La televisión ha creado un mundo esquizofrénico en el que entre el individuo y lo global no hay nada. Alain Touraine

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Cinco días de porno

A partir de mañana, miércoles 4, y hasta el próximo domingo 8 de octubre, me hago BobPoPorno; me lío el tanga a la cabeza y me voy a Barcelona, a ¿cubrir? (no sé si ése es el verbo más adecuado) el Festival Internacional de Cine Erótico de Barcelona (FICEB).

Portátil en ristre, prometo cinco días de blogueo intensivo sobre y desde el gran acontecimiento de la industria porno en España (hetero, bi, gay…)

Aunque – eso sí – todo muy elegante, muy fino, nada obvio ni explícito. Si es que se puede. Una visión del porno desde dentro con un punto de vista diferente.

¿Existe la moda porno? ¿Se llevan lectura a los stands las pornostars? (Oh, cielos, ¿será «La catedral del mar«?) ¿Y a su maquilladora? ¿Quién va a esos sitios? ¿Puede el porno ser aburrido? ¿El sexo vende o el sexo compra? ¿Los actores y actrices porno también pasarán por la prueba del índice de masa corporal?

Y muchísimo más. Seguro que muchísimo más.

A todo ésto… ¿qué se pone uno para ir a cubrir un festival de cine erótico?

Todavía no lo sé. De momento me voy a encomendar a San Jordi Costa y a su estupendo libro sobre la industria del cine porno español «El sexo que habla» y allí me voy, a vender mi cuerpo, como dice la actriz porno Malena Conde:

«Todos vendemos el cuerpo: o de camareros, o limpiando, o una persona que está trabajando de director o de escritor. Un escritor, por ejemplo, también vende su cuerpo, porque está utilizando sus manos.»

Pues eso, amigos (y lectores). Que allá voy. Que a partir de mañana, allí me tenéis.

Matías Prats… y yo

  • Matías Prats para extranjeros:

    Matías Prats es el presentador del noticiero televisivo de máxima audiencia en España. Un noticiero vespertino de marcado carácter anti-gubernamental (ahora) que fue muy pro-gubernamental (entonces, cuando Aznar nos bronqueaba cada día por ser tan malos patriotas), y en el que se mezclan sin pudor matanzas internacionales con sobrecogedores descubrimientos científicos, tales como animales de dos cabezas, cerdos gigantes, norteamericanos comedores de hot-dogs o el bikini más caro del mundo. Cosas así. Cosas del mundo. Noticias del mundo. News of the world total.

    Matías Prats es hijo de Matías Prats, un periodista mítico en España durante el siglo pasado, un hombre que se hizo famoso por sus retransmisiones de fútbol y toros durante el franquismo, y que dirigió el NODO (informativo cinematográfico de propaganda franquista) entre 1947 y 1971. Ahí es nada.

    Matías Prats (Jr.) es además el rostro visible de la publicidad televisiva del banco de origen holandés ING Direct, un banco que ofrece a sus nuevos clientes depósitos con altos intereses y cero comisiones.

  • Matías Prats para ING Direct (Matías, el extranjero):

    Cuando ING Direct llegó a España, hace 7 años, su publicidad, protagonizada por Matías Prats, se dirigía a captar a los clientes más avanzados y «atrevidos»; usuarios de banca online, jóvenes profesionales… y para eso Matías Prats era un buen tipo: conocido por su primera etapa de periodista deportivo, afable, de confianza…

    Más adelante, ING Direct quiso ampliar su público objetivo y sustituyó a Matías Prats en los anuncios por ciudadanos anónimos (de toda edad y condición) que proclamaran las bondades del producto.

    Hasta que el escándalo de Afinsa y Fórum Filatélico les jodió la campaña. Porque la «gente de la calle» que anunciaba las virtudes de ING Direct se parecía demasiado a la «gente de la calle» que aparecía en los informativos televisivos (el de Matías Prats, entre otros), frente a las sedes de Afinsa y Fórum denunciando que habían sido estafados, llorando por sus ahorros perdidos y reclamando soluciones.

