Buenas tardes. Aquí me tenéis otra vez: a mí y a mis 39 de fiebre. Como dice mi amiga Lola: «Disfruta ahora que aún tienes menos años que grados de fiebre.» Y en ello estoy, disfrutando de mis delirios cubierto por una manta de conejo frente al ordenador y moqueando. Un cuadro.
Y en esas estaba esta tarde, mientras me comía un pastel de puerros con guarnición de Gelo Catil (esa gata japonesa rosa tan mona con paracetamol) y empalmaba Los Simpson con Padre de Familia, dos de mis series preferidas de la televisión. Y volvía a asistir al milagro, y pensaba «de hoy no pasa, hoy escribo sobre eso».
«¿Sobre qué?», preguntan a coro mis mocos.
Sobre un elemento que tienen en común ambas series y que no deja de maravillarme: cómo en ambas surge de pronto un elemento anecdótico en la trama que se convierte en LA TRAMA. Cómo lo que en principio parece un episodio acerca de cualquier otra cosa, acaba convertido en un capítulo que detona con un pequeño suceso. Y qué maravillosos son esos comienzos de argumento estándar y asistir a lo que sucede en ello sin saber qué será lo que ponga todo patas arriba.
Me fascina esa deconstrucción de la narrativa que, además, lleva consigo otro factor apasionante: la devaluación de hechos que pudieran parecer definitorios. Casi como un juego aleatorio de prioridades. Casi como la narrativa de la vida, y nada que ver con la tradicional forma de contar televisiva. Una genialidad.
(¿Os he dicho ya que tengo fiebre?)
Hay que decir que los nuevos capítulos de los simpsons no siguen una estructura clásica como hacían al principio; configurada en tres actos; son más bien un conjunto de gags entrelazados que pretenden dar unidad al conjunto, a mi modo de ver sin conseguirlo, por lo que se hacen pesados e ilógicos a nivel narrativo. Creo que ese es el motivo por el que se oye decir últimamente que los Simpsons resultan ya pesados, pero sin dudar de la efectividad de los capítulos antiguos, que siguen viéndose, aun a pesar de las constantes repeticiones, con gran interés. Creo que esta desilusión más bien responde a una cuestión de cambio en la propuesta inicial, donde las historias se ajustaban a un ritmo que las unificaba, que a una reiteración o rutina en el universo de esta serie de animación en concreto.No sé qué opinaréis, pero llevo pensando esto desde que han empezado a emitir las nuevas temporadas. Al renovarse o morir, creo que lo que están consiguiendo es morir.Gracias y un saludo.
30 noviembre -0001 | 0:00
Padre de familia me pareció, en un principio, una copia de los Simpson pero ahora Padre de familia me parece la serie más cojonuda que han hecho nunca. Son impredecible, son geniales… En mi opinión han superado a los Simpson en diversión. Los guionistas se lo están currando, simplemente geniales
30 noviembre -0001 | 0:00
Lo mismo que pasó en el primero de ‘Plutón BRB Nero’ con la frase esa de «las ondas tipo cinco en el sector tres» o así. Pero yo creo que Álex de la Iglesia se ha dado un buen chute de Futurama antes de empezar con la serie. San Matt Groening le asista.Ponte bien, ¿no?
02 octubre 2008 | 18:42
No se de «deconstrucciones narrativas» pero sí se, que a pesar de que los estadounidenses pueden llegar a ser de lo peor de este mundo, algunos de ellos son «la cream de la cream» en cuanto a humor crítico, irónico e inteligente, a años luz de otros países.Y ya no solo lo digo por series como Padre de Familia, sino por, por ejemplo, Jon Stewart. En España necesitamos un Jon Stewart.
02 octubre 2008 | 18:45
la verdad es que me dí cuenta de esto hace mucho tiempo y no tenía claro si alguien más había pensado en ello de esa misma forma, me llamaba la atención el hecho de que los capítulos comenzaban de forma que nada tenía que ver con lo que sucedería después y a raiz de un pequeño detalle todo cambiara por completo. Buen post este, a pesar de los mocos, salud!
02 octubre 2008 | 21:08
Tiene razón lo que comentas en el post, siempre empiezan de una manera pero luego hay algo que lo cambia. A mi los simpson ya me cansan y me encanta padre de familia sobre todo Stewie y Braian
03 octubre 2008 | 9:07
Queria decir Brian jejeje, bueno todos tienen buenos golpes pero Stewie es el rey
03 octubre 2008 | 9:08
Es que no es facil aguantar más de 20 años… a mi, personalmente, me encanta volver a ver antigüos capítulos y sorprenderme con los nuevos. Siempre tienen un momento sublime, por malo que sea el capítulo. Y padre de familia… lo mismo.Quizas de padre de familia, lo que más impresiona son los «feedbacks» aclaratorios… ¡magistrales!!Y los puntazos de deprabación constantes… si es que pensamos así, aunque no sea políticamente correcto decirlo.A mi me divierten. Creo que logran su propósito con creces.
03 octubre 2008 | 11:04
«deprabación» no es política ni ortográficamente correcto decirlo. Y no me hubiera cebado de no tener usted un hobby tan odioso como son los quads
03 octubre 2008 | 11:22
Ojalá todos los accesos febriles fueran tan sembrados. Has metido las palabras «deconstrucción» Y «juego aleatorio de prioridades» hablando de los Simpson y padre de familia. Ere lamahgrande.
03 octubre 2008 | 16:07
Hola,Pues sí, yo también me había dado cuenta de que ambas coincidían en eso. Es como escoger en una caja de bombones y ver qué pasa… nunca sabes de qué va a ir el capítulo hasta que llega ese detalle y flash!, la trama.Muchos besos!
05 octubre 2008 | 8:49
pus no ay nada
08 octubre 2008 | 5:20