Buenas, antes de pasar a contaros cuál es el cuarto ganador del pack de LIFE ON MARS voy a hablar de tele de una vez, que el asunto del concursito ya lo he estirado demasiado y ya está bien de haceros trabajar para mí en los comentarios.
Al turrón.
Para empezar, EL BLOKE, en La1. Esa serie que hace ficción sobre las informaciones, se supone que reales, acerca de la trama mafiosa alrededor del ‘sheriff de Coslada’.
Antes de empezar a glosar las virtudes del producto, una breve digresión acerca del interés de un experimento televisivo que convierte en ficción una supuesta verdad periodística y acaba por difuminar la fina frontera de la verdad para convertirla en fenómeno mitológico. Algo así como la miniserie sobre el 23-F pero sin el rey al teléfono con peluca.
Una vez dicho eso, vamos al pan pan vino vino de la cosa. La serie, la ficción, los personajes, la trama y la madre que los parió. ¿Trama? La justa, por no decir que escasita: la historia se limita a encadenar escenas con las tropelías de los polis chungos de Coslada, perfilar el personaje del poli bueno y desgraciado y tratar de hilvanarlo todo con el hilo de la investigación de una brigada que parece de asuntos internos. Poco más. Los personajes, al límite -malos polis malísimos versus buenos buenísimos, putas sufridoras y honradas hosteleras- y algún que otro detalle MA-RA-VI-LLO-SO. Como el cameo de Melchor Miralles (director de El Mundo TV, productora de la serie) que, ya que paga todo eso, se regala un papelito. Muy a tono con el argumento de la serie, la verdad:
Pese a lo anterior, la serie nos divirtió y nos tuvo enganchados a la tele más de una hora. Quiero decir que no es la bomba, pero funciona.
Sigo.
LA QUE SE AVECINA
Primer capítulo que veo de esta nueva temporada y gratísima sorpresa al descubrir unos guiones que recuperan lo más mezquino, salvaje y negro del humor de la serie original (AQUÍ NO HAY QUIEN VIVA), y además ofrece un maravilloso aliciente:
LA ESPLÉNDIDA ANTONIA SAN JUAN
Que llega a la tele con un personaje que recuerda tanto, y tan bien, a alguno de los que lleva años interpretando en sus monólogos teatrales. Que logra algo tan difícil como hacerse la dueña del cotarro y -con perdón- eclipsar al resto de estupendos actores de la serie y comerse vivas las tramas (siempre desde mi punto de vista personal y mi enorme veneración por la San Juan, a quien adoro).
Más que a favor de LQSA: enganchadísimo. Y con ganas de más. (Enganche que queda confirmado por el dato de audiencia de ayer: el mínimo de la temporada. Está claro que mi ojo clinico sigue en forma…)
Y para terminar, el cuarto pack de LIFE ON MARS va para este fantástico comentario, que inaugura un nuevo género de thriller televisivo:
Lugar: Madrid, España
Día: 20 de enero de 1996
Hora: 20:00 h.
Encarna Sánchez morirá en menos de dos meses, pero está a punto de dejar su programa para someterse al tratamiento contra el cáncer de pulmón que sufre.
Me acerco a ella, y sólo le digo que debe ver un video, en ese video está el «hormigas blancas» dedicado a ella, se sorprende de ver ese documento del futuro. Le pido que grabe una entrevista que no será vista hasta dentro de 15 años respondiendo todo y a todos, problablemente sea uno de los momentos más vistos de la historia de la TV hasta ese día la existencia de dicha cinta será secreta.
Encarna habla por última vez tras su entrevista secreta grabada ante el micrófono, antes de irse pronuncia sus famosas palabras: «Pronto volveréis a sonreír. Pronto vendréis a mi encuentro. Pronto podré decir con todo el valor del mundo: ¡¡Temblad pedazo de sinvergüenzas!!»
El público aún no sabe lo que signicaron esas palabras, ni ese día ni a junio de 2009, porque la cinta secreta, seguirá siendo secreta como Encarna quiso.
¡Nos vemos en 2011!
Gloop
Dado que Gloop es el troll oficial de este humilde blog y que, como tal, debe permanecer en el anonimato y, puesto que él mismo aseguró en otro comentario que «el premio me la suda bastante», le invito a que me deje el mail de cualquier amigo o amiga a quien le haga ilusión el premio para que pueda escribirle y pedirle su dirección postal.
Esto es todo, amigos. Hasta mañana.