    Por eso, ING Direct decidió recuperar a Matías Prats para sus anuncios y mandarlo de viaje con su banco naranja a otras sedes de ING Direct en el mundo (Londres, Nueva York, Amsterdam), para que la gente viera que ING Direct no es un chiringuito, sino un banco serio, un banco internacional.

  • Matías Prats, ING Direct y yo:

    Al poco tiempo de llegar ING Direct a España, en la misma época en la que Matías Prats era el rostro visible de su publicidad, los directivos del banco decidieron hacer buen uso de internet para captar clientes. Y acabaron creando, en colaboración con Kelkoo España, un nuevo producto de pago online basado en su cuenta naranja. Yo era entonces el Director de Producto de Kelkoo España, y colaboré activamente en ese proceso, y hasta me reuní con el Director General de ING Direct España, César González-Bueno Mayer Von Wittgenstein. La única vez en mi vida que me he reunido con el Director General de un banco. Y la última, me temo.

    Grados: 2º

  • Stockard Channing, Pérez Reverte, Agatha Ruiz de la Prada, La Duquesa de Alba… y yo

  • Stockard Channing

    Trabajó con Will Smith en ‘Six degrees of separation’ (gran película).

    Will Smith denunció hace unos años el racismo de Norteamérica cuando los productores no consintieron que su partenaire femenina en ‘Men in Black II’ fuera Cameron Díaz (más info, AQUÍ)

    Cameron Díaz estuvo hace unos años en Madrid con quien era su novio por entonces, Matt Dillon, y cenaron en el restaurante de mi amiga Arantza, el Jai Alai.

    Cameron Díaz estuvo jugando con la perrita de Arantza, Bai. Yo he paseado con esa perrita y su madre, Neska, por el Retiro, y nos saludamos siempre que voy al Jai Alai.

    Grados: 4º

  • Arturo Pérez Reverte

    El 8 de noviembre de 2002, Juan Cruz conversó con Pérez Reverte sobre «LA REINA DEL SUR» en la Universidad de Murcia durante el Curso Internacional sobre Pérez Reverte.

    Algunos años antes, Juan Cruz había sido profesor mío en un curso de edición

    Grados: 2º

  • Agatha Ruiz de la Prada

    Hace años, Agatha, Pedro Jota y sus hijos, visitaban habitualmente la casa que el pintor Gerardo Rueda tenía en Cuenca, donde coincidían con mi amigo José Ramón Danvila (crítico de arte para El Mundo).

    Grados: 2º

  • La Duquesa de Alba

    La Duquesa de Alba estuvo casada con Jesús Aguirre, que dirigió hasta 1977 la editorial Taurus. Taurus ha publicado gran parte de la obra de Emilio Lledó. Emilio Lledó es el padre del médico que me diagnosticó la esclerosis múltiple hace 15 años.

    Grados: 4º

    [Continuará…]

  • Garden Party Residencia de Estudiantes II: Pepín Bello

    Pepín Bello, 102 años. Y como una rosa.

    Anoche volvimos a verlo, sentado en su mesa en el jardín de la Residencia de Estudiantes, con su ginebra y sus panchitos y un cutis que ya querría para sí Jane Fonda en los anuncios de cosméticos.

    Amigo de Buñuel, de Lorca y de Dalí, Pepín Bello no ha trabajado jamás. En su vida.

    Está claro que el secreto de la longevidad y de una buena piel reside en la diletancia. Pepín Bello es un ejemplo.

    Y «matarse a trabajar» una verdad como un templo.

    El primer año que estuvimos en la Fiesta de la Residencia de Estudiantes, planeamos con nuestra amiga Laura crear una nueva Beca, la Beca Pepín Bello: que financiara de por vida a personas de más de treinta años que demostraran no haber pegado palo al agua jamás. Yo creo que es un gran proyecto.

    ¿De qué vive Pepín Bello? ¿De dar conferencias? ¿De algunos derechillos de autor que le legaron sus amigos? ¿O acaso todo lo que acabo de escribir es falso y Pepín trabaja duramente como consultor en técnicas de dolce far niente para familias reales europeas, vástagos de dictadores y viudas de aristócratas? No lo sé.

