Mi amiga A. trabajó con la hermana de Inés Sastre en el bufete de abogados que se encargaba de los asuntos legales de la modelo; contratos publicitarios, trámites aduaneros (algunos peliagudos, como cuando a Inés Sastre le daba por comprar media Tailandia en muebles o alguno de sus novios millonarios decidía enviarle enormes regalos carísimos).
El bufete de abogados donde trabajaba mi amiga A. con Candela Sastre se ocupaba además de otras gestiones como, por ejemplo, llamar a los representantes de UNICEF en España para montarles un escándalo por haber reservado unos billetes de avión en turista y no en primera – para ella y sus dos amigas acompañantes.
¿No pretenderían que Inés – y par de amigas – fueran a volar en turista hasta África? Una cosa es donar a UNICEF el importe de la exclusiva para el ¡Hola! de la modelo solidaria abrazada a niños famélicos, y otra cosa MUY DISTINTA es que UNICEF, para ahorrarse algunos duros, pensara trasladarla en turista…
«¡Inés sólo viaja en primera!» (Normal: no se pueden cazar millonarios en clase turista…)
Y viajó en primera. Y UNICEF tuvo que descontar de su «generosa donación» el precio de los tres billetes.
¡Qué buena es Inés! Abrazada a esos niños famélicos que ni sabían que saldrían en el ¡Hola! (los niños pobres, como la gente pobre, no tienen derechos de imagen. Es más, no tienen imagen. Es más, no existen, salvo que aparezcan junto a una modelo solidaria.
Los niños hambrientos lo que necesitan no son ONGs, sino un buen abogado; para demandar a todos los canales de televisión y revistas que utilizan su imagen sin «derecho del menor» que valga. Ya verías tú cómo acabábamos con el hambre en África. El hambre en África que da a tantos de comer…)
Grados: 3º