¿qué triunfa en Eurovisión? Los Transformers. El disfraz.
Yo, el año que viene, sobre el escenario finlandés
salgo a cantar vestido de torero con capote de paseo
hasta que en un sublime momento de clímax suelto el velcro del capote del hombro,
y el capote se transforma en una gran falda de volantes que forman la senyera catalana (amarillo, rojo, amarillo, rojo…),
que hago girar en mi enloquecida danza alrededor del escenario,
mientras el público se rompe las manos a aplaudir y
Carod se sorbe los mocos.
twelve points, douze pointes a mogollón (no, no, no, Dulce Pontes, no, POR FAVOR).
Massiel y yo: así, de sopetón, pasamos juntos a la historia nacional del Festival (a no confundir con el Festival de la Historia Nacional).
a través de una espléndida escena de uno de sus maravillosos cuentos, ‘Goodbye, my brother‘:
se celebra una fiesta de disfraces a la que los asistentes deben acudir vestidos de aquello que querrían ser: la mayoría de las mujeres aparecen vestidas de novia, y los hombres, de jugadores de fútbol. Genial.
A Massiel y a mí nos parece genial, y os recomendamos encarecidamente que os hagáis con los Relatos de Cheever , bien sea en inglés (a través de Amazon UK, £8.52), o en la edición que Planeta acaba de publicar (en dos tomos caríiiiiiiiisimos), traducidos al español y con un prólogo delicioso de Rodrigo Fresán.
MASSIEL: ¿Cómo de caros?
BOB: 45 Euros el par de volúmenes.
MASSIEL: ¡Escándaloooooooooo, es un escándalooooooo!
BOB: ¿Massiel..?
MASSIEL: No se lo digas a nadie: Massiel no existe. Massiel soy yo: Raphael.
BOB: Joooooooder…