismo tiempo:

2. Un simpático chaval sentado en un rincón hace una original versión de «Everything in its right place», de Radiohead. Se le escapa algún gallete, pero bien es cierto que emular a Thom Yorke nunca fue fácil. Hay que decir (para quien no lo conozca) que el tema es cien por cien electrónico, lo que confiere a este versión acústica un plus de originalidad. Y lo más importante en estas cosas, destila feeling:

3. Y por último, no se me ocurre nada mejor que una de los más grandes. Un anónimo chino se marca una versión de traca de «Michelle», de los Beatles. Tocada y cantada más que bien. Impecable.

¿Qué versiones curiosas habéis visto en Youtube? ¿Habéis subido alguna vez un vídeo vuestro tocando, o conocéis a alguien que lo haya hecho? Cuenten, cuenten…

Paul McCartney, en el punto de mira

Sir Paul McCartney está estos días de actualidad. Su decisión de actuar en Tel Aviv para conmemorar el 60 aniversario de la fundación del estado israelí ha motivado todo tipo de amenazas desde los sectores islamistas más radicales.

Ante las amenazas, Paul afirma estar «conmocionado». Pese a ello, todo indica que el concierto sigue adelante. En una entrevista en el diairo israelí Yediot Ajaronot, asegura que no tiene miedo, y que actuar en Israel «es tan peligroso como hacerlo en Londres».

Pese a lo que se ha dicho sobre ellos, los Beatles nunca se caracterizaron por ser precisamente pro sionistas. Como hijos de un barrio obrero de Liverpool, su percepción del mundo judío era ciertamente negativa, como era habitual en la Inglaterra de la época. Sin embargo, un judío fue precisamente el encargado de toda la maquinaria de promoción que terminó por crear la beatlemanía. Se trataba de su manager, Brian Epstein, un homosexual enamorado perdidamente de Johnn Lennon (y posteriormente de cada uno de los miembros del grupo), cuya influencia en la carrera de la banda fue de una importancia tal, que Johnn Lennon llegó a afirmar que, tras su muerte en 1967, el grupo también murió, aunque siguiera en la brecha cuatro años más. Fue precisamente la presencia e influencia de Epstein la que posibilitó esa cercanía del grupo con el pueblo judío, una simpatía que se ha plasmado en la actuación que ahora ha generado la polémica.

Los Beatles tenían una deuda pendiente con Israel. En 1965, el Gobierno del país vetó su actuación en la capital con la excusa de que sus letras podían corromper a la juventud. Es por ello comprensible que, ahora, y tras una carta de disculpa remitida este mismo año por el embajador israelí en Londres a los miembros vivientes del grupo, Paul quera sacarse la espinita con un concierto en el país.

Sin embargo, cabe preguntarse si el 60 aniversario de la creación de Israel es el marco más adecuado para dicha actuación. Decenas de ONG han hecho público su rechazo a la decisión del ex Beatle con el argumento de que no hay nada que celebrar, teniendo en cuenta la política de Israel hacia los palestinos y el escaso respeto a los derechos humanos del que hace gala ante la pasividad internacional.

Así pues, el debate está servido. Una vez más, los caminos de la música y la política se entrecruzan. Aunque es cierto que los Beatles siempre fueron mucho más que un grupo de música.

Cantar con un desconocido

El coche es un reducto de intimidad perfecto para cantar a voces. Ni siquiera la soledad de una casa, a menos que tengas un chalet, da tanto pie para explayarse como en el interior de tu universo con ruedas.

Hoy no llevaba ningún disco, así que la radio era una buena opción. En La Ventana, de la Ser, Jaime Urrutia Y Ariel Rot dedicaban su habitual duelo de canciones a los Beatles y a los Rolling. Un mano a mano entre los dos pesos pesados del pop-rock del siglo pasado (los ingleses, no los de aquí, se sobreentiende). Yo, como siempre, voy con los Beatles.

Urrutia, cuya voz hace vibrar los altavoces aunque bajes a tope los graves, ha sido el primero en arrancarse con I need you. Detenido en un semáforo, el conductor de un coche parado en la dirección opuesta tenía la mirada perdida. Y cantaba, al mismo tiempo, lo mismo que yo.

Qué sensación más extraña: casi había olvidado que era la radio lo que sonaba. Parece que cuando escuchas una canción te pertenece. Quizá no sea así.