¿Sabías que el sexo nos protege de los parásitos?

Por Mar Gulis

Pulgas, ladillas y cosas peores… Hoy sabemos que la actividad sexual practicada en malas condiciones de higiene entraña el riesgo de contraer molestos inquilinos. Sin embargo, la historia de la vida en la Tierra viene a decirnos que el sexo ha sido y es un importante arma en la lucha contra los parásitos.

Uña de garrapata

Uña de garrapata / ‘Con un poco de tacto’, Carolina Medina Bolívar (FOTCIENCIA7)

El parasitismo es un modo de vida mucho más extendido en la naturaleza de lo que se tiende a pensar. El 60% de las especies conocidas son parásitos y prácticamente ningún ser vivo se libra de sufrirlos, porque incluso la mayoría de los organismos que consideramos parásitos son explotados por otros. La garrapata que le chupa la sangre a nuestro perro, por ejemplo, sirve de alimento a pequeños ácaros, de los que a su vez se aprovechan hongos y bacterias…

En su libro Parasitismo (CSIC-Catarata), el biólogo Juan José Soler explica que las especies hospedadoras y sus molestos huéspedes llevan librando, generación tras generación, una intensa batalla que ha influido de manera decisiva en su evolución. Las adaptaciones de los hospedadores para defenderse de los parásitos han sido ‘contestadas’ por estos últimos con nuevas adaptaciones que a su vez han obligado a sus anfitriones a adaptarse… Y así, en una especie de carrera enloquecida, los hospedadores han tenido que seguir corriendo para que los parásitos no les saquen demasiada ventaja. El fenómeno es conocido como el de la Reina Roja, por la explicación que este personaje de Alicia en el país de las maravillas da a la protagonista del relato tras una extenuante carrera: “En este lugar hace falta correr todo cuanto una pueda para permanecer en el mismo sitio”.

La principal dificultad de los hospedadores es que su ritmo de reproducción suele ser menor que el de los parásitos –por cada generación de seres humanos pueden vivir entre 70 y 270 generaciones de pulgas–. Esto significa que una mutación que ofrezca ventajas adaptativas a una pulga, puede generalizarse a toda la especie a un ritmo mucho mayor que en los humanos.

"En este lugar hay que correr todo lo que puedas para mantenerse en el mismo sitio"

«En este lugar hay que correr todo lo que puedas para mantenerse en el mismo sitio».

Según la hipótesis de la Reina Roja, es el sexo lo que hace a los hospedadores no perder la carrera. Desde este punto de vista la razón por la que todos los animales y la mayoría de las plantas se reproducen sexualmente en lugar de clonarse –algo que energéticamente resulta mucho más ‘barato’– es que el sexo favorece la variabilidad genética de las poblaciones. Gracias a esa variabilidad, las especies contarían con un amplio repertorio de respuestas inmunitarias para hacer frente a las amenazas parasitarias. Pensemos, por ejemplo, en una nueva cepa bacteriana virulenta. Si en una población unos pocos individuos tuvieran una variante genética que les permitiera sobrevivir a ella, se evitaría la extinción porque los descendientes de estos individuos serían resistentes a la infección.

Si, además de reproducirse sexualmente, los individuos de una especie se sintieran atraídos por los que tienen las mejores defensas, el efecto antiparasitario del sexo aumentaría. Los estudios realizados en aves como el pavo real o las golondrinas han demostrado que los parásitos influyen en su comportamiento sexual: las hembras prefieren a los machos con las colas más grandes y llamativas porque dichos caracteres indican que esos individuos sufren un bajo grado de parasitismo.

Vamos, que a las múltiples bondades conocidas del sexo tenemos que añadir una más: su potente efecto desparasitador.

4 comentarios

  1. Dice ser Interes

    Es evidente que el sexo, practicarlo o no habitualmente, marca la vida de las personas, y si además sirve para protegerse de ciertos virus, pues tendremos que aumentar la dosis.
    http://goo.gl/z10ZYB

    07 abril 2014 | 10:59

  2. Dice ser Stewart Cops

    Gracias por tu articulo, la diversidad genetica favorece cierta inmunidad, pero me gustaria saber quien nos protege de la explotación sexual.

    http://lacasadelcomicduendeverde.blogspot.com.es/2014/04/karen-page-la-ingenua-secretaria-que-se.html

    Saludos

    07 abril 2014 | 11:07

  3. Dice ser Mamen

    Vamos, que a las múltiples bondades conocidas del sexo tenemos que añadir una más: su potente efecto desparasitador.

    pero usted le lo que escribe? ha entendido lo que dicen los científicos? me parece que no

    Queda bien claro que lo que puede favorecer a futuros generaciones es tener descendientes con personas genéricamente perfectas, no por tener más sexo no va a tener parásitos, vamos que su articulo es de juzgado de guardia.

    07 abril 2014 | 15:24

  4. Dice ser Daniel.P

    Ya ves tú, además en el caso de que tengamos sexo y más sexo tenemos que tener en cuenta que somos una especie de tipo estratega K por lo que la gestión y la crianza de nuestro descendiente es de años frente a los parásitos que en minutos ya tienen «biznietos».
    La verdad que el sexo para evitar parásitos no sirve para nada

    07 abril 2014 | 16:16

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