    Lo que tengo clarísimo es que el año que vayamos a la Fiesta de la Residencia y no veamos a Pepín, me fijaré con muchísima atención en los cartelitos de las bandejas de canapés, no vaya a ser…

    Piscinas


    Las piscinas, sin embargo, no tienen nombre pero figuran – como ineludibles accidentes de la naturaleza, como agujeros negros y turquesa en los que no podemos sino zambullirnos de cabeza – en nuestros mapas y nuestros viajes.

    «MANTRA», RODRIGO FRESÁN

    Burt Lancaster en «El nadador«

    «El nadador» de John Cheever

    las chicas que se zambullen en piscinas ajenas en «Mantra» y «La velocidad de las cosas«, de Rodrigo Fresán

    William Holden flota muerto boca abajo en la piscina de Norma Desmond al comienzo de ‘Sunset Boulevard

    Brendan Fraser, en «Dioses y monstruos«

    Muriel, en «La boda de Muriel» planea su boda junto a la piscina de competición de la que acaba de salir el nadador sudafricano

    Peter Sellers en «El guateque«

    Jane Russell en ese gran número musical ultramarica de «Los caballeros las prefieren rubias«

    Charlotte Rampling, lesbokiller

    Marilyn, en esa escena de la película que dejó sin terminar

    Esther Williams

    la sangre en el agua de la pisicina; Greg Louganis, que se golpeó en la cabeza al saltar del trampolín y tuvo que confesar que era seropositivo

    Gael García Bernal en calzoncillos en la pisicina de «La mala educación«

    los patos en la pisicina de Tony Soprano

    Lolita en la piscina (Lolita de Kubrick y Nabokov)

    las piscinas de Hockney

    Brian Jones en la piscina muerto, ahogado

    (claro que también recuerdo a El Fary sentado, leyendo junto a una piscina. A Daniel Ducret – el entonces marido de Estefanía de Mónaco – follándose a una cabaretera. A Sabrina con las tetas fuera. A Aramis Fuster luciendo sus tangas. O a Camilo José Cela, aquella vez que le soltó un puñetazo en plena cara a Jesús Mariñas en una fiesta, junto a la piscina).

    Rostros pornográficos [pOrN The Go]


    Y nuestros rostros, mi vida, breves como fotos.

    John Berger

    Busco la verdad, la realidad; instantes sublimes fugacísimos de vida VIDA. Busco en el cine porno rostros masculinos en orgasmo. No hay mayor verdad que el rostro del clímax de un actor – lamentablemente cada vez menos; las nuevas tecnologías permiten

  • ralentizados montajes eyaculatorios
  • falseados montajes eyaculatorios (rostros que no coinciden con fluídos)
  • extendidos montajes eyaculatorios

    y, pese a ello,

    El orgasmo masculino en la pornografía desmonta todas las teorías sobre la virtud mentirosa de la cámara: hay instantes, centésimas de segundo, en los que la cámara desaparece y contemplamos una verdad imposible a Stalisnavsky, al Grotowski teatral. Inalcanzable verdad para cualquier otro cine, y ya ni hablar de la vida real…

    El miedo al orgasmo femenino fingido nos hizo maricones: buscábamos la verdad.

  • Mateo Parra y los voladores

    La estirpe de los cavadores, un modesto libro de autoayuda muy nueva era, ocupó hace unos años los primeros puestos en las listas de los más vendidos en No Ficción y se convirtió en una obra de referencia en las Escuelas de Economía de varios países.

    La estirpe de los cavadores narraba a modo de crónica antropológica el descubrimiento de una tribu cuyos miembros, al llegar a la edad adulta, se apoderaban de una pequeña porción de terreno y excavaban en él un hoyo durante meses, incluso años. Un profundísimo agujero desde el fondo del cual esperaban encontrar el “hálito del vuelo”; una poderosísima fuerza de viento mágico que los haría elevarse y otorgaría al afortunado cavador el don del vuelo eterno.

