No os vayáis a creer que me pasé el fin de semana entero viendo Misses y Misters. Afortunadamente, no. También tuve tiempo de leerme la última novela de Ian McEwan, ‘Chesil Beach’ y de empezar con un libro estupendo de Isaac Rosa, ‘El vano ayer’.

Y entre lecturas y desfiles de pipiolos en traje de baño, me he visto la primera temporada entera de ‘Rescue me‘. Buenísima.

Para los que no la hayáis visto, la serie es un retrato durísimo, tragicómico y brutal de la vida de un grupo de bomberos después del 11-S. Una historia de héroes vueltos mierda: alcoholizados, medio locos, tristes y violentos. Un relato de un mundo endogámico, lleno de reglas patriarcales que en algunos momentos llega a recordar a Los Soprano en versión irlandesa y con mucha más carne fresca (gran casting de lomazos, sí señor).

‘Rescue me‘ es una serie muy macho (un beso, Laurie Anderson). Protagonizada por hombres heterosexuales, machos alfa, grandes folladores. AUNQUE tiene algo muy gracioso: una constante referencia a lo gay desde la homofobia, el miedo (que viene a ser lo mismo), la amenaza o el chascarrillo. Creo que no hay capítulo donde no aparezca ese referente. Que, por otro lado, no deja de ser una de las obsesiones de ‘lo macho’. Muy interesante.

‘Rescue me’ -rollo gay aparte- es una serie fabulosa. Espléndidamente contada por unos actores impecables. Con unos guiones desoladores y unos arranques de desesperación y descreimiento espléndidos. Otra serie triste, amarga y, en muchas ocasiones, sin piedad por sus personajes y sus vidas.

Muy, muy recomendable.