Yo oigo el término ‘televisión educativa’ y me echo a temblar. Porque cuando a las televisiones les da por esa clase de formatos, al final la cosa resulta un fracaso que olvida las más básicas reglas de entretenimiento televisivo. Que acaba por no ver nadie, o sólamente una escasa legión de convencidos que eran precisamente a quienes no hacía falta educar.
Pues bien, después de todo esto, tengo que decir que me ha sorprendido mucho descubrir – gracias a la traducción que la Revista Gatopardo ha publicado en Marzo de un artículo original del New Yorker de hace un par de años – a Miguel Sabido. Un productor de telenovelas mexicano que ha realizado proyectos en todo el mundo – México, India, China, Sudáfrica – bajo un esquema propio de educación y entretenimiento que podéis conocer en su página web.
Sabido contradice mis prejuicios contra la televisión educativa, y ha logrado con sus telenovelas favorecer el desarrollo de los derechos de las mujeres, el interés por la educación, o la armonía familiar.
Y UN DATO…
– Cuando una de las protagonistas de la telenovela mexicana Ven conmigo acudió a un centro de alfabetización para adultos, al día siguiente más de 12.000 personas acudieron a las verdaderas sedes y más de un millón de estudiantes nuevos se inscribieron en los meses posteriores.
Muy alentador.
mi padre nos decía a mi madre y a mí que no «pasión de gavilanes» nos iba a secar el cerebelo. iluso… no sabía que las telenovelas pueden ser educativas 😛
03 abril 2007 | 21:06