    Esa fantasía, bastante pueril y endeble, dio pie a numerosas tesis mediáticas y académicas que, en su mayoría, coincidían en afirmar que “La estirpe…” no era sino una metáfora natural de la búsqueda contemporánea del éxito a cualquier precio, representada por un agujero unipersonal cada vez más profundo, una existencia cada vez más fría y aislada y la posibilidad de perecer en el intento al fondo de la tierra, sin ninguna posibilidad de encaramarse de nuevo a la superficie de no ser gracias a la aparición del “hálito del vuelo”.

    Hay en el citado librito referencias a esta situación, al descubrimiento por parte de alguno de los hombres o mujeres cavadores de haber errado en la elección de su pedazo de tierra y su asunción del fracaso.

    Narra Mateo Parra – así se llama su autor – que en ese momento se le permitiría al “hundido” elegir entre dos posibilidades: ser cubierto por la tierra que él mismo había extraído, es decir, enterrado vivo, o permanecer en el fondo hasta que el hambre o el frío acabara con su vida. De ambas, la primera opción era la más rápida y honrosa, digna de miembros nobles. La segunda, una lenta manera de perder la vida a fuerza de mantener una mínima esperanza.

    Escribe Parra que en caso de indecisión del hundido, la propia tribu decidía en su nombre, siempre de acuerdo a la trayectoria más o menos noble de su vida. Lo terrible era que, en el caso de que la muerte fuera por enterramiento, eran los jóvenes de la tribu, aquellos que aún no tenían edad para cavar, los encargados de cubrir de tierra el agujero y asfixiar al “hundido”.

    No eran esas las únicas maneras de morir: también se producían accidentes a causa de desprendimientos de tierra, ahogamientos por culpa de la lluvia o ataques de animales salvajes. Sin embargo, la promesa del vuelo era más fuerte que cualquier amenaza o riesgo de fracaso final.

    En uno de los capítulos finales de “La estirpe…” su autor cuenta que existía también la figura de los “andadores”: aquellos que, al alcanzar la edad adulta, decidían no arriesgarse, no levantar el vuelo y se abstenían de cavar. Desgraciadamente, fueron desapareciendo progresivamente, la mayoría de ellos capturados por “voladores” y despeñados montaña abajo en una especie de rito de que la comunidad dio en llamar “el vuelo invertido”, o “el viaje de los cobardes”.

    Mateo Parra termina su obra con un epílogo moral donde sentencia:

    Tras varios años de convivencia con la estirpe de los cavadores, después de contemplar de cerca el milagro del vuelo humano, me pregunto si tanto tiempo de oscuridad subterránea se compensa por la oportunidad de observar el mundo desde las alturas. Y no hallo la respuesta en mí. Ni siquiera sé si me gustaría volar. Ni siquiera lo sé.

    Curiosamente, tras menos de diez años de la publicación de su exitoso ensayo, Mateo Parra no ha vuelto a publicar, ni aparece como referencia en ningún lugar. Ha desaparecido. No existe.

    Susan Philipsz

    es una artista irlandesa que muestra en sus obras el magnífico poder evocador de la música popular (pop y popular) y su capacidad para modificar nuestros espacios:

    CON ‘ZIGGY STARDUST’, DE BOWIE

    Susan grabó el disco completo, cantado por ella, a capella, y lo usó como fondo musical de una instalación para «crear saltos de memoria que evoquen distintas asociaciones y que recuerden al público su euforia adolescente, sus sueños y la soledad de los momentos privados en la ducha.» (Indepth Arts News)

    «Con mi trabajo trato de devolver al público a su ámbito, no lo contrario. Lo que trato de hacer es hacerte consciente del lugar en el que estás mientras agudizo tu propio sentido de ti mismo» (Susan Philipsz)

    CON «LOS MUERTOS» DE JOYCE Y HOUSTON

    Frente a una pantalla que proyecta una película en negro, con algunos destellos blancos, se escucha la voz de Phlipsz cantar ‘The Lass of Aughrim‘, la canción que escucha Gretta en el impresionante relato de Joyce y le recuerda su pérdida (aquí podéis leer, en inglés, ése y el resto de relatos de «Dublineses» de Joyce. De nada. Un placer).

