La televisión ha creado un mundo esquizofrénico en el que entre el individuo y lo global no hay nada. Alain Touraine

Archivo de la categoría ‘W, de Warhol’

Todo estaba en Will & Grace

El cabezazo de Zidane a Materazzi

Una Reina condenada a barrer las calles de NYC:

Y hasta unos versos de Dorothy Parker que Will le dedica a Jack en uno de los episodios de la primera temporada y que yo susurré tantas veces, durante tantos años, en bares y saunas gays…

Men seldom make passes

At girls who wear glasses.

Will&Grace 1999 versus La Vida 2006.

[Aunque Miss Shangay Lily (santa) odie la serie, y le parezca Will & (DIS)Grace , yo tengo que reconocer que estoy disfrutando muchísimo con mi pack de las 8 temporadas en DVD.]

Cena con Champán

Bienvenidos.

Mi mente ha organizado un simulacro de felicidad en compañía, se evade la realidad – tan solitaria – y me invita a celebrar por todo lo alto la euforia de la amistad, la bondad de los desconocidos en que confiar, y por la que brindar con el champán de las botellas que van descorchando, a lo largo de la enorme mesa alargada, Tenesse Williams, en batín, Pedro Almodóvar, Marisa Paredes, Marlon Brando, en camiseta de tirantes, Andy Warhol y Capote nos miran entrar: yo de la mano de un chapero que me salvó la vida en un semáforo, y detrás de nosotros un niño de la mano de otro niño que tiene su misma edad pero es más alto y más fuerte y ha decidido ser más alto y más fuerte para algo más: para que los otros altos fuertes no se atrevan a pegarme, ni a tirarme la mochila por el hueco de las escaleras, ni a gritarme ¡MARICA, MARICÓN!, le grita Marlon a Truman de punta a punta de la mesa, y Truman agita su manita hacia él, le lanza besos, me mira, se sonríe con malicia y mira de reojo hacia Andy que se graba a sí mismo con una cámara de vídeo digital y habla al objetivo:

«Bueno, al principio yo… yo lo vi y bueno, quise hacerme su amigo, porque vi su foto y pensé que de él no tendría miedo, porque él habría pasado el mismo miedo que yo. Truman, quiero decir… le mandé cartas, a Truman, y nunca me respondió, y cuando llegué a Nueva York me quedaba enfrente de su casa, en la calle, de pie… y un día me invitó a su casa y su madre me echó de allí a gritos, me gritaba ¡MARICA, ..!»

«… MARICÓN! ¡Dame la cámara! ¡Déjame a mí!»,

las manitas de Truman sostienen con fuerza las muñecas de Andy y le obligan a apuntar la cámara hacia él:

«Pero después fue él quien se vengó de mí. Nos hicimos amigos y se vengó de mí cruelmente; abusó de nuestra confianza y me tomó unas polaroids cuando más hinchado estaba (tantas pastillas, tanto vodka, tanta mierda), y él, clic-fshhhhhhhhhhhhhhh clic-fshhhhhhhhhhhhhhh.»

Capote le arrebata la cámara de las manos a Warhol y la gira para grabar a Brando, que da de beber champán de su copa a la pareja de niños,

«Míralo. El Duque fuera de sus dominios, el Duque fuera de todo lugar… Andy se vengó de mí, yo me vengué del Duque. Andy pensaba que yo no daría miedo y lo desprecié; Marlon fue uno de aquellos que siempre me dieron miedo, y lo humillé. Porque él habría sido uno de aquellos que de niño me gritaban ¡MARICA, MARICÓN!»

Anna Wintour: el diablo viste de Prada

O al menos eso asegura Lauren Weisberger, autora de este best-seller cuya versión cinematográfica está a punto de estrenarse con Meryl Streep como protagonista, y para el que la escritora se inspiró en la figura de su exjefa, la directora del Vogue USA, Anna Wintour, una de las mujeres más temidas y odiadas del mundo editorial (siempre y cuando excluyamos a Rosa Regás).

La pobre Anna Wintour

… que en 2003 vio cómo le salía la criada respondona y novelista de éxito, gracias a su «The Devil wears Prada«, donde la Weisberger se despachaba a gusto contra ella,

… que dos años más tarde tuvo que soportar el lanzamiento de una biografía No Autorizada sobre ella en la que su autor, Jerry Oppenheimer, desvelaba sus infidelidades, sus romances, su trabajo para el grupo Penthouse y hasta su affaire con Bob Marley.

La pobre Anna Wintour

… que ha eliminado reportajes de actualidad del Vogue simplemente porque los protagonistas no eran suficientemente guapos,

… que exigió a Oprah que adelgazara 10 kilos para aparecer en la portada, y a Hillary Clinton que se quitara ese traje azul marino, POR DIOS,

… y que consiguió, gracias a sus amenazas, que casi nadie del mundo de la moda apareciera en cameos en la película que está a punto de estrenarse y para la que los productores (acojonados) exigieron que el aspecto de la Streep fuera lo menos parecido posible al de la Wintour (siempre con ese noséqué inquietante tras sus gafas oscuras).

La pobre Anna Wintour

… que incluso apareció en una de las creaciones de B-Rude (la marca de ropa de Boy George) en la Semana de la Moda en Londres hace un mes, en una camiseta que decía «¿Quién demonios es Anna Wintour?«…

… pues el demonio vestido de Prada. Y me temo que soy muy, pero que muy fan de ella; tanto que estoy por contratarla como profesora honoraria para el próximo trimestre de mi Escuela de Malas.

Capote & Warhol

En 1947 Truman Capote publicó su primera novela, «Other voices, other rooms’ y Andy Warhol, que aún no había llegado a Manhattan, quedó fascinado por esta fotografía en la contraportada, prendado de su inquietante belleza infantil.

Aunque quizás también tuvieran algo que ver los párrafos en los que el jovencísimo Capote osaba ensalzar los amores incorrectos:

The brain may take advice, but not the heart, and love having no geography, knows no boundaries: weight and sink it deep, no matter, it will rise and find the surface: and why not? any love is natural and beautiful that lies within a person’s nature; only hyprocrites would hold a man responsible for what he loves, emotional illiterates and those of righteous envy, who, in their agitated concern, mistake so frequently the arrow pointing to heaven for the one that leads to hell.

En 1949, cuando Warhol llegó a Manhattan, comenzó a escribirle a diario cartas a Capote, a enviarle ilustraciones inspiradas en sus historias, a apostarse en la acera, frente a su casa, para verle entrar o salir. Meses después, Warhol entró en casa de Truman y la señora Capote – borracha como una cuba – le gritó ¡MARICÓN! y exigió a su hijo que lo sacara de ahí. La pobre…

En 1952, Warhol presentó su primera exposición en Nueva York: ‘Fifteen Drawings Based on the Writings of Truman Capote’.

[15 dibujos sobre cuentos de Capote.

15 minutos de fama.]

Truman Capote murió en 1984. Entre los archivos que se conservan de él en la Biblioteca Pública de Nueva York, 6 polaroids suyas que Warhol le tomó en los 70. >>>>>>

Andy Warhol murió en 1987.

Yo no dejo pasar ni un solo día sin encomendarme a los dos.