    ¿Qué pretende con esa instalación Susan Philipsz? Que miremos la pantalla en negro mientras escuchamos la canción y, como Gretta, recordemos a nuestros propios muertos. Buenísimo.

    CON ‘AIRBAG’ DE RADIOHEAD EN UN SUPERMERCADO

    A través del sistema de megafonía de un supermercado Tesco en Londres, Susan Philipsz les cantaba a los clientes ‘Airbag‘ de Radiohead. En directo, sin música y con su propia voz.

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    Muy bien. Y ahora, antes de llamarme cretino, o snob, afirmar con toda la desfachatez del mundo que la Philipsz ni es artista ni nada, que es una tía morro, blablablashitblabla o salir corriendo de aquí…

    pensad en canciones, en alguna canción que os guste, e imaginaos que mientras estáis en cualquier lugar público (me da igual un supermercado que un Ministerio, que la sala de espera del INEM que un aeropuerto) escucháis por megafonía a alguien que canta – a pelo – esa canción. Que no la canta mal, ni con demasiado entusiasmo, que canta y es agradable. Imaginaos entonces vuestra sensación y cómo éso haría que el lugar os pareciera completamente diferente.

    Eso es lo que pasa.

    Eso es lo que hace Susan Philipsz. Y a mí me parece genial.

    Parada en Google…

    … e incapaz de hacer clic en ninguno de los resultados, con las manos rígidas por el terror:

    Fiesta homenaje en «Cine de Barrio», dirigido por Jose Manuel Parada, … Jaime Azpilicueta, Mary Carillo, Jose Manuel Parada, Teresa Hurtado, Diego Hurtado

    José Manuel Parada regresa con un programa similar a «Cine de Barrio» … José Manuel Parada y Marujita Díaz están preparando un programa de televisión que …

    Enrique del Pozo y Jose Manuel Parada muy preocupados por la salud de Rocio Jurado

    Presentadores: José Manuel Parada e Isabel Pantoja / Contenido: Programa musical donde actuarán … más …Amigos en la noche – … cantantes de siempre. …

    La muerte de Rocío Dúrcal ha servido para que José Manuel Parada y Carmen … La enemistad entre Carmen Sevilla y José Manuel Parada se originó cuando …

    ¡BASTA!

    ¿Os dáis cuenta de cuánta gente puede morirse y sufrir un panegírico – pagado – a cargo de Parada en directo? ¿No veis que de sus labios sellados (como se sellan las bañeras, como se sellan las ventanas; con silicona) aún pueden salir intimidades que él largará, con el cadáver aún caliente y sin pudor, mientras repite, todo el tiempo, lo importante que fue su amistad, lo unidos que estaban y el dolor que le embarga?

    Estremecedor. Espantoso. Espeluznante. Es Parada: un personaje siniestro que recuerda al galán acabado de un espectáculo de revista mala que pretendiera ajustarle las cuentas al primer bailarín; al retintín de las cuñadas malignas, a una parodia televisiva de La Cubana o El Terrat, a los peores reprimidos represores… y ¡ha vuelto! Como Leticia Sabater: con mucha marcha… fúnebre.

    ‘Piss is chic’

    2006. El pis es tendencia. Llevamos sólamente 13 días del año y:

    Ricky Martin ha declarado a una revista que le pone la «lluvia dorada». Lo leí en un simpático artículo de este periódico, cuyos comentaristas resultan ser poco partidarios de tal práctica pero entregados fans de la coprografía.

    Mercedes Milá confesó anoche en GH que le encanta mearse en la ducha y aseguró que mucha gente lo hace aunque no lo diga (Mercedes, te propongo un «Diario de» sobre tan polémico asunto de actualidad – con cámara oculta en el bolso y focos antivaho – y te doy un dato revelador: Madonna, en una entrevista con David Letterman ya declaró que mearse encima en la ducha era mano de santo para el «pie de atleta».)

    Lástima que Concha Velasco ande tan ocupada extirpando abuelos de sofás y no haya aparecido en algún lado contando cómo ella es capaz de desternillarse hasta perder el control de sus esfínteres y mearse viva entera (suerte que tiene Tena Lady).

    2006 promete, amigos…